22.8.18

Anexo 2 - Detalles de la Batalla de Boqueròn - 2da Parte


Tcnl Manuel Marzana Oroza



El gran comandante del Fn Boquerón y caudillo de la estoica y por demás sacrificada defensa de ese fortín por 21 días, desde el 9 hasta el 29 de septiembre, fue sin duda el gesto de valor de más de 600 bolivianos contra 14.000 soldados paraguayos jamás podrá ser igualado en ninguna otra guerra. Los bravos defensores se quedaron sin munición, alimentos y medicinas, para poder seguir combatiendo y escribiendo las páginas más heroicas que se hayan escrito en el continente.

Manuel Marzana Oroza, nació un 7 de junio de 1889, en la población de Tarabuco en el departamento de Chuquisaca. Sus padres fueron Simón Marzana y Marcelina Oroza, fue criado con mucho amor como en toda familia de la época. Estudió en el Liceo Córdova, luego en 1907 asume la determinación que le marcaría toda su vida y le permitiría pasar a la historia de su país y de Latinoamérica como un héroe y su nombre sería escuchado y replicado como el gran comandante del Fn Boquerón, ingresar a la carrera militar.

En 1911, Manuel Marzana egresó del Colegio Militar y empezó una excelente carrera militar destacándose en los puestos que la superioridad le encomendó hasta que se inició la guerra con el paraguay en 1932. Al mando del Fn Boqueròn, enfrentò a las tropas paraguayas, muy superiores en nùmero (relaciòn de 10 a 1), armas (cañones, morteros, atc) y lo mantuvo por 21 largos dìas de violentos combates, causando imnumerables bajas al adversario y al no poder continuar con la defensa por falta de suministros y "cuidar" su valiente tropa, entregò Boqueròn. ¡El Tcnl Marzana se rindió con solamente 240 hombres en pie!

En 1936, regresò a la Patria como Hèroe Nacional y por orden del presidente de entonces fue nombrado como Prefecto de Chuquisaca. Luego fue a vivir a La Paz, donde falleció.

Cronologìa de algunos dìas en el Fn Boqueròn - Del Tcnl Marzana - Ver al final del Capìtulo
Afiche de la pelìcula Boqueròn.
Cuadro de Honor "Defensores de Boqueròn"

Tcnl Manuel Marzana - Comandante del Fortín

Tcnl Luis A. Cuenca - 2º Comandante

My Esteban Bravo - Jefe del Detalle

My Miguel Campos - Jefe de Sector

My Eduardo Brito - Médico del Destacamento

Cap Julio Romero - Jefe de Sector

Cap Antonio Salinas - Jefe de Sector

Cap Tomás Manchego - Jefe de Sector

Cap Luis Rivero S. - Jefe de Sector

Cap Alberto Torrico - Médico del Destacamento

Tte César Melazzini - Jefe de Sector

Tte René Miranda - Jefe de Sector

Tte José C. Dávila - Comandante de Sección

Tte Daniel Aguilar - Comandante de Sección

Tte Fausto Pardo T. - Comandante de Sección

Tte Jorge Calero - Comandante del Grupo Art.

Subte Clemente Inofuentes - Comandante de Sección

Subte Alberto Taborga- Comandante de Sección

Subte Renato Sainz - Comandante de Sección

Subte Rogelio Banegas - Comandante de Sección

Subte Luis Reynolds - Comandante de Sección

Subte López Sánchez - Comandante de Sección

Subte Angel Aguirre - Comandante de Sección

Subte Juan de Dios Guzmán - Comandante de Sección

Subte Enrique Barriga - Comandante de Sección

Subte Humberto Nuñez del Prado - Comandante de Sección

Subte Teófilo Caro - Comandante de Sección

Subte Res Roberto Guzmán 


Subte Res Angel Aguirre 


Sof José Parrilla - Dentista del Destacamento 
Sof Vicente Ordoñez 


- Y muchos otros soldados, cuyos nombres quedarán en el anonimato de la inmortalidad!!

"Otra vez reivindicamos a estos hombres inermes, episodios de tragedia, epitafios encendidos que abren la pluma para que hoy juntos bolivianos y paraguayos, recontemos los exilios, repique de campanas, las palabras apagadas igual que las voces cuando pedían agua, agua. Estos pajonales mudos testigos de los gritos desgarradores extendieron la victoria en la línea del espíritu. Desde el ocaso siento que existe sentido a su melancolía, y hasta hoy no encuentro una justificada razón de la conflagración entre dos países hermanos. Que el Supremo Hacedor les de la luz eterna". (Bibliografía: Arzabe Reque, Antonio. Boqueròn. Año 1960)

 "Deseo poner de manifiesto y no quiero que pase desapercibido la magnanimidad de nuestros valientes e incomparables soldados para con los vencidos. Ninguno fue maltratado en ningún sentido, al contrario todos experimentaban la mas profunda lástima por estos desgraciados y les daban cuanto podían. He visto a heridos bolivianos que no podían trasladarse por sus propios medios al lugar de concentración de prisioneros, conducidos con solicitud en brazos de nuestros soldados. Todo esto nos conmovió profundamente y no se puede esperar otra actitud de esta raza de hombres. Magnanimidad con el vencido pero fieros en la batalla. Hay que ser sinceros y reconocer que el enemigo defensor de Boquerón ha cumplido con heroísmo y ampliamente con sus deberes de soldados y de patriotas. Durante veinte días han soportado el empuje del I Cuerpo de Ejército quince veces superior en número y materiales básicos y se rindieron cuando ya no tenían municiones y carecían de alimentos de toda especie. Naturalmente que esto ha sido posible por causa de los graves errores cometidos por el mando". (Diario de Guerra de la Batalla de Boqueròn del Cnl Rafael Franco)


Cruel testimonio de la batalla de Boquerón. Cadáveres de soldados bolivianos y paraguayos (Fuente: archivo del dr de Sanctis)
Preliminares de la defensa del Fortìn Boqueròn
Dentro del Reducto: se escucha dentro el monte, el ruido seco de los golpes del hacha, cavar de zanjas, órdenes de los superiores que indican mayor vigilancia hacia el enemigo. Los “pahuichis” (habitaciones subterráneas o a ras de tierra) del comandante y del puesto sanitario, ya han sido construidos, lo mismo los de comandos de compañías, sòlo allá, en la linde del monte, se mueven sombras, son las patrullas que recorren silenciosas, escrutando la selva, alertas a cualquier ruido de la maraña, las sendas también son motivo de reconocimiento.  Esta mañana sobrevoló un avión boliviano; dejó caer un parte y en él nos comunicaba que hay movimiento de tropas paraguayas sobre el camino que conduce a Isla Poí, parece que son ellos los que tomarán la iniciativa del ataque.

El Tcnl Marzana ha enviado un parte al Cnl Peña, todos los soldados viven momentos de verdadera tensión nerviosa, nadie abandona su fusil, comen, duermen y van a todo lugar con el fusil debajo del brazo “La inminencia del peligro nos une fraternalmente a oficiales y soldados...“ “... los rastros de los satinadores paraguayos van haciéndose más notorios y frecuentes”... “Hace días el subteniente Humberto Núñez del Prado regresó de un reconocimiento a Pozo Valencia”. ¿Qué trajo? Dos soldados heridos; uno de ellos, el soldado Alvarado, parece que lo veo..., tiene la mandíbula destrozada, la lengua partida. Es difícil curarlo; ¡es terrible! ...la cara destrozada presenta un cuadro dantesco, sangre que le sale a borbotones... imposible hacerla parar. Su agonía ha empezado... Ha perdido tanta sangre, que pronto muere... Otra fosa que se abre dentro del fortín. Un defensor menos y varios que se van a retaguardia a restañar sus heridas…

Pero, el monte impasible sigue guardando su incógnita hasta muy pronto, sólo los animales dan la nota típica con sus estridentes y lúgubres gritos, el espíritu de la guerra prepara sus fauces, para tragarnos, para triturarnos dentro de sus descarnados miembros... ¡Es la letanía de la Muerte que se avecina!. Los oficiales, mientras tanto van comentando: “Si nosotros constituimos la vanguardia hacia el enemigo, si somos punta de lanza de la conquista, si debemos llegar los primeros a las márgenes del Río Paraguay, ¿cómo es que no tenemos cañones, fusiles, municiones, víveres, agua, zapatos, una elemental estación de radio, o un destartalado camión aguatero? ¿Serán los estadistas y los generales unos dementes irresponsables…” 


7 de Septiembre de 1932: hoy ha amanecido con una claridad primaveral, el límpido cielo chaqueño da su señal de que tendremos un día caluroso. No hay noticias de que el comando haya resuelto atacar a la Villa Militar de Isla Poí, jefes y oficiales se reúnen en el puesto de Comando. A las tres de la tarde, tres camiones llegan al fortín conduciendo víveres, municiones y soldados y más o menos a las tres y cuarenta y cinco minutos se oye ruido de motores hacia el lado boliviano. Son aviones nuestros, que se dirigen hacia Isla Poí, han pasado varios minutos, cuando de pronto se escuchan las explosiones de varias bombas que han dejado caer en el fortín paraguayo, al retornar, dejan caer dentro de Boquerón, una bolsa que contiene cartas y periódicos. Entre los partes arrojados por el avión, existe uno en el que nos indica que tropas paraguayas avanzan por los dos caminos que conducen a este fortín y nos indican que tengamos cuidado y reforcemos nuestra vigilancia.
Noticias de La Paz: “La alta sociedad, se afana en dar los últimos toques a un gran baile de fantasía. ¡Se trata de seleccionar a las bellezas departamentales!” 

El Grl Lanza desde su sector, ha enviado el siguiente parte: “Servicio de retaguardia no colabora. Escasez de gasolina es desesperante, insinúo conminarse se recuerde existencia 3ra División que sirve a la Patria y no intereses particulares. (Fdo.) Gral. Lanza.”
Los soldados y oficiales se reúnen en grupos para comentar: “Ahora parece que la cosa es seria” dice un soldado, y continúa: “Los pilas se nos vienen encima”.
“Hubiese deseado que nos den un poco de tiempo más, para arreglar nuestras posiciones”replica otro “ya que se adelantaron a nosotros, no hay más que recibirlos dignamente; que no digan que somos flojos en la guerra y que nos dormimos en el fortín que nos han cedido".

Mientras tanto, en las trincheras, los soldados se mueven como hormigas de un lado a otro, reforzando parapetos, construyendo troneras, despejando el campo de tiro y haciendo cálculos de distancias. Ha sonado el teléfono del puesto avanzado, es el Cabo que comanda el grupo. Es una llamada urgente y por ello el telefonista corre a buscar al Tcnl Marzana, quien viene acompañado del Tte Taborga y varios oficiales. Entre ellos se encuentra el Tcnl Cuenca. Estos se reúnen alrededor del teléfono y desde el otro lado habla el Cabo
“Aló, ¿con quién?”
“Con el Comandante del Destacamento Tcnl Marzana, responde el jefe del reducto.
“Mi coronel, desde este puesto estamos viendo que los pilas avanzan; esperamos sus órdenes”.
“¿A qué distancia están?” pregunta Marzana.
“Más o menos a mil metros, mi Comandante”.
“Bien, esperen a que se encuentren cerca, entren en posición, no se delaten y cuando tengan sus blancos asegurados y bien distribuidos, hagan fuego. No desperdicien la munición. Me dará parte de todo; mejor si deja el teléfono sin colgar. Aquí estaré para saber. Siga observando”.

Los oficiales que estaban cerca del Tcnl, estaban callados, sólo las miradas se buscaban, como diciéndose: ¡Ahora es verdad... La guerra comienza...; pero será terrible, sangrienta y hasta el fin…
Nuevamente se escucha la voz del cabo que dice: “Mi coronel, están a quinientos metros. Son muchos, vienen en filas a ambos lados del camino. Hay tres hombres que vienen detrás, parecen oficiales, mis soldados están apuntando sus armas... esperan mis órdenes para disparar, he ordenado que nadie hable y tienen órdenes de no moverse de sus puestos, mientras podamos resistir".
“Bien cabo, conserven su serenidad y calma y, cuando vean que ya es imposible continuar, se retirarán sin dejar armas y recogiendo el teléfono. Deben retirarse en todo orden. Ahora siga observando” ordena Marzana.
“Atrás vienen como doscientos soldados en columnas; sus uniformes son verdes, usan sombrero en lugar de gorra... Están a doscientos metros. Avanzan rápido. Ahora lo dejo mi coronel, ya están próximos; dejo el teléfono para que escuche mis órdenes a los soldados, le hablaré dentro de un momento... “
La proximidad de las tropas paraguayas, ha enmudecido a los oficiales que rodean el teléfono y esta noticia ha corrido como reguero de pólvora, toda la tropa que está en las trincheras ya sabe. En unos, la noticia ha causado alegría, en otros, los ha sumido en reflexiones tristes, están meditabundos; se ve que luchan interiormente con ese fantasma del miedo a lo desconocido, porque muchos recibirán su bautismo de fuego, y para ellos es terrible la situación.
Las tropas del Cabo están listas para hacer fuego de sorpresa, mientras las tropas paraguayas siguen avanzando por la carretera con la precaución que el peligro entraña; pero, sin saber de dónde recibirán la sorpresa. El teléfono dejado por el Cabo permite oír lo que habla: “Ya están más cerca, están a ciento cincuenta metros... Están a cien... a cincuenta... Y de pronto se escucha la voz del cabo: ¡Fuegooo! El aire se llena de un sordo tronar de fusilería, la ametralladora lanza al espacio su carcajada de muerte y desolación, el monte multiplica el ruido de los disparos. Los corazones de los oficiales reunidos alrededor de Marzana que permanece impasible, parecen que van a saltar. El traquido de las detonaciones continúa, la sorpresa ha causado sus efectos. El Cabo habla: “Mi coronel, muchos han caído. La línea se ha deshecho... Ahora los sobrevivientes se han metido dentro del bosque”.

Disparan, pero no saben dónde nos encontramos, mis soldados siguen disparando, hay muchas bajas en el camino, la demás tropa se protege dentro del monte. Hay gritería de los pilas, muchos están heridos y se arrastran buscando el monte.
“Espero sus órdenes mi coronel”
“Siga sosteniéndose un momento más, observe sus movimientos. ¿No tiene heridos? pregunta Marzana
“No, mi coronel. Siento ruido de pisadas a mi derecha... Un momento...” Aquí se escucha varios disparos; “Era que un pila se había aproximado demasiado al puesto y allí dejó de existir”. Su cuerpo acribillado de balazos a quemarropa se desplomó inerte sin lanzar ni un ¡ay! de dolor...
“Mi coronel, parece que nos están rodeando, me retiro” fue la voz del cabo, que luego desapareció.
Sólo se escuchó allí, a los siete kilómetros, el estruendo de los disparos que pasaban o llegaban hasta el fortín como latigazos, los soldaditos del puesto avanzado se retiraban después de haber cumplido con su deber...Los oficiales cabizbajos, también se retiraban cada uno a sus puestos de combate, la alarma ha cundido dentro del fortín y, tanto oficiales como soldados, están listos para repeler el ataque enemigo.
Han pasado dos horas; los soldados del puesto avanzado fueron llegando poco a poco. No hubo bajas de parte de los nuestros... ¡Buena la misión cumplida...!
Al anochecer ha llegado otro grupo de soldados que se encontraban en el Fn Arce; son soldados del RC “Lanza”, cada uno busca su posición dentro las fortificaciones del reducto. Pronto la noche cae, y con él, el monte se viste con su negro manto. Los grillos y los sapos dan comienzo a su monótono cantar... ¡Música triste y lúgubre que enerva los sentidos...! ¡Música que nos habla de los abismos tenebrosos de la muerte que ronda en la oscuridad de los bosques circundantes al fortín...
Se ha prohibido fumar o encender fuego..., el silencio es sepulcral. La vista y el oído se multiplican en su función avizora, queriendo rasgar la oscuridad de la noche para desentrañar los misterios que encierra la selva. La noticia de que el enemigo se encuentra cercano, ha hecho que nuestro sueño sea ligero, sobresaltado... Tememos que el enemigo nos sorprenda durante nuestro sueño y nos pase a degüello... ¡Miedo...! ¡Miedo de morir sin defenderse... ¡Pocos son los soldados que conocen a los soldados paraguayos! Y nosotros para ellos debemos ser seres extraños. Talvez nos consideran con plumas o... ¡qué se yo!; pero sí, sabemos que vienen a matar y que son nuestros enemigos...
¡Nada ya hay que hacer! Los acontecimientos se apresuran y no se dejarán esperar. Ha prohibido el Tcnl Marzana que los soldados se alejen de sus trincheras, deben permanecer en sus puestos en constante vigilancia, los centinelas tienen mucho cuidado de dar una falsa alarma; mientras tanto sus compañeros descansan de las emociones del día. 
A las diez de la noche se escuchan varios disparos, son las patrullas adelantadas que han chocado con las patrullas paraguayas que ya están en las proximidades del fortín. Luego... el silencio, un silencio que mata, que aterra nuestras almas. El Tcnl Marzana redacta el parte que debe ser transmitido a Muñoz, este es enviado al telefonista. Inmediatamente se siente la voz melosa que va dictando palabra por palabra.

¡Qué lejos nos encontrarnos de nuestras tropas! Nuestra retaguardia está protegida por pocos hombres, se dice que son pocos, porque no alcanzan a 200 hombres en Arce y Saavedra y unos 50 en Castillo. Y, están tan lejos, a seis leguas de Boquerón y una a Castillo. Mientras tanto, los pilas ya están frente a nuestras posiciones buscando los lados débiles de nuestro atrincheramiento. ¡Sabe Dios, lo que será mañana de nosotros...!
FuNuestras plegarias al Cielo se elevan sinceras; cada uno hace una rememoración de su vida pasada, porque cerca ronda la muerte...(Fuente: Boquerón; diario de campaña. Antonio Arzabe Reque)

8 de septiembre de 1932; un día antes del inicio de la batalla de Boquerón: Ha pasado una noche tenebrosa, los ánimos deprimidos ante el temor de un ataque de las tropas paraguayas a nuestras posiciones. Se percibe un ruido intenso de camiones y es la señal inequívoca de aproximación del enemigo. Nuestro jefe elevó el parte respectivo al Comando de Muñoz y la respuesta no se deja esperar: “Es necesario dominar el miedo”.

Nos apresuramos a limpiar la maleza que rodea los parapetos, las distancias de tiro están calculadas, talamos callejones profundos en la maraña, por donde tendrán que avanzar obligadamente los “pilas”“El enemigo avanza rápida y simultáneamente a lo largo de la Recta de Isla Poí - Boquerón, otra por el camino de Pozo Valencia. Son grandes masas de gente. No se cuidan de hacer ruido. No sospechábamos que los paraguayos planearan una ofensiva de grandes proporciones. Presentimos la derrota antes de comenzada la batalla decisiva”. La situación se torna más comprometida, nos sentimos solos y no podremos resistir la avalancha.“Reunidos los oficiales alrededor del fuego, masticamos hojas de coca mezcladas con azúcar. Esto aquieta los nervios. ¿Es misión de cobertura la que nos está señalada? ¿Dónde está el grueso de nuestras fuerzas principales? Pienso y deduzco.Plaza sitiada, plaza tomada...” (del My Taborga) 

Las sendas que conducen a Castillo, Ramírez y Puesto 14, son patrulladas constantemente, porque hay peligro de que se nos corte de un momento a otro. Las patrullas que rondaban en la noche, han vuelto al fortín. Nadie se mueve de las trincheras. El puesto de sanidad y de primeros auxilios con su personal e instrumental, preparado para la atención de heridos. Se ha dado a conocer que tenemos muy pocas drogas, insuficientes para una acción de grandes proporciones. La contestación de la Sanidad de Arce es: “Los heridos deben ser evacuados a Arce”... Se ha confirmado nuestra situación “Debemos defendernos en nuestras posiciones, sin abandonarlas bajo ningùn pretexto”. La pieza de artillería ha tomado posición frente al camino Boquerón - Isla Poí. Han sido nombrados los estafetas para proveer la munición, El ruido de los camiones pilas no ha cesado un momento. Parece que van concentrando gran cantidad de tropas frente a Boquerón. Los disparos aislados han sido intermitentes. Las dos de la tarde. Los primeros disparos de artillería pesada. Pasan muy alto o por encimas de nuestras cabezas; es un disparo cada media hora. Hasta este momento no hay heridos. Nuestros soldados tienen orden de disparar, siempre que vean blancos o sea al enemigo real; no se debe disparar al azar. En vista de que los disparos de artillería son peligrosos, los soldados construyen posiciones contra estas armas. El estruendo que producen las explosiones de los proyectiles de cañón, casi no les tememos, porque ellos explotan detrás de nuestras posiciones; pero, parecen disparos de sondeo; pues, las explosiones van acercándose poco a poco a nuestras posiciones. Algunos han caído dentro del fortín pero no causan gran efecto material.

Son las 18:00 horas, el combate se ha generalizado en el sector noreste, entre las picadas Antigua y Nueva a Isla Poí. Es un ensordecedor traqueteo de disparos. Los proyectiles vienen a converger al centro del fortín. Llegan los primeros heridos, uno de ellos tiene un disparo en el pecho. El proyectil le ha atravesado el pulmón derecho, respira con dificultad y el aire hace que la herida se abra y se cierre como la boca de un fuelle viejo. Otro de los heridos tiene el brazo colgando, apenas le sostienen algunas fibras nerviosas; la sangre corre por la blusa de kaki, que también está destrozada; inmediatamente los cirujanos han amputado aquel brazo ya inutilizado. No ha sido necesario anestesiar, el dolor era tan intenso, que ni siquiera sintió la amputación. Otros heridos han sido atendidos, aunque no todos de gravedad. ¡Apenas dos agujeros en la pierna o en el brazo! Estos, pronto estarán empuñando de nuevo sus fusiles... Total, cinco heridos... ¿Muertos?... Hasta este momento nada más que uno... Los paraguayos también han debido tener su parte porque se ha escuchado ayes de dolor.

Los jefes Marzana y Cuenca están en conferencia; parece que el ataque ha sido a la tropa del sector del Subcomandante, y por esto ha venido a darle el respectivo parte. Pronto la noche viene; pero, el fuego de artillería continúa cada cuarto de hora. No deja descansar, ni cerrar los ojos. Parece que se prepara un ataque para mañana y quiere el enemigo que nos aniquilemos... Nadie duerme. (Fuente: Boqueròn, Diario de Campaña de Antonio Arzabe).


Croquis de Boquerón que tenía en su poder el Tcnl Marzana (Fuente: diario La Patria)
Cronologìa de algunos dìas en el Fn Boqueròn durante la batalla - Del diario de guerra del Tcnl Marzana
Viernes 9 de septiembre - “primer día de batalla”: En la madrugada comienza el ataque enemigo en forma general y con gran ímpetu en todos los sectores. El furioso ataque es rechazado en todos los puntos con un fuego vivísimo y certero. (...) La resistencia es firme y resuelta. No hay signos de nerviosidad se combate con disciplina. (...) el fuego enemigo se intensifica más; es la preparación para entrar al asalto. Se vienen con la bayoneta calada y dando sus gritos característicos nuestros fusileros también calan la bayoneta para resistir el choque; nuestras ametralladoras livianas y pesadas, así como los fusileros, rompen un mortífero fuego sobre los atacantes: filas enteras con sus oficiales a la cabeza, caen segadas por nuestros proyectiles, el fuego es mortífero y horroroso y obliga al enemigo a vacilar y detenerse; algunos retroceden, pero la mayor parte caen detrás siguen más líneas de tiradores que avanzan con brío y entusiasmo, aunque siguen la misma suerte que los primeros. Los sobrevivientes retroceden y huyen hacia los montes vecinos, perseguidos por los disparos de nuestras armas.
A las 05:30, la artillería paraguaya abre fuego sobre el Fn Boquerón provocando las primeras bajas bolivianas. A las 07:00 en las trincheras bolivianas, se escuchó la carga paraguaya a los gritos de "¡Aña memby....! ¡Viva el Paraguay! ¡Muerte a los bolí!".
Situaciòn: Se trataba de regimientos íntegros de caballería y artillería, entre los que sobresalía en el centro el RI Curupayty, desalojado de Boquerón el 31 de julio, y que por tanto pidió el honor de atacar primero. A los 100 metros de distancia la descarga de fusilería boliviana los frenó en seco. Cayeron centenares de jinetes con sus cabalgaduras. La carga había fracasado, decenas de muertos quedaron en el campo de nadie. Reordenadas las tropas paraguayas, atacaron por segunda vez. En esta oportunidad, se debía arrasar con el fortín. Reiniciado el fuego de artillería, los paraguayos lanzaron un nuevo asalto con la bayoneta calada. El ataque fue rechazado con gran cantidad de bajas para los sitiadores. Esta vez los oficiales paraguayos ya no encabezaron el avance de sus tropas.
Ocho intentos desesperados sólo obtuvieron el mismo resultado: centenares de muertos paraguayos. En el fortín, mientras tanto, una veintena de efectivos bolivianos resultaron víctimas de la artillería del enemigo.
La desorganización de la retirada paraguaya provocó claros en el cerco; así, al anochecer, un destacamento de jóvenes orureños del 14 de Infantería, al mando del Cap Tomás Manchego, logró ingresar a Boquerón en camiones. Transportaba dos ametralladoras Vickers, que fueron ubicadas en la denominada "Punta Brava", sector potencialmente vulnerable del fortín.
La aviación boliviana de exploración descubre el contingente enemigo. La orden del Tcnl. Marzana es terminante: "El destacamento tiene la misión de defender sus posiciones sin abandonarlas bajo ningún pretexto".

Sàbado 10 de septiembre: A horas 03:00 se reinicia el ataque. El enemigo rompe el fuego con una cortina de artillería para proteger a las tropas de infantería. (...) La falta de contingentes que apoyaran nuestros flancos, hizo posible que las tropas paraguayas cercaran el fortín, quedando desde aquel momento cortados de toda comunicación, salvo la que nos podía proporcionar la aviación. (...). El fuego dura toda la noche con intervalos y bajo éste nuestras tropas rechazan muchos asaltos de las tropas paraguayas. Son verdaderos tanteos del enemigo tratando de encontrar un lugar una brecha por donde irrumpir al interior (...) el insistente bombardeo provocó 7 muertos y 10 heridos entre la tropa.
Situaciòn: Desde las posiciones ocupadas un día antes, el ejército paraguayo dispara sobre las posiciones bolivianas empleando cañones, morteros y armas automáticas.
El My Lairana, comandando una fracción del 14 de infantería, marcha rumbo a Boquerón con la misión de explorar el camino a Isla Poí. Al recibir informaciones de que los paraguayos se habían retirado de ese sector, no toma precauciones y su unidad es sorprendida por un "cuatreraje" cerca a Boquerón.
Los camiones en que trataban de ingresar al fortín son emboscados por ambos lados de la picada (camino abierto a través del bosque), cayendo el 50% de los hombres. En esas condiciones totalmente adversas el Tte Rosendo Villa, bayoneta en mano, se lanza contra el nido de ametralladoras ubicado a 20 metros por delante, esquivando la metralla, logra penetrar de un salto en la trinchera, acallándola y salvando la vida de los pocos sobrevivientes de esa acción. El cuerpo del Tte Villa, jamás fue encontrado ni por bolivianos ni por paraguayos, lo que le ganó el título de "Teniente Fantasma" y a su destacamento como "Brigada Fantasma". Entre algunos miembros de la brigada fantasma se encuentran los tenientes A. Teleche, Rosendo Villa, Hugo Rada y el Sbte. Hernán Salazar y Melquiades Cossío. El Comandante Lairana cae prisionero con todos los sobrevivientes.
El Tcnl Estigarribia comprobando las capacidades defensivas de Boqueròn, rectifica su planeamineto y solicita refuerzos; el asunto exigía un sitio formal para obtener la rendición de los bolivianos. Así, la táctica consistió en una operación de hostigamiento, con morteros, granadas y ametralladoras que harían fuego contra las trincheras. 

Domingo 11 de septiembre: A partir de las 10 se presentan en varias ocasiones aviones nuestros y al mismo tiempo aviones enemigos (...) al finalizar los asaltos del enemigo en diferentes sectores de las trincheras durante el día, sin haber logrado otro resultado que una terrible sangría entre los soldados paraguayos, se nos exigía a porfía un contra ataque. Aún dándonos cuenta del desbarajuste en que se hallaban las tropas enemigas de la desorientación y el caos que reinaba entre ellas, esto era imposible.
Situaciòn: El ejército paraguayo continúa atacando el Fn Boquerón, que se presenta como barrera infranqueable. Un tendal de muertos paraguayos cubre el campo de combate; los heridos paraguayos llenan los puestos de sanidad; habían caído en la lucha los oficiales paraguayos Escóbar, Facetti, Yegros, Zenteno, Roa, Otaño y muchos otros más.
Se comienza a tender un hermético cerco, táctica que fue completada en 2 días.
Memorias del General Marzana (Fuente: diario La Patria)

Lunes 12 de septiembre:Llega la fracción Ustárez para conocer de cerca el desarrollo de las acciones y mantiene una reunión con el Estado Mayor, se le manifiesta los apremios para continuar con la defensa de Boquerón. Nuevamente los paraguayos intentan tomar el fortín. "a medida que pasaban los días el enemigo reforzaba sus unidades de artillería; se hacía más fuerte y acometía con mayor energía decidido a tomar el fortín en el más breve plazo.
En horas de la tarde se viene otro ataque por el NO y el NE, con tanta resolución y empuje que pareció que esta vez el enemigo, podría irrumpir en nuestras trincheras de defensa pero se repite lo mismo. El ataque dura por espacio de una hora y 29 minutos en medio de insultos y gritos de los guaraníes que retroceden como tienen costumbre dejando un sin número de muertos y heridos. Al parecer, se repliegan pues se oye un ruido enorme de camiones sobre la picada con línea a Isla Poí ¿o se trata de nuevos refuerzos?.
Situaciòn: El Comandante Marzana dispone que este día los oficiales Cap Víctor Ustáriz y Subte Julio Murillo salgan del fortín para tomar contacto con las tropas del fortín vecino Yujra, aprovechando los claros que aún existían en el cerco paraguayo. Ustáriz era el oficial boliviano con mejor conocimiento del terreno y sentido de orientación en la selva chaqueña; al haber sido explorador de estos terrenos durante los años previos a la contienda. Cumpliendo estas órdenes, salen de Boquerón, siendo rodeados por los paraguayos. Víctor Ustáriz emplaza sus piezas y de pie, desafiante, dispara contra el enemigo pero cae combatiendo bravamente. Los bolivianos perdieron así a uno de los más valerosos y experimentados combatientes de la guerra.
 
El cuerpo sin vida del legendario Capitán Víctor "Charata" Ustariz (Fuente: Memorias de la Guerra del Chaco)


El fuego de hostigamiento, especialmente de morteros, continúa incesantemente, y en este día se registran una decena de bajas. Un ataque paraguayo por sorpresa al anochecer, termina desbaratado. La moral paraguaya es baja, consideran que Boquerón es un pandemonio, el tendal de muertos ya se cuenta por millares.
La aviación boliviana bombardea y ametralla a las fuerzas enemigas que avanzan desde Isla Poí para reforzar a los que asedian Boquerón con reservas que no habían participado los días anteriores. El escuadrón paraguayo de defensa aérea reacciona tardíamente y durante todo este día la lucha es intensa.

Martes 13 de septiembre: Desde las 04:00 la artillería paraguaya empieza a bombardear con todas sus piezas protege el avance de nuevas líneas de la infantería. A las 14:00 horas se oye un recio combate con las tropas de Peñaranda. Escuchamos los gritos de "viva Bolivia" durante los asaltos a las posiciones enemigas.
Desde Yujra, a las 06:00, el destacamento "Peñaranda" efectúa un fuerte ataque con propósito de romper el cerco desde afuera, utilizando efectivos del "Campero" y "Loa" pero son rechazados desde la denominada "Isla del Diablo" por los tiradores paraguayos.
Mientras tanto, Boquerón amanece tranquilo, el movimiento del ejército paraguayo es incesante, mientras se observa la polvareda provocada por decenas de camiones que proveen al soldado paraguayo de municiones, víveres, agua y galletas.

La artillería enemiga concentra su fuego sobre nosotros. Nuestros tres cañones contestan de tarde en tarde para no agotar demasiado rápido su escasa munición. La infantería paraguaya hace esfuerzos sobrehumanos para ganar nuestras trincheras, mas los nuestros disparan sus fusiles con la más correcta puntería, midiendo el peligro, quedando el campo sembrado de cadáveres y también de heridos cuyos quejidos se escuchan toda la noche. Se han agotado los medicamentos. El ánimo levantado de jefes, oficiales y tropa se mantiene inalterable. Parece que actuáramos en una maniobra y ninguna calamidad nos arredra.
Situaciòn: El ataque de todos los días esta vez se realiza en la tarde, con los mismos resultados anteriores: los paraguayos, pese a sus denodados esfuerzos, son violentamente rechazados. En esta acción muere del lado boliviano el Tte. Juan de Dios Guzmán Montalvo, tras un violento combate.

Mièrcoles 14 de septiembre: A primeras horas de la mañana vuelan cuatro aviones paraguayos sobre Boquerón la defensa antiaérea no puede derribar a los incursores poco después aparecen aviones nacionales que bombardean posiciones paraguayas "uno de ellos larga un lastrado al fortín con correspondencia y un paquete conteniendo munición para fusiles pero la misma no puede ser utilizada por la altura desde la que fue lanzada”.
Una proclama del comando que se comunica a las tropas. Asimismo la nota informa de un inminente ataque a posiciones enemigas de Yujra y "que comenzará a las 12.00 y se llevará a efecto por tres partes en el ataque emplearemos tres carros de asalto".
Se ordena la salida de fuertes patrullas de Boquerón a fin de colaborar por esta parte a las acciones de las tropas atacantes de Peñaranda, desplazándolas en las tres direcciones que indican.
Muere al intentar romper el cerco exterior el Tte Mamerto Cuéllar, cuando atacaba la Isla del Diablo, que luego fue tomada en cooperación con el Cap Luis Gutiérrez Vera, que combatió valientemente. En la acción es herido el My Oscar Moscoso, en tanto que el My David Méndez abandona su batallón en pleno combate.
Situaciòn: El 6to dia de batalla se tuvo una relativa calma con enfrentamientos casuales, destacándose el mensaje enviado donde se comunica acerca de un inminente ataque a posiciones enemigas en Yujra, incluyendo inclusive carros de asalto para este propósito. Veremos con el pasar de los días si este ataque finalmente se realizó. 


Camilleros bolivianos transportando un herido junto a un muerto paraguayo en macabra postura (Fuente: blog Historias de Bolivia)
Jueves 15 de septiembre: La batalla se produce en dirección de Yujra notándose mucha actividad de tropas que pasan a reforzar las líneas paraguayas. A las 09:00 vuelan dos aviones propios sin lastrados ni proclamas, y en horas de la tarde se hacen presentes en el aire tres aviones paraguayos para ver la lucha a través de los campos enrojecidos por la sangre de los combatientes, evolucionan y observan el teatro de operaciones por bastante tiempo. Las tropas paraguayas reciben más refuerzos. El bombardeo que se sucede día y noche, no causa daños considerables a los defensores del fortín; pues, de más o menos 6.000 granadas disparadas, sólo alcanzan sus objetivos menos de 50.
Boquerón no se hallaba completamente cercado; existían claros que pudieron ser utilizados para filtrar tropas, tratando de burlar el asedio, sale en comisión especial el Subte Francisco Lazcano Antezana quien, al ser descubierto por el enemigo, recibe cuatro disparos que provocan su muerte.
Por su parte, el Sgto Deheza, a la cabeza de 16 hombres logra ingresar a Boquerón, rompiendo el cerco desde el sector "Castillo". El Destacamento “Peñaranda” con una parte del "Campero" y una compañía del RI Nº 7 a órdenes del Cap Pol apoyados por una pieza de artillería y un pequeño tanque, tratan de romper el cerco por el sector Yujra, siendo rechazados violentamente por el enemigo y en esta acción entrega su vida el Subte Alberto Cárdenas Soto.
Situaciòn: El día 14 se anunciaba que se iba a realizar un ataque por el sector Yucra con carros de asalto, al parecer este es el ataque que Marzana menciona el día de hoy, sin embargo claramente vemos que el ataque fue violentamente rechazado. De ambos relatos podemos concluir que hasta esa fecha la aviación boliviana atacaba con comodidad y mantenía superioridad sobre la del enemigo.
Del lado paraguayo se observa que en Asunción se tenía la noticia tal vez errada que Boquerón ya fue tomado, sin embargo, el Cnl Franco se percata para su pesar de la verdadera situación; donde, más bien, las tropas paraguayas eran violentamente rechazadas y muchas unidades devastadas con grandes pérdidas.
Se observa que el Ejército Paraguayo sufría también por la escasez de agua y por la necesidad de una mejor organización para mejorar su situación que según relata Franco, de haber aprovechado Bolivia la misma, habría resultado en un completo desastre para el Paraguay.
Si el comando boliviano hubiera actuado con mayor proximidad al TO pudo haberse percatado de esto y de haber tenido un contingente numeroso podría haber cambiado la situación gravitando a su favor, qué sucedió con esta falta de reacción, que a todas luces ya denota las fallas del alto mando boliviano en campaña.



Viernes 16 de septiembre: Muere en acción el My (US Army) Kenneth John Locart, ingeniero de nacionalidad estadounidense, quien conducía un tanque de guerra, dispuesto a dar socorro a los bolivianos que defendían el fortín.
Por el sector "Ramírez", los Tenientes R. Banegas y Arturo Montes rompen el cerco paraguayo y establecen comunicación con Boquerón, conduciendo dos ametralladoras y municiones, al mando de 150 efectivos orureños, soldados del RC Nº 6, y estos vuelven a fracturar el cerco enemigo para salir de él. Se observa que la moral de los defensores de Boquerón continúa siendo alta, todos pelean con entusiasmo, causando graves bajas en las filas paraguayas. El enemigo dispara contra los camilleros encargados de los heridos, no obstante exhiben estos la Cruz Roja Internacional.
Cinco mulos embastados irrumpen en el fortín, huyendo del lado paraguayo; los embastes llevan el escudo argentino, prueba de la cooperación que aquel país prestó al Paraguay. Se sabe que los aviones que abastecieron al fortín fueron alcanzados por varios impactos enemigos.
Situaciòn: La falta de ataque, y tranquilidad extrema hace temer lo peor en las filas bolivianas: el ataque final.
El Cnl Franco comenta que la aviación paraguaya era superior a la boliviana y que el Ejército Paraguayo estaba descontento por el poco apoyo de su aviación, menciona que la aviación boliviana atacaba impunemente al Ejército Paraguayo, esta observación del lado paraguayo simplemente confirma lo anotado anteriormente, que por el contrario la aviación boliviana era claramente superior a la paraguaya; es también de destacar que la aviación boliviana proveía en la manera de lo posible al fortín de lo básico, aunque muchas veces no lograba hacer caer los envíos en el fortín, o a veces caían y se destruían debido al fuerte impacto; sin embargo sí lograba desarrollar sus actividades libremente, por ende se puede afirmar que la aviación boliviana logró una supremacía en el aire Chaqueño, situación que sería confirmada posteriormente al conocerse el ORBAT de ambas armas. Algo que no se tiene claro es si las cargas que se soltaban desde los aviones bolivianos tenían un paracaídas o algo que frenara la caída, lo cual ayudaría mucho a esclarecer el motivo por el cual muchas de las cargas se dañaban con el impacto en el suelo.

Marzana indica que la moral de los defensores del Fn Boqueron sigue siendo alta y progresa causando graves bajas en filas paraguayas a pesar de estar irremediablemente cercada y asediada por un enemigo más de diez veces superior. También se aprecia del relato de Marzana que el cerco no era hermético, como lo creían las fuerzas paraguayas; puesto que el mando boliviano registra constantes ingresos de tropa propia que pudo burlar el cerco y proveer de armamento, vituallas y munición; lo curioso es que esos contingentes, en vez de permanecer en la plaza, se retiran; tal vez el alto mando boliviano confiaba en mantener ese tipo de incursiones regularmente.



Septiembre de 1932 - Jefes y Oficiales bolivianos defensores de Boquerón. Según un historiador boliviano y combatiente de la Guerra del Chaco; "estos representaban la flor y nata del EB " (Fuente: Wikipedia)

Sàbado 17 de septiembre: La aurora de este día es saludada con un bombardeo espantoso de más de 30 piezas de grueso calibre, cañones y morteros como ningún otro día y con derroche de munición sin control ni reparo.
Parécenos que la intención del comando paraguayo era la de pulverizar a los defensores, antes de abrir brecha en algún lugar de las fortificaciones, pues luego del bombardeo tan formidable empieza el tableteo de las ametralladoras y de toda la masa de infantes y de caballería (...) obligándonos a poner en acción a todos los defensores de la plaza. En horas de la tarde ingresan al fortín un batallón del RI Nº 14 a órdenes del Tcnl Montalvo haciendo un total de 15 oficiales y 300 de tropa.
A las 04:00, el enemigo reinicia sus ataques sobre Boquerón, disparando sus 32 piezas de artillería y morteros, sin causar efectos.
Situaciòn: La gallarda y poderosa Escuela Militar de Cadetes del Paraguay, llega para reforzar las unidades que atacan Boquerón. La Escuela Militar, comandada por el My Bray, estaba compuesta de 1.600 hombres, considerada la mejor unidad del Ejército enemigo "haría reventar las paredes de Boquerón". Su comandante les arengó: "Hoy vamos a tomar Boquerón, no hay bolivianos que nos detengan, brindo por anticipado el triunfo con un trago de caña paraguaya". Dictadas las órdenes de ataque, los cadetes de la Escuela Militar se lanzan al ataque y son recibidos por ráfagas de ametralladoras de los defensores bolivianos, que causan numerosas bajas. Muchos cadetes quedan tendidos en el pajonal y los demás se desbandan atemorizados ante el asombro de su Comandante Bray que se enfrenta con un suboficial, quien le contesta en guaraní: Ojhasa pá nicó oré acá así pila bolí (pasaron por encima de nuestras cabezas los bolivianos). Esto se debió debido a que una fracción boliviana al mando del Tcnl Montalvo, que debía ingresar a Boquerón, llegó por retaguardia al iniciarse el ataque enemigo y desbarató el asalto de los soldados paraguayos.
Vean como con el pasar de los días el fragor de la batalla va subiendo de nivel, así como la artillería paraguaya hace un derroche de poder de fuego sin lograr un objetivo claro; por el contrario, más bien se reporta que provocan estragos en propia tropa.

Analizando la descripción efectuada por el Cnl Franco se puede afirmar, que existía cierto desorden para maniobrar en conjunto así como malentendidos para acatar las órdenes o en su defecto se podría presumir un gran temor ante la resuelta y disciplinada defensa del destacamento boliviano, que frenaba en todos los sectores, el avance que se esperaba fuera decidido y terminante. La confianza desbordante de algunos mandos paraguayos, que llegaban a brindar por adelantado, por la toma de Boquerón, manifestando que harían reventar las paredes del fortìn, contrastaba con el enérgico rechazo de los defensores, a tal punto que los atacantes corrían desbandados ante la formidable oposición de los defensores bolivianos.

El ataque de la Escuela de Cadetes fue prácticamente desbaratado por completo en parte por la defensa y en parte porque una unidad boliviana atacó por las espaldas a la escuela de cadetes en pleno asalto, lo cual da a entender que si pequeñas unidades lograban desbaratar y romper el ataque enemigo, tal vez hubiera gravitado a favor de Bolivia un ataque bien pensado y con un contingente de gran número; sin embargo también sería lógico concluir que este destacamento logró este resultado, justamente por su reducido número y flexibilidad para maniobrar en el terreno. Tal vez con la presencia de un numero de 6000 defensores bolivianos actuando por las distintas alas del ataque a Boqueròn, apoyados por artillería y aviación se hubiera podido desbaratar todo el ataque paraguayo; en vista que de la lectura de ambos diarios, había fallas en la conducción del alto mando boliviano pero también las había en el mando paraguayo. Sobre el Alto Mando Boliviano me refiero a quienes maniobraban desde el exterior pretendiendo romper el cerco así como hostigar y atacar a los sitiadores; el mando al interior del Fortín, dados los resultados no puede ser objeto de reproche alguno, sino más bien cabe resaltar la conducción de Marzana y su Estado Mayor reducido, que rechazaban todos los embates hasta ahora efectuados. 


Domingo 18 de septiembre: A las 04:00 se presenta el Tte Grosberger con 40 hombres y entrega 8 cajas de munición y algo de víveres. Se ordena para este grupo de hombres un descanso en las zanjas. A las 10.30 es conducido un soldado paraguayo Luis Aquino quién dice ser de Alberdi a esta hora hay parte de que el sector del Cap Romero es fuertemente atacado pidiéndose refuerzos. Continúa el hostigamiento sobre Boquerón con todo tipo de armas y las ametralladoras paraguayas barren las copas de los árboles en el supuesto de que en ellos se encuentren francotiradores bolivianos.
Situaciòn: Las unidades bolivianas que tratan de romper el cerco son las siguientes: RI Nº 4 con 200 plazas; RI Nº 5 con 300 plazas; RC Nº 6 con 220; RC “Lanza” con 110 plazas; RI “Azurduy” con 80; RI Nº 16 con 500; GA “Calero” con 40; Grupo Morteros con 60; RC con 300, son un total de 2.400 hombres que intentan romper el cerco enfrentando a más de 10.000 soldados enemigos bien armados y equipados.
De los apuntes paraguayos notamos que el ejèrcito está en un estado de desesperación debido a que no están consiguiendo los resultados esperados, por el contrario vienen sufriendo graves daños propinados por el grupo defensor de Boquerón, incluso reflexionan que un reducido grupo está avergonzando y deteniendo al grueso del Ejercito Paraguayo.

Por otro lado vemos que el Ejército Boliviano dispone de un contingente para tratar de romper el cerco a Boquerón, sin embargo pareciera que la planificación no va más allá de la simple intención de aliviar la presión sobre los sitiados, no otra cosa se puede concluir si se tenía un efectivo de 2500 soldados tratando de romper el cerco. De ello surge la interrogante, por qué no se atacaba a los flancos paraguayos, y en lugar de romper el cerco, se progresaba en desbaratar los intentos paraguayos de retoma del fortín; con los 2500 soldados mencionados, empeñados en la rotura del cerco, se podría haber maniobrado para cortar el paso entre Boquerón e Isla Poi; paralelamente emplear al menos 5000 soldados para atacar las espaldas del Ejercito Paraguayo directo sobre Isla Poi, en un ataque decidido; tal vez, y estoy hablando con el diario del lunes, especulando ....se podría lograr dos objetivos superiores, cercar al grueso del ejercito paraguayo e indirectamente.... hasta acabar la guerra en ese mismo lugar. Ahora bien, también es lógico señalar que; en caso de fracasar dicha maniobra, quien se vería seriamente comprometido y prácticamente derrotado sería el Ejército Boliviano.
Estas observaciones no hacen más que ratificar la dubitativa y timorata conducción del EM boliviano; así como, en menor medida, los defectos en la conducción paraguaya; obviamente por la inexperiencia pero también por la incapacidad profesional de varios altos oficiales.


Soldados bolivianos defendiendo Boquerón. Muy probable que sea una acción de contrataque debido a que no se encuentran en una posición con resguardo. Nótese que el soldado arrodillado tiene en sus manos un cañón de reemplazo para la ametralladora. (Fuente: Wikipedia)
Lunes 19 de septiembre: El estado físico de la gente en el reducto era peor, espectros armados sin dotación suficiente, sin alimentos y una miserable cantidad de agua infectada que apenas se podía extraer del único pozo que quedaba, controlado por el fuego enemigo. Continúa el asedio del Fn Boquerón por fuerzas paraguayas que hacen derroche de munición de todos los calibres, sin obtener resultado alguno.
Salen de Boquerón con una fracción de 45 hombres del RC Lanza hacia Castillo, los Subtenientes N. Grosberger y Luis Estenssoro Machicado, quienes son sorprendidos por ráfagas de ametralladoras a pocos kilómetros del fortín. Estenssoro recibe heridas en la cabeza, el pecho y las espaldas y en un acto de desesperación se suicida. Este valiente oficial era descendiente del Benemérito Cnl Miguel Estenssoro que encabezó una expedición al Chaco en 1888. Durante todo el día y la noche, Boquerón soporta estoico el castigo de las balas enemigas que no cejan en su intención de rendir las armas bolivianas dispuestas hasta el último sacrificio.
Situaciòn
Es de destacar que las tropas paraguayas pese a su libertad de acción y mantenimiento de sus líneas de abastecimiento, sufran de sobre manera por la sed, con relatos realmente conmovedores al respecto, al punto de auto infringirse mutilaciones, también llama la atención la cantidad (según indica Franco) elevada de desertores, que prefieren cualquier cosa a sufrir la desesperante sed, tomando en cuenta que el Ejército Paraguayo estaba mucho más ambientado que la tropa boliviana, contrapongamos la situación a los defensores bolivianos en el interior Boquerón que no tenían más que intentar beber de la única fuente de agua, la cual estaba reglada por el fuego paraguayo; donde quien osara asomar era fatalmente dado de baja, amén de que en ella flotaban un sin número de cadáveres, contaminando por ende esta fuente de agua, que ya no era bebible, quedando la guarnición sin el líquido elemento; además de los incidentes ya anotados del abastecimiento por vía aérea.
Ya a estas alturas de la batalla es impresionante hasta donde llegó el sacrificio del soldado boliviano, que además de estar sitiado por un enemigo superior en casi una proporción de 10 a 1; carecía de agua, y finalmente empezaba a quedarse sin munición, provisiones, insumos médicos, víveres.
Por su parte el Ejercito Paraguayo hacía un derroche impresionante de fuego sobre el Fortín, sin lograr resultados tangibles y productivos para sus objetivos, los sitiados a pesar de todas las privaciones, se mantenían incólumes y firmes en el cumplimiento de la orden dada por el Alto Mando.
Todo el honor a los bravos defensores olivianos.... aún les quedaba 10 días más soportando todos estos embates, miserias y carencias; pero con la voluntad firme y decidida de que el sacrificio era efectuado en aras de los más altos intereses de la Patria y el honor del Ejército Boliviano que a esas alturas de la contienda realzaba su modesta reputación poniendo en jaque prácticamente a todo el Ejército Paraguayo. 

Artillería paraguaya luego del combate en uno de los "patios" de Boquerón. Nótese al fondo lo que fuera el PC del Tcnl Marzana (Fuente: diario La Patria)

Martes 20 de septiembre: Doce días de batalla, asedio tenaz y continuado, de hambre y de sed pero no han conseguido doblegarnos; se sigue combatiendo con la misma fuerza y moral del primer día. Este es el duodécimo día de ataque a Boquerón, con toda clase de armas. Se establece un riguroso racionamiento de agua entre los defensores debido a que el enemigo tiene varias armas regladas sobre el pozo de abastecimiento donde ya habían muerto muchos soldados.
Los aviones bolivianos bombardean a las tropas enemigas que asedian el fortín. Una patrulla enemiga incursiona en el Fn Cuatro Vientos y al fracasar en su intento es perseguida por fuerzas bolivianas.
Los víveres en Boquerón escasean y se prevé que sólo podrán abastecer dos días más.



Mièrcoles 21 de septiembre: Desde las 05:00 las posiciones del sector del My Ocampo reciben fuerte ataque enemigo el fuego muy vivo de ametralladoras y fusiles pone en serio peligro dicho sector pero la tropa que había sido prevenida por los patrulladores, rechaza con la mayor energía, batiendo a los asaltantes hasta ponerlos en fuga hacia el monte donde se internan dejando en el campo muchos muertos y heridos y algunos fusiles que son recogidos en la noche. Se ordena la salida del destacamento Montalvo que no tenía órdenes de quedarse en el fortín sino de establecer una línea de comunicación.
Por las noches los soldados bolivianos se aventuran hacia el campo de tiro, donde innumerables cadáveres "pilás" (paraguayos) abandonados están en estado de putrefacción, para proveerse de agua, galletas y munición pertenecientes a los cadáveres enemigos, desafiando el hostigamiento paraguayo
Situaciòn: Continúan los ataques al Fn Boquerón y en este día, por la zona intentan un nuevo ataque violentamente rechazado por los defensores. Desde días antes, los paraguayos se hallan empeñados en estrechar el cerco; en esta maniobra se emplean al RI4º, RI6º y al RC2º, cuyos jefes dicen que cerrarán la "última puerta a los bolís".
Intranquilizados por la resistencia boliviana, los oficiales se preguntan ¿Por qué no cae Boquerón?, ¿por dónde reciben refuerzos los bolivianos?, finalmente ¿dónde se ubica el principal reducto del fortín?.
Mientras tanto, en el fortín escasean los víveres y hay un riguroso racionamiento de agua y municiones. El mismo Ejercito Paraguayo está confundido por no lograr un avance claro el cual obtenga resultados sustanciales, a pesar de como dice...“Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior”
Nuevamente se reporta el nivel de deserción y auto mutilación de los efectivos paraguayos, a pesar de llevar la iniciativa se ve estas escenas, por supuesto desalentadoras para sus propios efectivos. Cabe destacar la profunda preocupación del Cnl Franco quien teme y supone que el Ejército Boliviano estaría pronto a recibir un refuerzo importante que de ser real, desequilibraría la situación, con lo cual Paraguay perdería la iniciativa como atacante y pasaría más bien a defender, lo cual era contrario a sus expectativas y proyecciones respecto al conflicto.
Por el lado boliviano nuevamente se observa que en lugar de que Boquerón reciba refuerzos, contrariamente y de forma constante enviaba gente hacia fuera del cerco, disminuyendo el efectivo para la defensa desde el interior del Fortín. ¿Por qué no se recibió refuerzos importantes, que hubieran cambiado o alterado la situación a favor de Bolivia?.
(Fotografías: Grupo Facebook Memorias de la Guerra del Chaco)

Situación final del Fn Boquerñon, el cerco completo del reducto boliviano (Fuente: diario La Patria)

Viernes 23 de Septiembre de 1932

El enemigo ha suspendido sus ataques y releva sus tropas, ya agotadas. Sus camiones “aguateros” se acercan hasta ponerse a nuestra vista, se han dado cuenta que economizamos munición. Abrimos fuego contra dichos camiones y perforamos algunos de sus tanques, uno de esos vehículos lleva pintado el número 54. Se confirma que están bien equipados y mejoraron los servicios, como debe estarlo un Ejército en Campaña.

...surge un nuevo problema para los comandantes de piezas, por el calor sofocante y el empleo continúo, las ametralladoras se ponen incandescentes y quedan fuera de servicio, falta agua para refrigerar los cañones de repuesto, los sirvientes de pieza deben aproximarse hasta el pozo controlado por el enemigo, que lo espera bala en boca. La poca cantidad de agua de que disponen no la pueden beber, pues les está estrictamente prohibido, deben ceder para el enfriamiento de las automáticas, las gotas con que podrían humedecer las gargantas torturadas por la fiebre, que obliga a los soldados a juntar orines para dicho enfriamiento.

Soldados paraguayos posan junto a una posición fortificada en el recién recuperado Fn Boquerón… Desde la parte alta de ésta, con una automática se dominaba casi todo el cañadón limpio del frente N y NE del fortín. Era imposible acercarse sin recibir una buena ráfaga por parte de los tiradores bolivianos que lo defendían (Fuente: gpo facebook Memorias de la Guerra el Chaco archivo del forista Víctor Meden)
Asombroso dilema; ¿Quién debe tener preferencia en estos trances: el duro e inerte acero de las automáticas, o las gargantas humanas?. Un avión ha dejado caer un mensaje más; es otra proclama del Grl Quintanilla, tan fantástica como todas las suyas: “Ya vuestros corazones latirán bajo la condecoración que os otorga el Supremo Gobierno. . . Nuestros pilotos, cuyas proezas habéis observado, se esforzarán a diario para lanzaros víveres que aseguren vuestro sustento”.
Ridícula hojarasca, petulancia lírica que los hijos del pueblo boliviano escuchan siempre en los momentos más trágicos y solemnes de su vida, teatralidad grotesca de todos los tiempos. Pero Boquerón cumple la misión táctica y estratégica que sus defensores se han impuesto: contener el ímpetu de agresión masiva del enemigo, anulando su iniciativa de ataque, inmovilizándolo. Es menester quebrantar su moral convirtiéndola en fuerza ofensiva amedrentada, por lo que urge convencerle al pueblo paraguayo que creyó retomar Boquerón con el primer golpe, que no podrá cumplir tan fácilmente su afán de desquite, porque aquí está el soldado boliviano, como jaguar en la selva, dispuesto a no ceder un palmo de nuestro patrimonio al invasor.

De los 15.000 hombres que el Paraguay puso sobre las armas en el espacio de tres meses, sobrepasando su inicial alcance de movilización integral, van quedando frente a nuestras trincheras, 7.000 combatientes que no podrán levantarse más. Sus escogidas fuerzas de choque, las más de ellas pertenecientes a los cuadros de regimientos de paz, se han reducido a la mitad. (Fuente: Combatiente del Destacamento Militar que defendió el Fortín Boquerón. Fotos: Historia Fotográfica. Guerra del Chaco. 1932-1936. Archivo Histórico de la Casa de La Libertad y Fundación Cultural. El Periódico de Bolivia)

29 de septiembre de 1932 - Boquerón… el final de la gran batalla - No era una rendición, sólo se pedía una tregua para retirar a los heridos y enterrar a los muertos!




Comandante del Destacamento "Marzana" "¡La Batalla de Boquerón ha terminado! El Comando paraguayo hace desenterrar a nuestros muertos para contarlos. Colérico, no admite que Marzana hubiera combatido solo con 240 hombres en los últimos días. Interrogatorios de guerra sumarios:
- ¿Dónde están las ametralladoras?
- Están destruidas, la respuesta general
- ¿La Bandera del Fortín?
- Nadie sabe de ella.
Con los ojos cubiertos por el sueño agobiante, veo desfilar la otrora altiva columna de mis soldados, rumbo al cautiverio, por los tortuosos senderos del Chaco… del Infierno Verde. El Cnl Gaudioso Nuñez, Comandante de la 3raDI, hombre infinitamente humano y exquisito "gentleman", nos tiene en su PC. Sus oficiales y soldados nos observan como ejemplares raros, nos ofrecen reparador mate con leche condensada y galletas, mezclo estos elementos con dos latas de "corned beef", de fabricación argentina. Ninguno de nosotros se cuida de engullir raciones que por la fuerza tendrán que enfermarnos…”
De pronto aparece el Tcnl Marzana, saliendo de una picada, le conducen con los ojos vendados, le contemplamos absortos, las gargantas se anudan, las lágrimas inflaman los ojos resecos, imposible de contener los sollozos… Gaudioso Nuñez, ordena:
¡Oficiales y soldados del Paraguay, saludad las lágrimas de estos valientes! ¡Los guerreros también saben llorar… Atención! Todos se cuadran y saludan. Ellos también lloran. Son los soldados que por 21 días nos han atacado furiosamente, hasta vencernos. Luego todos son conducidos, primero a Isla Poi y luego a Asunción". (Así relataba con pasión el My Alberto Taborga, en su Diario de Guerra)

El 29 de septiembre de 1932, fue el último día de combate del Fn Boquerón, fueron 21 días de intenso cruce de fuego entre soldados bolivianos y paraguayos.
Los nuestros comenzaron con 619 hombres entre clases y soldados, además de 30 jefes y oficiales al mando del Tcnl Manuel Marzana Oroza, mientras que los rivales tenían algo más de 15 mil hombres al mando del Tcnl Félix Estigarribia, dato extraído de las Memorias del Grl Marzana, titulado "La Gran Batalla".

El final: ese día los soldados y jefes militares eran llevados en fila india, eran los héroes bolivianos y los villanos en el Paraguay, hasta que se supo que solo esos 449 hombres con vida habían combatido a una fuerza poderosa que terminó diezmada para sorpresa de ellos mismo.


Relato: mientras caminaban, en la mente del soldado boliviano Salvador Wildó, llegaba cada recuerdo desde el primer día que el Ejército tomó el Fn Boquerón, en julio de 1932, momento del inicio de la Guerra del Chaco y que terminó el 14 de junio de 1935 con el Cese de Hostilidades entre ambos países.

Pero el recuerdo más fresco que tenía, era del último día en Boquerón, era de madrugada, ya no tenían municiones. La orden superior era de disparar sólo si estaban seguros de bajar a un "pila". Mientras el enemigo avanzaba cada vez más con la artillería pesada que tenía. Cuando ya aclaraba, como a las 05:30 horas, observó desde su trinchera salir como oficial parlamentario al Cap Antonio Salinas, acompañado del suboficial Carlos de Ávila. En ese ínterin, desde el lado paraguayo se escucharon gritos: ¡Cesar el fuego! e inmediatamente vivas y otros a favor de ese país. El oficial parlamentario que salió hacia el lado paraguayo llevaba una bandera blanca, que para los "pilas" fue interpretado como rendición, sin embargo, no lo era, ya que nuestro jefe y líder, Tcnl Manuel Marzana, los envío para concertar con su comandante en jefe una tregua para enterrar a nuestros muertos. De la misma manera se conoció horas después que del lado paraguayo también se pretendía enviar a dos parlamentarios para pedir a Marzana, ingresar al fuerte con el objetivo de la tregua a fin de enterrar a los muertos y evacuar a los heridos en vehículo hasta el Fn Yucra.
Cuando se hacía ese cometido, un soldado boliviano disparó contra el oficial paraguayo, lo hirió pero fue uno de los últimos tiros que se escuchó. Luego, todo era griterío paraguayo que avanzó hasta nuestras filas y la bandera blanca la confundieron con rendición. Su intención era más que obvia, querían matarnos, pero al vernos casi esqueléticos, sus miradas de furia cambiaron por compasión. Eran 9.500 fieras humanas que invadieron nuestro fortín, que por 23 días fue nuestra casa. Todo había terminado, nos hicieron sus prisioneros, pero al mismo tiempo nos tuvieron compasión porque nos invitaron agua, galletas, leche condensada. Observé que varios oficiales paraguayos renegaban, porque nunca imaginaron que los que les hicimos frente éramos 649 y terminamos 448. Desenterraron hasta nuestros muertos para verificar aquello. 
Afiche boliviano rescatando la valentía del Tcnl Marzana y su tropa (Fuente: blog Historias de Bolivia)).
 Prisioneros: una vez en sus manos, caminamos escoltados hasta Isla Poi y de allí nos llevaron en camiones hasta Asunción. A la llegada en la cañonera "Humaitá", escuchamos silbidos por todos lados, el ánimo de los civiles paraguayos era hostil, pero la noticia era que los prisioneros de Boquerón habían llegado.
Fuimos empujados a tierra, las fuerzas de sostenernos en pie eran vanas, éramos unas verdaderas piltrafas humanas, con la ropa sucia, rota, ni que pordioseros. En ese momento, ocurrió algo raro, la gente al vernos cambió de postura en cuestión de segundos. “A medida que nos llevaban a pie escoltados, comenzamos a escuchar el llanto de hombres y mujeres. Nuestras gargantas eran nudos, queríamos sumarnos a ese sentimiento. En el recorrido, un niño descubre a nuestro jefe, el Tcnl Manuel Marzana y grita: "¡Bravo Marzana!", inmediatamente el pueblo paraguayo rompió filas y nos atendió como a sus héroes. No aguantaba la resistencia de las lágrimas, salieron de inmediato sintiendo los abrazos de nuestros rivales. Tenía la cabeza gacha por el cansancio, pero el corazón henchido de orgullo por haber defendido a mi Patria”. (Fuente: Dehymar Antezana - diario La Patria)) 

Prisioneros bolivianos de Boqueón por las calles de Asunción (Fuente: diario La Patria)

Una noche màs en Boqueròn! Las diez de la noche, la luna esplende magnífica! Esta luna del Chaco Boreal, grandiosamente enorme, tiene por marco a la fronda infinita. Se diría que hasta las luciérnagas quedan cegadas ante sus deslumbrantes destellos. Muy cerca, en las zanjas enemigas, se oye el dulce son de una música exótica, arrobadora y enervante. Una vez rompe en sutil falsete el desacostumbrado silencio:
“India bella mezcla de diosa y pantera
Doncella desnuda que habita el Guayrá
Arisca romanza curvó sus caderas copiando un recodo del azul Paraná…”
Lagrimas de machos bravíos…estos pilas cantan por igual un endecha de amor, como una polca guerrera. Lo mismo se persignan para entrar en combate, como no conocen escrúpulos para desollar vivo al contrincante, sin ascos ni melindres.
Calla la canción, en nuestra línea comienza un aire melifluo, doliente…parpadean los ojos… se estruja la garganta…vibra el charango monocorde…clama el cielo una voz altiplánica:
“Mañana cuando me muera
Morirán todas las flores,
Y en la loza de mi tumba
Cantarán los ruiseñores….”.
Y se inicia un extraño pero espontáneo contrapunto…gime el pila:
“Bravea en las sienes su orgullo de plumas
Su lengua es salvaje panal de Iruzuuú…
Collar de colmillos de tigres y pumas
Enjoya a la musa del Iguituruzú…”
Solloza el charango:
"Cauquirurak irpitata,
Cauquirurak sarjañani,
Janipuniu sarquiristi,
Uca thanta marcamaru…”
Sosiego en todos los sectores. Puedo dormir (…) Despierto alarmado, mi asistente, estafeta y alguna vez confidente, me sacude y avisa en voz baja: “Mí teñente, los pilas istán avanzando al arrastre, istán queriendo queriendo darti golpi de mano…”. Mis soldados han sorprendido al enemigo en su cauteloso avance, aprovechando las sombras de la madrugada han progresado milímetro a milímetro, les dejo continuar y abriremos fuego a boca de jarro.
Están a ochenta metros y nos creen dormidos, gritan en tropel “Aña-nem-buí… bolis“Viva el Paraguay”. Nuestros soldados replican “pilas hijos de puta, “Viva Bolivia”. El dragoneante Chura se desgañita gritando “Pelas… pelas cojoros… avansate si eres hombre…! Asaltan frenéticos y llegan a los veinte metros. La metralla los siega inmisericorde. Son aniquilados 150 hombres del “Corrales”. Sus muertos nos proveen de galletas, munición, cuatro livianas, agua de sus caramañolas y tabaco.
Es necesario salir en busca de víveres y municiones que siempre se encuentran en los morrales de los muertos paraguayos para ello, el Cabo Cuchallo, de Huanumi, sale con dos hombres para recoger esos artículos que para nosotros resultan providenciales, abandona la zanja y avanza hasta los primeros muertos. Estamos listos para protegerlos de posibles sorpresas, observo, y veo cómo el cabo esgrime furiosamente su cuchillo bayoneta ¿Qué sucede?. ¡Esta rematando heridos!, corro para impedir semejante atrocidad. El cuadro es horrendo, hay un hombre con el cuello traspasado y, lo que es peor, hay un testigo; es un cadete paraguayo casi imberbe, está herido y me acerco a él, le mojo la cabeza con el agua de su caramañola y le instruyo para que llegada la noche llame en voz alta a sus camilleros. No lo hacemos prisionero, porque no podríamos curarlo, el cadete me pide mi nombre y se lo doy ¿El suyo? pregunto a mi vez, Cadete Dionisio Bareiro! contesta. Bajo palabra de honor, le pido guardar silencio sobre lo viera antes… nunca olvidaré el rostro de ese niño que responde como un hombre “No he visto nada mi Teniente”. Al anochecer, Bareiro llama a sus camilleros y les permitimos aproximarse, despuès se lo llevan.
Boquerón, 23 de septiembre de 1932. (Fuente: Diario de Guerra del My Alberto Taborga)




El Grl Marzana (en el centro), retirado del Ejèrcito, junto a camaradas de Boqueròn, a su derecha el Tcnl Cuenca, que fuera 2do Comandante del fortìn, todos de civil, acompañados por un alto oficial en actividad, durante un acto en La Paz (Fuente: diario La Razón

Del Cnl Rafael Franco del Ejèrcito paraguayo
Es importante conocer, a esta altura del combate (11 dìas de violentos enfrentamientos y con grandes pèrdidas de personal y material por parte de ambos contendientes), el pensamiento del adversario. El Cnl Franco, en su Diario de la Guerra del Chaco expone, justamente en este dìa los siguientes conceptos: “toda la noche pasé muy preocupado e intranquilo y en consecuencia sin poder conciliar el sueño. Son 11 días ya que estamos frente a esta posición fortificada enemiga sin haber conseguido resultados positivos y alentadores, mientras tanto el ejército enemigo estará más adelantado en su concentración y progresión hacia Boquerón. Si el enemigo continúa resistiendo hasta que lo socorran refuerzos importantes es muy posible que perdamos nuestra libertad de acción y será muy difícil que la recuperemos a causa de nuestros precarios recursos: es decir, adoptaríamos la defensiva, lo cual será desfavorable a la causa de la patria. 

Toda la noche se produjo un vivo tiroteo de ambas partes, nuestra artillería dispara mucho sobre las posiciones enemigas. Es que se encuentran muy cerca de las posiciones enemigas.
Es que se encuentran muy cerca de las posiciones adversarias, unas de atrás y cualquier ruido provoca nutridísimos disparos. Estamos en una guerra de posiciones!! ¿Quién tiene la culpa de este desatino, de este contrasentido? !!. Nosotros y nadie màs que nosotros!!. Estamos en una proporción de cerca de 15 paraguayos por 1 boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior. Nuestras operaciones debían de haber sido mucho más amplias,  Arce debía de haber sido atacado al mismo tiempo que Boquerón.

A cada día que pasa se nota más todavía la falta de comunicaciones. Hace más de una hora que se combate intensamente en el frente de Yujra y este es el momento que no se tiene noticias del combate. Es indispensable que por lo menos la comunicación telefónica se extienda hasta los PC de los batallones. Pero no se dispone de alambres y aparatos; apenas las divisiones y los grupos de artillería están unidos con el Comando del Grupo de Ejército.
A estas alturas se hubieran movilizado ya a todos los especialistas y requisado en Asunción los materiales necesarios pero no hay nada y la conducción de la batalla encuentra dificultades inmensas por la carencia de estos materiales. Continúan llegando soldados que se mutilan diariamente y no son sancionados de acuerdo a la ley.
La guerra es un acto brutal y la gana generalmente el menos sentimental. Gracias a la nueva organización del servicio de aprovisionamiento de agua, las tropas ya no sufren privaciones.
Desde hoy ya tomarán cocido y se preparará la comida como de costumbre. Estoy muy feliz, he contribuido en algo para el bienestar de nuestros valientes y abnegados soldados. En todo caso el agua continua siendo escasa, no hay para los caballos y el aseo personal. La caballería anda a pie íntegramente, y la tropa desde que está en estas regiones no se ha aseado más. El primer día me causó mucha repugnancia el olor familiar y desagradabilísimo del cuerpo sucio, pero ahora mi olfato está acostumbrado, mejor dicho, ya soporta. Los oficiales en vez de tirar el agua que habían utilizado para el aseo personal, lo aprovechan para lavar pañuelos, calzoncillos o medias, y después se da alguna mula o caballo que por allí está muriendo de sed. Hoy, después de varios días de intensísimo calor, tenemos una temperatura agradabilísima. Esto es providencial porque la vida se hacía muy penosa con esta temperatura insoportable. A la 13:00 horas el grupo de escuadrones al mando del Cap Ayala Velázquez que actúa en el frente de Yujra, fue aislado de la división por una infiltración boliviana que se interpuso en su camino de retirada. Se dispuso que inmediatamente sea desalojado el enemigo de allí. Hasta esta hora, 18:00, no se conoce el resultado de esta operación.


El RI Nº 2 “Ytororó” en una acción librada con el enemigo en el camino Castillo-Boquerón, fuera de las fortificaciones, consiguió poner de baja a un Capitán, un Teniente y 45 soldados, tomaron 1 ametralladora pesada, 2 livianas, 15 fusiles, 2 caballos, 1 mula y algunos materiales sanitarios. Hasta hoy, desde el comienzo de las operaciones hemos tomado ya 6 ametralladoras pesadas, 21 livianas y mas o menos 200 fusiles. A las 21:00 llegó la noticia de que las tropas bolivianas que habían cortado las comunicaciones del grupo de escuadrones Ayala Velázquez, había sido rechazado hacia las posiciones bolivianas de Boquerón, quedando nuevamente libre para el tránsito de nuestras unidades.(Fuente: www.zona-militar.com/foros - La batalla de Boqueròn, septiembre de 1932)


Reflexiòn: Boquerón, la primera batalla decisiva de la Guerra del Chaco, dio al Paraguay una enorme ventaja psicológica. La derrota boliviana demostraba que el Paraguay, mediante su superioridad numérica y de elementos, obtenía el dominio completo de la campaña. Su ejército, pobremente adiestrado pero mejor equipado y con una potencia de fuego tres veces mayor, derrotó a las fuerzas bolivianas y en el curso de esta experiencia, los inexpertos muchachos campesinos de un principio, se transformaron en duros veteranos. Sus morteros Stokes-Brandt fueron la sorpresa de la batalla (arma tácticamente decisiva) en tanto que las ametralladoras livianas resultaron excelentes con su potencia de fuego en los matorrales. Una fuerte corriente de optimismo sacudió al Paraguay, y reemplazó a la previa resignación heroica de luchar hasta el último reducto defensivo.

Inversamente, la moral boliviana quedó destrozada con la comprobación de que ‘la más miserable de las republiquetas de SudAmérica’ acababa de ganar la primera batalla y traía al teatro de la lucha fuerzas poderosas y dominantes. Como observó en cierta ocasión el Mariscal Rommel, con motivo de un caso análogo: ‘Desde el punto de vista psicológico, es de lo más infortunado que la primera batalla de una guerra termine en tan desastrosa derrota, especialmente cuando le precedieron tan grandiosas predicciones. Es sumamente difícil que nunca vuelva a restaurarse la moral de los hombres’.



Armamento capturado en Boquerón por las tropas paraguayas (Fuente: Wikipedia)
Para Bolivia, Boquerón es la muestra del temple del pueblo boliviano, hace hinchar el pecho de orgullo y emoción saber que los soldados que defendieron heroicamente Boquerón nadie se los inventó, son héroes verdaderos de carne y hueso, reconocidos por el propio enemigo de entonces y ¡justicia del enemigo es dos veces justicia¡
La defensa de Boquerón está considerada como una de las batallas más heroicas en la historia militar universal, a causa de los hechos y detalles de sublime heroísmo que supera con creces a la fantasía que se dieron durante la defensa que hicieron ese puñado de titanes en setiembre de 1932.

Son el paradigma y modelo a seguir de todo boliviano que ser precie de tal, pues lo sacrificaron todo por amor a la Patria, por servicio a sus generaciones futuras, que somos nosotros sus descendientes, rindo homenaje sincero de cariño, amor, respeto y sobre todo de agradecimiento por su heroico sacrificio, este seguro Grl Marzana que aún quedamos bolivianos que recuerdan y reconocen sus hechos y no dudarían en imitar su gesta en la hora en que nuestra amada Bolivia vuelva a estar en peligro. El grito del pueblo boliviano!!

Monumento en Boquerón  que recuerda los días de combate que enfrentaron a bolivianos y paraguayos (Fuente: diario La Razón)
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Opinión sobre el gobierno del presidente Salamanca de un soldado en las trincheras de Boquerón: “Salamanca es el arquetipo del paranoico superior. Impotente para sancionar a su pueblo que comienza a dudar de su capacidad de conductor, lo lleva a la guerra para que el adversario y los elementos naturales de este infierno le castiguen; y no hay ser más peligroso para la vida y el porvenir de los pueblos, que el paranoico, hecho gobernante. Envanecido por la pirotecnia de su verba fácil sin contenido interpretativo de la realidad nacional y si sólo con el barniz curialesco de letrado sabelotodo en el medio que actúa, no admite intervenciones o consejos, aunque vinieran de especialistas en las ramas que él desconoce.

“Ególatra, no soporta la contravención a sus personalísimas decisiones, tomadas sin inquirir la realidad nacional. Como Arguedas, el feroz racista, observa olímpico desdén por cualquier ejemplar de su raza, a la que juzga tan inferior, que escribe la Historia Patria a su modo, con tinta enlodada, a base de diatriba y acumulación de taras, presentando las desgracias de Bolivia como causas de nuestro atraso, sin comprender que ellas no son sino efecto de la injusticia en la organización económico social del país. Y van más allá, cuando, como en esta oportunidad, uno de ellos, Salamanca, se atreve a disponer de nuestras vidas, para alimentar el fuego sagrado de su vanidad e interés político, en el crisol de esta guerra despatarrada, muestra de sus pasiones obcecadas”.
Presidente Salamanca Urey
“Para estos turbulentos “Redentores”, sólo una sangría podrá cambiar la idiosincrasia y hasta el suero mismo de nuestra raza, según ellos “enferma” y degenerada… Europeizados, estos mestizos de sangre anémica, ven todo bajo la lente de su híbrida psiquis. La única misión que se han impuesto en la vida es la de ser implacables censores y críticos; pero, cuando el destino les pone en los puestos de responsabilidad, después de una testaruda inhibición, fracasan estruendosamente”. Salamanca pasará a la Historia aureolado por una fama de erudición de abogado casuísta y de sofismas que se distinguen por el oportunismo demagógico; pero no se salvará de la acusación nuestra y de nuestros hijos, a quienes sume criminalmente en la postración. En la conducción de la guerra se diría que es un Daza redivivo. Al final de cuentas, él tendrá la habilidad necesaria para atribuir a otros el fracaso de esta guerra aceptada por él mismo.

De sus éxitos parciales se ufanará, como se ufanó siempre de los yerros de sus adversarios políticos. Tiene en sus manos el poder estructurado en moldes sociales conservadores cuenta con la frivolidad de un pueblo que ignora o ha olvidado los peligros de las aventuras bélicas; algo más, descuenta la fragilidad de la memoria del pueblo boliviano, acostumbrado a perdonar a sus verdugos… Sus áulicos le seguirán endiosando, porque representa el cerebro y médula de un mecanismo político arcaico, enmohecido y adosado a prácticas anquilosadas. “Esta guerra cuya duración no puede preverse por el devenir de las operaciones militares, por el azar y, principalmente, por los factores geográficos, nos llevará a la ruina, porque enajenará nuestra incipiente economía. Un país depauperado, como el nuestro, jamás debe confiar su destino a las martingalas de la casualidad. Pero éstas no son razones que le impidan frenar el ímpetu senil de sus agrias ambiciones…Él, como Arguedas, para que la crónica boliviana les catalogue entre sus “superhombres”, explicará que la guerra, se perdió, porque sencillamente falló el elemento humano, el factor racial, el soldado indígena…Son hombres totalmente enfermos, en cuyas manos está puesto el futuro de un pueblo dócil y empobrecido. Somos cobayos de un experimento más. En su escabrosa ciencia hace radicar la curación de todos nuestros males.

Por eso estamos aquí, en el laboratorio de sus insanos propósitos. Estamos condenados a sucumbir todos en esta trampa ardiente, porque a Salamanca se le da un ardite que quede uno con vida para que narre a la posteridad, cómo se cumplió en Boquerón, su insensato capricho”. El tac…pum…tac…pum de las livianas enemigas, nos llama a nuestros puestos de combate, para que se cumpla la inexorable sentencia: “hasta que muera el último hombre”. Un prisionero nos informa que ha entrado en acción la 2daDI Paraguaya al mando del Cnl Gaudioso Núñez. Los ataques se suceden ahora tres veces al día. Nuestros efectivos van disminuyendo. El Cuartel Maestre de Boquerón, My Esteban Bravo, hace saber que sólo hay raciones “secas” para tres días. Los dos últimos mulos han sido carneados.


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Continúa: Detalles de la batalla de Boquerón - 3ra Parte