26.4.18

Anexo 6º – La actividad diplomática durante la Guerra del Chaco (1932/1935) - 1ra Parte


Cronología de los antecedentes y actividad diplomática desde el 15 Junio 1932 hasta el 31 de Diciembre de 1933

Cronología de los antecedentes
1524 / 1526 - Alejo García descubre el Chaco.
1526 - Sebastián Gaboto.
1536 - División de las tierras americanas entre Pizarro, Almagro y Mendoza.
1536 - Ayolas remonta el río Paraguay y llega al Perú.
1537 - Salazar funda Asunción.
1540 - Irala explora el Chaco.
1543 - Irala explora el Chaco. Alvar Núñez íd. desde los 18°,
1545 - Ñuflo de Chávez explora el Chaco.
1546 - Ñuflo de Chávez explora el Pilcomayo.
1547 - Irala cruza el Chaco y llega al río Guapay.
1553 - Irala vuelve a cruzar el Chaco.
1558 - Ñuflo de Chávez funda Nueva Asunción.
1561 - Ñuflo de Chávez funda Santa Cruz (18"y 62°).
1586 - Juan Baños "descubre" el Chaco.
1609 - Fundación de cuatro reducciones en el Chaco.
1792 - Fundación de Fuerte Olimpo.
1803 - Traslado a Fuerte Olimpo una estancia Real.
1855 - Se lotea Villa Hayes.
1524 / 1865 - 128 expediciones; 69 al Chaco (340 años).
1622 / 1865 - 243 años, se hacen 18 fuertes en el Chaco. 7 emigraciones guaraníes al Oeste.
VII - 1852 - Tratado Nav. Comisión Límites entre Argentina y Paraguay. Protesta Bolivia.
12 - II- 1858 - Protocolo entre Brasil y Paraguay.
3 - II - 1876 - Tratado límites entre Argentina y Paraguay.
12 - XI - 1878 - Presidente Hayes produce su fallo arbitral.
15 - X - 1879 - Tratado Decoud-Quijarro. No aprobó Bolivia.

16 - II - 1887 - Tratado Aceval-Tamayo. No aprobó Bolivia.
IX - 1888 - Incidente Suárez Arana en Bahía Negra.
23 - IX - 1894 - Tratado Benítez-Ichazo. No aprobó Bolivia.
1905 - Bolivia funda Guachalla y Ballivián.
12 - I - 1907 - Ajuste Soler-Pinilla (statu quo).
5 - IV - 1913 - Protocolo Ayala-Mujía.
19 - VII - 1915 - Protocolo Moreno-Mujía.
17 - VI - 1918 - Protocolo Moreno-Mujía; prórroga indefinida del statu-quo.
16 - IV - 1921 - Protesta Bolivia por patrulla paraguaya.
25 - II - 1927 - Muere Rojas Silva en Sorpresa.
12 - IV - 1927 - Protocolo Díaz León-Gutiérrez.
12 - VII - 1928 - Suspensión de negociaciones.
IX-1928 - Caen prisioneros Cnl Gutiérrez y otros, cerca Fn Galpón.
5 - XII - 1928 - Desalojo de Vanguardia.
15 - XII - 1928 - Bolivia toma Boquerón.
20 - XII - 1928 - Declaración de Ríos Gallardo.
3 - I - 1929 - Creación Comisión Investigación y Arbitraje.
12 - IX - 1929 - "Bolivia agredida, Paraguay agresor".
31 - VIII - 1929 - Proyecto Convención de Arbitraje.
11 - XI - 1931 - Conferencia sobre Pacto No Agresión.
9 - XII - 1931 - Proyecto boliviano pacto no agresión.
18 - I - 1932 - Contraproyecto paraguayo pacto no agresión.
6 - V - 1932 - Proyecto Francis White sobre pacto no agresión.
15 - VI - 1932 - Bolivia toma Pitiantuta. Iniciación de la guerra.
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Situación diplomática antes del 15 de Junio de 1932 
Abril 1932: la tensa situación reflejada en la prensa (Fuente: Wikipedia)
La tensión en ambos países
Al compás de las diligencias diplomáticas aumentaba la inquietud política en el Paraguay, la oposición seguía acusando incansablemente al gobierno de no percatarse de la gravedad de la situación, manteniendo al país prácticamente en el mismo estado de indefensión que antes que agravarse las relaciones con Bolivia. En la imposibilidad de recurrir al crédito externo, debía limitar las adquisiciones a lo que permitía el presupuesto ordinario, y ellas, con todo, bastaron para poner al Ejército en condiciones de hacer frente a cualquier emergencia. La oposición no lo admitía y además culpaba al gobierno de confiar excesivamente en las gestiones diplomáticas, objetado la acepción de las nuevas negociaciones para un pacto de no agresión propugnado por el gobierno de Bolivia, cuyo presidente Daniel Salamanca, que recientemente se había hecho cargo del poder, era conocido por sus ideas extremistas respecto a la cuestión del Chaco: en la oposición, Salamanca había sido el caudillo de la guerra, que consideraba indispensable para la salud mental de Bolivia.
Nuevos incidentes en el Chaco acrecentaron la efervescencia popular; el 6 de septiembre de 1931 se comprobó que los bolivianos se habían apoderado de Samaklay, cerca de Nanawa, instalando allí un fortín (Samaklay fue abandonado por la tropa paraguaya por la falta de agua, pero era contralada periódicamente, las tropas bolivianas ocuparon las instalaciones ante esta situación y lo nombraron Fn Agua Rica). El 24 de ese mes, contingentes paraguayos enviados para rescatar la posición chocaron con las fuerzas bolivianas y tuvieron ocho bajas quedando el fortín en poder de estos. Conocido el hecho en Asunción, a los oponentes políticos se agregaron los estudiantes, que recorrieron tumultuosamente las calles de Asunción pidiendo la recuperación de Samaklay. La agitación fue creciendo día a día y el 23 de octubre se produjo un sangriento incidente frente al Palacio Nacional, quedado en los jardines varios muertos y heridos. El trágico suceso conmovió profundamente a la ciudad, en la Universidad Nacional se constituyó un Comité, integrado por estudiantes y políticos de la oposición, que proclamó la Revolución. El Ejército decidió apoyar al gobierno y sofocar la subversión, después de saber que el presidente Guggiari delegaba el mando en el vicepresidente Emilio González Navero y se dirigía al Congreso solicitando su propio juicio político. El My Rafael Franco intentó provocar un levantamiento de las guarniciones del Norte, pero no tuvo éxito. El orden quedó restablecido y el Congreso absolvió de toda responsabilidad al presidente Guggiari, quien acto seguido reasumió el mando.

Del pacto de no agresión: el 11 de noviembre de 1931 se inauguró en Washington la Conferencia convocada para negociar un pacto de no agresión, bajo la presidencia del Subsecretario de Estado Francis White. La delegación boliviana presentó un proyecto por el cual ambos países se comprometían a no llevar ataque alguno sobre las posiciones de la otra parte, salvo legítima defensa, por el término de un año. El plan fue rechazado por la delegación paraguaya, que presentó un contraproyecto que hacía basar la seguridad en el Chaco en el abandono, por una y otra parte, de las fundaciones hechas en contravención del “statu quo” de 1907. Mientras tanto, los más graves rumores cubrían los cielos de América, el embajador argentino en Londres comunicó el 8 de febrero a su gobierno que era inminente un ataque boliviano al Paraguay, lo cual fue corroborado por el embajador de Washington que, casi en la misma fecha, anunciaba confidencialmente a la Cancillería de Buenos Aires que el gobierno de Bolivia completaba sus preparativos militares, “pareciendo inclinado a tomar la ofensiva en el Chaco una vez terminada la estación de las lluvias”. El gobierno de La Paz desmintió los rumores explicando que las noticias sobre concentración de tropas en el Chaco eran motivados por el relevo anual de tropas, sin aumento de efectivos. El 13 de abril de 1932 la Comisión de Neutrales, en una severa exhortación a ambos países, manifestó la gran preocupación que tenía por los preparativos que observaban en el Chaco y a esta exhortación se unieron los cuatro países limítrofes del Paraguay y Bolivia: Argentina, Brasil, Chile y Perú (conocido por las siglas ABCP). El 01 de mayo, el presidente de la Comisión de Washington, Francis White, sometió un proyecto de pacto por el cual las partes se comprometerían a no agredirse y no avanzar sus posiciones extremas, y a este efecto se haría una enumeración específica de esas posiciones, sin que el compromiso afectase los derechos de las partes.

Desarrollo de las actividades diplomáticas
15 - VII - 1932 - Paraguay reconquista Pitiantuta.
31 - VII - 1932 - Bolivia toma Boquerón por segunda vez.
3 - VIII - 1932 - Paraguay moviliza. Neutrales: "No reconocer conquistas por las armas".
29 - VIII - 1932 - 60 días suspensión hostilidades.
6 - IX - 1932 - Paraguay ataca Samackay.
9 - IX - 1932 - Paraguay ataca Boquerón.
10 - IX - 1932 - Neutrales proponen retiro tropas 10 kms. atrás.
23 - IX - 1932 - Neutrales: cesación hostilidades, arbitraje, sin reservas.
XII-1932 - Neutrales: ejército paraguayo al Río Paraguay; boliviano línea Vitriones-Ballivián. Retiro Paraguay-Comisión Neutrales.
10-V-1933 – Paraguay declara la guerra


El 15 de junio se inician las hostilidades


Laguna Pitiantuta - Fn Carlos A. López(P)/Fn Mcal Santa Cruz(B), tomado el 15 junio por el EB y recuperado por el EP el 15 de julio 1932. (Fuente: Carlos Fernández - Portal Guaraní)


Aún cuando funcionara en Wáshington una Conferencia con el propósito de concertar un pacto de no agresión entre el Paraguay y Bolivia, la situación existente en el Chaco en junio de 1932 hacía cada día más problemática la conservación de la paz. Las tropas bolivianas tenían órdenes de ocupar los lugares provistos de agua, cualquiera fuera su situación, y el Paraguay se apercibió para contener el paulatino avance boliviano. El Grl Osorio, JEM boliviano, advirtió al presidente Salamanca que “el primer encuentro de patrulla sería la guerra”, sin que por la falta de elementos adecuados y aun de efectivos estuviera Bolivia en condiciones de emprenderla. Salamanca hizo caso omiso a esta advertencia, y así, cuando se le informó que a orillas de la laguna Pitiantuta había un fortín paraguayo, ordenó la ocupación de esa importante y estratégica posición. El My Oscar Moscoso cumplió la orden el 15 de junio de 1932, apoderándose del Fn "Carlos Antonio López" logrando escapar dos soldados. La guerra se había iniciado!!

El Tcnl José Félix Estigarribia, jefe de las fuerzas paraguayas en el Chaco, envió una misión de reconocimiento que el 29 de junio comprobó que los bolivianos estaban fuertemente atrincherado en el fortín ocupado. Verificada la agresión boliviana, el Gobierno ordenó el retiro de la Delegación nacional de la Conferencia de Wáshington, al mismo tiempo que Estigarribia se disponía a recuperar por la fuerza el Fn "Carlos Antonio López". El 15 de julio las fuerzas expedicionarias, mandadas por el Cap Abdón Palacios, reconquistaron esa posición después de un sangriento combate. Obtenida esta reparación, que suscitó enorme entusiasmo en el Paraguay, pues destruyó de golpe la arraigada creencia de la invencibilidad de la maquinaria bélica boliviana, el Gobierno dispuso el retorno a Wáshington de los delegados ante la Comisión de Neutrales.

La Comisión de Neutrales: Bolivia, en represalia por la recuperación de Pitiantuta, ordenó a su vez que sus delegados en Wáshington se retiraran y se apoderó de los fortines Corrales, Toledo y Boquerón. La Comisión de Neutrales, alarmado por el rumbo que tomaban los acontecimientos, pidió a Bolivia y Paraguay la suspensión de la hostilidades y el envío de informes sobre los incidentes ocurridos. Bolivia se negó arrogantemente a lo uno y a lo otro, alegando que “está cansada de estas agresiones paraguayas, tan repetidas, y no quiere prestar a nuevas simulaciones”. Paraguay, en cambio, aceptó que se investigaran los sucesos del Chaco. La Comisión insistió ante el Gobierno boliviano, pero el canciller Julio A. Gutiérrez respondió. “No nos interesan las investigaciones que no definan la cuestión fundamental. Bolivia desea la solución final del pleito. No quiere estar siempre de guardia en el Chaco conteniendo los avances del Paraguay. Es por eso que el país ha reaccionado con todas sus fuerzas, resuelto a liquidar por armas el pleito en que defendemos un territorio que consideramos nuestro históricamente”.

La doctrina americana del 3 de Agosto

La iniciación de las hostilidades en el Chaco conmovió profundamente a los demás países de América, en los que cundió la impresión de que Bolivia, prevalida de su superioridad numérica, buscaba imponer por las armas al Paraguay el arreglo de la cuestión del Chaco. A iniciativa del ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, Carlos Saavedra Lamas, el 3 de agosto de 1932, las naciones americanas, representado por el Secretario de Estado de los EEUU y los respectivos diplomáticos de Washington, 19 países formularon una declaración en el sentido de que la disputa del Chaco era susceptible de una solución pacífica, para lo cual pedían a Bolivia y Paraguay que sometieran inmediatamente la solución de la controversia a un arreglo por arbitraje y paralizar los movimientos de tropas en el ambiente lo que o que facilitaría el camino a la solución en concordia que América esperaba en nombre de los intereses permanentes de todos los países de este hemisferio. “Las Naciones de América declaran también – terminada el documento – que no reconocerán arreglo territorial alguno de esta controversia que no sea obtenido por medios pacíficos, ni la validez de adquisiciones territoriales que sean obtenidas por ocupación o conquista por la fuerza de las armas”.

Presidente Dr Salamanca Urey (Fuente: Historias de Bolivia)
El 5 de agosto contestó el Paraguay a la declaración americana manifestando su disposición de someter todas las cuestiones controvertidas a arbitraje, a aceptar la investigación y a abstenerse de toda hostilidad, agregando que consideraba “un acto transcendental la histórica declaración conjunta de no reconocimiento de la ocupación o conquista por la fuerza y se honra en expresar su adhesión absoluta a esa declaración”. La respuesta boliviana de esa misma fecha decía que la nueva doctrina no alcanzaba a Bolivia, porque solo perseguía en el Chaco la reivindicación de lo que le pertenece. Y agravaba: “Deseamos terminar la cuestión del Chaco, estando el país resuelto aún a los sacrificios cruentos en defensa de su territorio. La nación necesita romper la barrera que le impide el acceso a su litoral sobre el río Paraguay, para comunicarse con el mundo”.
Al día siguiente el presidente Salamanca comentaba en su mensaje de apertura del Parlamento: “La nueva doctrina pacifista de las naciones americanas hace su entrada en el mundo, con paso de violencia, a expensas de un país débil. Los neutrales, por consentimiento nuestro, no ejercían más que buenos oficios, admitidos por el derecho internacional. Ahora se alza con el papel de tutores y de jueces, pretendiendo tomar conocimiento de nuestros asuntos, ejerciendo jurisdicción que no le hemos conferido”. Y agregaba: “Posiblemente algunas de las naciones que concurren a consumar esta injusticia tengan en el futuro motivo de arrepentirse de haber sentado este injusto antecedente”.

La Comisión propone un armisticio: La Comisión de Neutrales propuso un armisticio sobre las bases de las posiciones ocupadas el 1° de junio, lo cual equivalía al abandono de los fortines que se había apoderado Bolivia, y el sometimiento inmediato de la controversia a un arbitraje. El Paraguay aceptó el 5 de agosto estas proposiciones, pero Bolivia se negó a considerar todo armisticio que no fuera sobre la base del mantenimiento de las posiciones. La Comisión de Neutrales no dio curso a esta sugestión boliviana, “porque ello importaría el reconocimiento de los actos de fuerza”, lo que pugnaba “con la declaración de principios que diecinueve de América acababan de formalizar el 3 de agosto”, al mismo tiempo que insistió en que Bolivia aceptara las investigaciones y el sometimiento del litigio a medios jurídicos. Se entabló con este motivo una larga y nerviosa polémica entre la Comisión y la Cancillería boliviana, la cual versó sobre el carácter y alcance de la declaración del 3 de agosto, que el canciller Gutiérrez sostuvo “se presenta como una doctrina "ad hoc" para el caso de Bolivia”. Bolivia se negó a aceptar el armisticio, aun después que la Comisión de Neutrales propuso que el abandono de los puntos ocupados después del primero de junio se cumpliera el 15 de junio de 1933. “Bolivia – declaró el canciller Gutiérrez – no admite el abandono de los fortines tomados al Paraguay mientras una solución final de litigio no modifique la soberanía de esta ocupación”. Entre tanto el Paraguay vivía horas de fervorosa agitación patriótica y la movilización de sus efectivos es realizaba con rapidez y pronto se concentraron dos divisiones en Isla Poí, frente a Boquerón, donde se atrincheraron dispuestas a esperar la reanudación de la ofensiva boliviana.


Eusebio Ayala nuevo Presidente del Paraguay: En un ambiente preñado de angustiosas inquietudes, el 15 de agosto de 1932 se hizo cargo de la presidencia el Dr Eusebio Ayala. Desde hacía mucho tiempo se le sabía inclinado a los árbitros jurídicos para la solución del conflicto con Bolivia. Ayala estaba lejos de representar las tendencias intransigentes, y la opinión le señalaba como partidario de arreglos transaccionales, aun en el asunto portuario que tanto apasionaba al país. La proclamación de su candidatura presidencial por el Partido Liberal causó el disentimiento y la retirada del Gabinete de quienes, como Jerónimo Zubizarreta y Luis R. Riart, sostenían que frente a la actitud de Bolivia la hora no era la diplomacia, sino de las armas. Ayala mostró pronto que sus opiniones de otrora, no siempre bien interpretadas, habían sufrido la fuerte influencia de los acontecimientos y que no sería él quien se enfrentaría al espíritu público y sí su enérgico conductor en el único sentido admitido por la nación.  
Presidente Ayala (centro) con su gabinete (Fuente: Wikipedia)
En su campaña electoral, al referirse a la cuestión internacional, sus palabras estuvieron lejos de denotar vacilación en su espíritu y, finalmente, las que pronunció en el Parlamento, al hacerse cargo de la Presidencia, dieron la pauta de su pensamiento y de su futura acción, y le concitaron, desde el primer momento, la confianza entera de la Nación, dijo: “Lo que perdió Bolivia en el Pacífico no puede recuperarlo en el Atlántico. Es más difícil cambiar la obra de la Naturaleza que enmendar la Historia. La invocación de derechos históricos y necesidades vitales cubre mal los designios conquistadores de Bolivia. La presencia de Bolivia sobre nuestro litoral, dada su actitud presente y ambiciones confesadas, equivaldría al espectro de la guerra erguido por siempre sobre nosotros. Por lo demás, no podemos ceder a la amenaza, no podemos renunciar en otras  de conveniencias inexistentes a la parte más indiscutible de nuestra ininterrumpida y secular posición y soberanía”. Quedaba, de tal suerte, desahuciada la pretensión boliviana, cuya satisfacción por el Paraguay en aquel momento podría evitarle la guerra. “Sabemos – seguía diciendo – que la guerra nos traerá males terribles, pero estamos serenos y firmemente resueltos a todos los sacrificios para defender nuestro patrimonio moral y material”. Los recelos se disiparon, desaparecieron las disidencias, el Partido Liberal recuperó su unidad: Schaerer y Modesto Guggiari arriaron su bandera de oposición; Zubizarreta y Riart se convirtieron a poco en los más firmes colaboradores de Ayala: el primero en la diplomacia, el segundo en la organización económica. Sin pactos previos, los partidos políticos olvidaron sus disidencias y en apretado haz se unieron en torno del presidente Ayala para defender la Nación.

Pese a su decisión de afrontar la guerra, Ayala, que había reanimado su fe en el derecho con la declaración del 3 de agosto, aun esperaba una resuelta intervención de las naciones americanas para evitarla, como la de Chile en 1928. Era de creer, desde luego, que a la declaración americana se la quisiera respaldar con los hechos, si es que con ella se buscaba evitar la guerra y no meramente agregar una doctrina más al Derecho internacional. Las cuatro naciones limítrofes, por su situación geográfica, estaban en condiciones para imponer la paz en nombre del nuevo Derecho. Desde el 6 de agosto estaban unidas por una declaración de solidaridad, y a iniciativa de la Cancillería argentina, el 20 de agosto resolvieron emprender una acción conjunta. El 25, Chile formuló un proyecto de armisticio sobre la base de las posiciones actuales, que poco después era abandonado, sin ser presentado a las partes, por la imposibilidad de obtener el acuerdo de las demás Cancillerías. Pero la Conferencia de Washington, poniendo súbitamente término a su polémica con Bolivia, propuso un armisticio de sesenta días sin insistir en el abandono de las posiciones conquistadas después del 1° de junio.
El canciller paraguayo, Justo Pastor Benítez, respondió que cualquier arreglo provisional, a base de la retención de fortines paraguayos en poder de Bolivia, constituiría un grave peligro para el Ejército y las poblaciones civiles de la zona, lo que no era admisible. Bolivia, que tropezaba con inconvenientes en su movilización, aceptó el armisticio, pero por un mes. La Comisión de Neutrales se dirigió entonces al Paraguay haciéndole notar la “inmensa responsabilidad que correspondería ante la conciencia americana al país que iniciara la hostilidades”. El canciller Benítez rechazó el anticipado cargo, pues la conducta paraguaya consistía precisamente en permanecer fiel a las proposiciones de la Comisión de Neutrales a la doctrina americana. La verdadera intención boliviana al aceptar el armisticio por treinta días se puso de relieve cuando los neutrales pidieron la suspensión de la movilización. La respuesta boliviana decía que esa proposición era inadmisible “porque nos dejaría librados a la discreción paraguaya”.

BOQUERON - El 09 de septiembre, las tropas paraguayas comenzaron el asalto al Fortín Boquerón, el 11 se completó el cerco del fortín. Cercados los bolivianos, una parte del Ejército paraguayo se dedicó a la tarea de esperar emboscado y destruir a cuantos refuerzos eran enviados en socorro de Boquerón. Los ataques  fueron permanentes durante 20 días con fuertes pérdidas para ambos pero el 29 de septiembre, agotados sus víveres y munición y con una gran cantidad de heridos, la guarnición boliviana decidió poner fin a la heroica resistencia. El Tcnl Marzana se rindió con solamente 240 hombres en pie. Paraguay  prosiguió la ofensiva, recuperando Toledo y Corrales, y sucesivamente cayeron los fortines Ramírez, Lara, Castillo, Yujra, Arce, Aliguatá, Fernández, Platanillos, Bolívar, Loa y Yasyucubas. El 8 de noviembre las vanguardias paraguayas chocaron con los bolivianos que, con nuevos efectivos, se habían atrincherado en Saavedra, y el 10 sufrieron un recio contraataque que fue sangrientamente rechazado. El avance paraguayo quedó detenido. 


El Tcnl Marzana prisionero en Isla Poí leyendo un diario donde anunciaban la caída de Boquerón (Fuente: Memorias de la Guerra del Chaco gpo facebook)
Actitud de la Comisión de Neutrales: al mismo tiempo continuaban las gestiones de la Comisión de Neutrales, que habían abandonado definitivamente su propósito de hacer cumplir sobre el terreno de la doctrina del 3 de agosto. Después de iniciada la batalla de Boquerón, propuso la suspensión de las hostilidades “siempre que se otorguen seguridades de hecho para alegar peligros de nuevos choques”. La Comisión de Washington insistió en el cese de la lucha y propuso el retroceso de las tropas 10 kilómetros a todo lo largo del frente de operaciones. El Paraguay propuso que el retroceso fuera mayor: que las tropas paraguayas se replegaran sobre el río Paraguay y las bolivianas al oeste del meridiano 62° 30’ O. de Greenwich. Bolivia, cuya situación en Boquerón era apremiante, aceptó la suspensión de las hostilidades, pero ni así el retroceso. Los neutrales, abandonando su anterior propuesta, sugirieron un armisticio simple regido por una Comisión militar neutral. El Paraguay contestó que esa seguridad no era suficiente, y que no quería “la simple suspensión, sino la terminación de las hostilidades”.
La Comisión insistió en la suspensión incondicional de las hostilidades bajo su garantía, y el Paraguay, a su vez, ratificó sus condiciones de seguridad. Bolivia, por su parte, declaró que lo que el Paraguay perseguía “con el retiro de nuestros fortines y tropas hasta ese límite es quedarse prácticamente dueño del Chaco”. Cuando la caída de Boquerón era inminente, Bolivia manifestó claramente que estaba dispuesta a hacer cesar el fuego en ese sector; los neutrales replicaron que el armisticio aplicado se extendía a todo el territorio del Chaco. Al mismo tiempo Bolivia apelaba a la Argentina para obtener el armisticio en Boquerón, en donde la situación de sus tropas era ya del todo punto insostenible.

Actitud de Bolivia: Al insistir la Comisión de Neutrales en su propuesta de suspensión incondicional de las hostilidades anunció que, si ésta era aceptada, enviraría una Delegación al Chaco para comprobar la efectiva terminación de la lucha; si una de las partes violara el compromiso, sería declarado agresor y se propondría que todos los países de América retiraran de él sus representantes diplomáticos y consulares. La cancillería no encontró aceptable el procedimiento, y por intermedio de su embajador en Washington manifestó que no acompañaría a la Comisión de Neutrales en ningún acto que pasando los límites de los buenos oficios pudiera aproximarse a una intervención, aunque ésta fuera meramente diplomática. Al mismo tiempo el ministro argentino en La Paz averiguó si el Gobierno boliviano se hallaba dispuesto a considerar las garantías exigidas por el Paraguay para llegar a un armisticio y también cuál sería la zona litigiosa que estaría conforme en someter a arbitraje. El presidente Salamanca se negó a considerar la propuesta, alegado que las nuevas circunstancias originadas por las acciones militares en el Chaco hacían poco propicio el trato diplomático. Al mismo tiempo, la presencia boliviana realizaba una intensa campaña contra la Argentina, acusándola de ayudar al Paraguay, queriendo justificar de este modo, ante la opinión pública deprimida y desorientada, los repetidos reveses de sus armas en el Chaco.

Paraguay se retira de Washington: Terminada la batalla de Boquerón, la Comisión de Neutrales se formuló nuevas proposiciones durante algún tiempo. El 12 de octubre de 1932 propuso que los delegados de Paraguay y Bolivia conviniesen: 1) la separación de las respectivas tropas, 2) la desmovilización de las reservas, 3) la reducción de efectivos y la solución arbitral de la disputa. Las conversaciones no llevaron a ningún resultado. Finalmente, considerando que sus sondeos no habían agotado, el 15 de diciembre de 1932 presentó una proposición definitiva que abarcaba la suspensión inmediata de las hostilidades, la retirada de las fuerzas paraguayas hasta el río Paraguay y de las bolivianas detrás de la línea Ballivián-Vitriones, la policía por ambos países de la zona ocupada y la iniciación de negociaciones para terminar por arbitraje los límites en el Chaco.
La respuesta del Paraguay fue una concluyente negativa y la orden a su delegado ante la Comisión, Juan José Soler, de emprender el viaje de regreso. El disentimiento paraguayo no equivalía rechazar el arbitraje, entendido que éste no podía ser de zona, sino de línea. La Comisión de Neutrales procuró que el delegado Soler continuara en Washington para discutir las objeciones a su plan, pero el Gobierno paraguayo insistió en su actitud, y su retirada definitiva de la Conferencia se hizo efectiva el 31 de diciembre. Bolivia hacía tiempo que se había eliminado de su seno y con esto quedó, de hecho, disuelta la Comisión de Neutrales.

Situación en el frente -Diciembre 1932/Enero 1933: Salamanca, que culpaba a la “semiciencia” de los militares bolivianos los reveses sufridos en el Chaco, encargó el mando del ejército al general alemán Hans Kundt, héroe de la Guerra Europea, a quien Bolivia debía la organización moderna de sus fuerzas armadas. Estigarribia había dado orden, el 23 de diciembre, de pasar momentáneamente a la defensiva. Al día siguiente se desencadenó la ofensiva boliviana en todos los sectores. El 28 cayó en poder de los atacantes General Duarte, en el sector de Nanawa, y el 1° de enero de 1933 se apoderaban de Corrales, después de heroica resistencia de sus defensores, que tuvieron que abrir paso a bayonetazos hasta sus bases, pues habían sido completamente rodeados por fuerzas superiores.
El 8 de enero de 1933 continuó la progresión boliviana con la toma de Mariscal López. Obtenidos estos éxitos parciales, Kundt concentró su esfuerzo principal sobre Nanawa, donde, el 9 de enero, 20.000 bolivianos se lanzaron en furioso asalto contra las posiciones paraguayas defendidas por 2.500 hombres al mando del Cnl Luis Irrazabal. Los bolivianos llevaron su ímpetu hasta los parapetos, pero finalmente fueron rechazados. Al día siguiente se reanudaron los ataques, y se tornó grave la situación de los defensores cuando el mando se percató de que no había municiones sino para un día de combate. Se salvó la peligrosa crisis proveyendo a la plaza de municiones por el aire. El 25 cesaron los ataques bolivianos, salvo en Herrera, donde atacaron sin éxito.

Conferencia de Mendoza

Año 1933 - Paseo de la Ciudad de Mendoza
Ante el inminente fracaso de la Conferencia de Washington, el Gobierno argentino creyó llegado el momento de iniciar una nueva gestión pacificadora. Fue enviado a Asunción, en misión confidencial, el Dr Isidro Ruiz Moreno, quien presentó el 28 de diciembre de 1932 un plan de arreglo elaborado por el canciller Saavedra Lamas y obtuvo el consentimiento de Ayala para un armisticio de treinta días, a fin de estipular en Buenos Aires las bases del arreglo definitivo, que quedaría a cargo de la Corte Permanente de Justicia Internacional de La Haya, y de la retirada de ambos ejércitos, con la siguiente desmovilización. Saavedra Lamas informó a los demás países de sus gestiones en el Paraguay. A su vez, el canciller de Chile, Cruchaga Tocornal, le comunicó que se proponía someter a Bolivia y Paraguay unas bases de arreglo. Posteriormente, enterado Cruchaga de las gestiones argentinas, manifestó sus deseos de armonizar ambas negociaciones, quedando concertada una entrevista de los cancilleres, en la ciudad de Mendoza, para el 1° de febrero de 1933.
Reunidos en Mendoza los cancilleres de Argentina y Chile, las conversaciones se prolongaron hasta el 2 de febrero y dieron como resultado una fórmula que, después de consultados el Brasil y el Perú, debía presentarse oficialmente a los Gobiernos en su lucha. El plan comprendía los siguientes puntos: “someter a arbitraje toda y cada una de las cuestiones que suscitaren para la solución de la diputa del Chaco”; el Tribunal arbitral se constituiría un mes después de la fecha de la proposición formal; las partes declararían en este acto terminadas las hostilidades; ambas partes convendrían en reiterar sus tropas y reducir sus efectivos militares. Al mismo tiempo, los dos cancilleres acordaron promover la reunión de una Conferencia económica para considerar, en relación a Bolivia y Paraguay, el establecimiento de un “régimen de tránsito favorable al intercambio”.

 
Situación en el frente – Febrero/Marzo 1933: Mientras se desarrollaba la Conferencia en Mendoza, continuó la ofensiva boliviana en todo el frente. Infructuosos sus esfuerzos en Nanawa, el Grl Kundt, desde el 26 de febrero, desencadenó fuertes ataques sobre Toledo, que se prolongaron hasta el 1° de marzo. Las fuerzas paraguayas, mandadas por el Cnl Juan B. Ayala, iniciaron el 10 de marzo un movimiento estratégico, con el objetivo de envolver a las unidades bolivianas situadas en ese sector. El 11 se consiguió la interceptación del camino de la retaguardia, y el 12 los bolivianos se replegaron, librándose de ser copados íntegramente. Paralelamente a este repliegue los bolivianos se retiraron del frente de Herrera, pero al mismo tiempo obtenían un éxito apreciable en el sector Zenteno-Saavedra, apoderándose del Fn Aliguaté Viejo (Charata) e interceptando el camino de Francia-Zenteno, logrando interrumpir las comunicaciones de las tropas paraguayas, atrincheradas en Km 7 y en Zenteno, de su base en su camino principal.
Estigarribia quiso explotar la situación en que se encontraban las fuerzas bolivianas y trazó un plan para rodearlas y aniquilarlas, valiéndose de las unidades que estaban en los flancos de aquéllas, pero el 14 de marzo la División atrincherada en Km7 dio parte de hallarse totalmente rodeada por fuerzas enemigas superiores. Estigarribia dio órdenes de resistir hasta el 19. Despejada parcialmente la situación de esa unidad, antes de que ella volviese a empeorar Estigarribia ordenó su repliegue, que se efectuó en la noche del 17 en dirección de Gondra, sin que el enemigo se diera cuenta de la maniobra. Los bolivianos continuaron atacando en dirección de Herrera y Falcón, e interceptaron el camino que unía este último fortín con Nanawa, cuya situación volvió a ser crítica. Desalojados los bolivianos del camino de Falcón, fueron perseguidos hasta Campo Aceval, donde se constituyó un nuevo frente.

Paraguay acepta la propuesta de la Conferencia de Mendoza

Después de obtener el apoyo de Brasil y Perú, el Acta de Mendoza fue sometida a los beligerantes el 25 de febrero de 1933. El 25, el Paraguay, aceptó las bases propuestas con algunas modificaciones en la redacción y sugiriendo que el retroceso de las fuerzas bolivianas fueran hasta Villa Montes y Roboré y que se procediera a una investigación sobre las responsabilidades de la guerra. Decía que el Paraguay estaba interesado en que se estableciese quién era el causante del conflicto, pero a petición de los mediadores, Paraguay retiró éstas reservas y aceptó íntegramente las bases de Mendoza.
Por su parte, Bolivia contestó el 28 de febrero de 1933 con una “contrapropuesta”, aceptaba el arbitraje, pero sólo sobre la zona limitada al Este por el río Paraguay, al Sur por el Pilcomayo, al Norte por el paralelo 21° y al Oeste por el meridiano 59° 55´ O. de Greenwich; sólo después de ser aceptada esta base entraría a considerar la suspensión de las hostilidades y demás proposiciones del Acta de Mendoza. El curso favorable que estaban tomando las operaciones militares para Bolivia parecía dictarle su respuesta. El Paraguay, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder como lo demuestra el presidente Ayala, al inaugurar el Parlamento el 1° de abril de 1933 (foto) dijo: “Sólo hay una cosa, la responsabilidad  directa que asumiría por el eventual fracaso de esa gestión”. La respuesta boliviana fue particularmente severa, según su juicio, el Acta de Mendoza eliminaba la posibilidad efectiva e inmediata de llegar a la paz por medio de la definición de las diferencias en sí mismas, y la actitud de Chile y la Argentina equivalía “a un acto de presión diplomática” que no admitía. Argentina y Chile, a su vez, replicaron al documento boliviano rechazando con energía los cargos que se formulaban y poniendo fin a sus buenos oficios.

Paraguay declara la Guerra (Ver: Anexo 3 - Paraguay declara la guerra a Bolivia): La ofensiva boliviana, que proseguía vigorosamente, se veía facilitada por la utilización del territorio argentino para los aprovisionamientos del Ejército, dirigidos desde Formosa. La falta de una declaración oficial del estado de guerra impedía al Gobierno paraguayo reclamar de la Argentina la adopción de las medidas necesarias para que su territorio no fuera utilizado con fines militares por uno de los beligerantes. A la misma situación anómala se atribuía que Chile no pudiera evitar el paso por territorio de Arica de los armamentos adquiridos por Bolivia en Europa y que llegaban en gran cantidad. El Gobierno paraguayo resolvió corregir estas anomalías, y a tal efecto, el presidente Ayala convocó el 21 de febrero de 1933 el Parlamento.
El 24 se reunió el Congreso, al cual pidió el Poder Ejecutivo autorización para declarar la guerra formalizando una situación ya existente. El 6 de marzo fue otorgada la autorización solicitada; pero de ella no hizo uso el presidente Ayala, cediendo a instancias de los Gobiernos mediadores, sino que después que los buenos oficios quedaron sin efecto. El 10 de mayo de 1933 se firmó el decreto por el cual se declaró a la República del Paraguay  en estado de guerra con la República de Bolivia

Mayo 1933 - El presidente Ayala junto a todo el gabinete en los blacones del Palacio de Gobierno anuncia la Declaración de Guerra a Bolivia (Fuente: Wikipedia)


El 13 de mayo el Gobierno argentino decretó su neutralidad y poco después quedó interceptado el abastecimiento que se venía realizando por el Pilcomayo. Pero Bolivia, de acuerdo con sus pactos contractuales, continuó recibiendo armamentos por el litoral chileno sin dificultad (se amplía en Apéndice 8º)

Intervención de la Sociedad de las Naciones (SdN)

Oficiales representantes de los países que componen la SdN (Fuente: Wikipedia)
Declarado el estado de guerra, Bolivia acusó al Paraguay, ante la SdN, de haber incurrido en las sanciones previstas por el artículo 16 del Pacto. Desde el comienzo de las hostilidades la Liga-SdN se había limitado de enviar exhortaciones en favor de la paz y a apoyar las diversas gestiones conciliatorias. El Comité especial de Tres había estado en constante contacto con los beligerantes, con la Comisión de Wáshington y con los países limítrofes. Después de examinar la denuncia boliviana declaró que incumbía al Consejo buscar solución a las diferencias, para lo cual estimó esencial enviar al terreno un Comisión. El 20 de mayo fue considerado este dictamen por el Consejo, que lo aprobó. El delegado del Paraguay se apresuró a aceptarlo, pero Bolivia recibió su contrapropuesta al Acta de Mendoza, al mismo tiempo que hizo gestiones confidenciales para la reanudación de los buenos oficios de la Comisión de Washington. El 6 de junio de 1933 el Paraguay dio a conocer sus puntos de vista, insistiendo en el cese inmediato de las hostilidades, desmilitarización, desmovilización, responsabilidad y arbitraje. Bolivia alegó que no le era posible abandonar las actuales posiciones militares antes de que se fijaran las condiciones del arbitraje. El 8 de junio el Comité de los Tres ratificó sus proposiciones para el envío de una Comisión al Chaco. Mientras tanto la de Washington, para facilitar la tarea de la Liga-SdN, decretó su disolución oficial.
El 3 de julio el Consejo resolvió organizar una Comisión especial encargada de buscar una solución rápida de las diferencias, que el 24 de julio se constituyó con el Grl A. B. Roberston (británico), Julio Alvarez del Vayo (español), el Grl Freydenverg (francés), el Conde Aldovrandi (italiano) y el comandante Rivera Flandes (mejicano).

Situación en el frenteMayo/Agosto 1933: En seis meses de ofensiva los resultados obtenidos por Kundt habían sido muy escasos. Empeñado en alzar una gran victoria, concentró sus esfuerzos en el sector de Nanawa, donde 20.000 hombres provistos de tanques, lanzallamas, artillería pesada y abundante aviación, emprendieron el 4 de julio de 1933 un poderoso ataque. En la primera embestida lograron romper las líneas avanzadas paraguayas y apoderarse de dos reductos, uno de los cuales fue recuperado antes de terminar el día con un furioso asalto a la bayoneta. Los bolivianos siguieron atacando violentamente los días siguientes. El combate se extendió a Gondra, donde el 11 contraatacaron los paraguayos, y al día siguiente interceptaron el camino de retaguardia. El 12 los bolivianos llevaron el último ataque contra Nanawa, que fue rechazado como los anteriores, con enormes pérdidas para los atacantes.
Luego de esto, vino un “período de calma” que duró todo el resto del mes de julio, por el agotamiento de las tropas y las acciones de la Comisión de la SdN .

El 1° de agosto de 1933, el EB reanudó su ofensiva en Gondra, abandonando el ataque de Nanawa. El 4 lograron aislar Gondra, que fue sacado del mismo mediante fuertes contraataques, pero la ofensiva se extendió a Toledo, Herrera, Pirizal y Falcón. Gondra resistió todos los asaltos, y desde el 24, los bolivianos atacaron con poderosas fuerzas Rancho Ocho, hasta quedar inmovilizados el 27. Al finalizar el mes la lucha se extendió a Herrera, donde los bolivianos fueron rechazados y se vieron obligados a retirarse el 31, continuando los combates en Rancho Ocho, Pirizal y Gondra. Las fuerzas bolivianas sufrieron enorme desgaste humano e importantes pérdidas de material lo que causó la disminución de su empuje ofensivo, a la par que aumentaba la eficiencia paraguaya. Estigarribia pensó que había llegado el momento de reanudar la ofensiva.

Propuesta del Brasil


Presidente del Brasil Getulio Vargas (Fuente: Wikipedia)
Antes de partir la Comisión investigadora, el canciller brasileño, Afranio de Mello Franco, impulsado por el presidente Getúlio Vragas sugirió que la SdN confiriera un mandato amplio al Brasil, Argentina, Chile y Perú para actuar en su nombre como mediadores en el conflicto del Chaco. Paraguay y Bolivia aceptaron la insinuación y formaron la petición en Ginebra. El Consejo preguntó a los cuatro países si aceptarían ese mandato. Postergando la respuesta, el 25 de agosto, desde Río de Janeiro, los límites propusieron a los beligerantes la firma de un instrumento en que debían expresar su voluntad de someter a un arbitraje de derecho la cuestión integral del Chaco y comprometerse a terminar las operaciones militares con la garantía de los países mediadores; inmediatamente debían reunirse una Conferencia.
Paraguay aceptó sin reservas las proposiciones de Brasil. Bolivia pidió aclaraciones sobre lo que significaba “cuestión integral del Chaco”. El canciller Mello Franco explicó que, en su concepto, el arbitraje debía circunscribirse a un área limitada al Norte por el paralelo 20 y al Oeste por el meridiano 62. Informado de esta definición del área litigiosa, el Paraguay la rechazó categóricamente. Con todo, Bolivia no se satisfizo con la proposición de Mello Franco, pues deseaba una zona más limitada. Los limítrofes insistieron ante Bolivia, cuyo canciller Canelas contestó que Bolivia aceptaba la fórmula del 25 de agosto, complementada con la propuesta Mello Franco y las observaciones suyas del 5. Argentina, Chile y Perú manifestaron a Mello Franco que la propuesta del 25 de agosto no admitía las modificaciones invocadas por Bolivia. Al no haberse llegado a un acuerdo, los Gobiernos del ABCP declinaron la invitación de la SdN para mediar en su nombre.

Situación en el frente – Agosto/Septiembre 1933: La ofensiva boliviana desde diciembre de 1932 y prolongada hasta fines de agosto de 1933, debilitó considerablemente al Ejército. Este tiempo fue verdaderamente el de la organización del Paraguay; los arsenales de Asunción, dirigidos por el Cap Nav José Bozzano, comenzaron a fabricar municiones y repusieron eficazmente el material desgastado, aumentó el armamento con las adquisiciones en el exterior y con lo que se había capturado a los bolivianos. A nivel gobierno, se creó el Ministerio de Economía, a cuyo frente se puso a Luis A. Riart, que organizó la agricultura, la ganadería y las finanzas, si bien sufrieron el esfuerzo de la guerra pero sin desarticularse (se amplía en ANEXO 9º – El esfuerzo económico de los beligerantes en la Guerra del Chaco (1932/1935). Las circunstancias eran propicias para pasar a la ofensiva por lo que Estigarribia elaboró un amplio plan, cuya primera etapa comprendía la desaparición de las cuñas enemigas de Pampa Grande y Pozo Favorito, y la segunda el envolvimiento del grueso Ejército boliviano. Para dirigir personalmente las maniobras, Estigarribia, tomó el mando del frente Pampa Grande-Falcón. El 11 de septiembre de 1933 comenzaron las operaciones con la intercepción del camino de retaguardia en Pampa Grande. El 14 fueron encerrados los bolivianos en Pozo Favorito, cuya resistencia no se prolongó mucho tiempo. El 15 comenzaron a rendirse fuerzas aisladas y poco después lo hacía el grueso de las que se hallaban atrincheradas tanto en Pampa Grande como en Pozo Favorito. Estigarribia fue ascendido a general de brigada y quedaba suprimida la cuña de Campo Aceval (Rancho Ocho) y las fuerzas paraguayas se colocaron en condiciones inmejorables para reanudar la ofensiva. El 27 de septiembre se llevó un golpe local contra las tropas bolivianas de Pirizal, que se malogró por indecisión del mando paraguayo. El grueso de las fuerzas bolivianas quedó en situación muy comprometida. 

Nueva propuesta de Argentina y Brasil: El Presidente de la Argentina, Grl Justo, acompañado del canciller Saavedra Lamas, hizo una visita oficial al presidente del Brasil, Getúlio Vargas. Ambos presidentes acordaron realizar un nuevo esfuerzo para restablecer la paz en el Chaco. De las entrevistas de Saavedra Lamas con Mello Franco surgió una nueva proposición de arreglo, por medio del arbitraje y un armisticio general bajo la garantía moral de los presidentes de Argentina y Brasil. Bolivia gestionó que se dejara a salvo “una lonja en el Norte” que compensara la zona Hayes excluida del arbitraje. El Paraguay manifestó su total disentimiento con la fórmula, según la cual parte del Chaco quedaba ya en poder de Bolivia previa a todo arbitraje. La fórmula de Río de Janeiro fue abandonada.

Presidente de Brasil Dr Getulio Vargas  junto al Presidente de Argentina Grl Agustìn Justo en su viista al país (Fuente: Wikipedia)

Situación en el frente Octubre/Noviembre 1933: Estigarribia decidió empeñar todos sus recursos en la gran batalla que venía preparando. Se buscaron contingentes en Bahía Negra y en Pilcomayo, con los cuales se completó una importante masa de operaciones y con ella Estigarribia se propuso envolver el ala derecha boliviana en el sector de Zenteno, marchar sobre Muñoz y cortar igualmente a las tropas enemigas de Nanawa, con lo que la destrucción del EB sería completa. El 23 de octubre de 1933 comenzó la gran batalla, en un frente de cerca de 70 kilómetros; el ataque se extendía poco después al N, alcanzando violencia y extensión extraordinarias. Los bolivianos cedieron terreno a todos los sectores. La ofensiva paraguaya prosiguió hasta el 17 de noviembre, dejando a las fuerzas bolivianas fuertemente aferradas a su última línea de defensa y en situación sumamente comprometida en lo que respecta al grueso situado en el sector Zenteno, cuya destrucción era el objetivo de Estigarribia. El presidente Salamanca aconsejó desde La Paz a Kundt el abandono de Zenteno (Aliguatá), pero Kundt no atendió la indicación. 

Actuación de la Comisión de la SdN: El 3 de noviembre de 1933, en pleno desarrollo de la gran batalla de Zenteno, llegó a Montevideo la Comisión de la SdN. El ministro boliviano en esa ciudad declaró ante la Comisión que sólo a condición de que las funciones de ésta se ejercieran en los límites defendidos por Bolivia aceptaría ésta su participación en ella. Por su parte el canciller Canelas emitió públicamente conceptos adversos a la SdN, pero el Senado boliviano los desautorizó y pidió al presidente Salamanca la designación de un nuevo canciller, como se hizo. Carlos Calvo reemplazó a Canelas y la Comisión quedó reconocida por Bolivia. Trasladada la Comisión al Paraguay, allí escuchó la reiteración de los puntos de vista sobre la prioridad del cese de las hostilidades. Luego de visitar el Grl Estigarribia y los establecimientos industriales del Paraguay radicados en el Chaco, la Comisión se trasladó a La Paz, donde pudo comprobar que Bolivia continuaba conceptuando esencial el acuerdo previo sobre las bases del arreglo territorial. En tanto que la Comisión procedía a sus investigaciones, se produjeron en el Chaco acontecimientos militares que variaron fundamentalmente la situación de los ejércitos beligerantes, en equilibrio desde un año atrás.

Situación en el frenteDiciembre 1933: El 1° de diciembre de 1933 ya estaban completados los preparativos para la última fase de la gran batalla de Zenteno. El 3 Estigarribia tomó a su cargo el mando directo del sector Francia, y el 4 se inició la maniobra envolvente, interceptando el camino de Zenteno a Pabón. El 6 era igualmente cortado el camino de Zenteno a Saavedra y a otro secundario del mismo punto al Pozo Negro, quedando desde ese momento un solo camino para el escurrimiento de las tropas bolivianas de Zenteno. Ese mismo día se replegaron los bolivianos del frente de Pozo Favorito y Campo Aceval y el 7, a primera hora, las tropas paraguayas entraron en Charata, rompiendo las líneas bolivianas en Gondra. El Cnl Banzer, comandante de una de las divisiones bolivianas en repliegue, dio cuenta a Kundt de su apurada situación. Kundt, que estaba desconcertado por la rapidez de los movimientos paraguayos, sólo atinó decirle: “proceda según su situación”, lo cual significaba el abandono del mando por el general en jefe en el momento más crítico. El 8 los paraguayos se apoderaron de Zenteno. El 9 los bolivianos se replegaron en todo el frente de Nanawa en dirección de Samaklay. El Cnl Enrique Peñaranda marchó con refuerzos por el camino Saavedra-Zenteno, pero los paraguayos aparecieron a su retaguardia. Peñaranda escapó con su estado mayor abriendo senderos por el bosque. El 10 Estigarribia intimó rendición a los mandos bolivianos y ese mismo día lanzó al espacio, por radio, un parte sin cifrar, en que afirmaba tener encerradas a dos divisiones bolivianas en un “triple cerco”. En realidad no se había establecido aún ningún enlace entre las tropas de envolvimiento, pero el efecto psicológico buscado por Estigarribia se produjo ampliamente. El desconcierto cundió entre las tropas casi sitiadas. El 11, Kundt ordenó que, después de destruir el material, las tropas bolivianas rompieran el cerco, pero el Cnl Irrazábal, desde Nanawa, transmitió a Banzer las condiciones de la rendición: no debía destruirse un solo camión, sin pena de dejar sin agua a los sitiados. A las doce del 11 de diciembre de 1933 se rindieron las dos divisiones, entregando todo su material. Doscientos cincuenta jefes y oficiales, 8.000 soldados prisioneros, 24 piezas de artillería, 60 morteros, 1.000 ametralladoras, 11.000 fusiles, 80 camiones y millones de cartuchos fueron el botín recogido en la casi incruenta jornada con que se puso término a la gran batalla de Zenteno iniciada el 23 de octubre. La victoria de Campo Vía, fruto de una concepción estratégica perfecta, produjo inmenso júbilo en el Paraguay ya que significaba la destrucción de la mitad del Ejército boliviano, la captura de importante material, de que tan necesitado estaba el país, el desprestigio definitivo del mando enemigo y la radical desaparición del peligro de un avance boliviano sobre el litoral. Estigarribia fue ascendido a general de división sobre el campo de batalla, y el presidente Ayala, que llegó al puesto de mando el día de la rendición, dirigió a una proclama al Ejército. “Tengo – dijo – la dicha singular de estar entre los combatientes en este día que marca una etapa decisiva en la campaña contra el invasor de territorio nacional… El éxito alcanzado no es fruto del azar, sino el resultado lógico de un plan concebido con inteligencia y ejecutando con alto espíritu de abnegación y firme voluntad de vencer”. Y terminaba diciendo: “El nombre del Paraguay se dibuja de nuevo en la Historia con fulgores de heroísmo. En nuestros corazones de ciudadanos late con fuerza la fe en la patria inmortal”.


El Presidente Ayala, el Cnl Estigarribia y parte del Estado Mayor, en su visita al frente (Fuente: Album Gráfico...)

Paraguay propone un armisticio: En lugar de sacar el mayor provecho posible de la gran victoria de Campo Vía, persiguiendo hasta aniquilarlos a los restos del EB, que huían abandonando material y heridos en dirección del Pilcomayo, propuso el 18 de diciembre de 1933 un armisticio general que se haría efectivo desde el 19 hasta el 30. La razón alegada por el presidente Ayala fue que los 14.000 prisioneros bolivianos no podían ser atendidos debidamente mientras prosiguiera la guerra, por dificultades materiales insalvables. La proposición fue aceptada por Bolivia y el día indicado cesó el fuego pocos instantes después de que los paraguayos hubieran tomado Muñoz, hasta entonces sede del mando boliviano. La Comisión de la Liga-SdN se trasladó de La Paz a Montevideo, donde convocó a los plenipotenciarios de ambas partes, de acuerdo con una propuesta del Paraguay. Los esfuerzos de la Comisión, así como los de la Conferencia Panamericana, que en esos días se reunía en Montevideo, se dirigieron a la prolongación de armisticio. El Paraguay sólo lo consistió hasta el 6 de enero de 1934, fecha en que se reanudaron las hostilidades. La Comisión consideró que este hecho era incompatible con la continuación de las negociaciones, pero el Comité de los Tres de Ginebra la invitó a proseguir sus actividades. Las negociaciones se reanudaron en Buenos Aires; en ella el Paraguay estuvo representado por el Dr Jerónimo Zubizarreta.

Isla Poí - concentración de priisoneros bolivianos para ser trasladados a otros destinos (Fuente: blog Historias de Bolivia)

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Continùa en Anexo 6º - 2da Parte - La actividad diplomàtica en la Guerra del Chaco (1932/1935)














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