El ataque israelí contra la infraestructura crítica dentro de Irán representa un giro geoestratégico de máxima envergadura, porque ya no se trata de maniobras encubiertas o señales disuasorias, esta vez, la guerra dejó el reino de las sombras y entró, aunque aún sin bandera oficial, en la lógica de una confrontación abierta
El equilibrio tácito que durante años mantuvo contenida la tensión entre ambos países, simplemente colapsó
- Durante 2024, la región fue testigo de una serie de ataques y contraataques limitados entre Irán e Israel, que mantuvieron una tensa pero contenida dinámica de confrontación indirecta. Estas acciones, aunque significativas, nunca cruzaron el umbral de un conflicto abierto.
- 2025, la operación israelí "León Ascendente", cambia radicalmente ese escenario, marcando un salto cualitativo en la escalada y en la determinación israelí de impedir el avance nuclear iraní.
La decisión de Israel de ejecutar un golpe de precisión, planificado con antelación quirúrgica y desplegado en varias fases simultáneas dentro del corazón del territorio iraní, rompe con la lógica de la contención gradual que había dominado la relación bilateral desde la caída del acuerdo nuclear original.
Detrás de este movimiento hay algo más que una operación militar "hay una decisión estructural, para Israel, Irán ha cruzado el umbral de lo tolerable y esperar a que tenga la bomba sería un acto suicida"
- El programa nuclear iraní ha estado siempre rodeado de ambigüedad estratégica, ha cultivado deliberadamente la noción de ser una “potencia umbral”, con capacidad tecnológica suficiente para construir un arma atómica, pero sin traspasar del todo la línea roja.
Esa ambigüedad fue útil para negociar con Occidente, disuadir a sus enemigos y evitar una intervención directa, pero el tiempo jugaba a su favor, lo que Israel lo entendió y optó por cambiar las reglas del juego.
- En términos tácticos, el ataque demostró una capacidad de penetración que humilla los sistemas de seguridad iraníes; "drones lanzados desde bases encubiertas dentro de Irán, armas camufladas en vehículos, sabotajes simultáneos desde comandos internos, todo sugiere una operación integral, diseñada no solo para infligir daño sino para dejar en claro que la infraestructura crítica de Irán es vulnerable"
- Las causas de esta ofensiva no pueden analizarse sin atender al contexto más amplio.
º Centros de comando y control de los Guardianes de la Revolución (IRGC)
º Bases de misiles balísticos
º Centros de producción de drones Shahed
º Infraestructura de defensa antiaérea
º Centros de investigación de armas
º Residencias privadas de científicos y altos comandantes militares
Ningún ejército en la historia había golpeado tantos blancos críticos, en territorio enemigo hostil, tan profundo, de forma tan precisa y simultánea, sin intervención de grandes flotas ni ejércitos.
- Lo notable es que, a diferencia de otras épocas, EEUU no lidera ni controla del todo el juego, La operación fue israelí en concepción, ejecución y decisión, mientras que EEUU fue apenas un espectador informado.
Desde una mirada geopolítica
- En ese esquema, Irán tiene una disyuntiva difícil, responder de manera contundente podría escalar el conflicto hacia una guerra abierta con Israel, lo que arriesgaría sus capacidades militares y nucleares, pero, no responder podría ser interpretado como debilidad, tanto por su población como por sus aliados.
Las consecuencias
- Luego del primer ataque y en forma casi inmediata, ya se sienten;
- El ataque no resolvió el problema iraní, pero lo hizo explícito y, al hacerlo, cambió el escenario para todos.
Referencias:
“Estamos cambiando el rostro de Medio Oriente” con la campaña militar, que podría llevar a “cambios radicales” en Irán, agregó Netanyahu, quien también confirmó que las operaciones están “bien coordinadas con EEUU”.
Las FDI prometieron continuar atacando instalaciones nucleares y objetivos relacionados, incluyendo científicos nucleares, misiles balísticos, defensas aéreas y centros de comando militar considerados “críticos” para el régimen iraní.Asimismo, evalúan que Irán mantiene la capacidad de lanzar ataques y causar daños devastadores en Israel, por lo que las fuerzas israelíes “permanecerán preparadas en defensa” mientras continúan las operaciones ofensivas.
- A pesar de los llamados internacionales para la desescalada, ninguno de los bandos ha cedido en lo que constituye la confrontación más intensa en la historia entre Israel e Irán. El conflicto se intensificó el viernes cuando Israel lanzó una campaña aérea sin precedentes contra instalaciones nucleares y militares iraníes.
El presidente D. Trump demanda un final real del conflicto, no solo un alto al fuego, y una “rendición completa” por parte de Irán. Trump advirtió nuevamente a Irán contra atacar tropas y activos estadounidenses en Medio Oriente, amenazando que “atacaríamos tan fuerte que sería sin guantes”.
El ejército israelí ha prometido no permitir que “un Irán nuclear convierta Medio Oriente en un cementerio”, manteniendo así la presión militar sobre las instalaciones estratégicas iraníes en una operación que muestra pocas señales de conclusión inminente.
- Guido Feld
- infobae.com