20.11.19

20 de noviembre Día de la Soberanía Nacional - "El combate de la Vuelta de Obligado"




Entre 1845 y 1850 una escuadra anglo-francesa bloqueó el Río de la Plata –los franceses habían realizado un primer bloqueo entre 1838 y 1840- impidiendo el paso de los barcos hacia Buenos Aires o a los puertos de la Confederación, con excepción de Montevideo.

Los europeos argumentaban que la existencia del Uruguay estaba amenazada por el sitio que sufría. En realidad estaban siendo afectados sus intereses comerciales que además ya tenían en mente navegar los ríos interiores de nuestro país para comerciar, algo que el gobernador Juan Manuel de Rosas, a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, impedía.

Todo estallaría el 20 de noviembre de 1845 cuando la flota anglo-francesa pretendió forzar el paso navegando por el río Paraná. Habían partido de Montevideo el 17, y del imponente convoy de modernos buques de guerra, algunos a vela y otros a vapor, fuertemente artillados, iban 92 buques mercantes con un importante cargamento para comerciar.

La defensa estuvo a cargo del Grl Lucio Mansilla. Atravesó el río, a la altura del Paso del Tonelero, con 24 barcazas que estaban unidas entre sí por tres gruesas cadenas de hierro. De un extremo, las cadenas estaban amarradas al bergantín Republicano, apoyado por otras dos embarcaciones.

De la costa bonaerense, se habían colocado cuatro baterías, compuestas por viejos cañones, algunos de ellos de corto alcance, apoyadas por alrededor de 500 soldados de infantería. Otros tantos eran de caballería e infantes de marina. Sobre una de las costas, 10 pequeñas barcazas incendiarias estaban listas para ser lanzadas río abajo contra la flota enemiga.

El recodo que hacía el río obligó a la flota -que había avistado las cadenas-a detenerse. Algunos barcos, por precaución, anclaron alejados de las baterías argentinas. En la mañana del 20 los enemigos iniciaron el ataque contra las defensas, con sus poderosos cañones que disparaban proyectiles explosivos, mientras otros barcos se dirigían hacia las cadenas para cortarlas.

Mansilla, temprano, había arengado a sus tropas: “¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra república, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos!”

El intercambio de disparos de artillería fue muy intenso. Algunos barcos debieron alejarse por estar demasiado averiados. Cuando el Republicano agotó sus municiones, su capitán decidió volarlo.

Al mediodía, las cadenas aún no habían sido cortadas. Un barco a vapor intentó arrastrarlas sin éxito, hasta que de una balsa un grupo de ingleses con un martillo y un yunque las rompieron. 

El combate en la "Vuelta de Obligado"


Mientras tanto, las baterías eran destruidas por el fuego enemigo. A las tres de la tarde, las fuerzas argentinas habían agotado las municiones. Entonces, desembarcaron 325 infantes de marina que fueron rechazados por los argentinos, a punta de bayoneta y a arma blanca.

En esa acción, cayó herido el propio Mansilla. Los infantes debieron retroceder, pero de una nave francesa desembarcaron más fusileros y los defensores comprendieron que nada más podían hacer. Quedaron en el campo 250 argentinos muertos y 400 heridos, mientras que los atacantes sufrieron 26 muertos y 86 heridos.

Los buques debieron permanecer más de un mes en el lugar para ser reparados por el importante daño que habían sufrido.

Luego de muchas idas y vueltas diplomáticas, se firmó un tratado mediante el cual los ingleses reconocían la soberanía argentina sobre sus ríos interiores y su derecho a solucionar sus problemas con el Uruguay sin la intervención extranjera. Francia demoró en acordar, pero finalmente lo hizo.

Hasta los opositores a Juan Manuel de Rosas reconocieron y alabaron dicha acción. José de San Martín, desde su exilio de Gran Bourg, había tomado casi como una afrenta personal el bloqueo al Río de la Plata, que lo llevaría a decir “que los argentinos no somos empanadas que se comen con el solo abrir de boca”. En su testamento, le legaría el sable corvo a Juan Manuel de Rosas por la defensa de la soberanía ante el bloqueo. 
Viva la Patria!!

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