30.4.18

Anexo 6º – La actividad diplomática durante la Guerra del Chaco (1932/1935) - 2da Parte


La actividad diplomàtica desde el 01 de Enero al 31 de Diciembre de 1934 
- El armisticio propuesto por el Paraguay terminò el 6 de enero de 1934, fecha en que se reanudaron las hostilidades.

Propuesta de la Comisión de la SdN: el 20 de febrero de 1934, la Comisión propuso un proyecto de tratado por el cual, suspendidas las hostilidades, se evacuaría el Chaco y se atribuiría jurisdicción amplia al Tribunal Permanente de Justicia Internacional, para dirimir el pleito de límites excluidos la zona de Hayes y los territorios al norte de Bahía Negra cedidos en 1903 por el Brasil a Bolivia. El Paraguay rechazó esta proposición, por entender que ella significaba poner en arbitraje todo el Chaco. “Hay que reconocer – dijo el delegado Zubizarreta – que el arbitraje es un método de prevención de la guerra. El Paraguay lo ofreció ampliamente en cuantas oportunidades lo cupo hacerlo. Esta conducta justa, inspirada en anhelo de concordia, no encontró de parte de Bolivia la correspondencia debida. La guerra, vino con los sacrificios cruentos y los sufrimientos de todo orden que impone. Producida y adentrada como está, no es extraño que el Paraguay no mantenga su criterio con la amplitud de antes”. Bolivia tampoco aceptó el plan y la Comisión dio por terminado su cometido regresando a Europa.
Dr Gerònimo Zubizarreta

Situación en en frente El armisticio/Mayo 1934. El desastre de Campo Vía provocó la destitución del Grl Kundt y el ascenso del Cnl Peñaranda a General y Comandante en Jefe del Ejército; éste, se propuso reorganizar el Ejército para contener la ofensiva paraguaya.
General Hans Kundt
Estigarribia planeó el avance en dos direcciones: hacia Camacho y Esteros, ocupados el 8 y  9 de enero de 1934. El avance paraguayo se realizó lentamente, por falta de medios de transporte y la prolongación de las líneas de comunicaciones. El 18 de enero se estableció nuevamente contacto con los bolivianos en Catán, en el sector de La China, y el 23 en Magariños. El 3 de febrero, mediante una maniobra envolvente, cayó La China, quedando expedido el camino a Ballivián donde Peñaranda estaba concentrando sus tropas, que en gran número le eran enviadas desde el altiplano. Los paraguayos que operaban sobre el Pilcomayo se apoderaron el 10 de febrero, por asalto, de Magariños y dos días después de Cabezón. Los bolivianos continuaron su repliegue a lo largo del Pilcomayo y en el sector detrás de las tropas estas debieron alimentarse semanas enteras con galleta y mate, apareciendo el terrible mal de escorbuto, que pronto causó estragos y disminuyó la calidad combativa de los soldados. Estigarribia con el objetivo de cortar el Ejército boliviano de Ballivián cuando dispusiera de medios de transporte, ordenó la apertura de un camino directo desde Camacho hasta Cururenda. Los bolivianos dándose cuenta del peligro de este camino, acumularon fuerzas en Guachalla, Alurralde y Garrapatal, al mismo tiempo que continuaron su repliegue en el Pilcomayo, abandonando Linares el 3 de marzo y cediendo también terreno en Cabezón.
El 15 de marzo los paraguayos detuvieron su avance ante posiciones bolivianas fortificadas, que iban desde Campo Jurado hasta el río, cerca de Ballivián, donde Peñaranda preparó su principal dispositivo defensivo. La acumulación de tropas bolivianas en Cañada Tarija y Garrapatal entrañaba serios peligros para el flanco derecho paraguayo y para despejar la situación Estigarribia dispuso un movimiento ofensivo. El 27 de marzo de 1934, después de interceptar el camino de retaguardia, las fuerzas paraguayas se apoderaron de Cañada Tarija, tomando prisioneros a los contingentes que defendían la posición, cuyo jefe, el Tcnl Ángel Bavia, intentó suicidarse. Llevado en grave estado al campamento paraguayo, lo visitó el Grl Estigarribia. Bavia murió el 5 de abril. El 28 de marzo cayó también Garrapatal. Los prisioneros declararon que no había agua desde Cañada Tarija hasta Carandayty. Estigarribia, pues, dejó confiada la defensa de este sector al desierto, y cumplido su objetivo, concentró nuevamente sus esfuerzos sobre el Pilcomayo, desde el 11 de mayo se produjo, por primera vez, el contacto de los dos cuerpos que venían operando desde distintas direcciones.

Esfuerzos y avances bolivianos: a fines de abril de 1934 la reorganización boliviana había terminado, 40.000 soldados bien armados estaban distribuidos en tres grupos: el primero de La Faye a Carandayty; el segundo de Cañada Strongest o Esperanza a Cururenda; el tercero de Ballivián a Guachalla. La falta de oficiales fue suplida con el enganche de varios centenares de militares chilenos (se amplía en Apéndice 4º).
Oficiales y Suboficiales chilenos en la Guerra del Chaco
A esta fuerza, Estigarribia no podía oponer sino 20.000 soldados, distribuidos también en tres cuerpos, con los cuales concibió el plan de batir sucesivamente a los distintos grupos enemigos, comenzando por el centro, que debía ser atraído por el 1er CE, para caer sobre él por detrás el 2do CE agrupado en el Norte y que luego debía marchar hacia Cururenda para encerrar a los bolivianos de Ballivián-Guachalla, quienes, mientras se cumplía la maniobra, debían ser contenidos por el 3er CE establecido por el Pilcomayo. Pero la vasta maniobra no tuvo feliz resultado ya que una división del 1er CE, que tenía a su cargo la misión principal, se dejó rodear por fuerzas superiores en Cañada Strongest. Aunque parte de sus efectivos logró romper el cerco, el resto se rindió el 24 de mayo. Este hecho, que impidió el cumplimiento del plan de Estigarribia, fue jubilosamente festejado en Bolivia, a pesar de que la batalla de Strongest terminó con un repliegue de sus fuerzas (Se amplía en el Apéndice 3 - El Cap Joel Estigarribia en la batalla de Cañada Strongest)


Informe de la Comisión de la SdN: el 9 de mayo de 1934 la Comisión investigadora de la SdN presentó su informe ante el Congreso. De él se infería que el Paraguay se había opuesto a la paz por confiar la solución del pleito a la suerte de las armas. La Comisión ponía seriamente en duda el éxito militar paraguayo. El Paraguay rechazó vivamente el informe de la Comisión, a la cual acusó de no haber tenido “la seriedad de juicio y la exactitud de pensamiento que había el derecho de esperar de una tan alta Comisión”. Reunido el Consejo de la SdN para considerar el informe, resolvió encomendar al Comité de los Tres el estudio de la posibilidad de prohibir de exportación de armas al Paraguay y a Bolivia, como un medio de evitar la prolongación de la guerra. Muchos países procedieron entonces al embargo de materiales bélicos destinados a los beligerantes. Bolivia, que objetó el embargo, pidió el 31 de mayo que la Liga aplicara el procedimiento previsto por el artículo 15 del Pacto. El Paraguay observó que el procedimiento no era aplicable para un caso de guerra ya declarada, pero el Consejo aceptó la apelación boliviana, cuyo objetivo es obtener la aplicación de sanciones unilaterales sin la previa determinación del agresor. La diplomacia de Bolivia se había infiltrado en el ambiente de Ginebra, donde contaba obtener la victoria que le resarciera de sus importantes pérdidas militares.

Actitud de los países limítrofes: los gobiernos limítrofes de ambos contendientes adoptaron actitudes distintas. La Argentina no disimuló sus simpatías hacia el Paraguay, le ayudó “bajo carpa” con proyectiles, combustible y recursos (se amplía en ANEXO 8º), y le estimuló a no ceder ante las aspiraciones portuarias de Bolivia, recelosa de la aparición de un nuevo factor que perturbara el equilibrio en el Río de la Plata. El Brasil abogó, por lo contrario, en favor de esa aspiración, y adoptó una actitud favorable a Bolivia. Parecía que el conflicto sería la causa de grandes trastornos americanos, pues también Chile, que en un principio había animado al Paraguay, dando un viraje, comenzó a apoyar diplomáticamente a Bolivia (se amplía en Apéndice 4º) y le permitió el enganche en su territorio de oficiales y obreros. Saavedra Lamas, comprendiendo la gravedad de la situación continental, se esforzó grandemente en concertar una política común entre los tres grandes países limítrofes. El nuevo presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, favoreció esa política y retiró el apoyo que, por presión de los intereses petroleros, prestaba a Bolivia el Departamento de Estado.
Caso del Senador Huey Long y la Standard Oil; su influencia en la Guerra del Chaco: El 30 de mayo de 1934 el senador por Louisiana, Huey Pierce Long Jr pronunció un violento pero honorable discurso al denunciar que la Standard Oil de Nueva Jersey había provocado el conflicto de la guerra del Chaco (1932-1935) y que financiaba al ejército Boliviano para apoderase, por su intermedio del Chaco paraguayo, necesario para tender un oleoducto desde Bolívia hacia el río presumiblemente rico en petróleo: "Estos criminales, afirmó, han ido allá y han alquilado a sus asesinos". Además trató a la Standard Oil de criminal, malhechora, asesina doméstica, conspiradora, ladrones, todos adjetivos sumamente descriptibles de lo que fue la Standard Oil y su modo de operar en Latinoamérica (Ver nota completa al final del capìtulo) 
Senador Huey Long
Situación en el frente – Junio 1934: Para contrarrestar el avance paraguayo hacia Cururenda, las fuerzas bolivianas en El Carmen, se empeñaron al fondo el 15 de junio de 1934 en una furiosa contraofensiva. Los atacantes, en número de 3.000, estuvieron a punto de envolver el ala derecha paraguaya, pero su esfuerzo terminó con su dispersión. En esta acción recibieron su bautismo de fuego los oficiales chilenos incorporados al Ejército boliviano. Como resultado, los bolivianos ejecutaron un nuevo repliegue de 40 kilómetros, pero el 21 volvieron a emprender un contraataque en El Carmen, siendo igualmente rechazados con grandes bajas. 


Exposición de la causa paraguaya en Ginebra: invitado el Paraguay a hacer una exposición de su causa ante la Asamblea de la SdN, de acuerdo con el artículo 15, cuya aplicación había decretado el Consejo, lo hizo en fecha 11 de julio, en un memorial en que se historiaba el desarrollo del conflicto y se exponía las condiciones del Paraguay para su solución. Sostuvo el documento que el deber primordial de las naciones era poner fin a la guerra, acompañando el cese de las hostilidades con medidas adecuadas de seguridad que crearan la atmósfera de confianza donde, por conciliación, acuerdo directo, arbitraje o decisión judicial, se buscara la solución de las diferencias, excluyendo en todos los casos la discusión del litoral del río Paraguay, su hinterland y la zona Hayes.
Sesiòn de la Comisiòn en la Sociedad de las Naciones en Ginebra - Suiza
Otro fracaso de acción pacificadora: Como cada día parecía más dudoso el éxito de la SdN, el canciller argentino Saavedra Lamas obtuvo el acuerdo de los Gobiernos del Brasil y de EEUU para intentar una solución. El 12 de julio de 1934 fue formulada en Buenos Aires una proposición de arreglo, por la que el Paraguay y Bolivia ratificaban su adhesión a la doctrina del 3 de agosto y se comprometían a poner término a la guerra en el más breve plazo posible y a nombrar plenipotenciarios que se reunirían en Buenos Aires para concertar el alto definitivo de las hostilidades y las medidas de seguridad necesarias, así como a constituir la Comisión de conciliación previsto en el Pacto Antibélico propuesto por Saavedra Lamas. En caso de no obtenerse la conciliación de ambos países, se comprometerían a someter la cuestión al fallo de la Corte Permanente de Justicia Internacional. El Paraguay aceptó sin reservas el plan, pero las observaciones formuladas por Bolivia decidieron el abandono de las negociaciones, que volvieron a radicarse en Ginebra.

El Presidente de Argentina Grl Agustìn Justo y el Canciller Dr Saavedra Lamas

Situación en el frente – Julio 1934: El 8 de julio de 1934 los paraguayos reanudaron la ofensiva en Ballivián, atacando en tres sectores con gran ímpetu. El 3er Cuerpo rompió el frente boliviano, apoderándose de importantes materiales. El 1er Cuerpo también asaltó y rompió el frente enemigo a Guachalla, pero el 2do Cuerpo no pudo rematar su misión de acuerdo con el plan de Estigarribia. El 10 rompió también la línea boliviana, pero a poco de avanzar se produjo una desorganización en sus líneas que volvió imposible la acción coordinada. Los bolivianos, aprovechándose de esta desorientación, enviaron refuerzos y detuvieron el avance paraguayo, al mismo tiempo que contraatacaron en Ballivián. Las pérdidas fueron inmensas en ambas partes. Al parecer Ballivián era inexpugnable por su fuerza y Estigarribia comenzó a concebir una maniobra destinada a flanquearlo por su extrema izquierda. 
A pesar del éxito de la defensa de Ballivián, en los dos años de guerra se había consolidado la superioridad militar del Paraguay y se veía muy remota la esperanza de que el Ejército boliviano pudiera imponerse a su adversario. El jefe del Estado Mayor boliviano, Cnl David Toro, se dirigió al mando superior y al Parlamento exponiendo la verdadera situación militar del país y aconsejando una paz honorable “sin vencidos ni vencedores”, por estimar que la situación de equilibrio que se había formado en el Chaco ya no podía ser rota en beneficio de Bolivia. Toro consideraba que Bolivia no podía obtener una “victoria decisiva” y en la enumeración de las causas de esa imposibilidad ponía, en lugar principal, la desigual condición del elemento combativo de uno y otro país, “ya que el soldado indígena es un elemento absolutamente extraño al medio en que actúa”. Además, reconocía que el Paraguay siempre podía contar con mayores reservas.
Del Altiplano al Chaco
Incidente diplomático con Chile (se amplía en el Apéndice 4º): Desde el comienzo de las hostilidades el Paraguay formuló reclamaciones amistosas al Gobierno de Chile por las facilidades que encontraba Bolivia para usar el ferrocarril de Arica a La Paz, pero estas reclamaciones no fueron atendidas y Chile comenzó a variar su actitud frente a Bolivia, tradicionalmente hostil. Poco a poco fue desapareciendo la tirantez de sus relaciones, aguzada a raíz del fracaso de la Conferencia de Mendoza, para dar lugar a una actitud de “neutralidad benévola” de Chile, como la calificó Salamanca.
Chile consintió en su territorio el enganche a gran escala de oficiales chilenos retirados, que fueron a suplir las enormes pérdidas sufridas por Bolivia en el Chaco, y posteriormente admitió la contratación de centenares de obreros destinados a las minas bolivianas, a fin de que los nativos pudieran engrosar las filas del Ejército.
Presidente de Chile Dr Arturo Alessandri Palma

Las reclamaciones paraguayas ante estos hechos no fueron atendidas y la prensa paraguaya criticó con viveza la posición del Gobierno chileno, cuyo ministro expresó su contrariedad por algunos de esos artículos, que estimó ofensivo para su país. El canciller Benítez le respondió que el hecho respondía a un estado de la opinión pública, alarmada por la conducta chilena en relación a la guerra del Chaco, y volvió a enumerar los motivos de queja que tenía el Gobierno paraguayo frente a la parcialidad que significaba el transporte por territorio y ferrocarriles chilenos de materiales para el ejército boliviano, el alistamiento de oficiales y la contratación de obreros chilenos por Bolivia, hechos que respondían seguramente “a una política deliberada, a estar por los documentos emanados del Comando superior”. El Gobierno de Chile ordenó entonces que su representante abandonase Asunción y lo propio hizo el Paraguay en Chile, quedando interrumpidas las relaciones diplomáticas de ambos países, aunque por poco tiempo, debido a la mediación argentina que puso término al incidente y se restablecieron las respectivas Legaciones.


Situación en el frente – Agosto/Octubre 1934: El pesimismo que trascendía del dictamen del Cnl Toro no estaba, en cierto modo, conforme con la desigualdad de los efectivos y con la posición estratégica de ambos ejércitos. Bolivia tenía por entonces 50.000 hombres y el Paraguay 21.000. Además, gruesos contingentes estaban concentrándose en el sector de Ingavi con manifiesta intención de salir hacia Pitiantuta o Bahía Negra, regiones casi desguarnecidas. Para neutralizar esta peligrosa situación, Estigarribia ordenó una ofensiva sobre Picuiba, que fue ocupado el 15 de agosto de 1934 por el 2do Cuerpo. El avance prosiguió velozmente y el 17 de agosto se ocupó Irendague y 27 de Noviembre, y el 22 del mismo mes El Algodonal, con los que las fuerzas bolivianas se encontraron aisladas de su base de Santa Fe, emprendiendo el repliegue hacia Roboré. Con ello se había cumplido el objetivo de la ofensiva y alejado el peligro de una acción boliviana sobre Pitiantuta y el río Paraguay. El Cte del 2do Cuerpo, Cnl Franco, pidió autorización para proseguir la operación hacia Carandayty y aunque ello no estaba previsto en ese momento en los planes de Estigarribia e implicaba muchos peligros por el excesivo alejamiento de las bases, la autorización fue concedida, prosiguiendo el avance hasta llegar el 27 de agosto a cinco kilómetros de Carandayty.
Las tropas paraguayas pisaron por primera vez las estribaciones de las cordilleras de los Andes y estaban llegando a los límites del Chaco. Pero, por carencia de agua, su posición pronto se volvió insostenible. El enemigo se dio cuenta de ello y trasladó fuerzas considerables hacia Carandayty y el Parapití. Estigarribia dio órdenes de que el 2do Cuerpo se replegara sobre Picuiba. Así comenzó a hacerlo el 8 de septiembre, pero no sin tener que romper sucesivos cercos en Algodonal, la Rosa, Villazón y Lomas Vistosas. El retroceso se llevó a cabo en un vasto desierto completamente desprovisto de agua, por tropas que venían combatiendo incesantemente desde hacía un mes, y fue muy azaroso. Pero, casi simultáneamente, las tropas del sector de Pitiantuta, haciendo una épica marcha a pie de más de 200 kilómetros y venciendo sucesivas resistencias, se apoderaron de Ingavi el 5 de octubre de 1934.
- Misión militar checoslovaca visita el frente en Septimebre 1934 (se amplía en Año 1934)

Asamblea de la SdN: Mientras tanto se reunía en Ginebra la Asamblea de la SdN, que el 17 de septiembre de 1934 nombró un Comité especial encargado de entenderse con las partes y, de acuerdo con el artículo 15 del pacto, procurar un arreglo por conciliación, o de preparar en su defecto de éste, el informe pertinente. Invitado a acreditar un plenipotenciario, el Paraguay, que insistió en que el artículo 15 no era aplicable, respondió que sólo enviaría un delegado para negociar la cesación inmediata de las hostilidades y un régimen de seguridades como condición para los arreglos de la cuestión de fondo. El Comité replicó que había decidido a examinar en primer lugar el cese de las hostilidades, pero que no tenía libertad para limitar su mandato. Finalmente, el 2 de noviembre, el Gobierno paraguayo notificó la designación del Dr Ramón V. Caballero como delegado ante el Comité, y aceptó su jurisdicción.
Sesiòn de la Comisiòn de la Sociedad de las Naciones en Ginebra - Suiza
Situación en el frente – Noviembre 1934: El debilitamiento del sector del Pilcomayo, que fue la consecuencia de la contraofensiva boliviana en Carandayty, permitió a Estigarribia a asestar un fuerte golpe en Cañada del Carmen, sector donde los bolivianos tenían acantonadas dos divisiones. El 14 de noviembre de 1934 los paraguayos se apoderaron por sorpresa del Fn El Carmen, a retaguardia de las líneas bolivianas. El 15 cayó el Fn Independencia. El 16, una de las fracciones enemigas encerradas atacó furiosamente para romper el cerco, pero los paraguayos no cedieron. El pánico se generalizó pronto, y ese mismo día, antes de anochecer, se rendían 7.000 hombres con todos sus armamentos. Libre de enemigos en ese sector, Estigarribia esperó en dirección del Pilcomayo para encerrar a las fuerzas que tan tenazmente venían defendiendo a Ballivián; pero los bolivianos, dándose cuenta de la maniobra, iniciaron un repliegue en condiciones desastrosas. El 17 de noviembre las tropas paraguayas se apoderaron de Ballivián tras un breve combate. Numerosos bolivianos se refugiaron en territorio argentino, arrojando sus armas al Pilcomayo. Tanto Guachalla sobre el Pilcomayo, y Ororu frente a El Carmen, cayeron poco después. La persecución no pudo realizarse aceleradamente por falta de medios de transporte y por el cansancio de las tropas, que venían combatiendo sin descanso en operaciones ofensivas que ya duraban varios meses.


El Presidente Salamanca es depuesto de su cargo: El nuevo desastre de El Carmen ocasionó la crisis política en Bolivia. Desde hacía tiempo las desinteligencias entre el presidente Salamanca y el comandante en jefe, Grl Peñaranda, hacían incierta la situación del gobierno boliviano. Salamanca era acusado de no atender suficientemente las necesidades del Ejército y de intervenir desacertadamente en la dirección de las operaciones. Finalmente, el 27 de noviembre de 1934, al visitar el Cuartel General, fue apresado por las tropas, que le obligaron a presentar su renuncia. Le sucedió en el gobierno el Vicepresidente José Luis Tejada Sorzano, quien confirmó al Grl Peñaranda en el mando del Ejército.


Salamanca el dìa que se hace cargo de la Presidencia de Bolivia por parte del Dr Carlos Blanco Galindo

La SdN formula recomendaciones y son rechazadas por el Paraguay: Los esfuerzos realizados por el Comité de la Asamblea para obtener la conciliación fueron fructuosos, por lo cual proyectó el informe previsto en el artículo 15, recomendando a la Asamblea resoluciones que formaban “un todo indivisible”. Se preconizaba la formación de una Comisión de Intervención neutral, para garantizar el término de las hostilidades, estableciéndose una zona de seguridad de 100 kilómetros de anchura por lo menos. Un mes después de cese de las hostilidades debía reunirse en Buenos Aires una Conferencia, de la que formarían parte, además de los beligerantes, los cuatro limítrofes y de los países de la Comisión de Washington, para tratar la cuestión del Chaco. Antes de ser considerado por la Asamblea Extraordinaria, que fue convocada para noviembre, el Comité sometió el proyecto a los beligerantes. El Paraguay objetó el procedimiento propuesto, que juzgó “dilatorio, complicado y abierto a innumerables incidentes”. La Asamblea aceptó las observaciones sobre las medidas de seguridad y el 24 de noviembre de 1934 adoptó el informe haciendo suyas las recomendaciones. Al mismo tiempo aprobó la prohibición del aprovisionamiento de armas a Bolivia y Paraguay, y para el mantenimiento de esta medida recomendó a los miembros de la SdN se tuviera en cuenta el curso dado por cada una de las partes a las recomendaciones de la Asamblea, para lo cual y proseguir las negociaciones constituyó un Comité consultivo con representantes de veintitrés naciones.
El Gobierno paraguayo declaró que el plan de la Asamblea era impracticable, por tres razones que calificó de fundamentales: 1ra, el régimen de seguridad es provisorio y contingenciado a negociaciones posteriores a la cesación de las hostilidades; 2da, la fórmula de arbitraje adopta el criterio boliviano sobre la naturaleza del litigio, poniendo en discusión todo el Chaco, incluso la zona Hayes y el litoral; 3ra, hay olvido completo para determinar el agresor”. El documento paraguayo contenía también una acusación contra los funcionarios de la SdN, de extraviar con elementos de juicio tendenciosos la opinión de la Asamblea.


Sábado 24 de noviembre de 1934
La Liga de las Naciones aprueba el informe que recomienda el cese de hostilidades, en el plazo de 10 días; el retiro de los Ejércitos dejando una zona de seguridad de 100 kilómetros de ancho; la reunión en Buenos Aires, en el plazo de un mes, de una Conferencia en la que participarían: Paraguay, Bolivia y el ABCP (Argentina, Brasil, Chile y Perú); EEUU y los antiguos neutrales: Ecuador y Venezuela.
Si a los dos meses la citada Conferencia no lograba acuerdo sobre la desmovilización, la cuestión del litigio debería ser sometida a dictamen de la Comisión de Contralor, señalando finalmente que, a falta de un compromiso arbitral, pasaría a decisión de tres árbitros designados por el presidente de la Corte Permanente de Justicia Internacional.
Situación en el frente – Diciembre 1934: mientras proseguía la persecución de los bolivianos sobre el Pilcomayo, donde el 1° de diciembre de 1934 caía Cururenda, en la región de Picuiba un fuerte ejército de 15.000 soldados al mando del Cnl David Toro estaba listo para irrumpir sobre la retaguardia paraguaya, en dirección de Camacho, que estaba desguarnecido. Estigarribia no contaba con fuerzas suficientes para distraerlas de otros sectores, y concibió una audaz maniobra, que consistía en apoderarse de Irendagüe, en plena retaguardia boliviana, asiento del único depósito de agua en toda la región hasta el Parapetí. El Cnl Eugenio Garay, con escaso efectivo, cumplió la hazaña, después de una marcha estupenda a través de senderos abiertos durante el avance en el bosque, y el 7 de diciembre de 1934 se apoderó de Yrendagüe. Como los esperaba Estigarribia, el Ejército boliviano, creyéndose atacado a sus espaldas por fuerzas superiores, y aunque estaba en condiciones de aniquilar a los escasos y cansados conquistadores de Yrendagüe, no atinó a reaccionar y fue presa el pánico. Los regimientos bolivianos se dispersaron a través de las dunas desérticas, padeciendo, casi todos, de sed. Los dantescos horrores de la campaña de Picuiba superaron a todos cuantos se habían registrado hasta entonces en esta guerra inclemente, librada en la selva y el desierto. Fue en vano que el Cnl Toro aconsejara a sus tropas que resistieran al enemigo, muy inferior en número. Sus órdenes arrojadas desde aeroplanos, ponían como ejemplo la hazaña que acababan de cumplir los paraguayos. “El enemigo – decía – nos ha demostrado que es posible vivir aún meses careciendo casi todo elemento. El día de ayer hicieron un raid de casi 50 kilómetros avanzando por sendas y a pie hasta atacar a Yrendagüe con máxima audacia y energía”. En menos de tres semanas, el Ejército boliviano de 50.000 hombres quedaban reducido a la mitad de sus efectivos y oprimido en el último rincón del Chaco
Después de la caída de Ballivián las fuerzas paraguayas avanzaron paralelamente al río Pilcomayo. Las posiciones bolivianas fueron tomadas, una tras otra, hasta llegar a Cururenda-D´Orbigny, punto donde termina la frontera argentina. Por el centro las unidades paraguayas, después de la batalla de Picuiba, emprendieron la ofensiva, reanudando las trayectorias infructuosamente perseguidas en agosto de 1934, hacia Carandayty y el Parapetí. La guerra comenzaba a cambiar de escenario. A la llanura sucedieron las serranías, primeras estribaciones de la cadena andina. Nuevamente se tenía a la vista la cordillera de los chiriguanos, tradicionalmente reivindicada como límite histórico por el Paraguay, juntamente con el río Parapitpí. En Ybybobó las fuerzas bolivianas intentaron detener la ofensiva paraguaya, pero un movimiento envolvente efectuado el 30 de diciembre de 1934 hizo que, después de sangrienta acción, los bolivianos se rindieron.

El presidente Tejada Sorzano decretó, en diciembre de 1934, la movilización de todos los bolivianos en edad de prestar el servicio militar para formar un nuevo ejército y lograr una definición en el frente que posicionara mejor a Bolivia en el campo diplomático.


José Luis Tejada Sorzano: asumió el cargo de presidente desde el 1 de diciembre 1934 hasta el 16 de marzo 1936, al ser el vicepresidente de Daniel Salamanca tras el derrocamiento de éste, en pleno campo de batalla, cuando se desarrollaba la Guerra del Chaco. Nació en La Paz en 1882 y murió en Chile en 1938, de profesión abogado, desde muy joven se dedicó a la política, fue así que militó toda su vida en el partido liberal, fue diputado en varias ocasiones y ministro de Gobierno durante la presidencia de José Gutiérrez Guerra. Llegó a la Presidencia en el momento más crítico de la Guerra del Chaco, puesto que Bolivia estaba perdiendo el conflicto bélico, sin embargo las buenas decisiones de Tejada permitieron una organización exitosa de la defensa de Villa Montes y se logró salvar el petróleo, luego de esta victoria se empeñó en buscar la paz con Paraguay mediante la vía diplomática.
Según la historia el acuerdo inicial de paz fue criticado en todo el país porque decían que ponía a Bolivia en desventaja, ya que con la victoria de Villa Montes se podía iniciar una contraofensiva, además que el EP estaba cansado y su economía muy deteriorada. En junio de 1935 bajo la presión del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas, que estaba claramente a favor de Paraguay se identificó la negociación de paz, y el 12 de junio de ese año se firmó el protocolo de paz entre los cancilleres Tomás Elio, de Bolivia y Luis Riart, de Paraguay. El 14 de junio a las 12:00 horas terminó la guerra. Tejada intentó modernizar las ideas liberales y fue constante crítico del exceso de ganancias del súper estado minero a costa de los sectores populares, lanzó duras críticas contra los empresarios mineros a quienes acusó de oponerse a una reforma tributaria, lo que le hubiera permitido al Estado Boliviano percibir más recursos por la explotación de minerales. Luego de la guerra que golpeó al país, las presiones internacionales fueron muy fuertes contra el gobierno boliviano y eso repercutía en la estabilidad política de la nación, es así que Tejada fue derrocado por los militares que en su momento lo encubrieron y tuvo que salir al exilio en 1936. Germán Busch fue quien encabezó su derrocamiento. (Fuente: Periódico Ultima Hora – Nexos Bolivia – Historias de Bolivia – La Patria en línea - Archivo La Paz)
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Senador Huey Long y la Standard Oil; su influencia en la Guerra del Chaco: El 30 de mayo de 1934 el senador por Louisiana, Huey Pierce Long Jr pronunció un violento pero honorable discurso al denunciar que la Standard Oil de Nueva Jersey había provocado el conflicto de la guerra del Chaco (1932-1935) y que financiaba al ejército Boliviano para apoderase, por su intermedio del Chaco paraguayo, necesario para tender un oleoducto desde Bolívia hacia el río presumiblemente rico en petróleo: "Estos criminales, afirmó, han ido allá y han alquilado a sus asesinos". Además trató a la Standard Oil de criminal, malhechora, asesina doméstica, conspiradora, ladrones, todos adjetivos sumamente descriptibles de lo que fue la Standard Oil y su modo de operar en Latinoamérica. “Fue asesinado por el yerno del juez Henry Pavy, el mèdico Carl Weiss, a causa de que Long atacó a la judicatura a la que acusaba de entorpecer sus medidas gubernativas al atender las demandas legales de sus adversarios, y sometió a votación la destitución del veterano juez Pavy".
Carismático e inmensamente popular con sus programas de reforma social y su disposición a tomar medidas enérgicas, sus oponentes le acusaron de tendencias dictatoriales por su casi total control del gobierno del estado, al extremo de destituir funcionarios y jueces de manera arbitraria y sin investigaciòn previa, para nombrar en su lugar militantes fieles a su causa. Sus detractores no pudieron definir exactamente sus políticas, pues si bien Long mantenía un férreo rechazo a las grandes empresas y al capitalismo financiero basado en el norte de EEUU, también creía fielmente en el individualismo del estaounidense promedio y defendía el conservadurismo social, en tanto Long rechazaba frontalmente las ideas del socialismo así como todo intento de transformación radical de la sociedad, oponiéndose también a los sindicatos y a sus líderes. Sin embargo, en aquella ocasión, la geopolítica energética de su país no estaba en el orden del día y la discusión giraba en torno a la abrogación de la Enmienda Platt para Cuba. El propio Long pidió alguna información sobre la realidad sociopolítica de América Latina en el Congreso antes de formular ese alegato contra la Standard. Una vez informado, Long responsabilizó al imperialismo capitalista de su país, tanto por el caos político de Cuba, como por la Guerra del Chaco, y concretamente a Rockefeller, operando a través del Chase National Bank en el caso cubano, cuyo mayor accionista era él, y de la SOCB en el segundo. Long sostenía una antigua disputa con Rockefeller; solía invocarle como el “big papa” del sistema capitalista.
Senador Huey Long
En 1878, Rutherfor B. Hayes (siendo presidente de EEUU) falló a favor de Paraguay en su arbitraje inherente a la disputa por la soberanía del Chaco Boreal entre Argentina y Paraguay. Más tarde, y como resultado de la Guerra del Pacífico, Bolivia impugnaría aquel laudo. Long interpeló al laudo de Hayes fundamentando su acusación: no eran los bolivianos quienes empujaron a sus gobiernos a la guerra, sino la SOCB. La Standard, en su afán por exportar los petróleos bolivianos por el río Paraguay, habría corrompido a los gobiernos bolivianos a tomar por la fuerza lo que por derecho, de acuerdo al laudo de Hayes, era paraguayo. Evidenciando su tesis, Long citó un reciente Decreto Supremo boliviano que comprometía a la SOCB a incrementar el abastecimiento petrolífero para el ejército en campaña. Finalmente, dijo que Roosevelt y su Gobierno servían al “big papa”, como lo revelaba su laxa ejecución del embargo armamentístico hacia Bolivia. 
El 7 de junio de 1934, Huey Long, alias “the kingfisch” (algo así como “el jefazo”), replicando las objeciones formales del embajador boliviano Enrique Finot a su discurso del 30 de mayo, volvió a acusar a la SOCB por causar la guerra desde las sombras. Finot, a tiempo de reivindicar la soberanía legal de Bolivia sobre el Chaco Boreal, desmintió cualquier injerencia de la SOCB en el conflicto. Esa vez, Long reforzó la legalidad del laudo de Hayes exhibiendo un documento boliviano solicitando al Paraguay navegar el río Bermejo de 1842, más un mapa (también oficial y boliviano) con el Chaco Boreal fuera de sus fronteras de 1848. No obstante, refutar a Finot no era su blanco central, ni la geopolítica energética de su país estaba en el orden del día del Senado. Debatían la incorporación de EEUU a la Corte Internacional de La Haya. Long se oponía, según dijo, porque aquello faltaba a la Doctrina Monroe: “América para los americanos”, y porque la Corte Internacional y la Liga de las Naciones funcionaban con el dinero de Rockefeller. Con base en esos argumentos, Huey Long coadyuvó decisivamente a la victoria del bloque “aislacionista”, o sea él rechazó al ingreso de su país a la Corte Internacional. Después, olvidó por completo el asunto de la SOCB y la guerra… (Fuentes: Juan Josè Anaya Giorgis -www.lostiempos.com/columna -Wikipedia – Huey Long)
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Continúa en el Anexo 6º – 3ra Parte - La actividad diplomática en la Guerra del Chaco (1932/1935).




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