30.4.18

Anexo 6º – La actividad diplomática durante la Guerra del Chaco (1932/1935) - 2da Parte


La actividad diplomàtica desde el 01 de Enero al 31 de Diciembre de 1934 
- El armisticio propuesto por el Paraguay terminò el 6 de enero de 1934, fecha en que se reanudaron las hostilidades.

Propuesta de la Comisión de la SdN: el 20 de febrero de 1934, la Comisión propuso un proyecto de tratado por el cual, suspendidas las hostilidades, se evacuaría el Chaco y se atribuiría jurisdicción amplia al Tribunal Permanente de Justicia Internacional, para dirimir el pleito de límites excluidos la zona de Hayes y los territorios al norte de Bahía Negra cedidos en 1903 por el Brasil a Bolivia. El Paraguay rechazó esta proposición, por entender que ella significaba poner en arbitraje todo el Chaco. “Hay que reconocer – dijo el delegado Zubizarreta – que el arbitraje es un método de prevención de la guerra. El Paraguay lo ofreció ampliamente en cuantas oportunidades lo cupo hacerlo. Esta conducta justa, inspirada en anhelo de concordia, no encontró de parte de Bolivia la correspondencia debida. La guerra, vino con los sacrificios cruentos y los sufrimientos de todo orden que impone. Producida y adentrada como está, no es extraño que el Paraguay no mantenga su criterio con la amplitud de antes”. Bolivia tampoco aceptó el plan y la Comisión dio por terminado su cometido regresando a Europa.
Dr Gerònimo Zubizarreta

Situación en en frente El armisticio/Mayo 1934. El desastre de Campo Vía provocó la destitución del Grl Kundt y el ascenso del Cnl Peñaranda a General y Comandante en Jefe del Ejército; éste, se propuso reorganizar el Ejército para contener la ofensiva paraguaya.
General Hans Kundt
Estigarribia planeó el avance en dos direcciones: hacia Camacho y Esteros, ocupados el 8 y  9 de enero de 1934. El avance paraguayo se realizó lentamente, por falta de medios de transporte y la prolongación de las líneas de comunicaciones. El 18 de enero se estableció nuevamente contacto con los bolivianos en Catán, en el sector de La China, y el 23 en Magariños. El 3 de febrero, mediante una maniobra envolvente, cayó La China, quedando expedido el camino a Ballivián donde Peñaranda estaba concentrando sus tropas, que en gran número le eran enviadas desde el altiplano. Los paraguayos que operaban sobre el Pilcomayo se apoderaron el 10 de febrero, por asalto, de Magariños y dos días después de Cabezón. Los bolivianos continuaron su repliegue a lo largo del Pilcomayo y en el sector detrás de las tropas estas debieron alimentarse semanas enteras con galleta y mate, apareciendo el terrible mal de escorbuto, que pronto causó estragos y disminuyó la calidad combativa de los soldados. Estigarribia con el objetivo de cortar el Ejército boliviano de Ballivián cuando dispusiera de medios de transporte, ordenó la apertura de un camino directo desde Camacho hasta Cururenda. Los bolivianos dándose cuenta del peligro de este camino, acumularon fuerzas en Guachalla, Alurralde y Garrapatal, al mismo tiempo que continuaron su repliegue en el Pilcomayo, abandonando Linares el 3 de marzo y cediendo también terreno en Cabezón.
El 15 de marzo los paraguayos detuvieron su avance ante posiciones bolivianas fortificadas, que iban desde Campo Jurado hasta el río, cerca de Ballivián, donde Peñaranda preparó su principal dispositivo defensivo. La acumulación de tropas bolivianas en Cañada Tarija y Garrapatal entrañaba serios peligros para el flanco derecho paraguayo y para despejar la situación Estigarribia dispuso un movimiento ofensivo. El 27 de marzo de 1934, después de interceptar el camino de retaguardia, las fuerzas paraguayas se apoderaron de Cañada Tarija, tomando prisioneros a los contingentes que defendían la posición, cuyo jefe, el Tcnl Ángel Bavia, intentó suicidarse. Llevado en grave estado al campamento paraguayo, lo visitó el Grl Estigarribia. Bavia murió el 5 de abril. El 28 de marzo cayó también Garrapatal. Los prisioneros declararon que no había agua desde Cañada Tarija hasta Carandayty. Estigarribia, pues, dejó confiada la defensa de este sector al desierto, y cumplido su objetivo, concentró nuevamente sus esfuerzos sobre el Pilcomayo, desde el 11 de mayo se produjo, por primera vez, el contacto de los dos cuerpos que venían operando desde distintas direcciones.

Esfuerzos y avances bolivianos: a fines de abril de 1934 la reorganización boliviana había terminado, 40.000 soldados bien armados estaban distribuidos en tres grupos: el primero de La Faye a Carandayty; el segundo de Cañada Strongest o Esperanza a Cururenda; el tercero de Ballivián a Guachalla. La falta de oficiales fue suplida con el enganche de varios centenares de militares chilenos (se amplía en Apéndice 4º).
Oficiales y Suboficiales chilenos en la Guerra del Chaco
A esta fuerza, Estigarribia no podía oponer sino 20.000 soldados, distribuidos también en tres cuerpos, con los cuales concibió el plan de batir sucesivamente a los distintos grupos enemigos, comenzando por el centro, que debía ser atraído por el 1er CE, para caer sobre él por detrás el 2do CE agrupado en el Norte y que luego debía marchar hacia Cururenda para encerrar a los bolivianos de Ballivián-Guachalla, quienes, mientras se cumplía la maniobra, debían ser contenidos por el 3er CE establecido por el Pilcomayo. Pero la vasta maniobra no tuvo feliz resultado ya que una división del 1er CE, que tenía a su cargo la misión principal, se dejó rodear por fuerzas superiores en Cañada Strongest. Aunque parte de sus efectivos logró romper el cerco, el resto se rindió el 24 de mayo. Este hecho, que impidió el cumplimiento del plan de Estigarribia, fue jubilosamente festejado en Bolivia, a pesar de que la batalla de Strongest terminó con un repliegue de sus fuerzas (Se amplía en el Apéndice 3 - El Cap Joel Estigarribia en la batalla de Cañada Strongest)


Informe de la Comisión de la SdN: el 9 de mayo de 1934 la Comisión investigadora de la SdN presentó su informe ante el Congreso. De él se infería que el Paraguay se había opuesto a la paz por confiar la solución del pleito a la suerte de las armas. La Comisión ponía seriamente en duda el éxito militar paraguayo. El Paraguay rechazó vivamente el informe de la Comisión, a la cual acusó de no haber tenido “la seriedad de juicio y la exactitud de pensamiento que había el derecho de esperar de una tan alta Comisión”. Reunido el Consejo de la SdN para considerar el informe, resolvió encomendar al Comité de los Tres el estudio de la posibilidad de prohibir de exportación de armas al Paraguay y a Bolivia, como un medio de evitar la prolongación de la guerra. Muchos países procedieron entonces al embargo de materiales bélicos destinados a los beligerantes. Bolivia, que objetó el embargo, pidió el 31 de mayo que la Liga aplicara el procedimiento previsto por el artículo 15 del Pacto. El Paraguay observó que el procedimiento no era aplicable para un caso de guerra ya declarada, pero el Consejo aceptó la apelación boliviana, cuyo objetivo es obtener la aplicación de sanciones unilaterales sin la previa determinación del agresor. La diplomacia de Bolivia se había infiltrado en el ambiente de Ginebra, donde contaba obtener la victoria que le resarciera de sus importantes pérdidas militares.

Actitud de los países limítrofes: los gobiernos limítrofes de ambos contendientes adoptaron actitudes distintas. La Argentina no disimuló sus simpatías hacia el Paraguay, le ayudó “bajo carpa” con proyectiles, combustible y recursos (se amplía en ANEXO 8º), y le estimuló a no ceder ante las aspiraciones portuarias de Bolivia, recelosa de la aparición de un nuevo factor que perturbara el equilibrio en el Río de la Plata. El Brasil abogó, por lo contrario, en favor de esa aspiración, y adoptó una actitud favorable a Bolivia. Parecía que el conflicto sería la causa de grandes trastornos americanos, pues también Chile, que en un principio había animado al Paraguay, dando un viraje, comenzó a apoyar diplomáticamente a Bolivia (se amplía en Apéndice 4º) y le permitió el enganche en su territorio de oficiales y obreros. Saavedra Lamas, comprendiendo la gravedad de la situación continental, se esforzó grandemente en concertar una política común entre los tres grandes países limítrofes. El nuevo presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, favoreció esa política y retiró el apoyo que, por presión de los intereses petroleros, prestaba a Bolivia el Departamento de Estado.
Caso del Senador Huey Long y la Standard Oil; su influencia en la Guerra del Chaco: El 30 de mayo de 1934 el senador por Louisiana, Huey Pierce Long Jr pronunció un violento pero honorable discurso al denunciar que la Standard Oil de Nueva Jersey había provocado el conflicto de la guerra del Chaco (1932-1935) y que financiaba al ejército Boliviano para apoderase, por su intermedio del Chaco paraguayo, necesario para tender un oleoducto desde Bolívia hacia el río presumiblemente rico en petróleo: "Estos criminales, afirmó, han ido allá y han alquilado a sus asesinos". Además trató a la Standard Oil de criminal, malhechora, asesina doméstica, conspiradora, ladrones, todos adjetivos sumamente descriptibles de lo que fue la Standard Oil y su modo de operar en Latinoamérica (Ver nota completa al final del capìtulo) 
Senador Huey Long
Situación en el frente – Junio 1934: Para contrarrestar el avance paraguayo hacia Cururenda, las fuerzas bolivianas en El Carmen, se empeñaron al fondo el 15 de junio de 1934 en una furiosa contraofensiva. Los atacantes, en número de 3.000, estuvieron a punto de envolver el ala derecha paraguaya, pero su esfuerzo terminó con su dispersión. En esta acción recibieron su bautismo de fuego los oficiales chilenos incorporados al Ejército boliviano. Como resultado, los bolivianos ejecutaron un nuevo repliegue de 40 kilómetros, pero el 21 volvieron a emprender un contraataque en El Carmen, siendo igualmente rechazados con grandes bajas. 


Exposición de la causa paraguaya en Ginebra: invitado el Paraguay a hacer una exposición de su causa ante la Asamblea de la SdN, de acuerdo con el artículo 15, cuya aplicación había decretado el Consejo, lo hizo en fecha 11 de julio, en un memorial en que se historiaba el desarrollo del conflicto y se exponía las condiciones del Paraguay para su solución. Sostuvo el documento que el deber primordial de las naciones era poner fin a la guerra, acompañando el cese de las hostilidades con medidas adecuadas de seguridad que crearan la atmósfera de confianza donde, por conciliación, acuerdo directo, arbitraje o decisión judicial, se buscara la solución de las diferencias, excluyendo en todos los casos la discusión del litoral del río Paraguay, su hinterland y la zona Hayes.
Sesiòn de la Comisiòn en la Sociedad de las Naciones en Ginebra - Suiza
Otro fracaso de acción pacificadora: Como cada día parecía más dudoso el éxito de la SdN, el canciller argentino Saavedra Lamas obtuvo el acuerdo de los Gobiernos del Brasil y de EEUU para intentar una solución. El 12 de julio de 1934 fue formulada en Buenos Aires una proposición de arreglo, por la que el Paraguay y Bolivia ratificaban su adhesión a la doctrina del 3 de agosto y se comprometían a poner término a la guerra en el más breve plazo posible y a nombrar plenipotenciarios que se reunirían en Buenos Aires para concertar el alto definitivo de las hostilidades y las medidas de seguridad necesarias, así como a constituir la Comisión de conciliación previsto en el Pacto Antibélico propuesto por Saavedra Lamas. En caso de no obtenerse la conciliación de ambos países, se comprometerían a someter la cuestión al fallo de la Corte Permanente de Justicia Internacional. El Paraguay aceptó sin reservas el plan, pero las observaciones formuladas por Bolivia decidieron el abandono de las negociaciones, que volvieron a radicarse en Ginebra.

El Presidente de Argentina Grl Agustìn Justo y el Canciller Dr Saavedra Lamas

Situación en el frente – Julio 1934: El 8 de julio de 1934 los paraguayos reanudaron la ofensiva en Ballivián, atacando en tres sectores con gran ímpetu. El 3er Cuerpo rompió el frente boliviano, apoderándose de importantes materiales. El 1er Cuerpo también asaltó y rompió el frente enemigo a Guachalla, pero el 2do Cuerpo no pudo rematar su misión de acuerdo con el plan de Estigarribia. El 10 rompió también la línea boliviana, pero a poco de avanzar se produjo una desorganización en sus líneas que volvió imposible la acción coordinada. Los bolivianos, aprovechándose de esta desorientación, enviaron refuerzos y detuvieron el avance paraguayo, al mismo tiempo que contraatacaron en Ballivián. Las pérdidas fueron inmensas en ambas partes. Al parecer Ballivián era inexpugnable por su fuerza y Estigarribia comenzó a concebir una maniobra destinada a flanquearlo por su extrema izquierda. 
A pesar del éxito de la defensa de Ballivián, en los dos años de guerra se había consolidado la superioridad militar del Paraguay y se veía muy remota la esperanza de que el Ejército boliviano pudiera imponerse a su adversario. El jefe del Estado Mayor boliviano, Cnl David Toro, se dirigió al mando superior y al Parlamento exponiendo la verdadera situación militar del país y aconsejando una paz honorable “sin vencidos ni vencedores”, por estimar que la situación de equilibrio que se había formado en el Chaco ya no podía ser rota en beneficio de Bolivia. Toro consideraba que Bolivia no podía obtener una “victoria decisiva” y en la enumeración de las causas de esa imposibilidad ponía, en lugar principal, la desigual condición del elemento combativo de uno y otro país, “ya que el soldado indígena es un elemento absolutamente extraño al medio en que actúa”. Además, reconocía que el Paraguay siempre podía contar con mayores reservas.
Del Altiplano al Chaco
Incidente diplomático con Chile (se amplía en el Apéndice 4º): Desde el comienzo de las hostilidades el Paraguay formuló reclamaciones amistosas al Gobierno de Chile por las facilidades que encontraba Bolivia para usar el ferrocarril de Arica a La Paz, pero estas reclamaciones no fueron atendidas y Chile comenzó a variar su actitud frente a Bolivia, tradicionalmente hostil. Poco a poco fue desapareciendo la tirantez de sus relaciones, aguzada a raíz del fracaso de la Conferencia de Mendoza, para dar lugar a una actitud de “neutralidad benévola” de Chile, como la calificó Salamanca.
Chile consintió en su territorio el enganche a gran escala de oficiales chilenos retirados, que fueron a suplir las enormes pérdidas sufridas por Bolivia en el Chaco, y posteriormente admitió la contratación de centenares de obreros destinados a las minas bolivianas, a fin de que los nativos pudieran engrosar las filas del Ejército.
Presidente de Chile Dr Arturo Alessandri Palma

Las reclamaciones paraguayas ante estos hechos no fueron atendidas y la prensa paraguaya criticó con viveza la posición del Gobierno chileno, cuyo ministro expresó su contrariedad por algunos de esos artículos, que estimó ofensivo para su país. El canciller Benítez le respondió que el hecho respondía a un estado de la opinión pública, alarmada por la conducta chilena en relación a la guerra del Chaco, y volvió a enumerar los motivos de queja que tenía el Gobierno paraguayo frente a la parcialidad que significaba el transporte por territorio y ferrocarriles chilenos de materiales para el ejército boliviano, el alistamiento de oficiales y la contratación de obreros chilenos por Bolivia, hechos que respondían seguramente “a una política deliberada, a estar por los documentos emanados del Comando superior”. El Gobierno de Chile ordenó entonces que su representante abandonase Asunción y lo propio hizo el Paraguay en Chile, quedando interrumpidas las relaciones diplomáticas de ambos países, aunque por poco tiempo, debido a la mediación argentina que puso término al incidente y se restablecieron las respectivas Legaciones.


Situación en el frente – Agosto/Octubre 1934: El pesimismo que trascendía del dictamen del Cnl Toro no estaba, en cierto modo, conforme con la desigualdad de los efectivos y con la posición estratégica de ambos ejércitos. Bolivia tenía por entonces 50.000 hombres y el Paraguay 21.000. Además, gruesos contingentes estaban concentrándose en el sector de Ingavi con manifiesta intención de salir hacia Pitiantuta o Bahía Negra, regiones casi desguarnecidas. Para neutralizar esta peligrosa situación, Estigarribia ordenó una ofensiva sobre Picuiba, que fue ocupado el 15 de agosto de 1934 por el 2do Cuerpo. El avance prosiguió velozmente y el 17 de agosto se ocupó Irendague y 27 de Noviembre, y el 22 del mismo mes El Algodonal, con los que las fuerzas bolivianas se encontraron aisladas de su base de Santa Fe, emprendiendo el repliegue hacia Roboré. Con ello se había cumplido el objetivo de la ofensiva y alejado el peligro de una acción boliviana sobre Pitiantuta y el río Paraguay. El Cte del 2do Cuerpo, Cnl Franco, pidió autorización para proseguir la operación hacia Carandayty y aunque ello no estaba previsto en ese momento en los planes de Estigarribia e implicaba muchos peligros por el excesivo alejamiento de las bases, la autorización fue concedida, prosiguiendo el avance hasta llegar el 27 de agosto a cinco kilómetros de Carandayty.
Las tropas paraguayas pisaron por primera vez las estribaciones de las cordilleras de los Andes y estaban llegando a los límites del Chaco. Pero, por carencia de agua, su posición pronto se volvió insostenible. El enemigo se dio cuenta de ello y trasladó fuerzas considerables hacia Carandayty y el Parapití. Estigarribia dio órdenes de que el 2do Cuerpo se replegara sobre Picuiba. Así comenzó a hacerlo el 8 de septiembre, pero no sin tener que romper sucesivos cercos en Algodonal, la Rosa, Villazón y Lomas Vistosas. El retroceso se llevó a cabo en un vasto desierto completamente desprovisto de agua, por tropas que venían combatiendo incesantemente desde hacía un mes, y fue muy azaroso. Pero, casi simultáneamente, las tropas del sector de Pitiantuta, haciendo una épica marcha a pie de más de 200 kilómetros y venciendo sucesivas resistencias, se apoderaron de Ingavi el 5 de octubre de 1934.
- Misión militar checoslovaca visita el frente en Septimebre 1934 (se amplía en Año 1934)

Asamblea de la SdN: Mientras tanto se reunía en Ginebra la Asamblea de la SdN, que el 17 de septiembre de 1934 nombró un Comité especial encargado de entenderse con las partes y, de acuerdo con el artículo 15 del pacto, procurar un arreglo por conciliación, o de preparar en su defecto de éste, el informe pertinente. Invitado a acreditar un plenipotenciario, el Paraguay, que insistió en que el artículo 15 no era aplicable, respondió que sólo enviaría un delegado para negociar la cesación inmediata de las hostilidades y un régimen de seguridades como condición para los arreglos de la cuestión de fondo. El Comité replicó que había decidido a examinar en primer lugar el cese de las hostilidades, pero que no tenía libertad para limitar su mandato. Finalmente, el 2 de noviembre, el Gobierno paraguayo notificó la designación del Dr Ramón V. Caballero como delegado ante el Comité, y aceptó su jurisdicción.
Sesiòn de la Comisiòn de la Sociedad de las Naciones en Ginebra - Suiza
Situación en el frente – Noviembre 1934: El debilitamiento del sector del Pilcomayo, que fue la consecuencia de la contraofensiva boliviana en Carandayty, permitió a Estigarribia a asestar un fuerte golpe en Cañada del Carmen, sector donde los bolivianos tenían acantonadas dos divisiones. El 14 de noviembre de 1934 los paraguayos se apoderaron por sorpresa del Fn El Carmen, a retaguardia de las líneas bolivianas. El 15 cayó el Fn Independencia. El 16, una de las fracciones enemigas encerradas atacó furiosamente para romper el cerco, pero los paraguayos no cedieron. El pánico se generalizó pronto, y ese mismo día, antes de anochecer, se rendían 7.000 hombres con todos sus armamentos. Libre de enemigos en ese sector, Estigarribia esperó en dirección del Pilcomayo para encerrar a las fuerzas que tan tenazmente venían defendiendo a Ballivián; pero los bolivianos, dándose cuenta de la maniobra, iniciaron un repliegue en condiciones desastrosas. El 17 de noviembre las tropas paraguayas se apoderaron de Ballivián tras un breve combate. Numerosos bolivianos se refugiaron en territorio argentino, arrojando sus armas al Pilcomayo. Tanto Guachalla sobre el Pilcomayo, y Ororu frente a El Carmen, cayeron poco después. La persecución no pudo realizarse aceleradamente por falta de medios de transporte y por el cansancio de las tropas, que venían combatiendo sin descanso en operaciones ofensivas que ya duraban varios meses.


El Presidente Salamanca es depuesto de su cargo: El nuevo desastre de El Carmen ocasionó la crisis política en Bolivia. Desde hacía tiempo las desinteligencias entre el presidente Salamanca y el comandante en jefe, Grl Peñaranda, hacían incierta la situación del gobierno boliviano. Salamanca era acusado de no atender suficientemente las necesidades del Ejército y de intervenir desacertadamente en la dirección de las operaciones. Finalmente, el 27 de noviembre de 1934, al visitar el Cuartel General, fue apresado por las tropas, que le obligaron a presentar su renuncia. Le sucedió en el gobierno el Vicepresidente José Luis Tejada Sorzano, quien confirmó al Grl Peñaranda en el mando del Ejército.


Salamanca el dìa que se hace cargo de la Presidencia de Bolivia por parte del Dr Carlos Blanco Galindo

La SdN formula recomendaciones y son rechazadas por el Paraguay: Los esfuerzos realizados por el Comité de la Asamblea para obtener la conciliación fueron fructuosos, por lo cual proyectó el informe previsto en el artículo 15, recomendando a la Asamblea resoluciones que formaban “un todo indivisible”. Se preconizaba la formación de una Comisión de Intervención neutral, para garantizar el término de las hostilidades, estableciéndose una zona de seguridad de 100 kilómetros de anchura por lo menos. Un mes después de cese de las hostilidades debía reunirse en Buenos Aires una Conferencia, de la que formarían parte, además de los beligerantes, los cuatro limítrofes y de los países de la Comisión de Washington, para tratar la cuestión del Chaco. Antes de ser considerado por la Asamblea Extraordinaria, que fue convocada para noviembre, el Comité sometió el proyecto a los beligerantes. El Paraguay objetó el procedimiento propuesto, que juzgó “dilatorio, complicado y abierto a innumerables incidentes”. La Asamblea aceptó las observaciones sobre las medidas de seguridad y el 24 de noviembre de 1934 adoptó el informe haciendo suyas las recomendaciones. Al mismo tiempo aprobó la prohibición del aprovisionamiento de armas a Bolivia y Paraguay, y para el mantenimiento de esta medida recomendó a los miembros de la SdN se tuviera en cuenta el curso dado por cada una de las partes a las recomendaciones de la Asamblea, para lo cual y proseguir las negociaciones constituyó un Comité consultivo con representantes de veintitrés naciones.
El Gobierno paraguayo declaró que el plan de la Asamblea era impracticable, por tres razones que calificó de fundamentales: 1ra, el régimen de seguridad es provisorio y contingenciado a negociaciones posteriores a la cesación de las hostilidades; 2da, la fórmula de arbitraje adopta el criterio boliviano sobre la naturaleza del litigio, poniendo en discusión todo el Chaco, incluso la zona Hayes y el litoral; 3ra, hay olvido completo para determinar el agresor”. El documento paraguayo contenía también una acusación contra los funcionarios de la SdN, de extraviar con elementos de juicio tendenciosos la opinión de la Asamblea.


Sábado 24 de noviembre de 1934
La Liga de las Naciones aprueba el informe que recomienda el cese de hostilidades, en el plazo de 10 días; el retiro de los Ejércitos dejando una zona de seguridad de 100 kilómetros de ancho; la reunión en Buenos Aires, en el plazo de un mes, de una Conferencia en la que participarían: Paraguay, Bolivia y el ABCP (Argentina, Brasil, Chile y Perú); EEUU y los antiguos neutrales: Ecuador y Venezuela.
Si a los dos meses la citada Conferencia no lograba acuerdo sobre la desmovilización, la cuestión del litigio debería ser sometida a dictamen de la Comisión de Contralor, señalando finalmente que, a falta de un compromiso arbitral, pasaría a decisión de tres árbitros designados por el presidente de la Corte Permanente de Justicia Internacional.
Situación en el frente – Diciembre 1934: mientras proseguía la persecución de los bolivianos sobre el Pilcomayo, donde el 1° de diciembre de 1934 caía Cururenda, en la región de Picuiba un fuerte ejército de 15.000 soldados al mando del Cnl David Toro estaba listo para irrumpir sobre la retaguardia paraguaya, en dirección de Camacho, que estaba desguarnecido. Estigarribia no contaba con fuerzas suficientes para distraerlas de otros sectores, y concibió una audaz maniobra, que consistía en apoderarse de Irendagüe, en plena retaguardia boliviana, asiento del único depósito de agua en toda la región hasta el Parapetí. El Cnl Eugenio Garay, con escaso efectivo, cumplió la hazaña, después de una marcha estupenda a través de senderos abiertos durante el avance en el bosque, y el 7 de diciembre de 1934 se apoderó de Yrendagüe. Como los esperaba Estigarribia, el Ejército boliviano, creyéndose atacado a sus espaldas por fuerzas superiores, y aunque estaba en condiciones de aniquilar a los escasos y cansados conquistadores de Yrendagüe, no atinó a reaccionar y fue presa el pánico. Los regimientos bolivianos se dispersaron a través de las dunas desérticas, padeciendo, casi todos, de sed. Los dantescos horrores de la campaña de Picuiba superaron a todos cuantos se habían registrado hasta entonces en esta guerra inclemente, librada en la selva y el desierto. Fue en vano que el Cnl Toro aconsejara a sus tropas que resistieran al enemigo, muy inferior en número. Sus órdenes arrojadas desde aeroplanos, ponían como ejemplo la hazaña que acababan de cumplir los paraguayos. “El enemigo – decía – nos ha demostrado que es posible vivir aún meses careciendo casi todo elemento. El día de ayer hicieron un raid de casi 50 kilómetros avanzando por sendas y a pie hasta atacar a Yrendagüe con máxima audacia y energía”. En menos de tres semanas, el Ejército boliviano de 50.000 hombres quedaban reducido a la mitad de sus efectivos y oprimido en el último rincón del Chaco
Después de la caída de Ballivián las fuerzas paraguayas avanzaron paralelamente al río Pilcomayo. Las posiciones bolivianas fueron tomadas, una tras otra, hasta llegar a Cururenda-D´Orbigny, punto donde termina la frontera argentina. Por el centro las unidades paraguayas, después de la batalla de Picuiba, emprendieron la ofensiva, reanudando las trayectorias infructuosamente perseguidas en agosto de 1934, hacia Carandayty y el Parapetí. La guerra comenzaba a cambiar de escenario. A la llanura sucedieron las serranías, primeras estribaciones de la cadena andina. Nuevamente se tenía a la vista la cordillera de los chiriguanos, tradicionalmente reivindicada como límite histórico por el Paraguay, juntamente con el río Parapitpí. En Ybybobó las fuerzas bolivianas intentaron detener la ofensiva paraguaya, pero un movimiento envolvente efectuado el 30 de diciembre de 1934 hizo que, después de sangrienta acción, los bolivianos se rindieron.

El presidente Tejada Sorzano decretó, en diciembre de 1934, la movilización de todos los bolivianos en edad de prestar el servicio militar para formar un nuevo ejército y lograr una definición en el frente que posicionara mejor a Bolivia en el campo diplomático.


José Luis Tejada Sorzano: asumió el cargo de presidente desde el 1 de diciembre 1934 hasta el 16 de marzo 1936, al ser el vicepresidente de Daniel Salamanca tras el derrocamiento de éste, en pleno campo de batalla, cuando se desarrollaba la Guerra del Chaco. Nació en La Paz en 1882 y murió en Chile en 1938, de profesión abogado, desde muy joven se dedicó a la política, fue así que militó toda su vida en el partido liberal, fue diputado en varias ocasiones y ministro de Gobierno durante la presidencia de José Gutiérrez Guerra. Llegó a la Presidencia en el momento más crítico de la Guerra del Chaco, puesto que Bolivia estaba perdiendo el conflicto bélico, sin embargo las buenas decisiones de Tejada permitieron una organización exitosa de la defensa de Villa Montes y se logró salvar el petróleo, luego de esta victoria se empeñó en buscar la paz con Paraguay mediante la vía diplomática.
Según la historia el acuerdo inicial de paz fue criticado en todo el país porque decían que ponía a Bolivia en desventaja, ya que con la victoria de Villa Montes se podía iniciar una contraofensiva, además que el EP estaba cansado y su economía muy deteriorada. En junio de 1935 bajo la presión del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, que estaba claramente a favor de Paraguay se identificó la negociación de paz, y el 12 de junio de ese año se firmó el protocolo de paz entre los cancilleres Tomás Elio, de Bolivia y Luis Riart, de Paraguay. El 14 de junio a las 12:00 horas terminó la guerra. Tejada intentó modernizar las ideas liberales y fue constante crítico del exceso de ganancias del súper estado minero a costa de los sectores populares, lanzó duras críticas contra los empresarios mineros a quienes acusó de oponerse a una reforma tributaria, lo que le hubiera permitido al Estado Boliviano percibir más recursos por la explotación de minerales. Luego de la guerra que golpeó al país, las presiones internacionales fueron muy fuertes contra el gobierno boliviano y eso repercutía en la estabilidad política de la nación, es así que Tejada fue derrocado por los militares que en su momento lo encubrieron y tuvo que salir al exilio en 1936. Germán Busch fue quien encabezó su derrocamiento. (Fuente: Periódico Ultima Hora – Nexos Bolivia – Historias de Bolivia – La Patria en línea - Archivo La Paz)
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Senador Huey Long y la Standard Oil; su influencia en la Guerra del Chaco: El 30 de mayo de 1934 el senador por Louisiana, Huey Pierce Long Jr pronunció un violento pero honorable discurso al denunciar que la Standard Oil de Nueva Jersey había provocado el conflicto de la guerra del Chaco (1932-1935) y que financiaba al ejército Boliviano para apoderase, por su intermedio del Chaco paraguayo, necesario para tender un oleoducto desde Bolívia hacia el río presumiblemente rico en petróleo: "Estos criminales, afirmó, han ido allá y han alquilado a sus asesinos". Además trató a la Standard Oil de criminal, malhechora, asesina doméstica, conspiradora, ladrones, todos adjetivos sumamente descriptibles de lo que fue la Standard Oil y su modo de operar en Latinoamérica. “Fue asesinado por el yerno del juez Henry Pavy, el mèdico Carl Weiss, a causa de que Long atacó a la judicatura a la que acusaba de entorpecer sus medidas gubernativas al atender las demandas legales de sus adversarios, y sometió a votación la destitución del veterano juez Pavy".
Carismático e inmensamente popular con sus programas de reforma social y su disposición a tomar medidas enérgicas, sus oponentes le acusaron de tendencias dictatoriales por su casi total control del gobierno del estado, al extremo de destituir funcionarios y jueces de manera arbitraria y sin investigaciòn previa, para nombrar en su lugar militantes fieles a su causa. Sus detractores no pudieron definir exactamente sus políticas, pues si bien Long mantenía un férreo rechazo a las grandes empresas y al capitalismo financiero basado en el norte de EEUU, también creía fielmente en el individualismo del estaounidense promedio y defendía el conservadurismo social, en tanto Long rechazaba frontalmente las ideas del socialismo así como todo intento de transformación radical de la sociedad, oponiéndose también a los sindicatos y a sus líderes. Sin embargo, en aquella ocasión, la geopolítica energética de su país no estaba en el orden del día y la discusión giraba en torno a la abrogación de la Enmienda Platt para Cuba. El propio Long pidió alguna información sobre la realidad sociopolítica de América Latina en el Congreso antes de formular ese alegato contra la Standard. Una vez informado, Long responsabilizó al imperialismo capitalista de su país, tanto por el caos político de Cuba, como por la Guerra del Chaco, y concretamente a Rockefeller, operando a través del Chase National Bank en el caso cubano, cuyo mayor accionista era él, y de la SOCB en el segundo. Long sostenía una antigua disputa con Rockefeller; solía invocarle como el “big papa” del sistema capitalista.
Senador Huey Long
En 1878, Rutherfor B. Hayes (siendo presidente de EEUU) falló a favor de Paraguay en su arbitraje inherente a la disputa por la soberanía del Chaco Boreal entre Argentina y Paraguay. Más tarde, y como resultado de la Guerra del Pacífico, Bolivia impugnaría aquel laudo. Long interpeló al laudo de Hayes fundamentando su acusación: no eran los bolivianos quienes empujaron a sus gobiernos a la guerra, sino la SOCB. La Standard, en su afán por exportar los petróleos bolivianos por el río Paraguay, habría corrompido a los gobiernos bolivianos a tomar por la fuerza lo que por derecho, de acuerdo al laudo de Hayes, era paraguayo. Evidenciando su tesis, Long citó un reciente Decreto Supremo boliviano que comprometía a la SOCB a incrementar el abastecimiento petrolífero para el ejército en campaña. Finalmente, dijo que Roosevelt y su Gobierno servían al “big papa”, como lo revelaba su laxa ejecución del embargo armamentístico hacia Bolivia. 
El 7 de junio de 1934, Huey Long, alias “the kingfisch” (algo así como “el jefazo”), replicando las objeciones formales del embajador boliviano Enrique Finot a su discurso del 30 de mayo, volvió a acusar a la SOCB por causar la guerra desde las sombras. Finot, a tiempo de reivindicar la soberanía legal de Bolivia sobre el Chaco Boreal, desmintió cualquier injerencia de la SOCB en el conflicto. Esa vez, Long reforzó la legalidad del laudo de Hayes exhibiendo un documento boliviano solicitando al Paraguay navegar el río Bermejo de 1842, más un mapa (también oficial y boliviano) con el Chaco Boreal fuera de sus fronteras de 1848. No obstante, refutar a Finot no era su blanco central, ni la geopolítica energética de su país estaba en el orden del día del Senado. Debatían la incorporación de EEUU a la Corte Internacional de La Haya. Long se oponía, según dijo, porque aquello faltaba a la Doctrina Monroe: “América para los americanos”, y porque la Corte Internacional y la Liga de las Naciones funcionaban con el dinero de Rockefeller. Con base en esos argumentos, Huey Long coadyuvó decisivamente a la victoria del bloque “aislacionista”, o sea él rechazó al ingreso de su país a la Corte Internacional. Después, olvidó por completo el asunto de la SOCB y la guerra… (Fuentes: Juan Josè Anaya Giorgis -www.lostiempos.com/columna -Wikipedia – Huey Long)
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Continúa en el Anexo 6º – 3ra Parte - La actividad diplomática en la Guerra del Chaco (1932/1935).




26.4.18

Anexo 6º – La actividad diplomática durante la Guerra del Chaco (1932/1935) - 1ra Parte


Cronología de los antecedentes y actividad diplomática desde el 15 Junio 1932 hasta el 31 de Diciembre de 1933

Cronología de los antecedentes
1524 / 1526 - Alejo García descubre el Chaco.
1526 - Sebastián Gaboto.
1536 - División de las tierras americanas entre Pizarro, Almagro y Mendoza.
1536 - Ayolas remonta el río Paraguay y llega al Perú.
1537 - Salazar funda Asunción.
1540 - Irala explora el Chaco.
1543 - Irala explora el Chaco. Alvar Núñez íd. desde los 18°,
1545 - Ñuflo de Chávez explora el Chaco.
1546 - Ñuflo de Chávez explora el Pilcomayo.
1547 - Irala cruza el Chaco y llega al río Guapay.
1553 - Irala vuelve a cruzar el Chaco.
1558 - Ñuflo de Chávez funda Nueva Asunción.
1561 - Ñuflo de Chávez funda Santa Cruz (18"y 62°).
1586 - Juan Baños "descubre" el Chaco.
1609 - Fundación de cuatro reducciones en el Chaco.
1792 - Fundación de Fuerte Olimpo.
1803 - Traslado a Fuerte Olimpo una estancia Real.
1855 - Se lotea Villa Hayes.
1524 / 1865 - 128 expediciones; 69 al Chaco (340 años).
1622 / 1865 - 243 años, se hacen 18 fuertes en el Chaco. 7 emigraciones guaraníes al Oeste.
VII - 1852 - Tratado Nav. Comisión Límites entre Argentina y Paraguay. Protesta Bolivia.
12 - II- 1858 - Protocolo entre Brasil y Paraguay.
3 - II - 1876 - Tratado límites entre Argentina y Paraguay.
12 - XI - 1878 - Presidente Hayes produce su fallo arbitral.
15 - X - 1879 - Tratado Decoud-Quijarro. No aprobó Bolivia.

16 - II - 1887 - Tratado Aceval-Tamayo. No aprobó Bolivia.
IX - 1888 - Incidente Suárez Arana en Bahía Negra.
23 - IX - 1894 - Tratado Benítez-Ichazo. No aprobó Bolivia.
1905 - Bolivia funda Guachalla y Ballivián.
12 - I - 1907 - Ajuste Soler-Pinilla (statu quo).
5 - IV - 1913 - Protocolo Ayala-Mujía.
19 - VII - 1915 - Protocolo Moreno-Mujía.
17 - VI - 1918 - Protocolo Moreno-Mujía; prórroga indefinida del statu-quo.
16 - IV - 1921 - Protesta Bolivia por patrulla paraguaya.
25 - II - 1927 - Muere Rojas Silva en Sorpresa.
12 - IV - 1927 - Protocolo Díaz León-Gutiérrez.
12 - VII - 1928 - Suspensión de negociaciones.
IX-1928 - Caen prisioneros Cnl Gutiérrez y otros, cerca Fn Galpón.
5 - XII - 1928 - Desalojo de Vanguardia.
15 - XII - 1928 - Bolivia toma Boquerón.
20 - XII - 1928 - Declaración de Ríos Gallardo.
3 - I - 1929 - Creación Comisión Investigación y Arbitraje.
12 - IX - 1929 - "Bolivia agredida, Paraguay agresor".
31 - VIII - 1929 - Proyecto Convención de Arbitraje.
11 - XI - 1931 - Conferencia sobre Pacto No Agresión.
9 - XII - 1931 - Proyecto boliviano pacto no agresión.
18 - I - 1932 - Contraproyecto paraguayo pacto no agresión.
6 - V - 1932 - Proyecto Francis White sobre pacto no agresión.
15 - VI - 1932 - Bolivia toma Pitiantuta. Iniciación de la guerra.
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Situación diplomática antes del 15 de Junio de 1932 
Abril 1932: la tensa situación reflejada en la prensa (Fuente: Wikipedia)
La tensión en ambos países
Al compás de las diligencias diplomáticas aumentaba la inquietud política en el Paraguay, la oposición seguía acusando incansablemente al gobierno de no percatarse de la gravedad de la situación, manteniendo al país prácticamente en el mismo estado de indefensión que antes que agravarse las relaciones con Bolivia. En la imposibilidad de recurrir al crédito externo, debía limitar las adquisiciones a lo que permitía el presupuesto ordinario, y ellas, con todo, bastaron para poner al Ejército en condiciones de hacer frente a cualquier emergencia. La oposición no lo admitía y además culpaba al gobierno de confiar excesivamente en las gestiones diplomáticas, objetado la acepción de las nuevas negociaciones para un pacto de no agresión propugnado por el gobierno de Bolivia, cuyo presidente Daniel Salamanca, que recientemente se había hecho cargo del poder, era conocido por sus ideas extremistas respecto a la cuestión del Chaco: en la oposición, Salamanca había sido el caudillo de la guerra, que consideraba indispensable para la salud mental de Bolivia.
Nuevos incidentes en el Chaco acrecentaron la efervescencia popular; el 6 de septiembre de 1931 se comprobó que los bolivianos se habían apoderado de Samaklay, cerca de Nanawa, instalando allí un fortín (Samaklay fue abandonado por la tropa paraguaya por la falta de agua, pero era contralada periódicamente, las tropas bolivianas ocuparon las instalaciones ante esta situación y lo nombraron Fn Agua Rica). El 24 de ese mes, contingentes paraguayos enviados para rescatar la posición chocaron con las fuerzas bolivianas y tuvieron ocho bajas quedando el fortín en poder de estos. Conocido el hecho en Asunción, a los oponentes políticos se agregaron los estudiantes, que recorrieron tumultuosamente las calles de Asunción pidiendo la recuperación de Samaklay. La agitación fue creciendo día a día y el 23 de octubre se produjo un sangriento incidente frente al Palacio Nacional, quedado en los jardines varios muertos y heridos. El trágico suceso conmovió profundamente a la ciudad, en la Universidad Nacional se constituyó un Comité, integrado por estudiantes y políticos de la oposición, que proclamó la Revolución. El Ejército decidió apoyar al gobierno y sofocar la subversión, después de saber que el presidente Guggiari delegaba el mando en el vicepresidente Emilio González Navero y se dirigía al Congreso solicitando su propio juicio político. El My Rafael Franco intentó provocar un levantamiento de las guarniciones del Norte, pero no tuvo éxito. El orden quedó restablecido y el Congreso absolvió de toda responsabilidad al presidente Guggiari, quien acto seguido reasumió el mando.

Del pacto de no agresión: el 11 de noviembre de 1931 se inauguró en Washington la Conferencia convocada para negociar un pacto de no agresión, bajo la presidencia del Subsecretario de Estado Francis White. La delegación boliviana presentó un proyecto por el cual ambos países se comprometían a no llevar ataque alguno sobre las posiciones de la otra parte, salvo legítima defensa, por el término de un año. El plan fue rechazado por la delegación paraguaya, que presentó un contraproyecto que hacía basar la seguridad en el Chaco en el abandono, por una y otra parte, de las fundaciones hechas en contravención del “statu quo” de 1907. Mientras tanto, los más graves rumores cubrían los cielos de América, el embajador argentino en Londres comunicó el 8 de febrero a su gobierno que era inminente un ataque boliviano al Paraguay, lo cual fue corroborado por el embajador de Washington que, casi en la misma fecha, anunciaba confidencialmente a la Cancillería de Buenos Aires que el gobierno de Bolivia completaba sus preparativos militares, “pareciendo inclinado a tomar la ofensiva en el Chaco una vez terminada la estación de las lluvias”. El gobierno de La Paz desmintió los rumores explicando que las noticias sobre concentración de tropas en el Chaco eran motivados por el relevo anual de tropas, sin aumento de efectivos. El 13 de abril de 1932 la Comisión de Neutrales, en una severa exhortación a ambos países, manifestó la gran preocupación que tenía por los preparativos que observaban en el Chaco y a esta exhortación se unieron los cuatro países limítrofes del Paraguay y Bolivia: Argentina, Brasil, Chile y Perú (conocido por las siglas ABCP). El 01 de mayo, el presidente de la Comisión de Washington, Francis White, sometió un proyecto de pacto por el cual las partes se comprometerían a no agredirse y no avanzar sus posiciones extremas, y a este efecto se haría una enumeración específica de esas posiciones, sin que el compromiso afectase los derechos de las partes.

Desarrollo de las actividades diplomáticas
15 - VII - 1932 - Paraguay reconquista Pitiantuta.
31 - VII - 1932 - Bolivia toma Boquerón por segunda vez.
3 - VIII - 1932 - Paraguay moviliza. Neutrales: "No reconocer conquistas por las armas".
29 - VIII - 1932 - 60 días suspensión hostilidades.
6 - IX - 1932 - Paraguay ataca Samackay.
9 - IX - 1932 - Paraguay ataca Boquerón.
10 - IX - 1932 - Neutrales proponen retiro tropas 10 kms. atrás.
23 - IX - 1932 - Neutrales: cesación hostilidades, arbitraje, sin reservas.
XII-1932 - Neutrales: ejército paraguayo al Río Paraguay; boliviano línea Vitriones-Ballivián. Retiro Paraguay-Comisión Neutrales.
10-V-1933 – Paraguay declara la guerra


El 15 de junio se inician las hostilidades


Laguna Pitiantuta - Fn Carlos A. López(P)/Fn Mcal Santa Cruz(B), tomado el 15 junio por el EB y recuperado por el EP el 15 de julio 1932. (Fuente: Carlos Fernández - Portal Guaraní)


Aún cuando funcionara en Wáshington una Conferencia con el propósito de concertar un pacto de no agresión entre el Paraguay y Bolivia, la situación existente en el Chaco en junio de 1932 hacía cada día más problemática la conservación de la paz. Las tropas bolivianas tenían órdenes de ocupar los lugares provistos de agua, cualquiera fuera su situación, y el Paraguay se apercibió para contener el paulatino avance boliviano. El Grl Osorio, JEM boliviano, advirtió al presidente Salamanca que “el primer encuentro de patrulla sería la guerra”, sin que por la falta de elementos adecuados y aun de efectivos estuviera Bolivia en condiciones de emprenderla. Salamanca hizo caso omiso a esta advertencia, y así, cuando se le informó que a orillas de la laguna Pitiantuta había un fortín paraguayo, ordenó la ocupación de esa importante y estratégica posición. El My Oscar Moscoso cumplió la orden el 15 de junio de 1932, apoderándose del Fn "Carlos Antonio López" logrando escapar dos soldados. La guerra se había iniciado!!

El Tcnl José Félix Estigarribia, jefe de las fuerzas paraguayas en el Chaco, envió una misión de reconocimiento que el 29 de junio comprobó que los bolivianos estaban fuertemente atrincherado en el fortín ocupado. Verificada la agresión boliviana, el Gobierno ordenó el retiro de la Delegación nacional de la Conferencia de Wáshington, al mismo tiempo que Estigarribia se disponía a recuperar por la fuerza el Fn "Carlos Antonio López". El 15 de julio las fuerzas expedicionarias, mandadas por el Cap Abdón Palacios, reconquistaron esa posición después de un sangriento combate. Obtenida esta reparación, que suscitó enorme entusiasmo en el Paraguay, pues destruyó de golpe la arraigada creencia de la invencibilidad de la maquinaria bélica boliviana, el Gobierno dispuso el retorno a Wáshington de los delegados ante la Comisión de Neutrales.

La Comisión de Neutrales: Bolivia, en represalia por la recuperación de Pitiantuta, ordenó a su vez que sus delegados en Wáshington se retiraran y se apoderó de los fortines Corrales, Toledo y Boquerón. La Comisión de Neutrales, alarmado por el rumbo que tomaban los acontecimientos, pidió a Bolivia y Paraguay la suspensión de la hostilidades y el envío de informes sobre los incidentes ocurridos. Bolivia se negó arrogantemente a lo uno y a lo otro, alegando que “está cansada de estas agresiones paraguayas, tan repetidas, y no quiere prestar a nuevas simulaciones”. Paraguay, en cambio, aceptó que se investigaran los sucesos del Chaco. La Comisión insistió ante el Gobierno boliviano, pero el canciller Julio A. Gutiérrez respondió. “No nos interesan las investigaciones que no definan la cuestión fundamental. Bolivia desea la solución final del pleito. No quiere estar siempre de guardia en el Chaco conteniendo los avances del Paraguay. Es por eso que el país ha reaccionado con todas sus fuerzas, resuelto a liquidar por armas el pleito en que defendemos un territorio que consideramos nuestro históricamente”.

La doctrina americana del 3 de Agosto

La iniciación de las hostilidades en el Chaco conmovió profundamente a los demás países de América, en los que cundió la impresión de que Bolivia, prevalida de su superioridad numérica, buscaba imponer por las armas al Paraguay el arreglo de la cuestión del Chaco. A iniciativa del ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, Carlos Saavedra Lamas, el 3 de agosto de 1932, las naciones americanas, representado por el Secretario de Estado de los EEUU y los respectivos diplomáticos de Washington, 19 países formularon una declaración en el sentido de que la disputa del Chaco era susceptible de una solución pacífica, para lo cual pedían a Bolivia y Paraguay que sometieran inmediatamente la solución de la controversia a un arreglo por arbitraje y paralizar los movimientos de tropas en el ambiente lo que o que facilitaría el camino a la solución en concordia que América esperaba en nombre de los intereses permanentes de todos los países de este hemisferio. “Las Naciones de América declaran también – terminada el documento – que no reconocerán arreglo territorial alguno de esta controversia que no sea obtenido por medios pacíficos, ni la validez de adquisiciones territoriales que sean obtenidas por ocupación o conquista por la fuerza de las armas”.

Presidente Dr Salamanca Urey (Fuente: Historias de Bolivia)
El 5 de agosto contestó el Paraguay a la declaración americana manifestando su disposición de someter todas las cuestiones controvertidas a arbitraje, a aceptar la investigación y a abstenerse de toda hostilidad, agregando que consideraba “un acto transcendental la histórica declaración conjunta de no reconocimiento de la ocupación o conquista por la fuerza y se honra en expresar su adhesión absoluta a esa declaración”. La respuesta boliviana de esa misma fecha decía que la nueva doctrina no alcanzaba a Bolivia, porque solo perseguía en el Chaco la reivindicación de lo que le pertenece. Y agravaba: “Deseamos terminar la cuestión del Chaco, estando el país resuelto aún a los sacrificios cruentos en defensa de su territorio. La nación necesita romper la barrera que le impide el acceso a su litoral sobre el río Paraguay, para comunicarse con el mundo”.
Al día siguiente el presidente Salamanca comentaba en su mensaje de apertura del Parlamento: “La nueva doctrina pacifista de las naciones americanas hace su entrada en el mundo, con paso de violencia, a expensas de un país débil. Los neutrales, por consentimiento nuestro, no ejercían más que buenos oficios, admitidos por el derecho internacional. Ahora se alza con el papel de tutores y de jueces, pretendiendo tomar conocimiento de nuestros asuntos, ejerciendo jurisdicción que no le hemos conferido”. Y agregaba: “Posiblemente algunas de las naciones que concurren a consumar esta injusticia tengan en el futuro motivo de arrepentirse de haber sentado este injusto antecedente”.

La Comisión propone un armisticio: La Comisión de Neutrales propuso un armisticio sobre las bases de las posiciones ocupadas el 1° de junio, lo cual equivalía al abandono de los fortines que se había apoderado Bolivia, y el sometimiento inmediato de la controversia a un arbitraje. El Paraguay aceptó el 5 de agosto estas proposiciones, pero Bolivia se negó a considerar todo armisticio que no fuera sobre la base del mantenimiento de las posiciones. La Comisión de Neutrales no dio curso a esta sugestión boliviana, “porque ello importaría el reconocimiento de los actos de fuerza”, lo que pugnaba “con la declaración de principios que diecinueve de América acababan de formalizar el 3 de agosto”, al mismo tiempo que insistió en que Bolivia aceptara las investigaciones y el sometimiento del litigio a medios jurídicos. Se entabló con este motivo una larga y nerviosa polémica entre la Comisión y la Cancillería boliviana, la cual versó sobre el carácter y alcance de la declaración del 3 de agosto, que el canciller Gutiérrez sostuvo “se presenta como una doctrina "ad hoc" para el caso de Bolivia”. Bolivia se negó a aceptar el armisticio, aun después que la Comisión de Neutrales propuso que el abandono de los puntos ocupados después del primero de junio se cumpliera el 15 de junio de 1933. “Bolivia – declaró el canciller Gutiérrez – no admite el abandono de los fortines tomados al Paraguay mientras una solución final de litigio no modifique la soberanía de esta ocupación”. Entre tanto el Paraguay vivía horas de fervorosa agitación patriótica y la movilización de sus efectivos es realizaba con rapidez y pronto se concentraron dos divisiones en Isla Poí, frente a Boquerón, donde se atrincheraron dispuestas a esperar la reanudación de la ofensiva boliviana.


Eusebio Ayala nuevo Presidente del Paraguay: En un ambiente preñado de angustiosas inquietudes, el 15 de agosto de 1932 se hizo cargo de la presidencia el Dr Eusebio Ayala. Desde hacía mucho tiempo se le sabía inclinado a los árbitros jurídicos para la solución del conflicto con Bolivia. Ayala estaba lejos de representar las tendencias intransigentes, y la opinión le señalaba como partidario de arreglos transaccionales, aun en el asunto portuario que tanto apasionaba al país. La proclamación de su candidatura presidencial por el Partido Liberal causó el disentimiento y la retirada del Gabinete de quienes, como Jerónimo Zubizarreta y Luis R. Riart, sostenían que frente a la actitud de Bolivia la hora no era la diplomacia, sino de las armas. Ayala mostró pronto que sus opiniones de otrora, no siempre bien interpretadas, habían sufrido la fuerte influencia de los acontecimientos y que no sería él quien se enfrentaría al espíritu público y sí su enérgico conductor en el único sentido admitido por la nación.  
Presidente Ayala (centro) con su gabinete (Fuente: Wikipedia)
En su campaña electoral, al referirse a la cuestión internacional, sus palabras estuvieron lejos de denotar vacilación en su espíritu y, finalmente, las que pronunció en el Parlamento, al hacerse cargo de la Presidencia, dieron la pauta de su pensamiento y de su futura acción, y le concitaron, desde el primer momento, la confianza entera de la Nación, dijo: “Lo que perdió Bolivia en el Pacífico no puede recuperarlo en el Atlántico. Es más difícil cambiar la obra de la Naturaleza que enmendar la Historia. La invocación de derechos históricos y necesidades vitales cubre mal los designios conquistadores de Bolivia. La presencia de Bolivia sobre nuestro litoral, dada su actitud presente y ambiciones confesadas, equivaldría al espectro de la guerra erguido por siempre sobre nosotros. Por lo demás, no podemos ceder a la amenaza, no podemos renunciar en otras  de conveniencias inexistentes a la parte más indiscutible de nuestra ininterrumpida y secular posición y soberanía”. Quedaba, de tal suerte, desahuciada la pretensión boliviana, cuya satisfacción por el Paraguay en aquel momento podría evitarle la guerra. “Sabemos – seguía diciendo – que la guerra nos traerá males terribles, pero estamos serenos y firmemente resueltos a todos los sacrificios para defender nuestro patrimonio moral y material”. Los recelos se disiparon, desaparecieron las disidencias, el Partido Liberal recuperó su unidad: Schaerer y Modesto Guggiari arriaron su bandera de oposición; Zubizarreta y Riart se convirtieron a poco en los más firmes colaboradores de Ayala: el primero en la diplomacia, el segundo en la organización económica. Sin pactos previos, los partidos políticos olvidaron sus disidencias y en apretado haz se unieron en torno del presidente Ayala para defender la Nación.

Pese a su decisión de afrontar la guerra, Ayala, que había reanimado su fe en el derecho con la declaración del 3 de agosto, aun esperaba una resuelta intervención de las naciones americanas para evitarla, como la de Chile en 1928. Era de creer, desde luego, que a la declaración americana se la quisiera respaldar con los hechos, si es que con ella se buscaba evitar la guerra y no meramente agregar una doctrina más al Derecho internacional. Las cuatro naciones limítrofes, por su situación geográfica, estaban en condiciones para imponer la paz en nombre del nuevo Derecho. Desde el 6 de agosto estaban unidas por una declaración de solidaridad, y a iniciativa de la Cancillería argentina, el 20 de agosto resolvieron emprender una acción conjunta. El 25, Chile formuló un proyecto de armisticio sobre la base de las posiciones actuales, que poco después era abandonado, sin ser presentado a las partes, por la imposibilidad de obtener el acuerdo de las demás Cancillerías. Pero la Conferencia de Washington, poniendo súbitamente término a su polémica con Bolivia, propuso un armisticio de sesenta días sin insistir en el abandono de las posiciones conquistadas después del 1° de junio.
El canciller paraguayo, Justo Pastor Benítez, respondió que cualquier arreglo provisional, a base de la retención de fortines paraguayos en poder de Bolivia, constituiría un grave peligro para el Ejército y las poblaciones civiles de la zona, lo que no era admisible. Bolivia, que tropezaba con inconvenientes en su movilización, aceptó el armisticio, pero por un mes. La Comisión de Neutrales se dirigió entonces al Paraguay haciéndole notar la “inmensa responsabilidad que correspondería ante la conciencia americana al país que iniciara la hostilidades”. El canciller Benítez rechazó el anticipado cargo, pues la conducta paraguaya consistía precisamente en permanecer fiel a las proposiciones de la Comisión de Neutrales a la doctrina americana. La verdadera intención boliviana al aceptar el armisticio por treinta días se puso de relieve cuando los neutrales pidieron la suspensión de la movilización. La respuesta boliviana decía que esa proposición era inadmisible “porque nos dejaría librados a la discreción paraguaya”.

BOQUERON - El 09 de septiembre, las tropas paraguayas comenzaron el asalto al Fortín Boquerón, el 11 se completó el cerco del fortín. Cercados los bolivianos, una parte del Ejército paraguayo se dedicó a la tarea de esperar emboscado y destruir a cuantos refuerzos eran enviados en socorro de Boquerón. Los ataques  fueron permanentes durante 20 días con fuertes pérdidas para ambos pero el 29 de septiembre, agotados sus víveres y munición y con una gran cantidad de heridos, la guarnición boliviana decidió poner fin a la heroica resistencia. El Tcnl Marzana se rindió con solamente 240 hombres en pie. Paraguay  prosiguió la ofensiva, recuperando Toledo y Corrales, y sucesivamente cayeron los fortines Ramírez, Lara, Castillo, Yujra, Arce, Aliguatá, Fernández, Platanillos, Bolívar, Loa y Yasyucubas. El 8 de noviembre las vanguardias paraguayas chocaron con los bolivianos que, con nuevos efectivos, se habían atrincherado en Saavedra, y el 10 sufrieron un recio contraataque que fue sangrientamente rechazado. El avance paraguayo quedó detenido. 


El Tcnl Marzana prisionero en Isla Poí leyendo un diario donde anunciaban la caída de Boquerón (Fuente: Memorias de la Guerra del Chaco gpo facebook)
Actitud de la Comisión de Neutrales: al mismo tiempo continuaban las gestiones de la Comisión de Neutrales, que habían abandonado definitivamente su propósito de hacer cumplir sobre el terreno de la doctrina del 3 de agosto. Después de iniciada la batalla de Boquerón, propuso la suspensión de las hostilidades “siempre que se otorguen seguridades de hecho para alegar peligros de nuevos choques”. La Comisión de Washington insistió en el cese de la lucha y propuso el retroceso de las tropas 10 kilómetros a todo lo largo del frente de operaciones. El Paraguay propuso que el retroceso fuera mayor: que las tropas paraguayas se replegaran sobre el río Paraguay y las bolivianas al oeste del meridiano 62° 30’ O. de Greenwich. Bolivia, cuya situación en Boquerón era apremiante, aceptó la suspensión de las hostilidades, pero ni así el retroceso. Los neutrales, abandonando su anterior propuesta, sugirieron un armisticio simple regido por una Comisión militar neutral. El Paraguay contestó que esa seguridad no era suficiente, y que no quería “la simple suspensión, sino la terminación de las hostilidades”.
La Comisión insistió en la suspensión incondicional de las hostilidades bajo su garantía, y el Paraguay, a su vez, ratificó sus condiciones de seguridad. Bolivia, por su parte, declaró que lo que el Paraguay perseguía “con el retiro de nuestros fortines y tropas hasta ese límite es quedarse prácticamente dueño del Chaco”. Cuando la caída de Boquerón era inminente, Bolivia manifestó claramente que estaba dispuesta a hacer cesar el fuego en ese sector; los neutrales replicaron que el armisticio aplicado se extendía a todo el territorio del Chaco. Al mismo tiempo Bolivia apelaba a la Argentina para obtener el armisticio en Boquerón, en donde la situación de sus tropas era ya del todo punto insostenible.

Actitud de Bolivia: Al insistir la Comisión de Neutrales en su propuesta de suspensión incondicional de las hostilidades anunció que, si ésta era aceptada, enviraría una Delegación al Chaco para comprobar la efectiva terminación de la lucha; si una de las partes violara el compromiso, sería declarado agresor y se propondría que todos los países de América retiraran de él sus representantes diplomáticos y consulares. La cancillería no encontró aceptable el procedimiento, y por intermedio de su embajador en Washington manifestó que no acompañaría a la Comisión de Neutrales en ningún acto que pasando los límites de los buenos oficios pudiera aproximarse a una intervención, aunque ésta fuera meramente diplomática. Al mismo tiempo el ministro argentino en La Paz averiguó si el Gobierno boliviano se hallaba dispuesto a considerar las garantías exigidas por el Paraguay para llegar a un armisticio y también cuál sería la zona litigiosa que estaría conforme en someter a arbitraje. El presidente Salamanca se negó a considerar la propuesta, alegado que las nuevas circunstancias originadas por las acciones militares en el Chaco hacían poco propicio el trato diplomático. Al mismo tiempo, la presencia boliviana realizaba una intensa campaña contra la Argentina, acusándola de ayudar al Paraguay, queriendo justificar de este modo, ante la opinión pública deprimida y desorientada, los repetidos reveses de sus armas en el Chaco.

Paraguay se retira de Washington: Terminada la batalla de Boquerón, la Comisión de Neutrales se formuló nuevas proposiciones durante algún tiempo. El 12 de octubre de 1932 propuso que los delegados de Paraguay y Bolivia conviniesen: 1) la separación de las respectivas tropas, 2) la desmovilización de las reservas, 3) la reducción de efectivos y la solución arbitral de la disputa. Las conversaciones no llevaron a ningún resultado. Finalmente, considerando que sus sondeos no habían agotado, el 15 de diciembre de 1932 presentó una proposición definitiva que abarcaba la suspensión inmediata de las hostilidades, la retirada de las fuerzas paraguayas hasta el río Paraguay y de las bolivianas detrás de la línea Ballivián-Vitriones, la policía por ambos países de la zona ocupada y la iniciación de negociaciones para terminar por arbitraje los límites en el Chaco.
La respuesta del Paraguay fue una concluyente negativa y la orden a su delegado ante la Comisión, Juan José Soler, de emprender el viaje de regreso. El disentimiento paraguayo no equivalía rechazar el arbitraje, entendido que éste no podía ser de zona, sino de línea. La Comisión de Neutrales procuró que el delegado Soler continuara en Washington para discutir las objeciones a su plan, pero el Gobierno paraguayo insistió en su actitud, y su retirada definitiva de la Conferencia se hizo efectiva el 31 de diciembre. Bolivia hacía tiempo que se había eliminado de su seno y con esto quedó, de hecho, disuelta la Comisión de Neutrales.

Situación en el frente -Diciembre 1932/Enero 1933: Salamanca, que culpaba a la “semiciencia” de los militares bolivianos los reveses sufridos en el Chaco, encargó el mando del ejército al general alemán Hans Kundt, héroe de la Guerra Europea, a quien Bolivia debía la organización moderna de sus fuerzas armadas. Estigarribia había dado orden, el 23 de diciembre, de pasar momentáneamente a la defensiva. Al día siguiente se desencadenó la ofensiva boliviana en todos los sectores. El 28 cayó en poder de los atacantes General Duarte, en el sector de Nanawa, y el 1° de enero de 1933 se apoderaban de Corrales, después de heroica resistencia de sus defensores, que tuvieron que abrir paso a bayonetazos hasta sus bases, pues habían sido completamente rodeados por fuerzas superiores.
El 8 de enero de 1933 continuó la progresión boliviana con la toma de Mariscal López. Obtenidos estos éxitos parciales, Kundt concentró su esfuerzo principal sobre Nanawa, donde, el 9 de enero, 20.000 bolivianos se lanzaron en furioso asalto contra las posiciones paraguayas defendidas por 2.500 hombres al mando del Cnl Luis Irrazabal. Los bolivianos llevaron su ímpetu hasta los parapetos, pero finalmente fueron rechazados. Al día siguiente se reanudaron los ataques, y se tornó grave la situación de los defensores cuando el mando se percató de que no había municiones sino para un día de combate. Se salvó la peligrosa crisis proveyendo a la plaza de municiones por el aire. El 25 cesaron los ataques bolivianos, salvo en Herrera, donde atacaron sin éxito.

Conferencia de Mendoza

Año 1933 - Paseo de la Ciudad de Mendoza
Ante el inminente fracaso de la Conferencia de Washington, el Gobierno argentino creyó llegado el momento de iniciar una nueva gestión pacificadora. Fue enviado a Asunción, en misión confidencial, el Dr Isidro Ruiz Moreno, quien presentó el 28 de diciembre de 1932 un plan de arreglo elaborado por el canciller Saavedra Lamas y obtuvo el consentimiento de Ayala para un armisticio de treinta días, a fin de estipular en Buenos Aires las bases del arreglo definitivo, que quedaría a cargo de la Corte Permanente de Justicia Internacional de La Haya, y de la retirada de ambos ejércitos, con la siguiente desmovilización. Saavedra Lamas informó a los demás países de sus gestiones en el Paraguay. A su vez, el canciller de Chile, Cruchaga Tocornal, le comunicó que se proponía someter a Bolivia y Paraguay unas bases de arreglo. Posteriormente, enterado Cruchaga de las gestiones argentinas, manifestó sus deseos de armonizar ambas negociaciones, quedando concertada una entrevista de los cancilleres, en la ciudad de Mendoza, para el 1° de febrero de 1933.
Reunidos en Mendoza los cancilleres de Argentina y Chile, las conversaciones se prolongaron hasta el 2 de febrero y dieron como resultado una fórmula que, después de consultados el Brasil y el Perú, debía presentarse oficialmente a los Gobiernos en su lucha. El plan comprendía los siguientes puntos: “someter a arbitraje toda y cada una de las cuestiones que suscitaren para la solución de la diputa del Chaco”; el Tribunal arbitral se constituiría un mes después de la fecha de la proposición formal; las partes declararían en este acto terminadas las hostilidades; ambas partes convendrían en reiterar sus tropas y reducir sus efectivos militares. Al mismo tiempo, los dos cancilleres acordaron promover la reunión de una Conferencia económica para considerar, en relación a Bolivia y Paraguay, el establecimiento de un “régimen de tránsito favorable al intercambio”.

 
Situación en el frente – Febrero/Marzo 1933: Mientras se desarrollaba la Conferencia en Mendoza, continuó la ofensiva boliviana en todo el frente. Infructuosos sus esfuerzos en Nanawa, el Grl Kundt, desde el 26 de febrero, desencadenó fuertes ataques sobre Toledo, que se prolongaron hasta el 1° de marzo. Las fuerzas paraguayas, mandadas por el Cnl Juan B. Ayala, iniciaron el 10 de marzo un movimiento estratégico, con el objetivo de envolver a las unidades bolivianas situadas en ese sector. El 11 se consiguió la interceptación del camino de la retaguardia, y el 12 los bolivianos se replegaron, librándose de ser copados íntegramente. Paralelamente a este repliegue los bolivianos se retiraron del frente de Herrera, pero al mismo tiempo obtenían un éxito apreciable en el sector Zenteno-Saavedra, apoderándose del Fn Aliguaté Viejo (Charata) e interceptando el camino de Francia-Zenteno, logrando interrumpir las comunicaciones de las tropas paraguayas, atrincheradas en Km 7 y en Zenteno, de su base en su camino principal.
Estigarribia quiso explotar la situación en que se encontraban las fuerzas bolivianas y trazó un plan para rodearlas y aniquilarlas, valiéndose de las unidades que estaban en los flancos de aquéllas, pero el 14 de marzo la División atrincherada en Km7 dio parte de hallarse totalmente rodeada por fuerzas enemigas superiores. Estigarribia dio órdenes de resistir hasta el 19. Despejada parcialmente la situación de esa unidad, antes de que ella volviese a empeorar Estigarribia ordenó su repliegue, que se efectuó en la noche del 17 en dirección de Gondra, sin que el enemigo se diera cuenta de la maniobra. Los bolivianos continuaron atacando en dirección de Herrera y Falcón, e interceptaron el camino que unía este último fortín con Nanawa, cuya situación volvió a ser crítica. Desalojados los bolivianos del camino de Falcón, fueron perseguidos hasta Campo Aceval, donde se constituyó un nuevo frente.

Paraguay acepta la propuesta de la Conferencia de Mendoza

Después de obtener el apoyo de Brasil y Perú, el Acta de Mendoza fue sometida a los beligerantes el 25 de febrero de 1933. El 25, el Paraguay, aceptó las bases propuestas con algunas modificaciones en la redacción y sugiriendo que el retroceso de las fuerzas bolivianas fueran hasta Villa Montes y Roboré y que se procediera a una investigación sobre las responsabilidades de la guerra. Decía que el Paraguay estaba interesado en que se estableciese quién era el causante del conflicto, pero a petición de los mediadores, Paraguay retiró éstas reservas y aceptó íntegramente las bases de Mendoza.
Por su parte, Bolivia contestó el 28 de febrero de 1933 con una “contrapropuesta”, aceptaba el arbitraje, pero sólo sobre la zona limitada al Este por el río Paraguay, al Sur por el Pilcomayo, al Norte por el paralelo 21° y al Oeste por el meridiano 59° 55´ O. de Greenwich; sólo después de ser aceptada esta base entraría a considerar la suspensión de las hostilidades y demás proposiciones del Acta de Mendoza. El curso favorable que estaban tomando las operaciones militares para Bolivia parecía dictarle su respuesta. El Paraguay, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder como lo demuestra el presidente Ayala, al inaugurar el Parlamento el 1° de abril de 1933 (foto) dijo: “Sólo hay una cosa, la responsabilidad  directa que asumiría por el eventual fracaso de esa gestión”. La respuesta boliviana fue particularmente severa, según su juicio, el Acta de Mendoza eliminaba la posibilidad efectiva e inmediata de llegar a la paz por medio de la definición de las diferencias en sí mismas, y la actitud de Chile y la Argentina equivalía “a un acto de presión diplomática” que no admitía. Argentina y Chile, a su vez, replicaron al documento boliviano rechazando con energía los cargos que se formulaban y poniendo fin a sus buenos oficios.

Paraguay declara la Guerra (Ver: Anexo 3 - Paraguay declara la guerra a Bolivia): La ofensiva boliviana, que proseguía vigorosamente, se veía facilitada por la utilización del territorio argentino para los aprovisionamientos del Ejército, dirigidos desde Formosa. La falta de una declaración oficial del estado de guerra impedía al Gobierno paraguayo reclamar de la Argentina la adopción de las medidas necesarias para que su territorio no fuera utilizado con fines militares por uno de los beligerantes. A la misma situación anómala se atribuía que Chile no pudiera evitar el paso por territorio de Arica de los armamentos adquiridos por Bolivia en Europa y que llegaban en gran cantidad. El Gobierno paraguayo resolvió corregir estas anomalías, y a tal efecto, el presidente Ayala convocó el 21 de febrero de 1933 el Parlamento.
El 24 se reunió el Congreso, al cual pidió el Poder Ejecutivo autorización para declarar la guerra formalizando una situación ya existente. El 6 de marzo fue otorgada la autorización solicitada; pero de ella no hizo uso el presidente Ayala, cediendo a instancias de los Gobiernos mediadores, sino que después que los buenos oficios quedaron sin efecto. El 10 de mayo de 1933 se firmó el decreto por el cual se declaró a la República del Paraguay  en estado de guerra con la República de Bolivia

Mayo 1933 - El presidente Ayala junto a todo el gabinete en los blacones del Palacio de Gobierno anuncia la Declaración de Guerra a Bolivia (Fuente: Wikipedia)


El 13 de mayo el Gobierno argentino decretó su neutralidad y poco después quedó interceptado el abastecimiento que se venía realizando por el Pilcomayo. Pero Bolivia, de acuerdo con sus pactos contractuales, continuó recibiendo armamentos por el litoral chileno sin dificultad (se amplía en Apéndice 8º)

Intervención de la Sociedad de las Naciones (SdN)

Oficiales representantes de los países que componen la SdN (Fuente: Wikipedia)
Declarado el estado de guerra, Bolivia acusó al Paraguay, ante la SdN, de haber incurrido en las sanciones previstas por el artículo 16 del Pacto. Desde el comienzo de las hostilidades la Liga-SdN se había limitado de enviar exhortaciones en favor de la paz y a apoyar las diversas gestiones conciliatorias. El Comité especial de Tres había estado en constante contacto con los beligerantes, con la Comisión de Wáshington y con los países limítrofes. Después de examinar la denuncia boliviana declaró que incumbía al Consejo buscar solución a las diferencias, para lo cual estimó esencial enviar al terreno un Comisión. El 20 de mayo fue considerado este dictamen por el Consejo, que lo aprobó. El delegado del Paraguay se apresuró a aceptarlo, pero Bolivia recibió su contrapropuesta al Acta de Mendoza, al mismo tiempo que hizo gestiones confidenciales para la reanudación de los buenos oficios de la Comisión de Washington. El 6 de junio de 1933 el Paraguay dio a conocer sus puntos de vista, insistiendo en el cese inmediato de las hostilidades, desmilitarización, desmovilización, responsabilidad y arbitraje. Bolivia alegó que no le era posible abandonar las actuales posiciones militares antes de que se fijaran las condiciones del arbitraje. El 8 de junio el Comité de los Tres ratificó sus proposiciones para el envío de una Comisión al Chaco. Mientras tanto la de Washington, para facilitar la tarea de la Liga-SdN, decretó su disolución oficial.
El 3 de julio el Consejo resolvió organizar una Comisión especial encargada de buscar una solución rápida de las diferencias, que el 24 de julio se constituyó con el Grl A. B. Roberston (británico), Julio Alvarez del Vayo (español), el Grl Freydenverg (francés), el Conde Aldovrandi (italiano) y el comandante Rivera Flandes (mejicano).

Situación en el frenteMayo/Agosto 1933: En seis meses de ofensiva los resultados obtenidos por Kundt habían sido muy escasos. Empeñado en alzar una gran victoria, concentró sus esfuerzos en el sector de Nanawa, donde 20.000 hombres provistos de tanques, lanzallamas, artillería pesada y abundante aviación, emprendieron el 4 de julio de 1933 un poderoso ataque. En la primera embestida lograron romper las líneas avanzadas paraguayas y apoderarse de dos reductos, uno de los cuales fue recuperado antes de terminar el día con un furioso asalto a la bayoneta. Los bolivianos siguieron atacando violentamente los días siguientes. El combate se extendió a Gondra, donde el 11 contraatacaron los paraguayos, y al día siguiente interceptaron el camino de retaguardia. El 12 los bolivianos llevaron el último ataque contra Nanawa, que fue rechazado como los anteriores, con enormes pérdidas para los atacantes.
Luego de esto, vino un “período de calma” que duró todo el resto del mes de julio, por el agotamiento de las tropas y las acciones de la Comisión de la SdN .

El 1° de agosto de 1933, el EB reanudó su ofensiva en Gondra, abandonando el ataque de Nanawa. El 4 lograron aislar Gondra, que fue sacado del mismo mediante fuertes contraataques, pero la ofensiva se extendió a Toledo, Herrera, Pirizal y Falcón. Gondra resistió todos los asaltos, y desde el 24, los bolivianos atacaron con poderosas fuerzas Rancho Ocho, hasta quedar inmovilizados el 27. Al finalizar el mes la lucha se extendió a Herrera, donde los bolivianos fueron rechazados y se vieron obligados a retirarse el 31, continuando los combates en Rancho Ocho, Pirizal y Gondra. Las fuerzas bolivianas sufrieron enorme desgaste humano e importantes pérdidas de material lo que causó la disminución de su empuje ofensivo, a la par que aumentaba la eficiencia paraguaya. Estigarribia pensó que había llegado el momento de reanudar la ofensiva.

Propuesta del Brasil


Presidente del Brasil Getulio Vargas (Fuente: Wikipedia)
Antes de partir la Comisión investigadora, el canciller brasileño, Afranio de Mello Franco, impulsado por el presidente Getúlio Vragas sugirió que la SdN confiriera un mandato amplio al Brasil, Argentina, Chile y Perú para actuar en su nombre como mediadores en el conflicto del Chaco. Paraguay y Bolivia aceptaron la insinuación y formaron la petición en Ginebra. El Consejo preguntó a los cuatro países si aceptarían ese mandato. Postergando la respuesta, el 25 de agosto, desde Río de Janeiro, los límites propusieron a los beligerantes la firma de un instrumento en que debían expresar su voluntad de someter a un arbitraje de derecho la cuestión integral del Chaco y comprometerse a terminar las operaciones militares con la garantía de los países mediadores; inmediatamente debían reunirse una Conferencia.
Paraguay aceptó sin reservas las proposiciones de Brasil. Bolivia pidió aclaraciones sobre lo que significaba “cuestión integral del Chaco”. El canciller Mello Franco explicó que, en su concepto, el arbitraje debía circunscribirse a un área limitada al Norte por el paralelo 20 y al Oeste por el meridiano 62. Informado de esta definición del área litigiosa, el Paraguay la rechazó categóricamente. Con todo, Bolivia no se satisfizo con la proposición de Mello Franco, pues deseaba una zona más limitada. Los limítrofes insistieron ante Bolivia, cuyo canciller Canelas contestó que Bolivia aceptaba la fórmula del 25 de agosto, complementada con la propuesta Mello Franco y las observaciones suyas del 5. Argentina, Chile y Perú manifestaron a Mello Franco que la propuesta del 25 de agosto no admitía las modificaciones invocadas por Bolivia. Al no haberse llegado a un acuerdo, los Gobiernos del ABCP declinaron la invitación de la SdN para mediar en su nombre.

Situación en el frente – Agosto/Septiembre 1933: La ofensiva boliviana desde diciembre de 1932 y prolongada hasta fines de agosto de 1933, debilitó considerablemente al Ejército. Este tiempo fue verdaderamente el de la organización del Paraguay; los arsenales de Asunción, dirigidos por el Cap Nav José Bozzano, comenzaron a fabricar municiones y repusieron eficazmente el material desgastado, aumentó el armamento con las adquisiciones en el exterior y con lo que se había capturado a los bolivianos. A nivel gobierno, se creó el Ministerio de Economía, a cuyo frente se puso a Luis A. Riart, que organizó la agricultura, la ganadería y las finanzas, si bien sufrieron el esfuerzo de la guerra pero sin desarticularse (se amplía en ANEXO 9º – El esfuerzo económico de los beligerantes en la Guerra del Chaco (1932/1935). Las circunstancias eran propicias para pasar a la ofensiva por lo que Estigarribia elaboró un amplio plan, cuya primera etapa comprendía la desaparición de las cuñas enemigas de Pampa Grande y Pozo Favorito, y la segunda el envolvimiento del grueso Ejército boliviano. Para dirigir personalmente las maniobras, Estigarribia, tomó el mando del frente Pampa Grande-Falcón. El 11 de septiembre de 1933 comenzaron las operaciones con la intercepción del camino de retaguardia en Pampa Grande. El 14 fueron encerrados los bolivianos en Pozo Favorito, cuya resistencia no se prolongó mucho tiempo. El 15 comenzaron a rendirse fuerzas aisladas y poco después lo hacía el grueso de las que se hallaban atrincheradas tanto en Pampa Grande como en Pozo Favorito. Estigarribia fue ascendido a general de brigada y quedaba suprimida la cuña de Campo Aceval (Rancho Ocho) y las fuerzas paraguayas se colocaron en condiciones inmejorables para reanudar la ofensiva. El 27 de septiembre se llevó un golpe local contra las tropas bolivianas de Pirizal, que se malogró por indecisión del mando paraguayo. El grueso de las fuerzas bolivianas quedó en situación muy comprometida. 

Nueva propuesta de Argentina y Brasil: El Presidente de la Argentina, Grl Justo, acompañado del canciller Saavedra Lamas, hizo una visita oficial al presidente del Brasil, Getúlio Vargas. Ambos presidentes acordaron realizar un nuevo esfuerzo para restablecer la paz en el Chaco. De las entrevistas de Saavedra Lamas con Mello Franco surgió una nueva proposición de arreglo, por medio del arbitraje y un armisticio general bajo la garantía moral de los presidentes de Argentina y Brasil. Bolivia gestionó que se dejara a salvo “una lonja en el Norte” que compensara la zona Hayes excluida del arbitraje. El Paraguay manifestó su total disentimiento con la fórmula, según la cual parte del Chaco quedaba ya en poder de Bolivia previa a todo arbitraje. La fórmula de Río de Janeiro fue abandonada.

Presidente de Brasil Dr Getulio Vargas  junto al Presidente de Argentina Grl Agustìn Justo en su viista al país (Fuente: Wikipedia)

Situación en el frente Octubre/Noviembre 1933: Estigarribia decidió empeñar todos sus recursos en la gran batalla que venía preparando. Se buscaron contingentes en Bahía Negra y en Pilcomayo, con los cuales se completó una importante masa de operaciones y con ella Estigarribia se propuso envolver el ala derecha boliviana en el sector de Zenteno, marchar sobre Muñoz y cortar igualmente a las tropas enemigas de Nanawa, con lo que la destrucción del EB sería completa. El 23 de octubre de 1933 comenzó la gran batalla, en un frente de cerca de 70 kilómetros; el ataque se extendía poco después al N, alcanzando violencia y extensión extraordinarias. Los bolivianos cedieron terreno a todos los sectores. La ofensiva paraguaya prosiguió hasta el 17 de noviembre, dejando a las fuerzas bolivianas fuertemente aferradas a su última línea de defensa y en situación sumamente comprometida en lo que respecta al grueso situado en el sector Zenteno, cuya destrucción era el objetivo de Estigarribia. El presidente Salamanca aconsejó desde La Paz a Kundt el abandono de Zenteno (Aliguatá), pero Kundt no atendió la indicación. 

Actuación de la Comisión de la SdN: El 3 de noviembre de 1933, en pleno desarrollo de la gran batalla de Zenteno, llegó a Montevideo la Comisión de la SdN. El ministro boliviano en esa ciudad declaró ante la Comisión que sólo a condición de que las funciones de ésta se ejercieran en los límites defendidos por Bolivia aceptaría ésta su participación en ella. Por su parte el canciller Canelas emitió públicamente conceptos adversos a la SdN, pero el Senado boliviano los desautorizó y pidió al presidente Salamanca la designación de un nuevo canciller, como se hizo. Carlos Calvo reemplazó a Canelas y la Comisión quedó reconocida por Bolivia. Trasladada la Comisión al Paraguay, allí escuchó la reiteración de los puntos de vista sobre la prioridad del cese de las hostilidades. Luego de visitar el Grl Estigarribia y los establecimientos industriales del Paraguay radicados en el Chaco, la Comisión se trasladó a La Paz, donde pudo comprobar que Bolivia continuaba conceptuando esencial el acuerdo previo sobre las bases del arreglo territorial. En tanto que la Comisión procedía a sus investigaciones, se produjeron en el Chaco acontecimientos militares que variaron fundamentalmente la situación de los ejércitos beligerantes, en equilibrio desde un año atrás.

Situación en el frenteDiciembre 1933: El 1° de diciembre de 1933 ya estaban completados los preparativos para la última fase de la gran batalla de Zenteno. El 3 Estigarribia tomó a su cargo el mando directo del sector Francia, y el 4 se inició la maniobra envolvente, interceptando el camino de Zenteno a Pabón. El 6 era igualmente cortado el camino de Zenteno a Saavedra y a otro secundario del mismo punto al Pozo Negro, quedando desde ese momento un solo camino para el escurrimiento de las tropas bolivianas de Zenteno. Ese mismo día se replegaron los bolivianos del frente de Pozo Favorito y Campo Aceval y el 7, a primera hora, las tropas paraguayas entraron en Charata, rompiendo las líneas bolivianas en Gondra. El Cnl Banzer, comandante de una de las divisiones bolivianas en repliegue, dio cuenta a Kundt de su apurada situación. Kundt, que estaba desconcertado por la rapidez de los movimientos paraguayos, sólo atinó decirle: “proceda según su situación”, lo cual significaba el abandono del mando por el general en jefe en el momento más crítico. El 8 los paraguayos se apoderaron de Zenteno. El 9 los bolivianos se replegaron en todo el frente de Nanawa en dirección de Samaklay. El Cnl Enrique Peñaranda marchó con refuerzos por el camino Saavedra-Zenteno, pero los paraguayos aparecieron a su retaguardia. Peñaranda escapó con su estado mayor abriendo senderos por el bosque. El 10 Estigarribia intimó rendición a los mandos bolivianos y ese mismo día lanzó al espacio, por radio, un parte sin cifrar, en que afirmaba tener encerradas a dos divisiones bolivianas en un “triple cerco”. En realidad no se había establecido aún ningún enlace entre las tropas de envolvimiento, pero el efecto psicológico buscado por Estigarribia se produjo ampliamente. El desconcierto cundió entre las tropas casi sitiadas. El 11, Kundt ordenó que, después de destruir el material, las tropas bolivianas rompieran el cerco, pero el Cnl Irrazábal, desde Nanawa, transmitió a Banzer las condiciones de la rendición: no debía destruirse un solo camión, sin pena de dejar sin agua a los sitiados. A las doce del 11 de diciembre de 1933 se rindieron las dos divisiones, entregando todo su material. Doscientos cincuenta jefes y oficiales, 8.000 soldados prisioneros, 24 piezas de artillería, 60 morteros, 1.000 ametralladoras, 11.000 fusiles, 80 camiones y millones de cartuchos fueron el botín recogido en la casi incruenta jornada con que se puso término a la gran batalla de Zenteno iniciada el 23 de octubre. La victoria de Campo Vía, fruto de una concepción estratégica perfecta, produjo inmenso júbilo en el Paraguay ya que significaba la destrucción de la mitad del Ejército boliviano, la captura de importante material, de que tan necesitado estaba el país, el desprestigio definitivo del mando enemigo y la radical desaparición del peligro de un avance boliviano sobre el litoral. Estigarribia fue ascendido a general de división sobre el campo de batalla, y el presidente Ayala, que llegó al puesto de mando el día de la rendición, dirigió a una proclama al Ejército. “Tengo – dijo – la dicha singular de estar entre los combatientes en este día que marca una etapa decisiva en la campaña contra el invasor de territorio nacional… El éxito alcanzado no es fruto del azar, sino el resultado lógico de un plan concebido con inteligencia y ejecutando con alto espíritu de abnegación y firme voluntad de vencer”. Y terminaba diciendo: “El nombre del Paraguay se dibuja de nuevo en la Historia con fulgores de heroísmo. En nuestros corazones de ciudadanos late con fuerza la fe en la patria inmortal”.


El Presidente Ayala, el Cnl Estigarribia y parte del Estado Mayor, en su visita al frente (Fuente: Album Gráfico...)

Paraguay propone un armisticio: En lugar de sacar el mayor provecho posible de la gran victoria de Campo Vía, persiguiendo hasta aniquilarlos a los restos del EB, que huían abandonando material y heridos en dirección del Pilcomayo, propuso el 18 de diciembre de 1933 un armisticio general que se haría efectivo desde el 19 hasta el 30. La razón alegada por el presidente Ayala fue que los 14.000 prisioneros bolivianos no podían ser atendidos debidamente mientras prosiguiera la guerra, por dificultades materiales insalvables. La proposición fue aceptada por Bolivia y el día indicado cesó el fuego pocos instantes después de que los paraguayos hubieran tomado Muñoz, hasta entonces sede del mando boliviano. La Comisión de la Liga-SdN se trasladó de La Paz a Montevideo, donde convocó a los plenipotenciarios de ambas partes, de acuerdo con una propuesta del Paraguay. Los esfuerzos de la Comisión, así como los de la Conferencia Panamericana, que en esos días se reunía en Montevideo, se dirigieron a la prolongación de armisticio. El Paraguay sólo lo consistió hasta el 6 de enero de 1934, fecha en que se reanudaron las hostilidades. La Comisión consideró que este hecho era incompatible con la continuación de las negociaciones, pero el Comité de los Tres de Ginebra la invitó a proseguir sus actividades. Las negociaciones se reanudaron en Buenos Aires; en ella el Paraguay estuvo representado por el Dr Jerónimo Zubizarreta.

Isla Poí - concentración de priisoneros bolivianos para ser trasladados a otros destinos (Fuente: blog Historias de Bolivia)

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Continùa en Anexo 6º - 2da Parte - La actividad diplomàtica en la Guerra del Chaco (1932/1935)