13.3.23

Algo mas sobre nuestra DN “El terrorismo está de nuevo entre nosotros”

*La Argentina se ha convertido en un paraíso para la delincuencia organizada mundial, al tiempo que resulta cada vez menos atractiva para los capitales honestos

El crimen organizado disfruta de los beneficios de un gobierno que, por incapacidad, prejuicios ideológicos o complicidad, mira para otro lado.
Puede definirse al terrorismo como una sucesión de actos de violencia mediante los cuales se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a la población en general. Los delitos de “lesa humanidad2 suponen, por su parte, un ataque generalizado o sistemático contra derechos personalísimos de la población civil o parte de ella.

El presidente Alberto Fernández al referirse a la situación en la ciudad de Rosario (Foto: lanacion.com)

- ¿Puede quedar alguna duda de que Rosario y su población son, desde hace bastante tiempo, blanco de la acción del terrorismo?

- ¿Puede dudarse de que los asesinatos de tantas personas inocentes, incluidas niños y niñas, constituyen verdaderos delitos de “lesa humanidad”?

- ¿Es posible dudar de que las recurrentes balaceras contra comercios a cargo de personas honestas que se hallan al margen de cualquier disputa entre bandas del narcotráfico constituyen ataques contra civiles inocentes, dirigidos a matar o a sembrar pánico en la sociedad?

El ministro de seguridad de la Nación Aníbal Fernández durante la presentación de las tropas federales llegadas a Rosario, atrás a la izquierda el Gobernador Perotti y a la derecha el Intendente Javkin (Foto: lanacion.com)

Una parte de la biblioteca (no toda) podrá decir que, para que pueda hablarse de delitos de “lesa humanidad” es indispensable la intervención del Estado o de personas que actúan por la incitación o con el consentimiento estatal o de grupos y organizaciones para-estatales que intervienen estando en ejercicio en algún tipo de gobierno de facto.
Si así fuese, no quedan dudas de que estamos ante esta clase de aberrantes delitos cuando se advierte que el crimen organizado que viene actuando en Rosario lo hace con la complicidad de representantes del poder político, de jueces y de policías.

Entre los casi 300 homicidios registrados en el departamento de Rosario en 2022 y los 66 producidos en lo que va de 2023, hubo un gran número de víctimas inocentes. Todas sufrieron las consecuencias de una presunta guerra completamente ajena a ellas y de un Estado que, por incapacidad, miedo o simple complicidad, se dejó arrebatar el monopolio de la fuerza.
Fueron, directa o indirectamente, las víctimas de un gobierno que durante demasiado tiempo miró para otro lado, preocupado por dotar de impunidad a gobernantes y amigos, antes que por garantizar la seguridad de los ciudadanos comunes.

La nota que dejaron los narcos tras balear el supermercado Roccuzzo en Rosario. 
El dinero del narcotráfico ensucia desde hace muchos años los bolsillos de dirigentes políticos, policías y jueces, acaba de reconocerlo el propio presidente Alberto Fernández. Pero sus palabras no garantizan cambio alguno, solo fuegos artificiales en vísperas de un proceso eleccionario.  (Foto y fuente: lanacion.com)

En la Asamblea Legislativa del 1° de marzo último, el jefe del Estado responsabilizó por los hechos de violencia en Rosario al Consejo de la Magistratura porque no cubre cargos vacantes de jueces, cuando los candidatos a llenar los juzgados vacantes en Santa Fe están en manos del Senado de la Nación o del propio Poder Ejecutivo Nacional. El relato presidencial, dirigido a golpear a Horacio Rossatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Magistratura, hace agua por todos lados.

Carlos Rosenkrantz y Horacio Rossati en el momento que son cuestionados por el presidente Alberto Fernández, durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso (Foto: Aníbal Greco – lanacion.com)

La responsabilidad del gobierno nacional también aparece cuando toma estado público que una enorme parte de los delitos del crimen organizado registrados en Rosario han sido ordenados desde las cárceles.
Allí los presos pueden utilizar teléfonos celulares y estar conectados por WiFi con llamativa libertad. Algunos de esos dispositivos les son vendidos por personal del Servicio Penitenciario Federal, organismo que, por si fuera poco, vio desmantelada la oficina de inteligencia criminal en las unidades carcelarias, por lo que perdió toda posibilidad de controlar conversaciones telefónicas entre los jefes del narcotráfico detenidos.

                                   La cárcel de Ezeiza, vista aérea (Fuente: infobae.com)

La Procuración General de la Nación exhortó al ministro de Justicia Martín Soria, para que se extremen los recaudos tendientes a erradicar el uso de teléfonos celulares por detenidos en las unidades penales federales, a colocar inhibidores de señales en los pabellones carcelarios y a cumplir la ley que, desde 2017, prohíbe que los presos tengan celulares en su poder.

Contundentes fueron las palabras del especialista en la lucha contra el crimen organizado Edgardo Buscaglia (en una entrevista con Eduardo Feinmann en Radio Mitre) dio cuenta de la existencia de un “pacto político de impunidad mafiosa” que acerca a la Argentina a una “mafiocracia” y que la está conduciendo hacia una “mexicanización”.
Como indicador, explicó que, cuando fue invitado por el gobierno de Santa Fe, a cargo por entonces de Antonio Bonfatti, hace unos diez años, impulsó la conformación de un “pool antimafia” como el que convoca a instrumentar la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada, ratificada por el Congreso de la Nación.

Edgardo Buscaglia, “El Estado argentino está de rodillas frente a la delincuencia trasnacional”, especialista en la lucha contra el crimen organizado, habló con Eduardo Feinmann sobre la problemática delictiva que penetró la esfera política en nuestro país:
-“El mercado político está profundamente penetrado por la delincuencia organizada”
-“Desde hace doce años venimos señalando la infiltración de la delincuencia organizada internacional, el cartel de Sinaloa en Chaco, Formosa, la provincia de Buenos Aires que es el centro patrimonial de la delincuencia organizada argentina”
-“No solo hacemos un diagnóstico sino que además proponemos medidas que aún no se implementan en Argentina debido a un pacto político de impunidad mafiosa”
-“Es una ley internacional que el senado argentino aprobó. Exige la formación de un equipo formado por un juez federal, un juez provincial, un fiscal federal, un fiscal provincial, agencia tributaria, aduanas, policía federal. Reunirlos alrededor de una mesa”
-“Empezamos a formarla en Santa Fe e inmediatamente el gobierno federal boicoteó a esa “Fuerza de Tarea” para que no pueda llegar a recoger evidencia de las vinculaciones a la política santafecina”
-“El representante de Aduana venía en secreto a la reunión”
- Respecto a las medidas tomadas por el gobierno: “Son medidas espasmódicas electorales que en ningún país del mundo sirvieron para nada”
-“Hay que llegarles al dinero que entra a la política que los protege, a los empresarios y sus fideicomisos en el sector de la construcción, en las concesiones de puertos privados, en el sector pesquero”
-“Este fenómeno se está expandiendo a la provincia de Buenos Aires, Campana, Zárate, Pilar”
-“Esto se expande a todas las provincias argentinas si no aplican las 45 medidas anti mafia que están contempladas en esta ley internacional de las naciones unidas que el Senado argentino ratificó como ley”
-“Mandar soldaditos o mandar a policías como show preelectoral…, va a terminar siendo como México, va a explotar”
-“Hay políticos de muchos partidos metidos. Esa protección política mafiosa hay que romperla”
-“El estado argentino está a merced de grupos criminales de Brasil, de México, de Rusia”
-“Nunca en la historia argentina hubo una reforma judicial que incluya al sistema penitenciario”
-“Está descontrolado el sistema político y judicial argentino”
(Fuente: eduardofeinmann.com)

En ese "pool" (una suerte de “equipo de fútbol contra la mafia”) según Buscaglia, debían converger, alrededor de una misma mesa, jueces y fiscales federales y provinciales, junto a representantes de la autoridad tributaria, de la Aduana, de la inteligencia federal y de otros organismos, con el propósito de enfrentar al crimen organizado. Pero tal comisión, que existe en 67 democracias del mundo, nunca pudo ponerse en marcha en la Argentina, porque el gobierno de Cristina Kirchner “boicoteó” la presencia de los miembros de las instituciones federales, de acuerdo con la denuncia de Buscaglia.

Nada pueden hacer Santa Fe ni Rosario sin el apoyo del gobierno federal. En tal sentido, Buscaglia citó que si un fiscal federal de esa provincia quisiera saber cuáles son las propiedades que posee en otras provincias un acusado por narcotráfico, no lo podría saber, porque los registros de la propiedad no están conectados. Tampoco pudo ser sancionada una ley de extinción de dominio para que aquellos patrimonios que no se puedan justificar pasen al fisco.

Según denunció Buscaglia, el "cartel de Sinaloa" ya está en el Chaco, en Formosa y en la provincia de Buenos Aires, si bien es factible que el dinero sucio del narcotráfico y del crimen organizado haya infectado las arcas de no pocas fuerzas políticas, es indudable que, por el hecho de haber gobernado durante 16 de los últimos 20 años, el kirchnerismo no está en condiciones de eludir su responsabilidad en el crecimiento de la narco-violencia.

- ¿Cuál puede ser la razón de la histórica falta de convicción de sus gobiernos a la hora de enfrentar el problema que plantean la inseguridad y, más recientemente, el terrorismo que castiga a una zona como Rosario?
- ¿Simple incapacidad, prejuicios ideológicos o complicidad? Probablemente, un poco de las tres cosas.


La insólita demora oficial en admitir la conveniencia de dotar a los efectivos policiales de pistolas Taser puede ser un ejemplo de aquellos prejuicios que tantas veces atan de manos a ciertos funcionarios.
Las diferencias internas no son menores, allí están, por caso, Sergio Berni y César Milani coincidiendo en que “hay que hacer algo parecido a El Salvador”, en referencia a las cuestionables mas efectivas políticas del presidente Bukele para derrotar a las maras, mientras otros funcionarios, como la titular del Servicio Penitenciario Federal María Laura Garrigós de Rébori, parecen más preocupados por concederles los beneficios de la prisión domiciliaria a peligrosos delincuentes para superar el problema de la superpoblación carcelaria.

María Laura Garrigós de Rébori fue nombrada por el gobierno nacional como interventora del SPF, depende del Ministerio de Justicia, a cargo de Martín Soria y, además de ser interventora, la ex jueza de 66 años actúa como titular de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios.
Garrigós de Rébori se jubiló en el año 2018 como jueza de Casación Penal de CABA, pero años antes ya había levantado el perfil mediático al ser la fundadora y presidenta de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. (Fuente: infobae.com)


Sería interesante saber qué piensa hoy Sergio Massa, quien durante la campaña presidencial de 2015, proponía públicamente que las fuerzas armadas lucharan contra el narcotráfico en los barrios más necesitados.
Pero en el actual oficialismo, siempre se han destacado posturas garantistas o abolicionistas, junto a ciertas expresiones que reivindican la legalización del consumo y la comercialización de drogas hoy prohibidas, antes que el combate del narcotráfico. Esas posiciones distinguen a dirigentes y militantes que ven en la prohibición del comercio de estupefacientes una simple herramienta de control social.

Tal postura se vio reflejada en un artículo del abogado penalista Ciro Annicchiarico publicado en estos días por la Agencia Paco Urondo; “¿tiene sentido saturar la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe de miles o decenas de miles de gendarmes en los barrios considerados claves, o comprometer al Ejército en supuestas tareas de urbanización? Lo dudo!

                                   (Fuente: lanacion.com)

"El sistema policial santafesino ya está cooptado y neutralizado, voluntariamente o por temor, por el negocio del narcotráfico. Lo mismo ocurre con el sistema penitenciario aseveró”, escribió, avalando elípticamente el "sincericidio" del ministro Aníbal Fernández cuando dijo “que ganó el narcotráfico.

Lo más relevante es su propuesta: “Lo que hay que cortar es el negocio multimillonario que se crea gracias a la prohibición del consumo de estupefacientes, que tiene como verdadero y oculto fin el de generar condiciones para el control social, no evitar que las personas consuman, y comprender que el problema de las drogas y sus adicciones, al igual que pasa con el alcoholismo y el tabaquismo, es un problema de salud pública, hábitos, excesos y adicciones que no se curan con leyes penales ni penas de prisión”, expresó Annicchiarico.

*Junto a la incapacidad, los prejuicios y las posturas ideológicas afines con la despenalización del consumo de estupefacientes, aparecen las sospechas y las denuncias de complicidad con los mercaderes de la droga, que ni siquiera son de ahora (En 2019, la monja Martha Pelloni, recordada por su lucha para el esclarecimiento del crimen de María Soledad Morales en Catamarca en los años 90, denunció que La Cámpora era un brazo del narcotráfico en la provincia de Corrientes ¡Sus dichos cobran hoy actualidad!)

Fuente: Fernando Laborda – lanacion.com (10/03/2023)

No hay comentarios:

Publicar un comentario