9.6.22

Algo mas sobre la guerra entre Rusia y Ucrania - a 100 días de la invasión rusa

Cronología de la guerra y la resistencia ucraniana
"En la madrugada del 24 de febrero la guerra volvía a ser una realidad en Europa"
Después de semanas de movilizar tropas hacia la frontera y argumentar que sólo se trataba de ejercicios militares ante la creciente alarma mundial, Vladimir Putin dio la orden de atacar por aire y tierra a Ucrania.

Imágenes de la invasión rusa en forma cronológica; el inicio (Fuente: The Guardian - Infobae)


Imágenes de la invasión rusa en forma cronológica; la inmovilización (Fuente: The Guardian – Infobae)


Imágenes de la invasión rusa en forma cronológica; el repliegue) (Fuente: The Guardian – Infobae)

Detrás de la inverosímil excusa de “desnazificar” la ex-república soviética se encontraba su creciente preocupación por el giro occidental del gobierno ucraniano y su posible ingreso a la OTAN.
Como fuera, se trató una invasión preventiva que generó en tres meses miles de muertes de civiles, atrocidades y crímenes de guerra de todo tipo, incluyendo las violaciones de niños y mujeres, el éxodo forzado de más de 6 millones de personas y la destrucción de ciudades e infraestructura.

Con el despliegue de su aparato militar, Putin esperaba acabar rápido con el presidente Volodimir Zelensky e instaurar en Kiev un nuevo gobierno amigo. No esperaba la feroz resistencia ucraniana que, con apoyo occidental, logró repeler el ataque y obligar al repliegue de las fuerzas rusas, que demostraron mala preparación y hastío por una guerra que no comprenden

A 100 días de iniciada la invasión, lo único que Putin ha ganado es un enorme aislamiento político y económico internacional, una campaña militar estancada en el Este ucraniano y documentación creciente de crímenes de lesa humanidad que lo exponen ante la actuación de la Justicia Internacional.
(Fuente: INFOBAE)


El balance de tres meses de la invasión rusa
Vladimir Putin fracasó en su afán por conquistar Ucrania “en tres días”, pero, cien días después lo sigue intentando. Mantiene su sueño imperial mientras las fuerzas ucranianas apoyadas por Occidente enfrentan a sus tropas en la región del Donbás
El presidente Zelensky rechaza la idea de intercambiar tierra por paz.

La cuenca del Donets, abreviada por sus siglas en alfabeto cirílico como Donbás (en ucraniano, Донбас [Donbás]) o Donbáss (en ruso, Донбасс [Donbáss]), y de otra forma como Dombás (en español), es una región histórica, cultural y económica de Ucrania oriental. La palabra adaptada al español como “Dombás” se deriva del sustantivo compuesto a partir de “Donets” (Донец, río que discurre por este territorio) y “bassein” (сuenca), así Donbás significa literalmente “cuenca del Donest” (en ucraniano, Донецький басейн; en ruso, Донецкий бассейн) (Fuente: es.wikipedia.com - bbc.com)

Todo estaba centrado en la puja entre Estados Unidos y China. La disputa por quién liderará el planeta en la segunda parte del siglo XXI. Una revolución científico-tecnológica en marcha acelerada y el desafío de la humanidad por sobrevivir a la catástrofe medioambiental y las pandemias. Esa era la realidad de un mundo golpeado por el Covid-19 y en proceso de recuperación que se modificó el 24 de febrero cuando Vladimir Putin decidió enviar a su ejército a invadir a la vecina Ucrania.
Y todo quedó reducido a algo mucho más básico, casi primitivo: autoritarismo contra democracia.


Guerra en Ucrania. Tetiana Perbyinis y sus dos hijos yacen muertos tras ser alcanzados por un misil mientras un soldado trata de ayudar a otra persona que resultó herida en un ataque en la localidad de Irpin (Fuente. Linsey Addario/Reuters - Infobae)

100 días más tarde, nos encontramos ante un rotundo fracaso del plan primario de conquistar Ucrania en “tres días” como creía Putin, con la ampliación de la OTAN (el tratado de defensa militar occidental) a Suecia y Finlandia, que era precisamente lo que el Kremlin quería evitar a toda costa, y el regreso del esfuerzo bélico al objetivo primario planteado en 2014 cuando Rusia se anexó Crimea e inventó los dos enclaves separatistas de Luhansk y Donetsk.
La guerra quedó centrada en el Donbás, la riquísima zona carbonífera e industrial ucraniana que siempre codició Putin. Las tropas rusas continúan avanzando lentamente y es probable que en unas semanas conquiste la región y la unan por un corredor a los puertos del sur ucraniano y la península de Crimea para proclamar una victoria pírrica de la que aún es prematuro saber cuáles serían las consecuencias.

Guerra en Ucrania. La terrible escena en 144 Yablunska de la localidad de Bucha, en las afueras de Kyiv donde las tropas rusas ejecutaron a un grupo de hombres del lugar. (Fuente: Vadim Ghirda/Associated Press - Infobae)

Mientras tanto permanecen latentes los elementos que podrían modificar todo: 1) el débil desempeño del ejército ruso y 2) la amenaza nuclear.
Las graves fallas de abastecimiento de las tropas que provocaron el fracaso inicial de la toma de Kyiv, así como la de la segunda ciudad, Kharkiv, se repite en el Este a pesar de que allí están a apenas unos pocos kilómetros de la frontera de su propio país. Los soldados que movilizaron desde las provincias rusas menos desarrolladas de Siberia y el Lejano Oriente continúan mostrando una moral muy baja, así como falta de entrenamiento. Esa falencia, el Kremlin la está supliendo con la brutalidad de las fuerzas "chechenas" de Ramzán Kadirov y de los mercenarios del Grupo Wagner. Pero tampoco ha sido suficiente para doblegar la empecinada resistencia que plantan los ucranianos.

Rusia cuenta con 6.375 ojivas nucleares apuntando a Occidente, eso es lo que le da el poderío militar que hasta ahora no pudo demostrar por otras vías y, ese es el “argumento” al que recurre Putin y su veterano canciller Sergey Lavrov cada vez que pueden. La amenaza latente desde el fin de la 2daGM sigue estando ahí mientras el mundo se hace la misma pregunta en los últimos setenta años: ¿será capaz de usar las armas nucleares? 
La respuesta viene siendo esquiva desde entonces, y ahora hay que tener muy en cuenta que en el Kremlin ya no están Brezhnev o Khrushchev, ahora reina Putin y nadie sabe cómo podría reaccionar si se ve acorralado, sin salida y al borde de perder el poder.

Guerra en Ucrania. Cientos de personas que escapan de la guerra en Kyiv refugiadas bajo un puente destruido sobre el río Irpin en una imagen del 5 de marzo. (Fuente: Emilio Morenatti/AP - Infobae)

Volodymyr Zelensky era un presidente accidental hasta hace poco más de tres meses. Ahora, es un líder respetado a nivel global y con una resiliencia que sólo las personas que están a la altura de las circunstancias pueden mostrar. No huyó de Kyiv como se preveía y manejó a su país desde los sótanos del centro histórico de la capital ucraniana. Se mostró sereno y firme. Y, sobre todo, hizo gala de su arma más poderosa: las comunicaciones. Él y su equipo de prensa y propaganda se manejaron en forma magistral hasta armar uno de esos casos de estudio en las universidades. No tuvo un solo fallo. Los mensajes personales cada noche a través de las redes sociales realmente hicieron efecto en los ucranianos que se unieron a su alrededor y crearon la mística que se necesita para que cientos de miles de personas estén dispuestas a dar sus vidas por la tierra en la que nacieron.

Los ucranianos no estuvieron solos, fueron 69 países los que enviaron algún tipo de ayuda mientras Estados Unidos y la Unión Europea le proveyeron del armamento sin el que no hubieran podido hacer frente al poderío militar ruso que superaba en un rango de 10 a 1 al ejército ucraniano. Ahí yace el gran error de cálculo de Putin. Fue sorprendido por el apoyo militar que le dio Occidente a Ucrania.
Estados Unidos ya envió 3.900 millones de dólares en armamento y otro tanto en ayuda humanitaria. Los primeros misiles antitanque Javelin que entregaron Washington y Londres hicieron la gran diferencia y fueron fundamentales para detener el avance ruso desde Bielorrusia para tomar Kyiv. Luego, fueron los sistemas anti-misiles M777 y M198. Aunque el arma más poderosa que proveyó Estados Unidos fue la información de inteligencia obtenida a través de los satélites y los aviones de reconocimiento. Gran Bretaña, por su parte, envió otros 1.600 millones de dólares en armamento y un enorme apoyo de entrenamiento y asesoramiento militar

Guerra en Ucrania. Soldados de infantería ucranianos con misiles antitanques (Fuente: Infobae)

Catorce millones de ucranianos tuvieron que huir de la guerra. La gran mayoría son desplazados internos que dejaron sus ciudades y pueblos del este y el sur para ubicarse en el oeste donde todavía no se registran los combates ni los ataques intensos. Otros seis millones fueron desplazados temporarios y unos siete millones salieron del país. Polonia llevó el mayor peso al recibir más de tres millones de personas en su territorio. A Rumania llegaron unos 900.000 refugiados. Mientras que Rusia obligó a una deportación masiva hacia su territorio de 1,3 millones, entre ellos 600.000 niños. En este proceso, los agentes de inteligencia rusos también se llevaron a miles de huérfanos de guerra que están recibiendo la ciudadanía rusa en un trámite rápido aprobado en forma excepcional por Putin y muchos ya fueron entregados a familias rusas en una clara violación de los derechos humanos y las convenciones internacionales.

Guerra en Ucrania. Elena, maestra de Chuhuiv, después de ser curada de las heridas que le provocó la caída de un misil en su casa. (Fuente: Aris Messinis/AFP - Infobae)

La guerra seguramente se va a resolver en una negociación antes que en el campo de batalla¿? pero, por ahora, ninguno de los bandos está dispuesto a conceder nada importante.
La sugerencia del gran maestro de la “realpolitik”, Henrry Kissinger, de 98 años, de cambiar territorio por paz provocó estupor en Ucrania y en círculos políticos globales; “Las negociaciones deben comenzar en los dos próximos meses antes de que se generen trastornos y tensiones que no serán fáciles de superar. Idealmente, la línea divisoria debería ser una vuelta al "status quo" anterior. Continuar la guerra más allá de ese punto no supondría la libertad de Ucrania, sino una nueva guerra contra la propia Rusia”.

Estas palabras del ex secretario de Estado norteamericano, pronunciadas la semana pasada durante su intervención por vídeo conferencia en el Foro Económico de Davos, sugiriendo al gobierno de Kyiv que ceda la región del Donbás y la península de Crimea, fueron rechazadas inmediatamente por el presidente Zelensky; “El señor Kissinger emerge del pasado profundo y dice que hay que dar un trozo de Ucrania a Rusia para que Rusia no quede marginada de Europa. Parece que el calendario del señor Kissinger no es el de 2022, sino el de 1938, y que no le está hablando a una audiencia de Davos sino a una audiencia de Múnich en esa época”, fue la respuesta clara del presidente ucraniano.

Guerra en Ucrania. Entrevista a Henry Kissinger sobre la guerra en Ucrania (Fuente: es.postsus.com/internacional)

Las palabras de Kissinger aportaron argumentos, incluso una coartada, a muchos en Occidente que quieren acelerar el fin de un conflicto que amenaza con provocar, como advierte el Banco Mundial, una hambruna en varios países que necesitan de los granos ruso-ucranianos y una nueva recesión económica global. Pero también es una traición al sacrificio de los ucranianos que murieron en la guerra y el dolor de millones más que perdieron todo por la libertad y el mantenimiento de una identidad que los convierte en héroes en un momento histórico en el que escasean en todo el planeta.

Guerra en Ucrania. Los equipos de rescate llevan a una de las embarazadas a punto de dar a luz tras el ataque con misiles a la maternidad de Mariupol (Fuente: Evgeny Maloletka/AP – Infobae)

En su famoso discurso del 21 de febrero, tres días antes del inicio de la invasión, Putin afirmó que Ucrania es “un país ilegítimo” que existe en una tierra que es histórica y legítimamente rusa: “En realidad, Ucrania nunca ha tenido tradiciones estables de verdadero Estado”, afirmó Putin. En un ensayo que lleva su firma y que fue publicado un año antes, el líder ruso describía a Ucrania como un “proyecto antiruso” y negaba la existencia de los ucranianos como pueblo independiente.

A pesar de las numerosas pruebas de lo contrario, todavía hay algunos como el anciano maestro Kissinger que siguen creyendo que se puede poner fin a la guerra aceptando concesiones territoriales o enmiendas constitucionales. Esto es, en el mejor de los casos, ingenuo. Putin dejó perfectamente claro que su objetivo es destruir la idea misma de Ucrania como entidad independiente y soberana.

Guerra en Ucrania. La ex campeona olímpica de patinaje sobre hielo, Ilona Koval, y sus hijas llegando a Palanca, Moldovia, después de huir de los bombardeos en Kharkov. (Fuente: Laetitia Vancon/NYT/Redux - Infobae)

Un buen ejemplo es la destrucción sistemática de los centros culturales ucranianos; el primero fue el museo de Ivankiv, al noroeste de Kyiv, que albergaba el patrimonio de la querida artista popular Maria Prymachenko y sus pinturas folclóricas, destruido por los rusos el 27 de febrero; también bombardearon numerosos edificios culturales en Kharkiv, la ciudad universitaria ucraniana con sus 42 institutos de enseñanza superior; dañaron gravemente el Teatro Académico Nacional de Ópera y Ballet de Mariupol y la Sociedad Filarmónica de Kharkiv; también en esa ciudad, los misiles rusos destrozaron buena parte de la famosa Biblioteca Científica Estatal Korolenko, una de las más grandes de Europa, y el piano de cola en el que tocaba el compositor Sergei Rachmaninoff. También fueron atacadas más de 1.900 escuelas.

Guerra en Ucrania. Un residente de Borodianka observa la destrucción en el barrio donde vive en momentos en que por detrás salía un esperanzador arco iris. (Fuente: Paula Bronstein/AP - Infobae)

Es incomprensible y paradójico que Rusia tenga como objetivo los iconos culturales ucranianos con los que comparte tanta historia común. El argumento de Putin de que los ucranianos no son un pueblo separado se basa en la premisa de que tanto rusos como ucranianos descienden de la Rus de Kyiván y están unidos por una lengua histórica y una fe cristiano ortodoxa.
En su ensayo de 2021, Putin incluso cita al profeta Oleg, llamando a Kiev “la madre de todas las ciudades rusas”.
“¿Por qué entonces Rusia destruiría lo que considera la cuna de su propia civilización?”, se preguntan las profesoras especializadas Jade McGlynn y Fiona Greenland en un reciente artículo de la revista Foreign Policy;  “porque existe una antigua arrogancia imperial entre las élites rusas que se manifiesta como un sentimiento de propiedad sobre otras culturas y como el derecho a reconstruirlas a su propia imagen”, se responden. 
“Esta propiedad se basa en un sentido agraviante y mesiánico de la historia que ha legado a Rusia el derecho moral a defender lo que considera una verdad histórica. La fuente más obvia de esta dispensa proviene, en la perspectiva rusa, de la victoria soviética sobre el nazismo en la 2daGM, pero se expande mucho más allá”, continúan las profesoras McGlynn y Greenland.
Por su parte, Thomas Bagger, un alto asesor de política exterior del gobierno alemán, lo expresó así en una entrevista con el New York Times: “No nos dimos cuenta de que Putin se había metido en una mitología histórica y pensaba en categorías de un imperio de mil años”.

Conclusión: Putin fracasó en el intento por conquistar “su tierra” ucraniana en apenas unos días como pretendía en un principio, pero lo sigue intentando y si el resto del mundo deja de apoyar la integridad territorial de Ucrania y su defensa ante la brutal agresión, seguirá avanzando en su ambición de construir el nuevo imperio (de mil años) sobre las ruinas del que crearon los zares y el de la ex Unión Soviética, incluso avanzar mucho más allá, si se lo permiten
(Fuente: Gustavo Sierra – Infobae)


Enseñanzas que podemos extraer de la guerra ruso ucraniana para nuestra Defensa Nacional
A más de tres meses del inicio de la invasión rusa, podemos realizar una breve evaluación de lo sucedido y aprender algunas lecciones que nos permitan aumentar la protección de nuestros intereses vitales

Guerra en Ucrania. Soldados del ejército ucraniano sentados en la parte superior de su tanque (Fuente: Infobae)

Cuando muchos decían que las guerras en Europa ya eran un tema del pasado, nos encontramos con la operación militar más grande en dicho continente, desde la 2daGM. Este lamentable conflicto armado nos permitió observar, más allá de la teoría, cómo se desarrollan las guerras híbridas (aunque algunos se nieguen a aceptarlas con ese nombre) y las guerras asimétricas en gran escala, con el empleo de medios cada vez más precisos y letales. Y lo podemos seguir en forma brutal, casi en tiempo real, con imágenes sin censura, cuidando de no quedar envueltos por la guerra de información entre ambos bandos.

* Habiendo transcurrido ya 100 días desde la invasión (“Operación Especial”) de Rusia a Ucrania, podemos realizar una breve evaluación de lo sucedido en todos los niveles, desde el estratégico hasta el táctico, y extraer algunas enseñanzas que nos permitan mejorar la situación de la Defensa en nuestro país.
Tomaremos en forma ordenada y sintética algunos aspectos, que luego se podrán profundizar y extender a otros temas.


Guerra "multidominio"
A los tradicionales ámbitos terrestre, aéreo y naval, se han ido incorporando en los últimos años a los conflictos armados otros dominios, que van cobrando cada vez mayor relevancia. El espacio exterior y el ciberespacio, integrados dentro del espacio electromagnético, y el ámbito informativo y psicosocial, están influyendo en la forma en que se conducen las guerras.

Las operaciones de información sobre la opinión pública mundial y la propia población, la eficiencia de los sistemas de ciber-defensa, la disponibilidad de redes y conexiones seguras, la disponibilidad de inteligencia oportuna, entre otros aspectos de la guerra moderna, están teniendo una gran influencia en el desarrollo de la contienda. El apoyo que en este sentido han dado las potencias occidentales a Ucrania, ha sido decisivo para sostener el esfuerzo defensivo.

*Esta realidad debe impulsarnos a desarrollar las capacidades que nos permitan un desempeño eficiente dentro de todos los dominios. Continuar investigando y desarrollando nuestra tecnología satelital, perfeccionar nuestras capacidades de ciber-defensa, mejorar nuestra aptitud para planificar y ejecutar operaciones de información, y recuperar las capacidades de inteligencia de los niveles estratégicos, son sólo algunos ejemplos.

Guerra en Ucrania. Separatistas pro-rusos (Fuente: Infobae)

Intervención de actores estatales y no estatales
En numerosos conflictos armados de los últimos años y, en forma más evidente durante la actual Guerra en Ucrania, se observa la participación de numerosos actores que no son estatales. Tales son los casos, por ejemplo, de los cuerpos de mercenarios o voluntarios extranjeros combatiendo para ambos bandos y las compañías militares privadas rusas. En otros países, se los ha visto incluso combatir solos. O el caso de organizaciones terroristas con gran poder de fuego, que enfrentan en igualdad de condiciones a ejércitos estatales. También los ciberataques, que provienen de actores estatales y no estatales: hackers privados, Anonymus, etc.

*Nuestra Ley de Defensa Nacional (Ley 23.554) fue redactada hace ya 34 años con un amplio consenso político, consecuencia de la situación nacional e internacional que se vivía en esa época.
Luego se reglamentó en el año 2006 (Decreto 727/2006), otorgándole a las FFAA un empleo más restrictivo que el que fijaba la misma Ley de Defensa, estableciendo que no sólo era contra agresiones de origen externo, sino que además debían ser “…perpetradas por FFAA pertenecientes a otro/s Estado/s”. En el año 2018, se modificó dicha reglamentación (Decreto 683/2018), para volver, entre otras cosas, al espíritu original de la ley.

Posteriormente, en el año 2020, se derogó el Decreto 683/2018 con la excusa de que permitía la intervención de las FFAA en tareas de Seguridad Interior, y se volvió al texto de la reglamentación original, restringiendo nuevamente en forma unilateral el probable empleo de las FFAA.
Ya hace varios años que se viene planteando la necesidad de revisar y actualizar el plexo normativo relacionado con la Defensa Nacional a los tiempos que vivimos y que podemos vivir en un futuro próximo. La guerra en Ucrania sólo lo ha hecho más evidente.

Reservas y movilización
Los efectivos empeñados por Rusia y por Ucrania, se han evidenciado insuficientes para cubrir todos los frentes de combate. Esto ha obligado a movilizar reservas y/o al empleo de conscriptos para completar las fuerzas necesarias. En el caso de Ucrania, se llegó a empeñar a civiles con escasa instrucción.

*En la Argentina, el octavo país en superficie del mundo, aún no contamos con una Ley de Reservas y Movilización, que permita adoptar previsiones para completar los efectivos de las FFAA en caso de necesidad, y aprovechar todos los bienes y servicios útiles para la Defensa Nacional.
Incluso muchas veces se pone en duda la utilidad de los Liceos Militares, que no sólo son institutos educativos de gran prestigio, sino que además permiten la formación de oficiales de reserva.

Guerra en UcraniaEl total de las fuerzas armadas activas de Ucrania asciende a 196,600, pero aunque están equipadas con drones turcos y misiles antitanques estadounidenses y británicos, son muy vulnerables a ataques aéreos y con misiles (Fuente: hispantv.com)

Equipamiento de las FFAA
Durante los combates en Ucrania, que se han podido seguir con gran realismo y proximidad a través de las redes y la prensa mundial, se observa la gran importancia de los materiales militares modernos y de alta tecnología, sin los cuales Ucrania hubiese sido derrotada en poco tiempo. Misiles antitanques y de defensa aérea, drones con bombas dirigidas, vehículos blindados a rueda, artillería de largo alcance, helicópteros artillados y de transporte, misiles anti-buque, aviones interceptores y cazabombarderos, son algunos ejemplos de lo que, en general, carecemos en nuestras FFAA.

A nivel mundial, los presupuestos de Defensa rondan, en promedio, el 1,2 / 1,5 % del PBI de cada país. La mayor parte de los países europeos, a partir de la Guerra en Ucrania, han incrementado sensiblemente sus presupuestos de Defensa, llegando en algunos casos, como el de Alemania, a subirlo hasta aproximadamente el 2 % de su PBI.

*Nuestro país, en los últimos años, ha alcanzado los presupuestos de Defensa más bajos de su historia, rondando el 0,7 / 0,8 % del PBI. 
La creación del FONDEF ha sido un paso positivo, dado que permite un planeamiento plurianual de las adquisiciones de alto costo, pero se demuestra aún insuficiente debido a la gran cantidad de carencias, luego de décadas de desinversión.

Adiestramiento operacional
"La eficiencia y el gran profesionalismo de los soldados ucranianos no es casual". El adiestramiento continuo del personal es lo más importante para cualquier fuerza armada, las tropas ucranianas se han estado instruyendo en forma intensiva, especialmente a partir de 2014, con el apoyo de países de la OTAN. Más de 25.000 oficiales y suboficiales han recibido un adiestramiento especial para el tipo de combates que están desarrollando actualmente, y para conducir pequeñas fracciones con autonomía y libertad de acción.
A esto hay que sumarle la fuerza moral y espiritual del soldado ucraniano, que lucha por defender a su Patria de la agresión rusa.

En el adiestramiento del personal de suboficiales, columna vertebral ejecutiva de toda fuerza armada moderna, es donde más se evidencian las diferencias entre los ejércitos de ambos países. Los ucranianos se muestran más flexibles, y aplican generalmente la iniciativa ante cambios de situación inesperados.

*Nuestro país, a pesar de los bajos presupuestos, ha sabido mantener un alto nivel de adiestramiento de su personal, sabiendo que es el componente más valioso e importante de las Fuerzas y que, si se descuida, no se puede recuperar en pocos años. La preparación operativa del soldado, sumada a la fuerza moral y espiritual que debe tener, es la base fundamental sobre la que se asienta cualquier Fuerza.

Guerra en Ucrania. Soldados ucranianos en Slovyanks (Fuente: lavanguardia.com)

Combate urbano
Se ha podido comprobar que no es a campo abierto, sino en las ciudades, donde se libran mayoritariamente los combates decisivos. Kiev, Kharkov y Chernigov, fueron ciudades que los rusos no pudieron conquistar, y que luego los obligó a retroceder.

*En nuestro país, durante muchos años, no se permitió el adiestramiento para el combate urbano, por asociarlo con la participación de las FFAA en la lucha contra las organizaciones armadas durante la década del 70. Sólo se permitía realizar este adiestramiento, a las tropas que tenían que participar en misiones de paz de la ONU.
En los últimos años se pudo ir revirtiendo esta deficiencia en el adiestramiento, lo que permitió que, poco a poco, se vayan incrementando las capacidades de las distintas fracciones de combate para desempeñarse en ambientes urbanos. Pero aún debe seguirse perfeccionando.


Logística de Material
Gran parte del fracaso del plan inicial ruso para derrotar a Ucrania se debió a la falta de previsión del apoyo logístico. Al dispersar sus fuerzas en varios frentes, y no lograr la victoria rápida que tenían prevista, todas las unidades desplegadas empezaron a necesitar refuerzos en víveres, combustible, munición, repuestos, equipos, etc., además de un mayor esfuerzo en el mantenimiento de los vehículos y un incremento en la atención y evacuación de heridos. Esto hizo colapsar las vías de comunicación disponibles, que se alargaron con el avance de los primeros días. Los ucranianos aprovecharon también esta debilidad para emboscar a las columnas logísticas y profundizar así los faltantes en las fuerzas rusas, que fueron deteniendo su avance.

*Es bien sabido que, al planificar cualquier operación militar, debe prestarse especial atención al esfuerzo logístico que va a demandar. En el proceso de reequipamiento de las FFAA argentinas, hay que continuar con la urgente renovación de todos los materiales necesarios para brindar un adecuado apoyo logístico a las fuerzas operativas. Son medios que, por otra parte, son muy requeridos ante situaciones de desastre o emergencia (pandemias, inundaciones, terremotos, etc.).

Palabras finales
- Es importante adoptar previsiones, y prepararse hoy para las amenazas, desafíos, retos y oportunidades del futuro. En el ámbito de la Defensa no podemos improvisar, porque sería poner en riesgo la misma existencia de la Nación.

- Una vez más, se observa la importancia de proteger los recursos naturales y los objetivos de valor estratégico. En el caso de la guerra en Ucrania, se aprecia la importancia que están teniendo recursos como el gas y el petróleo, así como las instalaciones y medios para su transporte. También las centrales nucleares, las centrales hidroeléctricas, los puertos y el control del Mar Negro.

Resumen sintético de los recursos que posee Argentina (Fuente: ecolink.com.ar)

En nuestro país, asimismo, no podemos descuidar nuestros recursos e instalaciones de valor estratégico. Nuestro mar continental, las reservas de petróleo y gas, los yacimientos de litio, las centrales hidroeléctricas y nucleares, nuestros puertos, nuestras reservas de agua, empresas y organismos de tecnologías de avanzada, etc.

- Como tampoco podemos descuidar la excesiva porosidad de nuestras fronteras, tanto por tierra, como por mar o por aire.
Extraer enseñanzas de la guerra en Ucrania nos puede permitir optimizar la situación de la Defensa Nacional y aumentar la protección de nuestros intereses vitales.


Fuente: TG (R) Claudio Pasqualini, Ex Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino y Director del Observatorio de Seguridad y Defensa de la UCEMA - INFOBAE

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Al respecto de lo publicado y con los hechos actuales que estamos viviendo en el contexto nacional e internacional, existen aún funcionarios y/o personajes en los medios que se expresan ¿y para qué? si no tenemos hipótesis de conflicto!
Publicamos un artículo de la Licenciada en Ciencias Políticas María Zaldívar

El fracaso de la “tibieza” – La “tibieza de la derecha latinoamericana” es un denominador común de la región y el principal motivo de su fracaso.
Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, el corto período de Jeanine Añez en Bolivia, Iván Duque en Colombia y Luis Lacalle Pou en Uruguay, son la expresión política de un diagnóstico equivocado respecto de la ferocidad de las fuerzas ideológicas que el mundo enfrenta. Por ello, es claro que un mal juicio deriva, inexorablemente, en una elección errada de los caminos para enfrentarlas.

Esa “tibieza” universalmente amigable del “centrismo” los hace derrapar hacia una actitud paciente y complaciente con lo inaceptable, de la cual la “izquierda” se aprovecha. Estos nuevos “moderados” que practican el “buenismo” con los extremistas, surgidos tras el cansancio de las poblaciones frente a los políticos tradicionales, no entendieron el espíritu del reclamo popular. ¡La gente estaba harta de la calesita de caras que durante décadas jugaron el juego de la silla alrededor de distintos cargos públicos! se cansaron de ellos, siempre los mismos, de su ineficiencia y de su complicidad con un sistema que solo beneficia a la burocracia a la que pertenecen, naturalmente.

Pero no los querían menos firmes, no los querían blandos, laxos, dóciles ni maleables, no les gusta verlos retroceder ante el avance del autoritarismo y la violencia marxista, ni dudar, bajar la voz o agachar la cabeza cuando hay que imponerse airadamente para defender los valores de la vida y de la democracia liberal. La ciudadanía los quiere defendiendo el principio de autoridad y de nación, asumiendo los deberes de mantener el orden público, reprimir el delito y respaldar a las fuerzas del orden cueste lo que cueste. La gente no los quiere temerosos de los medios de comunicación, generalmente financiados por la izquierda, rápidos para interpelar la acción del Estado sobre los excesos, pero cómplices de la inconducta de la casta dirigente.

El debate es posible entre diferentes, cuando se comparten la predisposición al diálogo y al entendimiento del otro. Se trata del ejercicio de la empatía, intentando comprender desde dónde parte ese otro razonamiento, lo que no significa darle la razón sino entender sus argumentos. Allí comienza la tarea de acercar posiciones. Eso es la política, pero tal actitud no existe entre opuestos.

La “izquierda” es el opuesto a la democracia, es intolerante y esencialmente autoritaria. No concede, impone; no colabora, resta. La izquierda no escucha, no negocia, no concede. La izquierda toma y arrasa. Intentar el diálogo con los sectores radicalizados de la política es un juego de cartas entre dos con distintas reglas o, mejor dicho, con reglas para uno solo. La moderación no figura en el vocabulario del marxismo del Siglo XXI que, cada uno con sus matices, tan bien representan Nicolás Maduro en Venezuela, Díaz Canel (el discípulo predilecto de Raúl Castro) en Cuba, el chavismo español de la dupla Sánchez-Iglesias y la Argentina de Cristina Kirchner y Carlos Zanini (el maoísta que más lejos llegó en la historia universal, después de Mao), porque no hay coincidencia alguna con ellos, ni de intenciones y ni siquiera de vocabulario.

Mientras los librepensadores se enfocan en las nociones de prosperidad, igualdad de oportunidades, ley, propiedad privada, respeto por la vida, familia y esfuerzo, los militantes del pobrismo repiten como loros imperialismo, indigencia, Estado, huelgas, derechos, subsidios, aranceles, desigualdad y emergencias de toda índole: habitacional, sanitaria, energética y previsional. Nada funciona en los países en los que se aplican sus fórmulas; sin embargo, están instalando que la responsable de todos los males es la libertad cuando, en verdad es todo lo contrario. La decadencia de América Latina es consecuencia del sistema que ellos sostienen, para mantener a los individuos rehenes de la dádiva estatal. Esta es la descripción de Latinoamérica, que se está transformando en una porción del mundo fallida. La decadencia está ganando la batalla, es necesario un cambio de rumbo inmediato y rotundo!

La “Carta de Madrid” puede ser el germen que se estaba necesitando con desesperación para unir voluntades en una lucha abierta y decidida contra el marxismo del nuevo siglo; hago mías las palabras pronunciadas por Santiago Abascal, en oportunidad del desembarco de “Podemos” en el gobierno español, como un llamado a la acción para quien recoja este guante, se anime al reto y se sume a la batalla cultural en marcha contra la nueva izquierda y a favor de la libertad, ¡A ellos, “Bienvenidos a la resistencia”!
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El futuro de la OTAN tras la Cumbre de Madrid 2022 (junio 29 y 30)



"Vivimos tiempos impredecibles en los que los fundamentos del sistema internacional que han garantizado nuestra paz, nuestra seguridad y nuestro bienestar durante décadas están siendo cuestionados.
La agresión rusa a Ucrania, con su enorme dosis de violencia y destrucción, va a representar un punto de inflexión en el orden internacional y va a cambiar nuestra percepción de la seguridad y la defensa haciéndolas más proactivas.

Al mismo tiempo, asistimos a situaciones de inestabilidad continua en el norte de África y el Oriente Medio, así como a la amenaza creciente del terrorismo en el Sahel o los “ataques híbridos y cibernéticos”. Todo esto mientras una China cada vez más confiada y poderosa está cuestionando el equilibrio del poder tal y como lo conocemos y las nuevas tecnologías disruptivas están acelerando tendencias y dinámicas globales que venían gestándose desde hace años y que ahora están aquí para quedarse.

La Alianza Atlántica sigue siendo, siete décadas después de su creación en 1949, un actor de defensa y seguridad necesario, cohesionado y creíble. La formulación de sus diversos conceptos estratégicos en los momentos críticos de su historia muestra su capacidad de adaptación constante frente a cambios profundos en su entorno de seguridad.
El nuevo concepto estratégico debe dar respuesta a estos desafíos en los 360º, reforzando la importancia de la defensa colectiva de la OTAN e incorporando las nuevas formas de guerra híbrida y los nuevos espacios de confrontación que son el "ciberespacio y el espacio ultraterrestre".

La Cumbre de Madrid llega en un momento crucial para la OTAN y para el mundo occidental al que pertenecemos. El concepto estratégico que se aprobó en Madrid en junio de 2022, debe servir para renovar el compromiso solidario de los aliados en la defensa de nuestros valores y de nuestros intereses y debe ser un motor de cambio, modernización y mejora de la capacidad operativa de nuestras Fuerzas Armadas frente a las amenazas actuales y futuras.

La Alianza Atlántica es una historia de éxito y la aprobación del nuevo concepto estratégico es la mejor prueba de su capacidad de adaptación al tiempo histórico que estamos viviendo, de manera que se siga garantizando la permanencia de la solidaridad euro-atlántica y la credibilidad de su capacidad de disuasión y respuesta, los dos pilares en los que reside la fuerza de la Alianza"

Por Margarita Robles Fernández Ministro de Defensa de España
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