9.2.21

Algo mas sobre la guerra antisubversiva en la Argentina

amshistoria.blogspot.com dedica este artículo, de hondo contenido emocional, al camarada y amigo Ing Luis Concina, en reconocimiento, no sólo a la firme amistad que nos une, sino a su permanente compromiso a difundir la verdad histórica y la lucha de nuestra Patria por un presente y en especial, por un futuro mejor para las nuevas generaciones de argentinos.

En el 46º aniversario del inicio de la "Operación Independencia", abrazo fraterno.                      José María 


09/02/1975 - "Detalles del inicio de la Operación Independencia”

Introducción
La subversión se focalizaba en Tucumán con el apoyo voluntario u obligado de la población.
Ante esta situación, la noche del 08/09 de febrero de 1975 las fuerzas legales inician la “Operación Independencia”, con la misión de lograr el aislamiento de los elementos subversivos y la afirmación de un efectivo control sobre la población, presionando a la guerrilla urbana y rural buscando su “total eliminación
En una evaluación preliminar sobre su concreción, deben señalarse dos conclusiones; 1) la necesidad de la operación, estaba dada por la situación socio-política reinante y, 2) la oportunidad de su comienzo, porque la demora en su ejecución traería imprevisibles consecuencias dada la propagación de una guerrilla abierta en un frente rural.

Efectivos del EA en el monte (Fuente: yelmontebebiomisangre.blogspot.com)

En Tucumán, la complejidad e importancia de la situación subversiva trascendía los límites locales y de responsabilidad exclusiva del Ejército, alcanzando a constituir un problema de carácter nacional e integral; a la ecuación efecto y causa debía agregarse para una solución definitiva, el factor acelerador, el tiempo

La conducción superior nacional del PRT-ERP consideraba que se había entrado en una etapa revolucionaria y que había llegado el momento de extender su accionar, no sólo a otras zonas de la provincia sino al resto del país, factor que será de significativa relevancia

La organización guerrillera



Principales campamentos guerrilleros cuya instalación comenzó durante el año 1974 (Fuente: es.wikipedia.com)

Se trataba de un verdadero ejército, con uniformes militares, plana mayor, comandancia, insignias e himno propio, dotado a partir de ese momento, de un poderoso aparato de radio que los mantenía en contacto con Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe e incluso, del exterior. El número de efectivos de 150 a 5000, distribuidos por toda la provincia, en la zona rural, en los montes y la espesura, en las ciudades, donde muchos de ellos se abocaron a tareas de inteligencia. De esos efectivos, un importante número provenía del exterior, especialmente de Cuba, Centroamérica, Bolivia, Perú, de la desbaratada banda Tupamaros del Uruguay e incluso, de los países del este europeo, fortaleciendo con su presencia las posiciones del ERP. Tan seguros estaban los altos mandos subversivos, tan ensoberbecidos y confiados, que sintiéndose suficientemente poderosos, intentaron gestionar ante las UN y la OEA el reconocimiento de Tucumán, como “territorio liberado”, objetivo que, de haberse logrado, le habría dado una fuerza y poder inusitados.

Efectivos del EA en un campamento guerrillero abandonado
(Fuente: yelmontebebiomisangre.blogspot.com)

Envalentonada y sin ningún tipo de remordimiento, la fuerza agresora siguió adelante con su accionar, secuestrando, fusilando, copando poblaciones, asaltando camiones de transporte y asesinando a inocentes.
“El armamento empleado era similar al de las fuerzas de seguridad, fusil FAL, ametralladoras PAM, escopetas Batan, granadas de mano, algunos lanza-granadas Energa y la efectiva ametralladora casera Yarará. Las armas de puño eran del más variado origen. Manejaban a la perfección las trampas explosivas, las minas tipo vietnamitas, el trotyl y el gelamón. Durante su estancia en el monte, acampaban en ‘embutes’ o ‘tatuceras’, especie de escondites construidos en maderas y ramas entre la espesura, vigilados por centinelas subidos a los árboles. Estos campamentos, ocultaban víveres, armas y ropa cuando no operaban en el monte. A medida que se llegaba al campamento por los tortuosos senderos, se superaban los puestos de centinelas mediante el uso de palabras clave, que eran contestadas por los guerrilleros de guardia. Las comunicaciones tácticas, se efectuaban mediante el uso de modernos Handy-Talkye de origen americano”

Situación
En los días que siguieron a la muerte del capitán Viola, tuvieron lugar nuevos hechos de violencia; un camión que transportaba azúcar hacia el establecimiento industrial Norwinco fue asaltado; el 18 de enero de 1975 una columna guerrillera ocupó la finca Norry, en Potrero de Las Tablas, obligando a los pobladores a concurrir al almacén del pueblo para escuchar la arenga de tres de sus combatientes, finalizada la misma, los subversivos se trasladaron al domicilio de un supuesto “entregador”, de apellido Córdoba y lo ejecutaron frente a su familia; después, se apropiaron de alimentos, armas y un equipo de radio y tras incendiar el destacamento policial, se retiraron, cinco días después, fue asesinado en la capital provincial el Dr. Juan Mario Magdalena.

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, el gobierno de la Nación, encabezado por la presidente María Estela Martínez de Perón, decidió adoptar medidas tendientes a contrarrestar los efectos del accionar guerrillero, dictando el 5 de febrero de 1975 el decreto Nº261/75 que en su Artículo 1º establecía: “El Comando general del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la Provincia de Tucumán”.
El Artículo 2º, por su partes decía: “El Ministerio del Interior pondrá a disposición y bajo control operacional del Comando general del Ejército los efectivos y medios de la Policía Federal que le sean requeridos a través del Ministerio de Defensa para su empleo en las operaciones a que se hace referencia en el art. 1º” y el Artículo 3º: “El Ministerio del Interior requerir al Poder Ejecutivo de la Provincia de Tucumán, que proporcione y coloque bajo control operacional y los medios policiales que le sean solicitados por el Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), para su empleo en las operaciones precisadas”.

Firmaron ese decreto, además de la jefa de Estado, los ministros José López Rega, Antonio Benítez, Oscar Ivanissevich, Alfredo Gómez Morales, Alberto J. Vignes y Ricardo Otero, poniendo en marcha, de esa manera, la respuesta del gobierno a la agresión marxista y mantener abierto un corredor para entrar y salir de la zona con facilidad.
Al conocerse la noticia, a fines de enero de 1975, la guerrilla se desplazó hacia la periferia del dispositivo dispuesto por las Fuerzas Armadas, dejando en el sector central a un reducido grupo de combatientes, plan táctico con el que pensaba desbaratar cualquier redada del Ejército
                                                       
En ese tiempo, las fuerzas del EA experimentaron su primer baja significativa de la guerra cuando un avión Twin Otter DHC-6 matrícula AE-259 de la Aviación de Ejército que llevaba a bordo a los Generales de Brigada Enrique Eugenio Salgado, comandante del III Cuerpo de Ejército y Ricardo Agustín Muñoz, comandante de la V Brigada de Infantería, se precipitó a tierra, pereciendo toda la tripulación. La aeronave, que realizaba un vuelo de inspección sobre la zona de operaciones, se estrelló en una zona boscosa, en pleno monte tucumano pereciendo también; el coronel Eduardo Wilfredo Cano; los tenientes coroneles Oscar Rubén Bevione, Pompilio Schilardi y Pedro Santiago Petrecca; los mayores Roberto Dante David Biscardi, Pedro Antonio Zelaya, Héctor Abel Sánchez y Aldo Emilio Pepa, el capitán Roberto Carlos Aguilera, el teniente primero Carlos Eduardo Correa y el sargento primero Aldo Ramón Linares y, aunque en un primer momento se habló de que se había tratado de un accidente, no tardó el ERP en atribuirse el derribo, intensificando, de ese modo, su acción psicológica

General Acdel Vilas, Coronel Vera Robinson y Coronel Menéndez en Famaillá (Fuente: davidrey.com.ar)

Inicio de la “Operación Independencia”
El 9 de febrero de 1975 columnas motorizadas del Ejército Argentino comenzaron a desplegarse hacia Tucumán para iniciar operaciones de guerra; el alistamiento involucró al Regimiento de Infantería 19 (RI19), la Compañía de Arsenales 5 (Ca Ars 5) y la Compañía de Comunicaciones 5 (Ca Com 5) con asiento en Tucumán; al Regimiento de Infantería de Monte 28 (RIMte 28), al Destacamento de Exploración de Caballería 105 (DEC105), a la Compañía de Sanidad 5 (Ca San 5) y a la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 (Ca Ing M 5) de Salta; al Regimiento de Infantería de Montaña 20 (RIM 20) y al Grupo de Artillería de Montaña 5 (GAM5) con base en Jujuy, todas ellas unidades de la V Brigada de Infantería a la que se agregaron el Batallón de Aviación de Combate 601, fuerza integrada totalmente por helicópteros; el Grupo de Operaciones Electrónicas 602, efectivos de Aviación Naval, escalones logísticos, Policía Federal, Policía de la Provincia de Tucumán y Gendarmería Nacional, todos ellos a las órdenes del GB Acdel Edgardo Vilas, que, tras le muerte de los Generales Salgado y Muñoz, fue designado para encabezar el Operativo (13 de enero)

Los Capellanes en primera línea,  acompañan a las tropas del EA con su palabra esperanzadora  (Fuente: zona-militar.com)

En menos de un mes, el GB Vilas elaboró un plan táctico consistente en el avance y ocupación de la zona dominada por la guerrilla y misiones de patrullaje permanentes con el objeto de detectar sus centros de operaciones. Para ello, instaló su comando general en Famaillá disponiendo, al mismo tiempo, la creación de otras tres bases como asiento de las fuerzas de tarea en operaciones (FT) una en Los Sosa, otra en Santa Lucía y la tercera en La Fronterita, agregando, tiempo después, una cuarta, destinada a los efectivos del Regimiento de Infantería de Montaña 22 (RIM 22) procedentes de San Juan.

Operación Independencia – El Cte IIIer Cuerpo de Ejército Grl Luciano B. Menéndez con un grupo de oficiales en una “mesa de arena” donde se explica la situación de las operaciones (Fuente: prisioneroenargentina.blogspot.com)

Temiendo un repliegue masivo del ERP hacia las zonas urbanas, el comando dispuso también la creación de otras dos bases, una en San Miguel de Tucumán y otra en Concepción, destinadas a neutralizar a los cuadros subversivos que se moviesen fuera del área de operaciones o que intentasen dirigirse a ella.
La Argentina entraba en una guerra abierta y lo hacía movilizando un importante aparato militar que, al cabo de un año y medio de combate, alcanzarían una rotunda victoria.

Ex-zona de operaciones – hoy!!! luego de la victoria, la paz!! (Fuente: mapa de VP Tucumán)

Fuentes:
- infobae.com
- guerraantisubversivaenlaargentina.blogspot.com
- yelmontebebiomisangre.blogspot.com
- prisioneroenargentina.com
- Cnl Eusebio González Breard “La guerrilla en Tucumán – una historia no escrita
- archivo personal



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