8.4.21

Algo mas sobre la guerra antisubversiva en la Argentina

10/04/76 -“Detalles de la muerte del s/c53 Mario Gutiérrez durante la Operación Independencia”
Por el Tcnl (R) José María Manuel Pan (Jefe de Sección con el grado de Subteniente)

Primeros días del mes de marzo de 1976
45 años han pasado desde aquel mediodía, un tanto caluroso en SS de Jujuy, más precisamente en el lugar conocido como “La Almona”, a unos pocos kilómetros de la ciudad, donde se encuentra el cuartel del Regimiento de Infantería de Montaña Nº20 “Cazadores de los Andes”, mi primer destino como Oficial del EA

Acceso al RIM 20, mi primera Unidad como oficial del EA, un orgullo inmenso el haber estado entre sus cuadros. Unidad con gloriosa historia y que en los montes tucumanos entregó varios de sus hijos para que la Patria viva (Foto: infanteria.com)

En este lugar, me encontraba a cargo de una Sección de la Compañía “A” en instrucción específica de “combate en el monte” (marcha, instalación de emboscada, enmascaramiento, etc), como parte del período de instrucción de sección/compañía luego del sub-período básico que se había llevado a cabo en la localidad de Tilcara en el transcurso del mes de los meses de enero y febrero del corriente. Los “changos”, eran de la clase 1954 incorporados en 1976, quedaban de la clase 1953 esperando la última baja que sería, si mal no recuerdo, a fines de abril de ese año.

Escudo del Regimiento de Infantería de Montaña 20 "Cazadores de los Andes" (Foto: wikipedia.es)

Cambios...
Al mediodía, como ya lo expresé, apareció el Teniente L, que venía del Regimiento a buscarme, ordenándome que dejara la sección al mando del suboficial encargado y lo acompañe a la unidad, con urgencia. Así lo dispuse y me fui del lugar, por supuesto durante la marcha le pregunté al camarada que pasaba, un tanto preocupado por esta urgencia, me contestó que había sido designado para marchar a Tucumán, a la Zona de Operaciones!! y que llegado a la Unidad tenía 30 minutos para alistarme, comer algo y salíamos para “tucson” (término que se utilizaba en la jerga para la ciudad de Tucumán, como el far-west “lejano oeste” de las películas americanas) (este término lo utilizaría mucho durante el corriente y los dos años posteriores)

A los 30 min estaba listo, tal cual me lo había ordenado el Teniente y con mi bulto y armamento puestos en el vehículo que nos llevaría a Tucumán, una camioneta Ford F-100; yo apreciaba, que por la velocidad crucero que tenía llegaríamos a la madrugada “bien molidos”, venían también dos/tres suboficiales

                                   Ford F100 carrozada (Foto: wikipedia)

El viaje se realizó sin inconvenientes lo que levantó mi estima sobre aquel vehículo que tanto servicios había brindado a la Fuerza (...y que seguiría por mucho tiempo mas!) llegando a Tucumán bien de noche y sin detenernos en esta, seguimos hacia el interior, a Monteros.

En esta localidad nos dirigimos a la Comisaría, frente a la plaza de esa localidad, donde estaba el PC (puesto comando) de la FT “Cap Cáceres” (fuerza de tareas), nos recibió el oficial de turno y de inmediato me ordenó subir a un Unimog que me llevaría al sector donde operaba la fracción que “estaría a mi cargo”. El Teniente L se despidió de mi y lo mismo hizo el Oficial que nos recibió...partimos en el camión los suboficiales y yo hacia el interior, a un cruce de caminos donde esperaban el Oficial que debía reemplazar y seguramente la misma cantidad de suboficiales que iban conmigo.

A todo esto, aún no había tenido tiempo de aclarar mis ideas, lo que se dio cuenta el suboficial conductor que me hablaba y me comentaba “que el personal que íbamos a reemplazar estaban más que ansiosos porque no eran de la brigada y antes del mediodía tenían que estar en Tucumán para tomar el transporte que los llevaría a sus destinos de origen” ¡con razón tanta premura en que lleguemos a tiempo! (pero me podrían haber dicho antes, pensaba yo) (estas cosas pasan y seguirán pasando porque las viviría en muchos hechos posteriores)

Monte tucumano, subtropical (los americanos lo denominan jungla), cerrado, muy sucio para desplazarse, el uso del machete es fundamental (Foto: wikipedia.com)

A cargo de una fracción
Durante la marcha, por caminos de huella y con las “luces de oscurecimiento”, prácticamente no se veía nada, así que pozo que había, pozo que era nuestro! Llegamos al cruce de caminos, aún de noche, pero nunca voy a olvidar el rostro del oficial (Subteniente, pero más antiguo que yo, lo conocía de cadete en el CMN) ni de sus suboficiales – gritos de alegría, abrazos y puesta en situación!! “2 min” y cargaron todo en el camión y apresuraron al conductor que tomaba un mate cocido para iniciar la marcha de regreso...abrazo y buena suerte!! se fueron!

Respiré hondo y comencé con mis funciones de Jefe de la 2da Sección, con un jarro de mate cocido y dialogando con el Suboficial Encargado (único integrante del RIM 20 y los soldados) quién empezó a informarme en detalle la situación y me entregó una carta de la zona de operaciones (menos mal), pero como estaba recién aclarando lo dejamos para después y recorrí con él las posiciones de la sección.

Durante esa mañana conversé con todos, suboficiales y soldados (clase 1953, mi misma clase, 21 años), recorrí todas las posiciones y conversé con los pocos vecinos que vivían en el sector, para colmo, comenzó a llover y buscamos refugio en una “tapera” abandonada.
En 48 horas mi vida cambió en los 360 grados!! (en enero efectuamos la presentación en el RIM 20, 4 Subtenientes de Infantería y 1 de Intendencia) ya estaba en operaciones.

    Marcha por el monte. Nótese el equipo que lleva el soldado y sus cargas agregadas (Foto: guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com)

Situación
El Jefe de Equipo de Combate (nivel compañía) era el Tte1º RM, quién en su inspección de la mañana me puso al tanto de todo y me ordenó el cambio de emplazamiento de mi sección y la nueva misión que tenía – el EC tenía 3 secciones (c/u de 40 integrantes promedio), la 1ra a cargo del Subt Is (un año más antiguo), yo con la 2da y mi compañero y amigo el Subt R con la 3ra (de los 4 Subt(s) del arma que habíamos llegado, dos ya estábamos en operaciones.

El EC tenía su PC en Los Sosa, en un club que tenía una pista de mosaicos y unas pocas instalaciones sencillas y precarias, pero su perímetro estaba rodeado de una pared de material, en parte y la otra de adobe pero bien resistente. Al decir nuestro ¡una fortaleza!, gracias también al mantenimiento y conservación que permanentemente ordenaba el Encargado EC Sarg Ay P (guardo de este Suboficial, que llegó a Subof My, el más grato de los recuerdos)

Las fracciones estaban desplegadas en tres sectores: una cubría el monte, mediante constante movimiento por sendas, huellas o el monte directamente, estaba bien al Este en el linde de las yungas, estribaciones del Aconquija; la otra, estaba en el sector Centro del dispositivo y custodiaba el PC/EC, su misión era la ejecución de emboscadas nocturnas sobre los caminos que convergían al sector que comenzaba la zona poblada (el oponente bajaba del monte para provisiones mediante el “apriete” o algún pago para requerir información) y también control de población (los que entraban y salían de la zona, los extraños a la misma); la última, cubría el Oeste, hasta la Ruta Nº38 donde ejecutaba controles de ruta y también el ferrocarril – el coche-motor que cubría SM de Tucumán a La Cocha y viceversa

 Zona de Operaciones, las localidades marcadas son las que mayor actividad insurgente tuvieron y donde se desarrolla el presente artículo (Fuente: “La Guerrilla en Tucumán”)

En operaciones
Como lo expresé, el Tte1º RM me impuso de la nueva misión; marchar hacía el Este y cumplir con lo mencionado en el párrafo anterior para las fracciones que cubrían el sector. En el momento el Encargado EC nos proveyó de los víveres secos suficientes para los días (10 aproximadamente) y coordinamos los lugares de entrega de víveres frescos en la carta que teníamos, previa comunicación y seguridad en los lugares. Si llovía, a causa de falta de caminos, se haría cuando esta pasara (“ajustarse el cinturón”).

Marchamos al monte, llevando cada integrante de la fracción, desde el jefe hasta el último soldado, aparte de su equipo, parte de los víveres, apreciaba que el 07 de abril se ejecutaría la rotación.
En la carta tenía marcado un lugar, sería el primero de varios ya que existía una orden de cambiar de posición cada 48 horas, que era todo un problema cuando no se cuenta con movilidad propia, pero estaban las órdenes y había que cumplirlas. Es así que llegamos al primer punto e iniciamos las tareas de seguridad y de armado del “campamento”; el “encatrado” (cama de ramas elevado unos 50cm del suelo) y el paño de carpa arriba (este sistema para evitar los bichos y si llueve no mojarse), en este aspecto los “changos” eran “extraordinarios”, en poco tiempo ya estaba el vivac listo para el descanso y en especial la cocina funcionando y con la colaboración de varios, la carpa más grande para guardar los víveres. A la tardecita, nubes!! y luego chaparrones, pero estábamos a cubierto y comiendo guiso, la seguridad bien y los turnos ordenados por mi Encargado de Sección
A falta de luz, el “mechero”!! y no más allá de las 20:00, hay que descansar lo mejor posible porque al otro día teníamos que encarar elevaciones, rastrillar y luego volver a nuestro vivac.

Así los días siguientes, rastrillajes (encontramos viejos campamentos que pueden haber sido nuestros o del oponente), huellas (los pobladores tenían prohibido circular hacia el monte, como lo hacían habitualmente para cazar o pescar en algún curso de agua, serían considerados como infiltrados para colaborar con el oponente), algunas de hace tiempo y otras relativamente frescas, que seguíamos hasta que faltaba motivo para hacerlo; a todo esto se debe mencionar el calor, la humedad, los mosquitos y moscas en varias especies que se tornaban en insoportables, pero seguíamos y, entre otras cosas, actualizando la carta.

    Cruce de curso de agua (Foto: guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com)

Las comunicaciones con el PC llegaban bien porque siempre buscábamos una elevación y se lograba tenerla para informar sobre la marcha de las actividades y coordinar la entrega de víveres ¡fundamental!, así llegamos a la primera sin novedad; carne, frutas, verduras y “sueño azul”(vino que se distribuía en barriles de plástico de color azul de 200 litros) que por Sección nos daban un bidón de 5 litros, pero que nos cambiaba el rostro!.
El Sargento Ayudante P nos entregaba los víveres, pero antes de irse me miró y me habló:
- “Cómo está mi Subteniente?
- Bien, le dije, muchos cambios para tan poco tiempo, aclimatándome!
- Sí, a nosotros los santiagueños nos cuesta esta humedad
- Usted es santiagueño? Yo también
- Sí, lo sé! Es hijo del Suboficial Mayor Pan que lo tuve en el RI 18 en Santiago del Estero cuando fui Cabo, era Presidente del Casino de Suboficiales. Buena persona su padre.
- Gracias!! que bueno saberlo
- Vos (me tuteo) eras “changuito” cuando andabas en la armería del cuartel jugando con fusiles de instrucción (eran Mauser de madera) y nosotros hacíamos orden cerrado por las calles internas”
Y así, en aquel sector del monte nació una fuerte amistad que se prolongó por mucho tiempo

    ¡¡Transporte habitual!! (Foto: zona-militar.com)

Luego de tres cambios mas, recibí la orden de estar con mi Sección en un punto determinado para ser trasladado a otro sector, lo que se produjo antes de las 09:00 del día 06 de abril, rotamos con mi compañero, el Subt R y su sección. En el Unimog cargamos todos los enseres y caminamos hasta el PC del EC. Pensaba que nos quedaríamos ahí pero nos dieron otro lugar más al Oeste, siempre dentro del Sector Centro, sin llegar a la Ruta Nº38. Mientras estuvimos en el PC nos higienizamos, comimos y en tractor con carros “cañeros” nos fuimos al lugar ordenado, esa noche no montamos nada, descansamos con la seguridad apropiada y nos preparamos para el otro día

    ¡En el monte! (Foto: guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com)

A las 07:00, comenzaba a amanecer, bien cerrado, dejamos la seguridad y los cocineros para que vayan haciendo sus tareas y el resto bajo mis órdenes marchamos a reconocer los lugares donde estableceríamos las emboscadas a la “tardecita”, yo veía buena predisposición de mi tropa porque estaban descansados y en un lugar mejor que los anteriores, teníamos más tiempo para conversar ver aspectos que hacían a nuestra tarea, a nuestra vida de jóvenes, teníamos la misma edad!
La noche del 07 pasó sin novedad, así que temprano sin que nadie viese nuestra actividad levantamos las emboscadas y a descansar algunos y otros continuar con la seguridad.

Las acciones
El 08 de abril a la tarde, antes de disponernos a concurrir a los lugares (siempre distintos) donde estableceríamos las emboscadas, se presentó el Jefe del EC, su rostro no reflejaba ninguna buena, es así que me ordenó suspender las actividades y preparar todo para que a la mañana del 09 con toda mi Sección fuera a un lugar de la Finca Lenar, donde estaba mi compañero, el Subt R y me uniera para realizar rastrillajes profundos y montar emboscadas y puestos de escucha, el motivo era serio.
“El Subt R había estado realizando patrullas por un sector de la finca mencionada cuando recibió un disparo en la cabeza, como tenía colocado el casco, el proyectil penetró pero siguió la forma del mismo en su interior y salió, un milagro que estuviese vivo! Pero por precaución lo llevaron a internar en Monteros para hacerle los estudios correspondientes”.

Con esta noticia, descansamos (pero con cierta zozobra), no sin antes coordinar con uno de los pobladores nos transportara en el tractor y los carros hasta el lugar mencionado, ahí me dijo este trabajador “ahh, van a los paltares de Lenar” (en ese lugar había muchas plantas de paltas) y era muy utilizado por los peladores de cañas porque aparte de las paltas pasaba un arroyo de agua de surgente, limpia y fresca, que permitía un buen descanso.

El 09 a la madrugada cargamos todo en los carros y nos fuimos hacia la finca de Lenar, llegando en dos horas aproximadamente. El encuentro con los camaradas fue, por supuesto, de alegría y de tranquilidad, éramos dos secciones que trabajarían en conjunto, a mi cargo ya que mi compañero estaba internado. Luego de escuchar como fueron los acontecimientos, organicé con los Encargados la ejecución de las operaciones de rastrillaje; cuatro grupos que cubrirían un cuadrante cada uno – Norte/Sur y Este/Oeste de 3kms (un diámetro de 6kms) en forma de “flor”- con un punto a converger que era donde llegamos a “los paltares de Lenar”, donde quedaba un grupo de seguridad y los cocineros preparando la única comida en caliente que tendríamos ese día, a las 18:00 aproximadamente.

Cada grupo, en su cuadrante debía rastrillar la zona y en caso de encontrar pobladores y/o trabajadores requerirles información sobre movimientos de extraños en la zona esos días, en caso que alguno tuviera una novedad, tendríamos la radio abierta y coordinamos señales sonoras (con disparos). Cada uno llevaría su ración seca y 10% más de munición de lo que normalmente lleva.

      ¡En el monte!, el soldado de espaldas lleva una radio PRC con antena corta (Foto: guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com)

Aproximadamente a las 10:00 iniciamos las acciones de rastrillaje, en medio de un “horno”, realmente un gran esfuerzo, por supuesto, encontramos rastros, lugares donde hubo gente, ranchos abandonados, pocas viviendas habitadas pero no dieron ninguna información sustentable, pero llamaba la atención de mis suboficiales y mía que había temor, intuición de ver rostros con distintas fisonomías. Las horas corrieron y planifiqué, luego de la comida destacar algún personal hacia esas viviendas (2) que eran las que coincidíamos podrían saber algo más.

Cumpliendo con los horarios autoimpuestos, estuvimos en nuestro vivac, que estaba sin novedad, sólo que el encargado que había quedado comentó que dos peladores de caña pasaron al mediodía y pidieron cortar unas paltas y se fueron, eran comunes como los cañeros que veíamos a diario y no estuvieron mucho tiempo, sólo unos minutos y siguieron (única arma era el machete). La otra novedad era que al rato de nuestra llegada se presentó mi compañero, el Subt R, había dejado el hospital y se vino al encuentro de su fracción. Saludos efusivos y comentarios sobre lo que estábamos viviendo, pero seguimos con nuestra planificación, se distribuyó el racionamiento, se organizó la seguridad y ordené no prender ningún fuego ni luz, todo debería estar a oscuras y a las 20:00 envíe los dos equipos de observación a las viviendas.

El ataque
Entre 22:00 y 22:30 cuando todo estaba tranquilo, debido al esfuerzo del día la tropa descansaba, cuando se escuchó una ráfaga de arma automática y nada más, estaba despierto junto a dos Suboficiales y grité ¡cubierta completa! ¡no disparen! Y con los dos camaradas nos dirigimos al lugar de donde escuchamos los disparos, un centinela nos dijo ¡de allá! ¡de allá creo que tiraron!
Y, de acuerdo a lo que habíamos reconocido previamente, fuimos hacia esa vía de aproximación y ejecutamos fuego de cobertura mientras avanzamos, pero a los segundos cesamos el fuego y no encontramos nada.
Cuando regresamos al vivac, mi compañero me dice ¡tienes un herido! y corro al lugar donde estaba el soldado centinela, puesto en el suelo, el enfermero me dijo ¡no hay nada que hacer mi Subteniente! ¡está muerto! ¡es Gutiérrez! Estaba de centinela y recibió la descarga de lleno.
La Patria perdía un hijo, una madre perdía su hijo y nosotros, yo, perdía un camarada!

Durante esa larga noche, informes por radio sobre la situación eran requeridos por todos los escalones de comando y es así que a primera hora del día 10 ya estaban con nosotros el JFT Tcnl R, el JEC Tte1º RM y varios Jefes y Oficiales de los Estados Mayores, cerca de las 09:00 dos helicópteros se asentaron en la zona en uno cargaron al s/c Gutiérrez en una bolsa negra y antes de partir le pedí al Subt EF D “cuidámelo”, nunca voy a olvidar la respuesta “no te preocupes Negrito que lo voy a cuidar hasta que lo entregue a su familia”. Así lo hizo y siempre le estaré agradecido!!

                                    ¡¡Cuanto duele!! (Fuente: pinterest.com)
 
Del otro helicóptero bajo el Cte Br GB B y varios CR(s), me presenté y le informe como se dieron los hechos y cuál sería mi conclusión – “los dos “cañeros” que pasaron a la mañana fueron los que a la noche tiraron sobre el vivac, matando a Gutiérrez”, además, que estos dos deben haber estado en alguna de las viviendas que nosotros controlamos y que solicitaba volver hacerlo de inmediato.

Vuelvo sobre los dos equipos que envíe para que durante la noche controlaran los movimientos en las dos viviendas, se presentaron a primera hora antes que llegaran todas las comisiones que mencioné, un equipo informó que no hubo ningún movimiento extraño, en cambio el otro informó que antes de aclarar las mujeres y niños salieron de la vivienda y se fueron por el camino que llevaba a Los Sosa (me urgía salir para controlar esa vivienda)
                                 
Continuación de las operaciones
Luego de órdenes y directivas, tanto del Cte Br, JFT y JEC, iniciamos las operaciones de rastrillaje, batiendo con rastrillajes en los 360º, yo me fui directamente a la vivienda en cuestión que a mi llegada estaba un solo hombre, ante mis preguntas y mi estado de ánimo contestaba todo, “comentó que efectivamente habían pasado dos “cañeros” de igual fisonomía que los “visitantes” al vivac, que no los conocía y que les dio un poco de pan casero y algo de comer y se fueron, que no los conocía???”

Mi sección volvió a su anterior posición cumpliendo el período de tiempo correspondiente y luego cubrimos en el otro sector, Ruta Nº38, todas las actividades fueron sin novedad, pero siempre estaba esa pregunta “averiguaron algo sobre los fules que tiraron” y siempre la respuesta fue negativa.
De acuerdo a todos los datos reunidos de camaradas que operaban en la zona, el responsable de la emboscada sería el Mocho o Moncho (foto) un “delincuente” mas que un subversivo, se valía de esto para extorsionar a los pobladores. El 20 de junio de 1976 cayó muerto en un control ¡la justicia siempre llega! ¡QEPD Mario!! (una calle de La Quiaca, de donde es oriundo, lleva su nombre)

"Mocho o Moncho" - Fidelino Ruiz, nacido el 01/01/1941 en Pozo Hondo, Dpto Jiménez, Provincia de Santiago del Estero. Casado, trabajaba de verdulero en el Ingenio Concepción, simpatizante/colaborador del PRT-ERP (militancia desconocida). Fue muerto en un control el 20/06/76, tenía 35 años (Fotoheroesdelprterp.blogspot.com)

De regreso al cuartel, dar la novedad que un soldado murió en combate puede parecer normal para los que elegimos esta carrera de riesgo donde “nos preparamos para la guerra”, pero no se lo deseo a nadie, es como que te falta algo de vos mismo, a pesar de que no los había instruido, el tiempo compartido, el esfuerzo, el sacrificio, la edad, fue cimentando, con el respeto que corresponde, una unión emocional, una fraternidad en la trinchera, que pase el tiempo que pase se mantiene. Doy Gracias al Señor por los que pudimos volver y siempre le pido que ampare a la familia de Mario Gutiérrez, un soldado jujeño que entregó su vida a la Patria.
¡Gloria y Honor a los caídos en la guerra antisubversiva! en especial, a los caídos en la Operación Independencia!!
¡¡Viva la Patria!!

Mi homenaje al soldado conscripto Mario Gutiérrez y en él, a los soldados jujeños. Norteño, que conoce de esfuerzos y sacrificios, trabajador y mejor aún, acostumbrado a hacerlo, para él es digno y honorable. Está el que viene del Oeste, de la pre-cordillera con puna, sufre el calor, pero es duro, como el clima que tiene en la Quebrada; el que viene del Este, de Ledesma, San Pedro, Fraile Pintado, cañaverales (como en Tucumán), frutales, que embriagan con sus aromas, es movedizo, más despierto, maneja el machete como uno utiliza el cuchillo de mesa; el del centro, de la capital, como es regla, es más pícaro, obtiene recursos de donde sea, pero todos son respetuosos, quieren que los manden bien, cuando esto sucede se sienten tranquilos, quieren a su tierra y sus costumbres, tradiciones y cuando tienen que pelear por ello es un buen luchador. Mis respetos a ellos y mucho más, mi admiración!!
(Foto: guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com)

Reflexión
No hago referencia a ninguna conclusión porque el combate continúa.

En Tucumán hubo una guerra, se debe reconocer y aceptar, cruel y descarnada, se puede decir que se cometieron muchos errores pero, la agresión no fue provocada por el gobierno constitucional ni por las Instituciones armadas. El terrorismo subversivo atentó contra la Constitución porque apeló a las armas para tomar el poder, atentó contra la democracia y sus instituciones haciendo peligrar la existencia misma de la Nación. Se las enfrentó sin alternativas ni titubeos y como se pudo!

Hoy, gran parte de la sociedad “olvida” que hubo una guerra, como también olvida a los que la combatieron y que por ese sólo hecho, muchos sufren la privación de la libertad , olvida que gracias a la sangre derramada y sacrificios extremos se pudo vencer al oponente, devolviendo la libertad y la afirmación de los valores morales, espirituales y culturales a todos los argentinos, todo ello gracias los que lucharon para que así sea!

¡¡Viva la Patria!!

    ¡por ella todo!! (Foto: pinterest.com)