19/01/1974 - “Detalles del frustrado copamiento del cuartel de la Guarnición Militar de Azul”
Situación Nacional (breve)
El 14 de enero el presidente Juan Domingo Perón pronunció el célebre discurso en el que después de ofrecer un panorama de la situación mundial, hablar del problema energético a nivel global y efectuar un análisis de la economía nacional, fustigó duramente a los “desviacionistas”, advirtiéndoles sobre las consecuencias de sus acciones
- Mientras el presidente Perón hablaba, en Rosario, una organización de terroristas subversivos no identificada, ataca al destacamento policial del Barrio Saladillo, donde los terroristas acribillaron a un agente de guardia e incendiaron el inmueble con el personal de guardia dentro.
El hecho se produjo a las 18:30, cuando el Cabo1º José Ernesto Pereyra le entregó el servicio al Agente José Villanueva en presencia del Of Ay (R) Carlos Rodríguez, quien se encontraba de paso en la dependencia. Justo en ese momento, irrumpieron cuatro sujetos armados quienes después de desarmar a los policías les indicaron que se mantuvieran quietos, inmediatamente después entró una mujer joven que ante un brusco movimiento de Pereyra (se dio vuelta al verla aparecer), alzó su arma y le descerrajó cinco disparos que le perforaron el tórax y el abdomen. Los atacantes extrajeron varios cocteles molotov y los arrojaron en el interior, para luego darse a la fuga, encabezados por la joven guerrillera que, como se supo más tarde, resultó ser un hombre disfrazado, ya en la vereda ametrallaron el frente del edificio y corrieron hacia dos automóviles que aguardaban estacionados frente al destacamento, donde esperaban otros cinco desconocidos provistos de armas automáticas.Con las instalaciones envueltas en llamas, Villanueva y Rodríguez retiraron a Pereyra, quien se encontraba completamente inconsciente, cuando varios móviles policiales se hicieron presentes, seguidos inmediatamente después por los bomberos y una ambulancia en la que el malherido efectivo fue evacuado al Hospital Municipal Central. Investigaciones posteriores arrojaron como resultado que el grupo atacante era el mismo que dos días antes había intentado copar la comisaría de Funes pues según pudo determinarse, su proceder y apariencia eran los mismos, y en aquella ocasión, trataron de tomar la estación por asalto pero la fuerte resistencia que ofrecieron los uniformados, los obligó a desistir y retirarse apresuradamente
Preliminares del ataque
- El 19 de enero de 1974, fue un día gris y lluvioso en la provincia de Buenos Aires, con vientos fuertes y mucha nubosidad, para Manuel Rodríguez, casero de la quinta del dr Miguel Ángel Inza, no fue una jornada de mucha actividad porque el clima no era el propicio para ningún tipo de tarea, el propietario, médico caracterizado de la localidad, había fallecido hacía unos meses y dado el estado del tiempo, era obvio que su familia se iba a quedar en la ciudad. Caía la tarde cuando Rodríguez decidió prepararse unos mates, afuera llovía y el viento sacudía las ramas de los árboles, inquietando al perro que le hacía compañía.
- En esos momentos, tres vehículos se detuvieron frente a la vivienda y apagaron los motores.
La "quinta de Inza" se hallaba sobre una calle de tierra, frente a las vías del Ferrocarril Belgrano (ex Provincial de Buenos Aires), a metros del la Ruta 51 que conduce a Tapalqué, era un predio cerrado por alambrados, con una entrada para autos, rodeado por un cerco de ligustros, alto y tupido, reforzado por especies arbóreas que impedían la vista desde el exterior, en medio del parque se alzaba la vivienda principal, un edificio blanco, de una sola planta, con las ventanas pintadas de azul al que se accedía por una huella; la casa del casero se encontraba junto a la entrada, rodeada de árboles y había una pileta que daba a los fondos.
Rodríguez escuchaba la radio cuando en la puerta creyó sentir unos ruidos y como el perro comenzó a ladrar, bajó el volumen y se asomó a la ventana para ver que ocurría y fue entonces que varios desconocidos irrumpieron en el interior, encañonándolo con sus armas; ¡agarra el perro y metete en el baño! le gritó uno de ellos, obedeció y allí quedó bajo llave mientras los asaltantes recorrían la casa y franqueaban el acceso a otros individuos.
- Cuando comprobaron que no había nadie, sacaron nuevamente a Rodríguez y lo obligaron a correr la tranquera, el atribulado casero vio a otras personas que aguardaban en la entrada, varias de ellas portando armas y cajas. Los guerrilleros obligaron a Rodríguez a abrir la vivienda principal y una vez dentro, lo encerraron en una de las habitaciones y después procedieron montar el hospital de campaña, mientras el grueso de ellos alistaba el equipo y se colocaba los uniformes militares con los que pensaba confundir al enemigo, otros grupos comenzaron a llegar y a prepararse para el asalto.
Mientras, seguía llegando gente, tres camiones Mercedes Benz con sus cajas cubiertas por lonas, se desplazaban por la calle Escalada en dirección al portón de acceso Nº3, llevando a bordo numerosos subversivos
El último grupo se presentó en la quinta a las 21:45 y cuando todas las actividades preparatorias se habían completado su jefe, estableció contacto radial con Enrique Gorriaran Merlo para informar que tenía todo listo para iniciar la acción
1- Copamiento de la unidad.
2- Sustracción de armamento.
3- Captura de los jefes de las unidades.
1) Grupo de aniquilamiento y postas: tenía por misión capturar y en caso de ser necesario, aniquilar los tres centros de guardia, a saberse la Guardia Central, los tanques y la herrería, así como los puestos 1, 2, 3, 4, 5 y 8, los cuales mantendría dominados durante toda la operación
2) Grupo carga: debía copar las Baterías y asaltar el arsenal para apoderarse del armamento
3) Grupo Secuestro: su misión era reducir los puestos de guardia 6 y 7 y asaltar las casas de los jefes de la unidad para hacerlos prisioneros
El dispositivo estaría reforzado por:
4) Grupo de vehículos: tendría a su cargo los vehículos en el punto de partida (la "quinta Inza")
5) Grupo de contención: debía contener y rechazar cualquier intervención exterior en apoyo de la unidad atacada (en especial la policía) y mantener despejadas las vías de escape
- Según “Estrella Roja”, la Guarnición Militar de Azul, no solo era una de las unidades más aguerridas del “enemigo”, sino la más preparada para la lucha contra-insurgente, tanto por su equipamiento como por su trayectoria de alzamientos y combates. Sus cuadros tenían entrenamiento especial y permanente; la disciplina era en extremo rigurosa hasta el momento de la baja y la disposición de los grupos de guardia en diferentes puntos de la guarnición, extremadamente fuerte, unos 50 o 60 hombres provistos de fusiles FAL distribuidos en tres centros y ocho puestos de vigilancia.
Allí tenían su base el Regimiento de Caballería de Tanques 10 (C-10) “Húsares de Pueyrredón” y el Grupo de Artillería Blindada 1 y con ellos, los poderosos tanques AMX-13 franceses, adquiridos en 1947.
- El relato del Subteniente Horacio Guglielmone (alcanzó la jerarquía de Coronel), que tomó parte en el enfrentamiento, apreció que el número de atacantes (incluyendo los grupos de apoyo que no participaron en el intento de copamiento) llegaba a 240 hombres. Por el lado del EA ese día solo se encontraban 60 efectivos en la guarnición, por ser sábado y por consiguiente, día de franco, además del período de licencias anuales y cambios de destino, por lo que se afirma que “el objetivo de los atacantes era, efectivamente, robar armamento, municiones, uniformes y sobre todo, causar un profundo impacto en la sociedad y el gobierno”.
- 22:15, salió de la "quinta de Inza" el primer grupo, seguido por el resto y al amparo de la noche y el tiempo inclemente, se deslizó por la calle tierra hasta los fondos de la unidad militar, situada 200 metros al NorEste, portaban fusiles FAL, granadas antitanque, pistolas de diverso calibre e incluso lanzacohetes y estaban dispuestos a usarlas con determinación. Al llegar al perímetro del cuartel se agazaparon para ingresar y una vez dentro, comenzaron a avanzar en fila india buscando el Polígono de Tiro (PT); debían alcanzar los objetivos rápidamente porque los camiones con el resto de la tropa avanzaban por la calle Escalada y estaban a punto de llegar
- 23:00, al tiempo que se iniciaba el ataque, otros grupos subversivos operaban en distintos puntos de la ciudad; uno de ellos detuvo en la calle Guaminí a José Torcher, joven de 20 años que se dirigía a la confitería de Humberto 1º y Colón y le robó su Fiat 800 color rojo; cerca de allí otra sección hizo lo propio con un Renault 4L y con un Ford Falcon gris que condujeron velozmente a la "quinta de Iza"
- Con el Polígono de Tiro (PT) a la vista, los subversivos se toparon con el primer obstáculo, una alambrada de postes que se extendía desde los límites del cuartel hasta el edificio, por lo que a una señal de Irurzun "Capitán Santiago", hicieron un alto y se pegaron al terreno, el encargado de efectuar el corte se aproximó con una pinza-tenaza y al cabo de unos segundos logró abrir un tramo por el que sus compañeros se deslizaron cuerpo a tierra hasta alcanzar el objetivo.
De acuerdo con el plan, al traspasar el polígono de tiro, la columna se dividió en tres:
El combate
- 23:40, en ese momento, irrumpieron en el cuartel los camiones Mercedes Benz, derribando el portón de acceso y avanzando a gran velocidad rumbo a la Plaza de Armas; mientras los otros guerrilleros (que ingresaron por el polígono de tiro) corrían hacia el tanque de agua, la Guardia Central y el Casino de Oficiales, pero fueron detectados y desde diferentes puntos se abrió fuego contra ellos, quebrándose el "factor sorpresa", aún así lograron llegar a los objetivos y apostarse frente a ellos. Un proyectil de lanzacohetes destruyó el depósito de kerosene que YPF tenía dentro de la guarnición y otro dio en la usina, cortando la energía eléctrica. La explosión sobresaltó a los vecinos que al escuchar la balacera, subieron a los techos y las azoteas de sus domicilios para ver lo que ocurría.
Desde los barracones ubicados detrás del Puesto Nº4 los militares abrieron fuego contra los grupos de Carga y Secuestro, sin lograr detenerlos; sí lo hizo la tropa apostada en el tanque de agua, cortando el avance hacia la Plaza de Armas y las Baterías.
- Los hombres del EA mostraron determinación y obligaron al Grupo de Carga y la sub-sección “T” del pelotón de aniquilamiento a aferrarse al terreno y mantenerse estáticos. Las secciones que debían tomar la Guardia y el Casino corrieron por el amplio predio que se abría a la izquierda de la Plaza de Armas y se detuvieron a 50 metros de ambas posiciones; en esos momentos, la Guardia Central se hallaba a cargo de un cabo, dos soldados apostados y otros seis reclutas destinados a los relevos, provistos todos de fusiles FAL; el encargado de copar la primera ordenó abrir fuego y sus hombres acribillaron la estructura del edificio con disparos de ametralladoras y fusiles FAL, inmediatamente después, se incorporó e intimó al personal a deponer las armas; ¡tienen tres segundos para rendirse porque el regimiento está tomado!
El accionar militar, que cercó la vivienda donde se encontraban terminaron con Tito, Carrara herido y la esposa del Coronel Gay asesinada por este último (Fuente: heroesdeprterp.blogspot.com)
Al sentir los gritos, el Cnl Gay tomó su arma reglamentaria y después de indicarle a los suyos que se mantuviesen a cubierto, salió al exterior, decidido a repeler cualquier ataque, pero ni bien apareció en el alero, recibió un disparo en la cabeza que acabó con su vida en el acto, también, el Tcnl Jorge Roberto Ibarzábal, jefe del Grupo de Artillería Blindado 1, hizo lo propio justo en el momento en que los subversivos abatían al Cnl Gay, por lo que Ibarzábal abrió fuego con su pistola pero encontrándose la familia de Gay en poder de sus captores, desistió de toda acción y se entregó.
* Guardia central tomada.
* Puestos 3, 6 y 7 capturados.
* Puestos 1, 2, 4, 5 y 8 evacuados por la tropa.
* Casino de oficiales reducido y bloqueado
* Herrería tomada.
* Tanque de agua en poder del Ejército
- En pleno copamiento, la policía llegó a la "quinta de Inza", provocando la fuga del reducido grupo sanitario que la custodiaba y allí encontraron armas y equipo quirúrgico de alta complejidad, así como indumentaria militar y municiones, también, frente a la propiedad quedaron abandonados un Ford Falcon 1973 patente B-998072, un Fiat 800 azul chapa B-031820 y un Peugeot 504 blanco placa B640211, robados en diferentes puntos de la ciudad antes del ataque.
03:00, los terroristas iniciaron el repliegue tratando de retirarse por las mismas rutas por las que habían llegado, pero como la "quinta de Inza" se había perdido, debieron mimetizarse entre los árboles de la guarnición y saltar los cercos para escapar a campo traviesa, otros salieron por la entrada principal y ganaron la calle donde abordaron los autos robados y escaparon. Los vecinos al otro lado de la Av Catriel y los que residían frente a la calle Escalada y la Av Roca trataban de distinguir algo desde los techos y las terrazas de sus moradas pero el clima no ayudaba, aún así, uno de ellos alcanzó a divisar al Fiat 800 de Torcher acercándose al Puesto Nº1 (lo conducía una mujer), detenerse frente a la puerta y escapar a toda prisa llevando a varios compañeros dentro.
- Al verse acorralados y con pocas probabilidades de huir, los terroristas trataron de negociar, para ese momento, las tropas comandadas por el My Osvaldo Antonio Larocca habían rodeado la herrería cortándoles a sus ocupantes todas las vías de escape. Desesperados, Altera y Carrara exigieron la presencia de un juez, así como de varios diputados, senadores y periodistas amenazando con ejecutar a los rehenes en caso de no dar cumplimiento a esa demanda. En el interior del edificio, Nilda Cazaux de Gay intentaba mantener la calma para no alterar a los pequeños; se hallaba sentada en la parte posterior del edificio, con la cabeza de su hija apoyada sobre su regazo, mirando con temor el fusil FAL con el que Carrara les apuntaba, afuera ya amanecía y era evidente que los terroristas se ponían cada vez más nerviosos.
07:00, la situación era en extremo tensa y todo hacía prever un desenlace fatal, para entonces, Larocca había recibido del Tte Grl Anaya la orden de accionar contra los subversivos y para ello, había escogido a dos tiradores que fueron apostados en lugares estratégicos, fuera de la vista de aquellos. Altera y su compañero sabían que estaban perdidos; se habían metido en una ratonera y necesitaban negociar para lograr la huida
- Tal como sostiene el Cnl Guglielmone, pese a superioridad numérica y el factor sorpresa, el ataque fue un fracaso, sus jefes se desorientaron, los principales objetivos no fueron alcanzados y al toparse con una resistencia que no esperaban, se desmoralizaron, en su huida, los guerrilleros abandonaron gran cantidad de armas, municiones y equipo y como se ha visto no dudaron en asesinar y degollar a la hora de alcanzar sus metas.
04:00, los terroristas en pleno repliegue, pero todavía había extremistas cercados en inmediaciones del Casino de Oficiales y la herrería; a esa hora los disparos eran esporádicos y se hablaba con insistencia de dos terroristas abatidos de entre 16 y 18 años. El Grl Harguindeguy dio una breve conferencia de prensa en la que fue evidente el rígido control al que se hallaba sometida la información, para entonces, el ulular de las ambulancias y los patrulleros era constante y desde las 06:00, los pedidos se sangre se hicieron sentir con insistencia tanto en las radios locales como en las de Tandil, solicitándoles a los dadores presentarse lo antes posible en el Hospital Municipal “Dr. Ángel Pinto”.
- En la misma arteria fueron detenidos un taxi Rambler y un Fiat 1500 sustraídos en Azul; un Fiat 128 color gris chapa B-044802, a nombre de una persona de apellido García Guerra con domicilio en Pozos 1200 de la Capital Federal y otro 1500 gris patente B-044802, en cuyo interior fueron halladas bombas incendiarias y ametralladoras.
El Fiat 128 gris iba detrás de una camioneta desde la que partieron varios disparos antes de escapar, la policía tiró a las llantas del Fiat 1500 y de esa manera, logró detenerlo, sus ocupantes lo abandonaron a toda prisa y huyeron por el campo dejando en el vehículo un fusil FAL, una pistola, municiones, un casco y uniformes.
También en la Ruta 51 se produjo otro enfrentamiento cuando un Torino blanco de techo vinílico y un Fiat 1600 intentaron evadir los controles, tras una breve persecución, ambos fueron interceptados y sus ocho ocupantes arrestados y conducidos a la policía de Tapalqué, donde quedaron a disposición de la justicia.
Sobre la Ruta 205, camino a Roque Pérez, la policía intentó detener a un segundo Torino, el cual logró eludir las barricadas y darse a la fuga, luego de un breve aunque violento intercambio de disparo.
- Los guerrilleros se retiraron por las mismas vías por las que habían llegado, a saberse, las rutas 3, 51 y 226, además de caminos alternativos por donde intentaban eludir los controles. La policía no descartaba que los guerrilleros hubiesen contado con ayuda de los lugareños y creía que algunos de ellos habían guiado a los incursores hasta el cuartel y durante el escape.
Uno de los terroristas, Santiago Juan Carrara (que mató a la sra de Gay), fue abandonado en la huida por hallarse herido, los agentes lo apresaron y condujeron de regreso a Azul para someterlo a interrogatorio, sin embargo, una vez frente a las autoridades, solo aseguró que apenas tenía trato con uno de sus compañeros pues según explicó, los mandos subversivos solían conformar las compañías de ataque con cuadros que no se conocían entre sí.
y acribillado en una esquina de la ciudad de Azul
- En esas circunstancias, los cuerpos del Cnl Gay y el del S/C González habían sido retirados de la guarnición y conducidos a la morgue judicial, el cuerpo de la señora de Gay fue derivado al Hospital Regional de Azul donde llegó sin vida, en tanto su asesino (Santiago Carrara), fue atendido primeramente en la enfermería de la unidad militar y luego en el mencionado nosocomio, donde se lo sometió a una delicada intervención quirúrgica.
En cuanto a los heridos, el Cabo1º Raúl Jesús Puyó, el Cabo Manuel Caballero y el más grave de todos el Tte1º Alejandro Domingo Carullo también fueron trasladados al hospital local donde el último fue sometido a una intervención de urgencia; dado el cuadro que presentaba, el Tte1º Carullo, se decidió su envío a la Capital Federal a efectos de ser sometido a una intervención quirúrgica, a las 11:00 fue conducido hasta el aeródromo de Azul y desde allí fue trasladado en helicóptero a Buenos Aires, al Hospital Militar Central donde ingresó en muy grave estado.
En tanto, el juez de Azul Dante Ippolito, tomaba a su cargo la causa, la Unidad Regional de Lanús a cargo del Insp My Rodolfo de Souza y la PFA encabezada por el Grl Miguel Ángel Iñíguez montaban operativos conjuntos en Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora bloqueando accesos, rutas, avenidas y caminos laterales
en el Regimiento de Granaderos a Caballo "Gral. San Martín". A la izq, el Teniente General Leandro Anaya y su señora, junto al primer mandatario, el Cnl Jorge Felipe Sosa Molina, jefe de la unidad militar
Consecuencias
Cargó, sin nombrarlo, contra el gobernador bonaerense Bidegain "No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ellos obedecen a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible, o, lo que sería aún peor, si mediara, como se sospecha, una tolerancia culposa".
El ataque a Azul aceleró la ruptura de Perón con Montoneros y una muestra de eso fue lo ocurrido con los diputados nacionales que respondían a la Juventud Peronista, estos se oponían a parte de las reformas que el gobierno justicialista quería hacer en el Código Penal, modificaciones que apuntaban a castigar más efectivamente el accionar terrorista, los legisladores de la JP creían que la nueva ley era excesivamente represiva y que sus alcances eran difusos, y buscando evitar más rispideces, los diputados solicitaron una reunión con Perón para aclarar sus diferencias, intentando un acercamiento.
El 22 de enero, tres días después del ataque a "Azul", el mandatario los recibió en Olivos, pero para su sorpresa, lo hizo con todos los medios de prensa y las cámaras de televisión prendidas, acompañado por el jefe del bloque del Frejuli Ferdinando Pedrini, el ministro del Interior Benito Llambí, el de Bienestar Social José López Rega, el secretario general de la presidencia Vicente Solano Lima y el secretario de Prensa, Emilio Abras.
"Muy bien, señores, ustedes pidieron hablar conmigo. De qué se trata, los escucho", fueron las primeras palabras de un Perón con cara de pocos amigos, ante la incrédula mirada de los diputados de la Tendencia, que intentaron mostrarse conciliadores; en el ida y vuelta, Perón no aflojó, pese a que los legisladores le entregaron un comunicado de repudio a los hechos de Azul.
El Presidente dejó claro que la reforma era necesaria y lanzó varias advertencias, que iban más allá del ERP y alcanzaban claramente a Montoneros, Perón les dijo que las diferencias en torno a la reforma del Código deberían haberse aclarado en el seno del bloque oficialista y no perdió oportunidad para hablarles en duros términos, en línea con su discurso del 20 de enero
"La debilidad nuestra será la que produzca la propia desgracia del país, que es lo que queremos evitar", les explicó sobre la necesidad de la reforma. Y agregó: "Nosotros, desgraciadamente, tenemos que actuar dentro de la ley (…) y para no salir de ella necesitamos que la ley sea tan fuerte como para impedir estos males"
Pero la parte más contundente fue cuando Perón les advirtió lo que podría ocurrir si la ley para penar los delitos terroristas no era sancionada; ahora bien, si nosotros no tenemos en cuenta a la ley, en una semana se termina todo esto, porque formo una fuerza, lo voy a buscar a usted y lo mato, que es lo que hacen ellos (…) Si no tenemos la ley, el camino será otro; y les aseguro que puestos a enfrentar la violencia con la violencia, nosotros tenemos más medios posibles para aplastarla, y lo haremos a cualquier precio, porque no estamos aquí de monigotes (…) Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer y lo vamos a hacer violentamente", les advirtió.
El 23 de enero, un día después de la reunión con los diputados, Perón les envió una carta a los "jefes, oficiales, suboficiales y soldados de la guarnición Azul", en las que les agradeció "el heroico y leal comportamiento" mostrado durante la agresión sufrida a manos del ERP. En el escrito, Perón les aseguró a los militares que no estaban solos en el combate contra el terrorismo: "Sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo el que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran mas agresiones y secuestros"
Carta del presidente Juan Domingo Perón al personal militar de la Guarnición Azul:
Buenos Aires, 22 de enero de 1974.
Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados de la Guarnición Azul
S…/…D.
Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974.
Los ejemplos dados por los Jefes y Oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo la misma repercusión en los Suboficiales y Soldados que –con su valentía y espíritu de lucha- repelieron la agresión, con la colaboración de los Efectivos de la Armada y Fuerza Aérea.
Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en que estamos empeñados, es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo.
El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral.
Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros.
La estrategia integral que conducimos desde el Gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de toda la población, las Fuerzas Policiales y de Seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas.
Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando, sea exterminado uno a uno para el bien de la República.
Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del Coronel Gay y Teniente Coronel Ibarzábal.
Tengan la certeza que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su liberación.
Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo.
Juan D. Perón
Presidente de la Nación
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Reflexión (del autor)
El ataque a la Guarnición Militar de Azul tuvo un gran significado en esta guerra sin tiempo y espacio que se desarrolló en nuestro país y que reconocemos como Guerra Antisubversiva en la Argentina (1969/1979), teniendo en cuenta que hay movimientos guerrilleros pro-peronistas antes de 1969 y movimientos guerrilleros marxistas que continúan después de 1979, pero tomemos este lapso de tiempo para realizar la reflexión que consideramos necesaria para contextualizarla
El General Perón vuelve a la Argentina después de 18 años de exilio y en octubre de 1973 es elegido presidente (por tercera vez, caso único en nuestro país) y su señora esposa como vicepresidente (también caso único en nuestra historia), no así en el mundo que existen varios casos.
Vuelve para “reconciliar” a los argentinos pero, a los dos días de su asunción, es asesinado brutalmente el Secretario General de la CGT y su amigo personal José Ignacio Rucci. Un golpe tremendo no solo a su investidura sino al Movimiento Justicialista, a la lucha llevada a cabo durante el exilio del general y al pilar fundamental como lo es el movimiento obrero nacional.
Es este el momento que la historia debe tener siempre presente, el presidente constitucional de la República manifiesta públicamente por cadena nacional a todos los argentinos, la etapa de lucha para “aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal” convocando a todos los sectores a “la lucha que dé a lugar”; pero no terminan aquí las expresiones de Perón, por lo cual no se puede decir que el general lo dijo en un momento especial, sino que lo ratificó cuando le envía una carta al personal militar de la Guarnición de Azul; “sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo el que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran mas agresiones y secuestros”
Pero no fue todo, en línea con su discurso por cadena nacional y con las exhortaciones a los diputados de la JP, utilizó una terminología similar para calificar el accionar de la guerrilleros, a los que calificó como “psicópatas”, a los que había que “exterminar uno a uno para bien de la República”.
Estas condiciones surgidas de la persona del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y Presidente de la Nación es concretamente “una orden” para llevar a cabo con todos los recursos y medios disponibles con que cuenta el Estado.
A pesar de la muerte del General Perón, “la orden impartida” es cumplida por la Vicepresidente, ya en calidad de Presidente de la Nación mediante Decreto 261/75 del 05/02/1975, se iniciaba así el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán, donde se había instalado la guerrilla rural del ERP/PRT con el objetivo de lograr “zona liberada” y recibir, entre otros conceptos, los reconocimientos internacionales por parte de los Estados Comunistas y de esta forma desestabilizar al gobierno constitucional y provocar la caída del mismo y asumir el poder de la Nación por la “revuelta popular”
Las FFAA, junto a las FFSS y Fuerzas Policiales Provinciales llevaron a cabo el combate antisubversivo logrando la victoria sobre las Organizaciones Terroristas en el terreno de la Patria, pero la “estrategia sin tiempo” llevada a cabo contra el “terrorismo de Estado” que ponen como evidencia la represión del mismo, coadyubados por un sistema político, social y económico corrupto y amparado por la libertad que concede la democracia, continuaron socavando los valores y principios sustentados desde nuestra formación como República logrando producir “la grieta” en la sociedad y el desinterés y respeto por los Organismos fundamentales que hacen al Estado mismo (judicial, legislativo, político, etc).
Amparados en los DDHH, instrumentaron y llevaron a la justicia, también cómplice, a los vencedores de la lucha antisubversiva a los estrados judiciales por causas de “lesa humanidad”, mientras los vencidos, que atentaron contra la República, sean reconocidos como víctimas del Estado mismo, con fuertes indemnizaciones pagadas por ese Estado que atacaron y abriéndoles las puertas democráticas para que ocupen cargos institucionales desde el mas alto nivel en todos los ámbitos.
Vuelvo a lo expresado por el Grl Perón; “psicópatas”, a los que había que “exterminar uno a uno para bien de la República”.
Muy buena reseña.Ayuda a recordar detalles de lo ocurrido en aquellos años. Lamentablemente inolvidables para nosotros por lo que se vivía. Memoria! Gracias
ResponderEliminarGracias Leisa. El recuerdo de aquellos años es la verdad histórica que deseamos registrar para las nuevas y futuras generaciones. Con todo afecto
ResponderEliminarJosé María