20.11.18

Anexo 2 - Detalles de la Batalla de Boquerón - 3ra Parte


Aspectos preliminares de la gran batalla

29 de septiembre de 1932 - Informe escrito del Tcnl José F. Estigarribía al Gobierno dando cuenta de la toma del Fn Boquerón (Fuente: gpo facebook "Homenaje a los caídos de los dos ejércitos en la Guerra del Chaco")
La baja estimación de la capacidad paraguaya por parte del EM boliviano rayaba lo increíble y descansaba en la teoría que el Paraguay sólo podría movilizar y equipar pequeñas fracciones y que carecía de planes de guerra y servicio de inteligencia.

En diciembre de 1931 el Plan de Operaciones N°1 elaborado por la Sección Operaciones/EM y que constaba de 26 páginas sostenía que, “por ser imposible en el Chaco una guerra de maniobras sólo bastaría para hacer una guerra contra el Paraguay la cantidad de 5 batallones reforzados, de 812 hombres cada uno y acompañados por algunas baterías de montaña”. Este documento que fue la base de los planes bolivianos de la época reflejaba el pensamiento del EM originado por aquel postulado del Grl Kundt “al proclamar dogmáticamente que Asunción podría ser tomada con 3000 soldados”

El 08 de agosto de 1932 fue ocupado el Puesto Carayá (Huijay) con orden de mantener y de ser necesario, oponer una firme defensa, a la vez, el Grl Quintanilla/Cte 1erCE, pidió refuerzos para contrarrestar una presunta ofensiva paraguaya, debido fundamentalmente a la detención de la marcha hacia el Chaco de 5481 hombres y volvió a tratar de conseguir la autorización para tomar Nanawa. A esta solicitud estratégica por parte del 1erCE el presidente Salamanca se negó a acceder a la misma (de estas medidas, fuera del contexto estratégico que mantenía el ejército en campaña, se dieron durante todo el conflicto por parte del presidente) y el 10 de agosto ordenó que no se realizaran nuevas acciones sin su autorización personal y haciendo notar su jerarquía de Capitán General, que le da la Constitución del país.

Una semana después los paraguayos retomaron Carayá apartando la peligrosa presencia boliviana cerca de Isla Poí–Villa Militar y agregando a esto el derribo de un avión de la FAB; estos hechos llevaron al presidente Salamanca a (nuevamente inmiscuirse en las operaciones militares) ordenar que Boquerón sea una plaza fuerte y que se hiciesen todo lo necesario para una defensa a muerte, asimismo dispuso la continuación de la marcha de las tropas detenidas en Tarija hacia el TO Chaco. El día 29 de agosto el Grl Osorio le comunicó al Grl Quintanilla que el Estado boliviano había asumido la postura diplomática “de no devolver los fortines ocupados en represalia”, actitud que debería orientar al 1erCE a su mando, a lo que Quintanilla persistió en su deseo de tomar Nanawa. Esta proposición, desde el punto de vista estratégico, era muy razonable ya que hubiera desequilibrado la primera línea de fortines paraguayos y, a la vez, dado seguridad al flanco derecho boliviano. A esto el Grl Osorio requirió si estaba en condiciones de tomar Rojas Silva a lo que Quintanilla expresó su confianza en este accionar y por último fue autorizado a realizar el movimiento mencionado y anunciado para el 08 de setiembre como una represalia por lo de Huijay y que separaría a Nanawa de Isla Poí–Villa Militar.

La presión diplomática de los Neutrales ayudó, en alguna forma, al Paraguay al detener las apresuradas y emocionales acciones de Salamanca, otorgando tiempo y espacio para la “organización orgánica, logística y capacidad de combate de un ejército digno de tal nombre”. Si Bolivia hubiese realizado su movilización general en el mes de agosto y golpeado duramente, era probable que llegar al río y ganara la guerra. Muy por el contrario, quedó inactiva, movilizando por “gotas” lo que permitió a Paraguay tomar una decisiva ventaja en espacio y tiempo para concluir una pronta concentración de fuerzas muy superiores. Este oportuno aprovechamiento por parte del Tcnl Estigarribia de esta situación será uno de los factores esenciales del triunfo paraguayo, ya que le permitió reunir y alistar su bisoño ejército en la Villa Militar – Isla Poí para los primeros días de setiembre de 1932.


Aspectos iniciales sobre la gran batalla
El 07 de setiembre de 1932, el ejército paraguayo, inició su marcha desde Isla Poí el 1erCE y desde su comandante hasta el último recluta participaban de un manifiesto optimismo de que las fuerzas bolivianas abandonarían Boquerón sin mayor resistencia. El día 08, la 1raDI del My Carlos Fernández reforzada con el RI3° avanzó desde Pozo Valencia presionando y haciendo retroceder los puestos adelantados bolivianos hasta quedar a 3kms de Boquerón. La FAB de reconocimiento envió partes sobre este avance y estimaba que eran fuerzas reducidas, información que le llegó al Tcnl Marzana a cargo del Fn Boquerón (no fueron estos los únicos errores que cometió la FAB en sus apreciaciones de magnitud de fuerzas, lugares de concentración de tropas y medios, movimientos, que luego resultarían perjudiciales para la conducción de las acciones de combate)

Cnl Fernández al final de la guerra
La orden del Tcnl Estigarribia era “rodear Boquerón por la izquierda y presionar sobre el enemigo hasta posesionarse de una zona de seguridad”, por lo cual el My Fernández ordenó una enérgica persecución hacia Arce y asignó al RC2° la misión de interceptar el camino a Yucra (o Yujra) para cortar la retirada de parte de la guarnición del fortín. En medio de una total falta de mapas del TO, sólo se contaba con los recuerdos del Tte Heriberto Florentín (antiguo jefe del Fn Boquerón), continuaron los movimientos, pero se evidenciaron errores de conducción por la falta de reconocimientos por parte de los jefes a cargo (prácticamente en todas las jerarquías) de las posiciones y/o movimientos de los bolivianos.

Boquerón estaba preparado para su defensa en forma cuidadosa y eficiente, ya que desde mediados de agosto las tropas del fortín habían construido obras de abrigo bajo la dirección del My Germán Jordán, un estudioso de la doctrina defensiva francesa; escondidas en los bordes de los bosques se abrieron trincheras protegidas por troncos de quebracho; nidos ocultos de ametralladoras en los árboles sobre plataformas y varios tipos más; se cavó un pozo para extraer agua, elemento vital para la zona. El fortín estaba a cargo del Tcnl Marzana, uno de los mejores jefes bolivianos con grandes aptitudes y tenía a sus órdenes a 28 jefes y oficiales, 683 soldados y con 13 ametralladoras pesadas, 27 livianas, 3 viejas piezas de artillería, 2 nuevos cañones antiaéreos. Las tropas eran veteranas del Chaco, con dos años de servicio y los oficiales la mayoría de carrera. En la noche del 08 de setiembre se agruparon en torno a las fogatas con el único tema de conversación relacionados a los movimientos paraguayos, el inminente choque, una noche nerviosa, tropical.



Posiciones defensivas bolivianas en Boquerón (Fuente: facebook Memorias de la Guerra del Chaco)
El 09 de setiembre de 1932, el joven e inexperto ejército paraguayo interrumpió el silencio de la madrugada con un ¡Viva el Paraguay! e inició el asalto al Fn Boquerón, se iniciaba una batalla épica y una larga guerra.
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Del Autor: A lo expuesto en la 1ra y 2da Parte, agregamos en esta, vivencias de combatientes paraguayos que tomaron parte activa de la batalla y alcanzaron el mayor y más significativo triunfo del Paraguay en la Guerra del Chaco. 
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1. Acciones en Boquerón (Narrativa de un combatiente paraguayo)
Jueves 08 de Setiembre de 1932: "después del desayuno a las 7:30 horas partimos para Boquerón; ¡voy por fin! con mi pelotón en punta; va un pelotón de caballería adelante con el Tte Osorio. Dos kilómetros sin novedad. Este diario lo voy haciendo en las paradas que mis patrulleros hacen a 100 metros delante de mí, me tiendo o arrodillo y escribo. Tal vez la historia alguna vez aproveche mi diario: soy veraz hasta donde se pueda ser. Sabemos que el RI4° está en Campo Valencia; viene también un Grupo de Artillería atrás nuestro; por la recta va el RI2°. Mañana atacaremos al amanecer con 3.500 hombres más o menos.

En el camino encontramos la bolsa de víveres ensangrentada. A las 10:30 abren el fuego sobre nuestra descubierta de caballería, es menudo; al tenderse despliego y avanzo con una escuadra, me siguen las otras dos de los flancos; progreso por saltos, los tiros son muy altos. Alcanzo a la caballería que desmontó una mitad y disparan 4; cesa el fuego enemigo, avanzo al paso agazapado, quiere tomar un caballo nuestro su dueño y huye; alcanzo el monte y encuentro un retén abandonado, muchos efectos: carpas, morrales, caramagnolas; los otros pelotones me alcanzan. ¡Cómo cansan los saltos hacia adelante! A las 12:00 avanzamos adelante por un matorral; tres aviones vuelan, echan bombas pero muy atrás, nos escondemos; seguimos como 500 metros y con los dos pelotones (2° y 3°). Establezco puesto avanzado. El Tte Villagra con el 1° Pelotón se posesiona del monte enfrente.


A las 15:00 una patrulla boliviana dispara contra mi puesto de observación sin resultado. Esperamos. Nada. Yo he pedido venir en la punta y estoy satisfecho. Ningún soldado de mi pelotón puede decir: "Marché adelante del Teniente Velilla". Todavía no hemos comido: hay hambre; tenemos una latita de carne conservada para dos días. No hay todavía orden de tocarla. Me parece que la impresión del combate no será muy grande, sin embargo, cuando se vea al enemigo y el fuego sea más violento cambie de opinión; hasta ahora nada. Son las 16:00 horas. Somos relevados de los puestos avanzados a las 17:30 no sin antes visitarnos una patrulla que disparó contra mi observador sin resultado; una granada explotó atrás hiriendo levemente a uno de caballería y a su montado. Venimos más atrás y nos encontramos a 600 metros del punto avanzado. Cenamos asado. A las 21:00 un nuevo tiroteo nos despierta: suenan y pasan muy cerca los proyectiles; me asusté porque fue en sueño; igual el Tte Saldívar. Nos serenamos al contacto con la tropa. A los 5 minutos estábamos listos. Sigue el tiroteo: es una patrulla enemiga que se acerca al puesto de la 2da Compañia. La 3ra muy desordenada no consigue formar. Sus Oficiales comunicaron la nerviosidad a su tropa; es una lección para nosotros; nuestra Compañía tiene una admirable calma, creo que confía en sus Oficiales. A las 10:30 nuestro Batallón es relevado por el 2°. Pasamos a dormir a 2.500 metros atrás. Mañana constituiremos la reserva. Es lástima: lo mismo piensan todos los soldados. Pero hace tres noches que nuestros soldados no duermen, es necesario relevarlos para que duerman. (Fuente: "Diario de Guerra – desde las trincheras de Boquerón” del Tte Hernán Velilla)
Septiembre 1932 - Fn Boquerón: posición defensiva en la Punta Brava, donde se observan los troncos de quebracho en forma de empalizada y en la parte superior aberturas para el fuego de los tiradores. Esta posición es muy fuerte y soporta el fuego de ametralladoras y morteros, además, da una  idea de la permanente preparación de la posición. (Fuente. facebook Memorias de la Guerra del Chaco)

2. Acciones en Boquerón (Narrativa de un combatiente paraguayo)
Punta Brava; mucho se cita con este nominativo a la posición estratégica que tenían las unidades bolivianas durante la batalla de Boquerón y así también luego se denominó a nuestro 2do Batallón/RI4° “Curupayty”, unidad que se destacó por ser casi siempre la avanzada de nuestras fuerzas. Antes que nada, digamos que a través del camino Pozo Valencia-Boquerón se arribaba a la famosa Punta Brava y que allí se emplazaba una fortificación boliviana ubicada en la antesala de la entrada del fortín, donde a la vera de un pequeño bolsón se ubicaba un nido de ametralladoras muy bien organizado por la defensa enemiga que obstruía el avance de nuestros hombres. Durante los días 9, 10 y 11 de Setiembre de 1932, con mi unidad, integrante de la 1ra Ca/2do Batallón/RI4°, habíamos llegado cerca de dicha posición, accediendo a tal punto a través de unos montes que existían en la zona. Luego de varios intentos en los que fuimos rechazados el día 14/9 efectuamos una conversión y nos ubicamos frente a una punta saliente del monte, justo frente a la orilla opuesto al ya mencionado bolsón. Gracias a la geografía del lugar y específicamente a esta lengua de monte en la cual me encontraba estuve a cubierto del hostigamiento enemigo que contaba con poderosas armas automáticas y una posición ventajosa que le permitía repeler cualquier intento de copamiento por parte de nuestras tropas. La brillante e ingeniosa defensa boliviana era muy eficaz pues en la fortificación contaban con un nido de ametralladoras de “dos pisos” construido con voluminosos troncos de quebracho que se encontraba disimulado por unas enormes plantas de “Caranda”, estructura que nos costó descubrir, pues era muy difícil de ser visualizada.

El GA2°, comunicó el mismo día (20/9/1932) que su batería 105mm tenía los siguientes objetivos: Nº1 “Punta Brava”, Nº2 el recinto central del fortín - la batería “Yegros” de 75mm recibió misión táctica directamente del RI4° y la batería “Rovira” del RI2° (ésta batería había perdido un cañón en los primeros días del combate, debido a la explosión del tubo, accidente que causó algunos heridos); 2da Batería de 75mm “Comandante Cap Fulgencio Yegros”, Oficial de Tiro Tte 1º Lindolfo González; 1ra Sección Tte 1º Raúl Fernández De Camilli; 2da Sección Tte 1º Julio R. Cartes.
“Mientras me encontraba con mi unidad descansando unas horas en la retaguardia, veo llegar al PC del comandante del batallón Cap Ramón L. Paredes al entonces Tte1º de artillería Fulgencio Yegros Girola, desde mi posición podía escuchar el diálogo entre ambos y en un momento de la conversación escucho que el jefe del batallón le pedía al Tte1º Yegros que previo tiro de reglaje, dispare con su unidad de artillería sobre una determinada posición. Ante dicha orden no me quedó más remedio que intervenir en la conversación para advertirle al Cap Paredes que entonces era urgente y necesario retirar las tropas que habían relevado a mi unidad la noche anterior porque se encontraban expuestas al fuego propio. Como nuestro jefe era de pocas palabras y mucha acción, escuchó mis consejos acerca de adonde se debían dirigir los disparos de artillería para eliminar el nido de ametralladoras montado por los bolivianos y dio orden de desalojar las unidades paraguayas emplazadas a unos 80 metros del objetivo y extrajo un papel donde delineó las posiciones, preguntándome con cierta impaciencia: "Teniente: ¿en qué lugar está ubicado el objetivo?", a lo que yo le respondí: "Ahí en esa “Punta Brava” señalándole la posición en el croquis precario que había confeccionado nuestro Jefe. Seguidamente el Cap Paredes me manifestó que con mis palabras no alcanzaban, "vaya inmediatamente con el Tte Yegros a fin de establecer con exactitud el objetivo a batir", así lo hice y luego de llegar a la posición que ocupaba nuestra artillería pesada, nos subimos a un precario mangrullo desde donde pude determinar con precisión los puntos de referencia necesarios para los tiros de aproximación. Luego de retirada la unidad que relevara a mi compañía el Tte Yegros fijó el objetivo sobre una planta de samuú ubicada en la orilla del monte y a unos 150 metros del nido. El primer disparo fue con tal precisión que la granada cayó en la mata misma del árbol seleccionado y afortunadamente luego de unos pocos tiros de ajuste se pudo destruir la posición enemiga”.

Oficiales del RI6° Boquerón; Tte Inf Prudente Britos (2do de la izq); Tte Ing Eleuterio Gadea (3ro de la izq); Tte 1° Enrique Sanchez Domínguez (5to de la izq); Tte 2° Fernando Carrasco (3ro de la der); Tte 1º Carlos Castagne Decoud (2do de la der); Cap Inf Diógenes Cazal (sentado) (Fuente: gpo facebook "Memorias de la Guerra del Chaco del archivo del forista Víctor Meden)
La determinación de la nominación de Punta Brava nació en esos momentos, para que luego ese nombre quedara inmortalizado en los croquis y planos militares, que hacían referencia al enclave boliviano, sitio en el que aún faltaba derramar mucha sangre compatriota y boliviana antes de la finalización de la batalla. Uno de los hombres que puede dar fe y que aún nos acompaña es el Cnl Felino S. Lezcano (que por ese entonces era un aguerrido combatiente que se desempeñaba como Cabo 2º); concretada la retoma del Fn Boquerón en la alborada del 29 de setiembre nuestro 2º Batallón/RI4° “Curupayty” se autodenominó “Punta Brava” recordando ese casi inexpugnable reducto lleno de devastación y muerte.
“Han pasado 50 años de aquellos episodios, tan trágicos como necesarios, para salvaguardar la integridad territorial de nuestra nación. Hoy me parece increíble que el comentario formulado por un inexperto Tte 2º sobre una posición enemiga se haya perpetuado en el tiempo, aunque pocos lo sepan” (Fuente: Tte1º de Reserva Florencio Ricardo Mello Vargas)

3. Acciones en Boquerón: del Diario de guerra del Cap Ramón L. Paredes, comandante del 2do Batallón/RI4°

Domingo 02 de octubre de 1932: al escribir mi diario del día 28 de setiembre, sobre todo la última parte, estaba muy lejos de pensar que al día siguiente sería el día de la mayor victoria de nuestro Ejército. Ese día, nuestro batallón (2doBatallón/RI4°) había hecho el esfuerzo más grande realizado hasta entonces y, como dije, el enemigo había cedido en otros frentes, pero a pesar de todo no creía todavía que al día siguiente se entregarían de la forma que lo hicieron. Terminada la jornada del día 28, después de dejar organizada a las tropas que esa noche cubrirían las guardias en las posiciones, me retiré de mi PC al campamento. Al llegar a este, me dijo el My José A. Ortiz que al día siguiente a las 05:00 se continuaría el combate, a lo que yo me opuse y el mismo My Ortiz también era de la misma opinión, pero la orden de la División estaba dada, ya no había nada que hacer y como soldados hay que cumplirlas.
Mi opinión de suspender la acción de ese día 29 era para que se diera tiempo a las unidades a reorganizarse y no hacer, como ya se ha hecho en otras veces, esfuerzos aislados sin ningún éxito. Pero la orden de la División era terminante y, por otro lado, las otras unidades querían continuar incesantemente hasta terminar la cuestión. Fue así, que me acosté esa noche después de dejar listo mi batallón para continuar al día siguiente con toda decisión el combate.

Como de costumbre, mucho antes del amanecer del día 29 me dispongo a ocupar mi puesto, las unidades ya estaban ocupando sus sectores de combate, cuando viene llevando un hombre de enlace del Tte Raúl Vera, quién me comunica que por la noche el enemigo había gritado “paraguayos, cesar el fuego, mañana a primera hora nuestro comandante, enviará un parlamentario de reglamento que saldrá en la picada”; siendo contestado por el Tte Benitez, comandante de un pelotón “está bien, pueden mandar”. Comuniqué esta novedad a mi Comandante de Regimiento y ninguno de los dos dimos importancia, creímos que el enemigo trataba de hacer un chiste. Inmediatamente me puse en camino a mi PC siendo recibido por una lluvia terrible de proyectiles enemigos, primer saludo boliviano del día, no pudiendo continuar más adelante. Tuve que dar un gran rodeo para llegar a mi PC y en el camino me encuentro con el Tte Vera que venía conduciendo a un Cap Salinas y un suboficial Avila con una gran bandera de parlamento. Me presenta a los bolivianos. Yo me presento al Cap y al conocer mi nombre me contestó “Usted Capitán ya es conocido dentro del fortín, usted es el comandante de Artillería ¿verdad? Le contesté que no era artillero, que era del arma de infantería. Me dijo que yo era conocido dentro del fortín como artillero porque en una orden mía encontrada en poder del Tte Fernando Velazquez pedía a éste que observara los tiros de artillería. Así supe que el Tte Velazquez había sido recogido por los bolivianos y que había muerto el día 26 juntamente con el Cap Manchego quienes se reconocieron antes de morir (1) (Ver breve crónica al final del capítulo)



Tte 1º Fernando Velázquez, caído en Boquerón, protagonista junto al Cap Tomás Manchego de una épica y férrea amistad nacida en el conflicto. Fueron sepultados en la misma fosa (Fuente: Portal Guaraní)

Conduje personalmente al PC/Rgto a los dos parlamentarios. Se me entregó una carta para el comandante de las fuerzas paraguayas y se me dijo que tenían instrucciones del Tcnl Marzana de establecer una hora y lugar para una conferencia. En el PC/Rgto les invité con cocido con leche y galleta que encontraron excelentes. Como no iba a ser así, cuando que hacía más de 15 días que estaban sin rancho, comiendo solo carne de mulas y perros. Cuando el pobre parlamentario estaba llenando su estómago, las tropas bolivianas en las trincheras habían levantado bandera blanca y se rendían a nuestras tropas incondicionalmente. El enemigo ha finalizado su resistencia heroica con una derrota vergonzosa. Mientras esto ocurría en las posiciones, conduje al Cap Salinas y su acompañante al PC/Div y les hice entrega al My Rafael Franco quién, a su vez, los condujo al PC/CE. Estando en la División supe por teléfono de la rendición del Tcnl Marzana y, tras de este, todos sus oficiales y tropas, quedando en poder nuestro más de 30 oficiales y 600 soldados prisioneros y todo el material de guerra que estaba en poder del enemigo.

Sólo mi batallón ha recogido de su sector lo siguiente: 1 cañón de 75mm con 8 proyectiles – 2 cañones SEMAG contra aviones – 4 ametralladoras pesadas – 7 ametralladoras livianas – 99 fusiles – 10 tubos de repuestos – 75 cajas de bandas – 11 valijines de MADSEN – 20 yataganes, munición para fusiles, herramientas de repuestos para PP y artillería y una enorme cantidad de objetos.

Un cañón antiaéreo boliviano SEMAG/OERLIKON L Modelo 1923 (basado en Becker M.II ad Becker TUF) capturado por fuerzas paraguayas en Boquerón. (Fuente: Portal Guaraní)
Es indudable que si ese día 29 no se entregaban en la forma como lo hicieron, sus posiciones iban a ser asaltadas y conquistadas por la fuerza, lo que hubiera sido para el enemigo mucho más honroso y hubieran coronado su heroica resistencia con una acción más digna de un pueblo libre y no como simples esclavos de la Standard Oil. Pasamos el día 29 recogiendo material abandonado por el enemigo y por nuestras propias fuerzas, además dando cristiana sepultura a nuestros queridos muertos, mártires de la agresión boliviana. Hoy, he leído algunos diarios, tantas falsedades se dice en ellos que de vergüenza leerlos. Crean héroes y estos héroes son justamente aquellos que ni siquiera su sombra se han aproximado a las trincheras enemigas.
Hemos estado esta mañana, acompañado del Cte Div My Carlos Fernández, Jefe RI4° My José A. Ortiz, Jefe RC3° My Federico Smith, Cte 1erBatallón Cap Julio Jara, Cte 3er Batallón Cap Juan Gonzalez Ferreira y yo (Cte 2do Batallón) a hacer una exploración para conocer el terreno hacia las posiciones bolivianas.
El 30 mandé un telegrama para mi mujercita querida, para que sepa que su papito ha cumplido con su deber con mucha suerte pues hasta sigue con vida ¿Y qué si la pierdo, si es por la Patria? Además, tengo al Pibito y al Chiquitín que si tengo la suerte de morir gloriosamente sabrán vengar mi sangre. Escribí también una larga carta a mi hijita de mi vida, que veremos si tiene la suerte de llegar a destino.


30 de Septiembre de 1932 - Fn Boquerón: ha cesado la resistencia y las tropas paraguayas ocupan el fortín. En la foto oficiales bolivianos son transportados en camión a la retaguardia, su destino será la ciudad de Asunción, para ellos terminó la guerra. Un alto jefe boliviano dijo: "en Boquerón perdimos la flor y nata del Ejército" (Fuente. Portal Guaraní)

Lunes 03 de octubre de 1932: hay revista de Batallón, se han reajustado las unidades, se han aumentado las armas automáticas a costa de Bolivia. Preparativos para seguir castigando ejemplarmente a los “cholos”. He oído decir que el EM boliviano ordenó una ofensiva general. ¡Qué ricos tipos! ¿Porqué no han ordenado esa ofensiva para salvar a sus camaradas de Boquerón? Ahora que estos ya están perdidos están rabiosos ¡Pobres indios! Salamanca quiere sembrar de cadáveres bolivianos el Chaco paraguayo ¡y no digamos que será buena semilla! Hoy hace 5 días de descanso. El proyectil enemigo ha dejado de silbar ¡y que bien se siente uno así!
Pero Salamanca no está conforme con esta quietud ¿será que no tiene hijos o parientes en el ejército? Rodeado de sus colaboradores en una mesa redonda de gabinete resuelve hacer matar más bolivianos. Que se cumplan sus deseos ¡Qué así sea! Probé esta tarde una automática pesada con sello de Bolivia ¡Qué bien funcionaba! Y pensé que ahora esta destinada para los bolivianos. Las máquinas están flamantes y se hará uso admirablemente.

Martes 04 de octubre de 1932: anoche soñé contigo mi hijita querida. Y Pibito y Chiquilín también. Todavía no me había levantado cuando ya me venía llegando tu encomienda. Era para eso que te tenía toda la noche en mi mente, para que me venga llegando siquiera tu regalo, ya que tu personalmente no puedes venir. Pude aprovechar los cigarrillos, dos botellas de caña y dos limones. Los chipás, las bananas y las naranjas llegaron destruidas.
El Cdo Div pasó revista al Rgto. Encontró todo conforme, las tropas con mucho espíritu y entusiasmo. Dio nombres de guerra a los batallones. A mi batallón lo denominó con el de “Punta Brava” por su heroico comportamiento frente al sector boliviano llamado Punta Brava. Transcurrió el día sin novedad.



4. Acciones en Boquerón: frente a la "Punta Brava" de Boquerón en septiembre de 1932 (Narrtiva de un combatiente paraguayo)


¡Ahhh la Punta Brava de Boquerón en septiembre de 1932! La Punta Brava tenia bien merecida fama de bravura! Lo más temible de ella consistía en un reforzado nido de ametralladoras, con dos pesadas y dos livianas entre bolsas de arena y otras dos pesadas y dos livianas encima de las ya indicadas. Imaginen ustedes la potencia de fuego a “ras de tierra” de este bastión en el desierto. Y quien mandaba en el baluarte era e1 Subt Inofuentes, un bravo de verdad, sus hombres, veteranos de dos años en el Chaco, muy bien entrenados, manejaban los ocho tubos mortíferos con fría y devastadora eficacia. El nombre de pila del jefe de la Punta Brava era Clemente. Clemente Inofuentes, el nombre rimaba con el apellido, como si él, el bravo entre los bravos de la Punta Brava y de todo Boquerón, fuese una innocua (que no hace daño), una inofensiva fuente de aguas puras de clemencia, pero los bravos verdaderos, los magnánimos de verdad, son clementes, y el bravo de la Punta Brava era clemente!.
Fn Boquerón - Punta Brava - vista del campo de tiro preparado por la defensa y al que hace mención el relato Nº4 (Fuente: blog Historias de Bolivia)
Frente a la Punta Brava se extendía un descampado, un ideal campo de tiro y por ese descampado ataco a Boquerón nuestra unidad, el RI Nº1 “2 de Mayo”. ¡Qué ataque aquel y que fulminante el fuego de la Punta Brava contra quienes osaban desafiarla! E1 1er y 3er batallón fueron aniquilados. Tenía yo, al comenzar e1 ataque, más de 50 hombres a mi mando; al terminar solamente me quedaban 11. Estábamos ya cerca de la Punta Brava cuando a la hora del asalto corrimos hacia ella; sus detonaciones nos ensordecieron, veíamos las llamas salir de los tubos negros y sentíamos el aire en torno llenarse de plomo encapsulado en acero, yo vi el destrozo del 1er batallón al aproximarse a aquel muro de hierro que lanzaba llamas como de volcán. Yo vi caer a mis hombres fulminados, y yo caí también, disfrazado de tropa como estaba y empuñando, como mis hombres, un fusil. Clemente Inofuentes tenía ojos de águila, el me vio caer desde su casamata de quebracho y arena endurecida; él me vio tras mi caída, revolcándome en el polvo, a través de las malezas ralas que mimetizaban su nido invulnerable.


Yo, tendido en tierra, sentía un fuerte dolor en la pierna derecha, a unos centímetros encima de la rodilla y el Tte Zotti ya había caído, entre los primeros, no lejos de mí. Zotti, oficial valentísimo, creyó ser inmune a la tormenta de fuego que se precipitaba sobre nosotros, el llevaba un gran sombrero negro y una capa negra como un doble desafío, en los primeros minutos el fuego lo respetó a pesar de ser un perfecto blanco; pero él siguió corriendo hacia la metralla a cuerpo gentil, pistola en mano, el gran sombrero y la capa desafiantes en el furioso viento preñado de puntiagudos, de calientes, de silbantes dardos de metal. Gritó Zotti al caer y yo oí sus gritos: Camillero! Camillero! Camillero! Nadie podía socorrerlo, una móvil, una vibrante, una rasante, una invisible cuchilla cortaba todo el campo con un filo que corría, veloz de izquierda a derecha, de derecha a izquierda buscando la carne blanda crispada de horror, y buscando los huesos quebradizos para hacer de una y otros, una pasta palpitante color rojo.

Yo, tendido en el polvo soliviantado, primero con las manos de uñas rotas y después con la cuchara de estaño, trataba de alzar frente a mí una absurda defensa para mi cuerpo ya ensangrentado: me había palpado la herida con las dos manos y me había sacado de ellas la sangre sobre el pecho, sobre e1 vientre; pensé que para no desangrarme debía vendar la “chorreante” herida. Me saqué la camisa de tropa que me servía de guerrera y aferrándola con los dientes y tirándola con las manos a derecha e izquierda, logré rasgarla y convertirla en vendas. Al hacer esto, me ponía en mayor evidencia; pero debía hacerlo. Me vendé la herida justo a tiempo, el fuego arreciaba, sin embargo, tenía conciencia de que, como deliberadamente, me evitaba; no venía derecho, rasante, hacia mí, sino que pasaba, diré, de largo, dejándome en el centro de un espacio sin muerte, pues bien, me vendé la pierna con la mayor fuerza de que fui capaz para que la venda no solo contuviese e1 chorro que manaba sobre la rodilla, sino también parte del flujo interno de la sangre que bajaba hasta mis pies. Pensaba que, milagrosamente, el sitio en que estaba yo tendido no era blanco de los infinitos disparos que, durante horas, ensordecieron el campo. Vino por fin la noche y con la noche pudieron venir los camilleros. Me llevaron a retaguardia. Esto último yo no recuerdo cómo fue, iba desmayado en una camilla. 


Boquerón cayó aquel inolvidable 29 de setiembre ¡Aquel septiembre, tan poco primaveral para sitiados y sitiadores! No pude ser testigo del regocijo de la primera, de la decisiva victoria: decisiva por su significado moral para uno y otro bando. Días después, no sé cuántos, me llevaron a Puerto Casado y allí abordé el Cañonero Paraguay. El barco gris, como todos los barcos de guerra, apuntaba sus cañones hacia arriba, listos para repeler un ataque aéreo. Un amigo mío, el Tte Jesús Blanco Sánchez, oficial de Marina, segundo de a bordo, me ofreció una litera de su camarote, elegí la de abajo y al tenderme boca arriba sobre aquel lecho angosto y duro me sentí feliz, con ganas de vivir, horas después partiríamos para Asunción.

El Dr Alberto Torrico vino a hacerme una prolija cura, era un prisionero boliviano caído en Boquerón, me contó mientras lavaba mi herida con un líquido ardiente, que en el Cañonero, allá sobre cubierta, viajaba prisionera la flor y nata de la guarnición de Boquerón. El vendaje resultó excelente y esto hacía posible una renguera sin consecuencias peligrosas, ni el fémur ni otros huesos habían sido tocados por el proyectil. Doctor ¿podré subir a cubierta mañana? -Sí, sin ningún peligro (me aseguró el médico). Conocí, primero a un teniente joven, hombre culto y afable, su apellido era Calero y vestía un sucio uniforme y llevaba esa gorra casi siempre arrugada, de copa aplastada hacia atrás, que los bolivianos usaban. ¿Quién mandaba en la Punta Brava? (le pregunté apenas iniciado el diálogo) El Subt Inofuentes (me dijo) ¿Está aquí, a bordo? (le pregunté apenas iniciado el diálogo) Espere un momento. voy a buscarlo (fue su respuesta). El Tte Calero volvió enseguida acompañado por un mozo de unos veinticuatro/veinticinco años, ¿Usted es el héroe de la Punta Brava? (le espeté antes de saludarlo). Sonrió Inofuentes, con una sonrisa complacida ¡Héroe o no héroe yo mandaba allí! me dijo, entonces yo le conté en pocas palabras mi historia frente a la Punta Brava. Al callarme, Inofuentes, que me había escuchado muy serio, sonrió otra vez: ¡Yo lo vi caer a usted y después vendarse!, tengo, o tenía durante el combate una vista muy buena, lo vi rasgar su camisa... ¡Ah! (lo interrumpí) ¡Y yo di orden! di orden terminante que lo dejaran tranquilo. Vino la noche y ya no pude ver nada. A la mañana siguiente, ya no estaba más usted en el lugar de la víspera. (Por: Hugo Rodriguez Alcala / Facilitado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Historias de Bolivia).


Señor!! cobija bajo tu manto sagrado a todos los caídos por su Patria! - Cruz en Boquerón (Fuente: Portal Guaraní)
Cuadro de Honor: Oficiales paraguayos muertos y heridos en la Batalla de Boquerón
Oficiales fallecidos:- Cap Oscar Rivas Ortellado (+)
- Cap (H.C.) Orefief Serebriakof (+)
- Tte 1° Ruperto Zenteno (+)
- Tte 1° Fernando Velázquez (+)
- Tte 2° Juan H. Acosta (+)
- Tte 2° Antonio Camperchioli (+)
- Tte 2° Benigno Cáceres (+)
- Tte 2° Eladio Escobar (+)
- Tte 2° Bernardino Morales (+)
- Tte 2° Ramón Fernández (+)
- Tte 2 ° Marcelino Ramírez (+)
- Tte 2° Rodolfo Zotti (+)
- Tte 2° Faustino Celestino Duarte (+)
- Tte 2° Julio Escobar Recalde (+)
- Tte 2° Eugenio Ramón Fernández (+)
- Tte 2° Celestino Garcete (+)
- Tte 2° Eduvigis Martinez (+)

Cadetes fallecidos:
- Oscar Otazú (+)
- Pastor Pando (+)
- Carlos Bonifacio Sisa (+)
- Tte 2° Sanidad Víctor Miranda (Desaparecido) (+)

Oficiales heridos:
- Tte 1° Eulalio Facetti
- Tte 1° Luis C. Yegros
- Tte 1° Julio Dionisio Otaño
- Tte 1° Daniel Russo Padín
- Tte 2° Agapito Roa
- Tte 2° Teófilo Fariña Sánchez
- Tte 2° Abraham Pesoa
- Tte 2° Juan Francisco Facetti
- Tte Aviación Emilio Rocholl



Soldados paraguayos en una de las fortificaciones de "Punta Brava" luego de la toma del "Fn Boquerón" (Fuente. gpo facebook "Memorias de la Guerra del Chaco)


Cronología de algunos días en el Fn Boquerón durante la batalla – 1932 – “Del diario de guerra del Cnl Franco”.
Sábado 10 de Setiembre: a las 06:30 horas recibí orden el Ministerio de Guerra para presentarme al Comandante en Jefe del Ejército con el objeto de destinarme a una unidad del 1erCE que opera en el sector Casado.

Domingo 11 de Setiembre: a las 03:00 horas me trasladé a la capital en un camión en cumplimiento de la orden del Ministerio de Guerra. Llegué a Asunción a las 06:00 horas y a las 08:00, me presenté al Comandante en Jefe del Ejército, ordenándome para acompañarle al teatro de operaciones. A medio día ya estaba listo para la partida.

Lunes 12 de Setiembre: a las 01:40 horas partimos hacia Puerto Casado en el Cañonero Paraguay. A las 21:00 atraca el barco en Concepción. Nuestro viaje es un tanto lento; el Cañonero navega con una sola caldera por economía de combustible. Como la nave se detiene aquí durante dos horas para descargar materiales útiles para el destacamento que opera en el sector Nanawa, aproveché para pasear por la ciudad. Me encontré con muchos amigos que me festejaron mucho. En todos se nota un fervor patriótico muy grande y nadie absolutamente, duda de la victoria final.

Martes 13 de Setiembre: a las 14:00 anclamos en uno de los muelles de Puerto Casado. Yo pensaba que inmediatamente me trasladaría al frente de batalla, pero no es así; tengo que esperar todavía un largo día para estar al lado de mis compatriotas que están rindiendo sus vidas por la causa de la patria. Estas veinticuatro horas me están siendo insoportables, no puedo concebir que tenga que estar ausente ni un solo minuto del teatro de la gran prueba.

Miércoles 14 Setiembre: “6to día de combate”. Por fin! A las 14:00 en una autovía de la compañía, me traslado a la Estación 145 en donde llegué a las 18:15 e inmediatamente, en un camión me traslado a Isla Poí donde llegué a las 12:30 del día siguiente. En 145 se embarcaba en un tren para el puerto el My Lairana, tomado prisionero en una de las acciones de los alrededores de Boquerón. Al parecer estaba muy abatido; no es para menos. En Casanillos, Pozo Azul e Isla Poí encontré muchos heridos. Me llamó mucho la atención de que una gran parte de ellos tenían heridas en la mano izquierda (no se trataban de mutilaciones voluntarias). En Isla Poí me quedé a dormir por razones de que recién después de amanecer se podría saber el lugar donde se encontraba el PC/CE a quien debía presentarme.

Cnl Franco en el “Desfile de la Victoria” - jueves 22 de agosto 1935: El Cnl Rafael de la Cruz Franco Ojeda, marcha por las calles de Asunción, encabezando al 2doCE, la población asuncena ovaciona al "León Kare", quien regresa a la capital, tras tres largos años de duros combates en el Chaco, donde el Cnl Franco fue sin dudas, uno de los grandes protagonistas de la gesta de 1932 a 1935 (Fuente: Portal Guaraní)
Jueves 15 de Setiembre: llegué al PC/1erCE a las 09:00 y de inmediatamente se me nombró jefe de informaciones del EM de dicho cuerpo. A pesar de que este destino es muy honroso y de mucha responsabilidad, me habría gustado mucho más estar al frente de un regimiento. Mi temperamento ardoroso e inquieto me resulta positivo para estos puestos que requieren gran serenidad de espíritu. En este sentido manifesté al Cte CE de que en las oportunidades que había actuado de juez en los juegos de “football” no hacía sonar nunca el silbato por la razón de que las incidencias del juego me entusiasmaban mucho y siempre me olvidaba de que actuaba como tal. A las 16:00 horas, una escuadrilla de tres aviones bolivianos bombardeó y ametralló Isla Poí, matando a nueve de nuestros soldados e hiriendo a una veintena. Otro día ya no pasará este desastre pues ya se tomarán las precauciones correspondientes. Al obscurecer las tropas bolivianas de Boquerón intentaron dos salidas; fueron rechazadas enérgicamente.
Hoy me enteré minuciosamente de nuestra situación, desgraciadamente constaté que todas las noticias propaladas en Asunción eran absolutamente inciertas. Boquerón no estaba tomado, al contrario, habíamos sido rechazados enérgicamente y hasta devastadas muchas de nuestras unidades. Felizmente no se convirtió esto en un desastre porque el enemigo no supo aprovechar el éxito. Nuestras tropas pasaban privaciones de toda especie. El agua especialmente era muy escasa y las tropas de primera línea pasaban días sin beber; el servicio sanitario muy deficiente; los heridos, por falta de ambulancias estaban días enteros sin ser evacuados y atendidos. Boquerón no había sido tomado; al contrario, habíamos sido rechazados enérgicamente en todos nuestros intentos de apoderarnos de dicha posición enemiga. Para todo esto contribuía muy sensiblemente la falta de una organización más inteligente, de acuerdo más a la naturaleza de la región en que se opera. Es que estas cosas son cuestión de experiencia y de dirección, y como no existe ni uno ni otro, es natural que se sufra sus consecuencias.

Viernes 16 de Setiembre: se trabaja intensamente en la preparación de un gran ataque al enemigo, mañana. A la tarde se dictó la orden de operaciones correspondiente repartiéndose a sus destinatarios inmediatamente. Hace dos días ya que nuestra artillería está reglando sus tiros. Mañana 24 cañones vomitarán sus fuegos sobre el invasor. Esta mañana hubo reunión de los Comandantes de División y Artillería para recibir las últimas instrucciones sobre el ataque de mañana. A las 10:00 la aviación enemiga bombardeó nuestras posiciones. Las tropas están muy descontentas de nuestra aviación, pues siendo superior al momento de la enemiga, ésta acciona impunemente sobre nosotros. Y como estos “bichos” son muy molestos, todo el mundo desea que nuestra aviación sea mucho más activa y eficaz. A la noche recibimos parte del JEM/1ra DI de que el tiro de nuestra artillería había caído sobre nuestras tropas de primera línea, hiriendo gravemente a los Tte(s) Marcelino Ramírez y Ramón Fernández (los dos se encuentran por morir)
Esta mañana recibimos una comunicación del Ministro de Guerra que dice que los Neutrales habían propuesto la suspensión de las hostilidades por 10 días, al mismo tiempo ordena que se proponga al enemigo asediado la rendición con la condición de que los oficiales conservarán la espada. El Comando resolvió no acatar esta disposición, es decir se hará, dijo, pero después del asalto de mañana si no conseguimos apoderarnos de Boquerón. La hora H estaba fijada, para la artillería a las 04:00 horas y para la infantería las 06:00 pero como el RI ”Boquerón” no puede, durante la noche y las dificultades que presenta el terreno son muchas, no ocupa sus posiciones de apresto, y todo fue postergado hasta las 08:00.

Sábado 17 de Setiembre: a las 04:00 me traslado a mi PC llegando a las 05:00, a esa hora muere el Tte Marcelino Ramírez herido ayer por un tiro de nuestra artillería. A las 06:00 nuestra artillería comienza la preparación. Hasta este momento el fuego es muy intenso. Los diez minutos antes del asalto esto será como un infierno. A las 06:30 un proyectil de nuestra artillería mató a cuatro soldados del Batallón Palacios. Nuestros aviones están volando sobre el campo de batalla arrojando bombas y ametrallando las posiciones contrarias. A las 08:00 cesa el fuego de la artillería e inmediatamente comienza el fuego de la 2da DI que tiene la misión de apoyo con el fuego al asalto de las unidades encargadas de llevar el esfuerzo principal. Es una verdadera clase práctica de dactilografía.
 las 08:15 el Batallón Palacios toma contacto con el enemigo; a las 09:30 el RI Boquerón progresa doscientos metros de su base de partida sin encontrar resistencia; a las 09:40 este regimiento ya estaba a setecientos metros de su base sin encontrar fuerte resistencia y al mismo tiempo comunica que ya se encuentra a caballo sobre el camino Boquerón-Castillo. Una comunicación del Destacamento Palacios dice que progresa paulatinamente pero que todavía no está combatiendo. A las 10:00 el RI Nº 4 comunica que la compañía del Tte Ramírez progresa sobre la “punta brava” hallándose a 50 metros de dicha posición enemiga. El teniente está herido y a esta misma hora el RI Boquerón toma contacto.
 las 10:40 el Batallón Fretes sigue progresando sin encontrar resistencia enemiga, mantiene enlace con el Batallón Palacios. A las 10:45 cesa completamente el fuego y se observan dos aviones enemigos sobrevolando nuestras posiciones lanzando bombas. Nuestra aviación brilla por su ausencia. A las 11:15 comienza nuevamente el combate en el frente del RI4°; siendo las 11:25 el Batallón Palacios informa que el RI Boquerón progresa muy lentamente, duda, al mismo tiempo que haya progresado setecientos metros y a las 11:35 se suspende nuevamente el combate; se oyen tiros aislados de fusiles y algunas ráfagas de ametralladoras. A las 11:45 el Cap Palacios informa que las bajas sufridas por el RI Boquerón fueron ocasionadas por la misma artillería de esa unidad. A las 11:50 el jefe del RI4° informa que la lucha sigue siendo brava y que individuo que asoma la cabeza es inmediatamente puesto de baja. Sigue progresando hacía dicha punta y está a cien metros de ella. A las 12:00 comunican de sanidad que había fallecido el Tte Fernández a consecuencia de las heridas recibidas ayer por una granada de nuestra artillería.
En este mismo momento el RI Boquerón dice que empieza a tomar el contacto con el enemigo. Hace más de tres horas que todas las unidades están comunicando de que tienen contacto con el enemigo, pero este es el momento que en el transcurso del tiempo no se nota ninguna acción, todos se culpan de que no se progresa hasta algunos denuncian de que ciertas unidades, como el Batallón Paredes, se retira del combate sin orden. Tengo la impresión de que las tropas que actúan en primera línea no tienen la dirección decidida y firme de apoderarse de la posición enemiga, en repetidas oportunidades los comandantes de División y Regimiento comparten órdenes en el sentido de asaltar enérgicamente la posición enemiga, pero se cumplen mediocremente estas órdenes, o no se cumplen completamente! parece que se interpreta en una forma incorrecta la parte de la orden de operaciones referente a la prudencia y orden en la progresión. La preparación de artillería de esta mañana resultó absolutamente inútil, porque no se ha conseguido destruir algunas obras de defensa del enemigo, esta será la hora en que estarán como al primer día, por la razón de que la infantería no ha asaltado inmediatamente después de dicha preparación y no pudo ser así en realidad por la razón de que las bases de partida de las unidades de asalto están muy alejadas. Por lo visto nuestra retirada después del primer ataque a las posiciones enemigas de Boquerón fue muy pronunciada.

A las 15:00 el RI Boquerón comunica que habría ya alcanzado el cañadón y es de parecer que no hay tiempo para atacar esta tarde y que la posición debe ser la base de partida para el asalto de mañana y siendo las 15:15, el comandante informa que en circunstancias que asaltaba un nido de ametralladora enemiga, había muerto heroicamente el cadete del 4º curso Oscar Otazú, pide el ascenso póstumo. A las 15:20 el JEM/2da DI comunica que tres pelotones del Cap González Ferreira, hace media hora avanzaron sobre el fortín en vista de que no da señales de vida el enemigo. El Cap Palacios dice que no asaltó la posición enemiga por no hacerlo solo, pero que si ordena el jefe lo haría solo. A las 15:50 el Cte CE dispone por la siguiente orden afectar la Reserva del Cuerpo a la 1raDI, a pedido de esta. “Orden N°58. El comandante del RI2° en cumplimiento de la misión asignada por la Orden de Operaciones Nº3, “se acercará en seguida a ponerse a disposición del comandante de la 1ra División. Fdo. Estigarribia”.

La 2da DI comunica que la compañía González Ferreira regresa a su base por orden superior. La artillería comunica que una explosión prematura había herido a un soldado. A las 16:10 de ayer ocurrió un fuerte contacto en el frente del regimiento Ortiz. ¡Parece que deciden asaltar! Todos los comandantes de unidades, desde hace tiempo, comunican que se hallan a un término medio de treinta metros de las posiciones enemigas, pero no se oye ningún ruido de combate; o no son ciertas estas comunicaciones o no hay nadie en Boquerón. A las 17:10 el comandante del RI6° comunica que las tropas enemigas aparecen en su ala derecha; a las 17:20 el RI Boquerón informa que el enemigo que opera en su ala derecha tiene unos 500 a 1000 hombres. A las 17:30 el comandante del CE ordena que se apresure el ataque a Boquerón para evitar que el enemigo conserve su libertad de acción. El comandante del RI Boquerón dice que su reserva inicia combate con el enemigo que apareció en su ala derecha. Dos batallones enemigos son derrotados dejando materiales de toda especie. No se tiene noticias de uno de los comandantes de Batallón el Cap Báez Allende y de varios cadetes, es posible que hayan caído en poder del enemigo. Momentos después viene llegando a nuestro puesto de combate el comandante de este regimiento My Bray y afirma que la situación es grave pero no desesperante. Tengo la impresión de que viene a este puesto no para consultar sobre la situación, sino para alejarse más del enemigo. Indudablemente esta situación no es comparable a la del 23 de octubre de 1931. El enemigo está armado… A las 17:50 el enemigo intenta dos salidas hacia Castillo pero son rechazados hacia sus posiciones. A las 17:55 se combate fuertemente en todos los frentes. A las 18:15 se suspende la batalla después de haberse efectuado una aproximación lo más pronunciada posible.
Algunas unidades como el Batallón Palacios alcanzaron a estrecharse tanto a las posiciones enemigas que se encuentran a menos de 50 metros. Los resultados alcanzados en el día de hoy obedecen en primer término a que la base de partida estaba alejada, por cuya causa la preparación de artillería e infantería resultó completamente estéril y hoy, recién estamos en una situación en que realmente se puede intentar el asalto general con posibilidad de aprovechar la preparación artillera. Sin embargo, dada la proximidad de ambas líneas ya no es posible que los cañones apoyen el asalto de la infantería. En consecuencia, propuse al Cte CE que todos los cañones sean convertidos en artillería de acompañamiento y que concentrados, juntamente con todas las armas en poder de la infantería, en un sector limitado-frente a la 2da DI; de donde partiría el fuego principal, y previa una intensa preparación, la infantería, dos o tres regimientos en profundidad, asalten la posición boliviana con toda resolución y energía. La defensa al mismo tiempo que una posición así tan fuertemente fortificada y defendida con tantas armas automáticas, era infranqueable con los disparos de fusil y ametralladoras. Me respondió que pensaría al respecto.

Por otro lado, tengo la impresión de que se está temiendo un completo fracaso de la progresión metódica, gradual y las infiltraciones. Se pretende alcanzar las posiciones enemigas con esfuerzos aislados, de débiles unidades. El asalto debe efectuarse con efectivos importantes con la más grande energía y no debe pretenderse que en todas partes el resultado sea igual. Es fatal y natural que muchas unidades sean detenidas en sus propósitos y que fracasen no alcanzando su objetivo, pero algunas alcanzarán el éxito y aferrados a las posiciones conquistadas forman puntos de apoyo importantes que faciliten la progresión de las otras detenidas. Las infiltraciones son el resultado de un gran asalto y no como se está entendiendo, la acción limitada de ciertos elementos contra objetivos también limitados. Todo el mundo se culpa, dicen que no progresan porque sus vecinos no se mueven y como ocurre que cada uno espera que primero actúe su vecino, resulta que nadie hace nada. Todo esto, sin embargo, es providencial porque si ejecuta la orden tal cual se la escribe, posiblemente todos nuestros soldados a esta altura ya estarían dados de baja. Hasta este momento 18:00 horas se puede afirmar que la acción del comandante del Cuerpo es nula. Se ha concretado a dar la directiva para la batalla y durante ella no se ha intervenido en absoluto. Los comandantes de División lo han hecho hasta cierto límite y accionan como pueden, es indispensable que intervenga constantemente y coordine la acción.

Domingo 18 de Setiembre: esta mañana, a las 08:00, llegan tres prisioneros bolivianos capturados ayer después de la acción del RI6°, con la columna enemiga aparecida ayer en el ala derecha de dicho regimiento. Declaran que habían recibido orden de penetrar en Boquerón en dos columnas, una por el camino Boquerón-Castillo y otra por Boquerón-Yujra. Según estos prisioneros consiguieron entrar en el fortín después de haber forzado el cerco, en número de unos 350 hombres. En esta oportunidad fue que derrotaron a dos batallones del RI “Boquerón”. Declararon también que en esta ocasión fueron muertos nuestros cadetes y tres tomados prisioneros, además que los fortines que rodean a Boquerón como Yujra y Castillo, estaban fortificados: por último, dijeron que Boquerón estaba solo defendida por una guarnición de más o menos unas 400 plazas.
En vista de estas noticias y considerando que en la forma como se está procediendo, esta posición enemiga no caería sino por el hambre y la falta de munición y jamás a viva fuerza por las fallas de nuestra conducción, y pensando también que constituía una verdadera vergüenza para nuestro país y ejército que una insignificancia así está manteniendo en jaque a la casi totalidad del Ejército Paraguayo, propuse al Cte/CE sitiar Boquerón con un destacamento y que el resto del Cuerpo continúe sus operaciones sobre el Este. Le manifesté además que cada día que pasa redunda en perjuicio de nuestra causa pues decae la moral de nuestras tropas y, por otro lado, es indiscutible que el enemigo se prepara en gran escala hacia sus bases. Me respondió que era una reflexión muy acertada y que la tendría en cuenta. Durante todo el resto de este día se pasó sin hacer nada, mejor dicho, se continuó con lo que la mayoría entiende por infiltraciones. Pero esto no es extraño, en vez que los comandos trabajan toda la noche en preparación de la acción, durmieron un sueño de los justos hasta las 08:00 horas de hoy suspendiéndose en consecuencia la batalla sin haberse alcanzado los objetivos propuestos. Lo único que se consiguió en los esfuerzos de hoy es aproximarnos a las posiciones enemigas, de tal suerte que recién hoy podemos decir que estamos en condiciones de poder cumplir con las disposiciones de la Orden de Operaciones dictada por el Cte/CE el Viernes, de todos estos fracasos no debe culparse íntegramente al Cdo/CE.

Los comandos de todos los escalones engañan en una forma horrorosa sobre la real situación a la superioridad, y es natural que en estas condiciones las órdenes de operaciones estén basadas en argumentos falsos y su cumplimiento sea irrealizable. El problema del agua es arduo y hasta desesperante. El primer día de la batalla se llegó a abandonar terrenos conquistados a costa de cruentos sacrificios por falta de este elemento y ahora, a pesar de que se ha adelantado bastante en este aspecto del servicio, todavía la tropa sufre terriblemente por la falta de agua. Con mejor organización se podría subsanar por lo menos una parte de este grave inconveniente. Propuse que los regimientos sean dotados de sus auto-tanques correspondientes y que sus comandantes se responsabilicen de este servicio. Se libran verdaderas batallas entre los soldados y hasta oficiales que atropellan los tanques de agua; fueron heridos muchos por los mismos oficiales encargados de la vigilancia de este servicio. Desde mañana, por mis indicaciones, estará mejor organizado el servicio de la provisión de agua y ya no será tan grande este problema. Los comandantes de División a cargo de la conducción de la batalla cuidarán este aspecto del servicio que resulta el mayor de los problemas.
Muchos dicen que la resistencia enemiga es formidable y que no se podrá tomar Boquerón. Es que en realidad hasta el presente no se ha asaltado la posición. Soy de parecer que Boquerón no está en nuestro poder por fallas en la conducción de la batalla. El día que nuestro comandante en jefe desista del propósito suicida de conquistar esta fortaleza con tiros de fusil y se decida a enfilar debidamente nuestra poderosa artillería, Boquerón caerá sin mayores esfuerzos.

Lunes 19 de Setiembre: se confirma la suspensión de la batalla y la acción se concreta en acciones de patrulla y aproximación enemiga. A las 09:00 dos aviones enemigos vuelan sobre nuestras posiciones lanzando bombas y ametrallando los camiones que transitan en nuestra retaguardia. Hay muchos desertores en nuestras filas y la mutilación voluntaria entre nuestros soldados es bastante común y hasta desesperante. Estos delitos castigados con la pena de muerte por nuestro Código Militar son sancionados con mucha flojera. Es indispensable proceder con energía contra estos delincuentes que comprometen en forma seria la causa de la patria y mismo para evitar desagradables consecuencias. Creo firmemente, sin embargo, que nuestros soldados recurren a estos medios no por cobardía sino porque ya no pueden soportar más la sed devoradora y prefieren cualquier otra clase de muerte a la de ese martirio insoportable. Al menos así me han declarado muchos entre sollozos desesperados que me producían grandísima y desgarradora tristeza.



Martes 20 Setiembre: a primera hora de esta mañana tuve una conferencia telefónica con el Cte/CE. Le especifiqué que a medida que transcurre el tiempo consideraba más factible el plan estratégico que le había propuesto anteriormente en el sentido de sitiar Boquerón con un destacamento y continuar la operación con el CE sobre Arce. Ayer en presencia del enemigo efectuaron relevos dos batallones sin que el enemigo de señales de vida, lo que demuestra fehacientemente que dentro de la posición son fuertes pero que por su reducida guarnición no están capacitados para acciones fuera de ella. Me respondió que lo estaba estudiando y que a la aviación ya había impartido instrucciones en el sentido de explorar la región de Arce. Hay que estudiar pronto. Cada día que transcurre favorece al enemigo y resulta en detrimento de nuestros intereses. Informé igualmente al Comando que dado el estado de depresión moral y física de nuestras tropas no podría pensar en realizarse hasta dentro de tres días, por lo menos, ningún esfuerzo importante. De noche se produjo un verdadero desbande de nuestros soldados de las posiciones hacia atrás en busca de agua. Libramos verdadera batalla para conseguir que regresen a sus puestos de combate. Si los bolivianos hubiesen notado este desbande adiós al Chaco paraguayo…Yo me vestí al momento y me alisté para todo evento. Felizmente no se dieron cuenta los bolivianos y tuvimos tiempo de volverlos a sus puestos de combate. En vista del agotamiento físico de nuestras tropas que actúan en primera fila y como por esta razón no es posible, hasta dentro de unos días accionar con esta gente en forma útil, propuse que los sectores de combate sean cubiertos con lo indispensable y que la mayor cantidad posible pase a la retaguardia para reponerse.




Septiembre de 1932 - Fn Boquerón: Oficiales del RI 3º "Corrales" (Fuente: gpo facebook Homenaje a los caídos de los dos ejércitos en la Guerra del Chaco)
El Cdo/CE ordenó inmediatamente esta medida. En medio de estas grandes miserias de la guerra, hay cosas que nos hacen reír de buena gana. Esta tarde, mientras nos ametrallaba una escuadrilla de aviones bolivianos, un Teniente que no puede soportar los ataques aéreos, no el aspecto de desesperación y de terror daba vueltas interminables alrededor de un árbol, inconscientemente, y cuando se percibió el ruido característico de la caída de las bombas, corrió lo más ligero que pudo, mirando a cada paso que daba al avión; recibió diversas contusiones porque como un mboreví llevó por delante todo lo que encontraba a su paso. Como desde luego, es muy simpático, el cuadro causó una hilaridad general. A las 16:00 un fuerte destacamento enemigo ataca nuestro sector de Yujra siendo enérgicamente rechazado. Todavía no vienen detalles de esta acción que duró dos horas más o menos…

Consecuencias: la batalla de Boquerón tuvo una “gran significación” para el Paraguay, entre ellas:
1. la correcta decisión del Comandante en Jefe en Campaña Tcnl Estigarribia “de no esperar a los bolivianos en la ribera del río Paraguay”, el criterio prevaleciente del alto mando nacional y a iniciar lo que sería la guerra de movimientos, con relativamente breves etapas de maniobras de posiciones;

2. la guerra desatada por los bolivianos y contratacada por el Paraguay fue la última “limpia” de la historia, con muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros, pero en la que se cumplió escrupulosamente con el derecho de la guerra, pues ambos enemigos no tuvieron campos de exterminio para los adversarios;

3. la correcta decisión del presidente Ayala al haber designado como Comandante en Jefe del Ejército en Campaña al Tcnl Estigarribia, y de haberlo mantenido en ese puesto estratégico del principio al fin de la guerra, manteniendo ambos una relación de recíproco respeto y de subordinación del mando militar al mando constitucional político-estratégico, que desde la retaguardia abastecía la logística de nuestras fuerzas a la par que sostenía un desigual combate diplomático internacional, con las capacidades unidas de la nación paraguaya;

4. la importancia de la identidad y unión nacional que fue una base inconmovible que permitió multiplicar nuestras fuerzas; y

5. la generalmente correcta aplicación de las leyes y principios de la ciencia y el arte de la guerra en el Ejército Paraguayo, lo que no significa que no hubieran existido errores, si bien que en todos los niveles de su conducción en los campos de batalla predominaron los aciertos y el acendrado y sano patriotismo, el de la Nación paraguaya convertida en un solo puño, con la única excepción de los comunistas surgidos en el Paraguay, quienes jamás superarían, incluso hasta el presente, el estigma de haber sido traidores en los momentos cruciales de la defensa de la Patria. (Fuente: http://jlsimong.blogspot.com)

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(1) Breve crónica de una amistad nacida en el conflico 



Entre tantas historias que dejó la Guerra del Chaco se destaca la de Tomás Manchego y Fernando Velázquez, boliviano y paraguayo respectivamente, quienes tomaron parte de la contienda bélica en Boquerón. Manchego había sido tomado como prisionero por las tropas paraguayas en diciembre de 1928 en el Incidente del Fn Vanguardia. En aquel entonces conoció a Velázquez, quien tuvo la gentileza de brindarle una buena atención durante su tiempo de cautiverio (aproximadamente 8 meses). Ya en la batalla de Boquerón, Velázquez (quien tenía el rango de Tte 1º) cayó herido y debió ser trasladado hasta la sanidad militar del fortín. Manchego, quien también se encontraba allí, logró reconocer a Velázquez luego de varios años sin verse. En ese momento pidió al doctor Torrico, encargado de la sanidad, que le brinde las mejores atenciones ya que él lo había atendido muy bien cuando estaba en condición de prisionero. El Cnl Olmedo recordó que el 21 de septiembre de 1932, Manchego también fue herido durante la contienda a consecuencia de una esquirla de granada, él y Velázquez se reencontraron nuevamente, esta vez en condición de heridos, en la sanidad del fortín. Luego de haber entablado una amistad muy fuerte, ambos le pidieron al doctor que, en caso de terminar falleciendo, puedan enterrarlos juntos. Esa misma tarde murió el Tte 1º Velázquez y dos días después el Cap Manchego. El pedido de ambos se cumplió tal y como lo habían solicitado, siendo colocadas las tumbas una al lado de la otra. Hasta hoy día se conserva la lápida en el Fortín Boquerón con la inscripción: “En esta tumba yacen el Cap Tomás Manchego (Bol) y el Tte 1ro Fernando Velázquez (Par)”









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