Armada Paraguaya
La
preparación para la guerra y las acciones del Cap Nav José Bozzano
Finales
de diciembre de 1926, era una mañana calurosa cuando el automóvil
del ministro de Guerra y Marina doctor Luis A. Riart, llegó hasta
donde se hallaba José Bozzano. Del auto bajó el secretario del
ministro, Mauro Cabañas, portando una orden por escrito. El enviado
se lo anunció a Bozzano antes de entregarle la nota oficial: “debe
presentarse inmediatamente en el Palacio. El presidente Ayala quiere
hablar con usted”. En menos de una hora, el Tte2° de
Marina José Bozzano estuvo en el despacho del presidente Eligio
Ayala, quièn la manifestò lo siguiente: “Adelántese,
Bozzano, lo que le voy a decir es de carácter
reservadísimo. Estoy convencido de que Bolivia no se avendrá a
negociar por acuerdo directo o por arbitraje el diferendo de límites.
Debemos
prepararnos para lo peor. El general Schenoni ya está en Europa para
la formalización del contrato de compra de 10 mil fusiles. Adquirirá
también artillería moderna, ametralladoras pesadas y livianas,
aparatos de aviación y otros elementos fundamentales. Pero el
dominio del río es fundamental para la defensa del Chaco, Usted
presentó una nota reservada al ministro de Guerra informando que la
Marina consideraba esencial la construcción u obtención de dos
buques cañoneros para el servicio de transporte logístico, la
defensa del litoral y la defensa antiaérea de los puertos. La nota
informaba que usted tiene los planos de esos cañoneros. Lo he
llamado para pedirle que mañana a las 7 se presente usted aquí, con
esos planos y una descripción técnica de su proyecto”.
Bozzano
volvió al Arsenal y se encerró a preparar el informe y a las 07:00
estuvo en el Palacio, ante su presencia, el propio Presidente ordenó
a un funcionario que nadie lo molestara hasta las 07:45.
Eligio
Ayala miró detenidamente los planos, indagó
sobre muchos detalles, le impresionaron la velocidad, el calado y la
artillería antiaérea de las naves, le sorprendió la posibilidad de
que un buque pudiera transportar de una sola vez un regimiento pesado
de 1.500 hombres con todo su equipamiento.
Le
consultó; cuánto tiempo llevaría la construcción y cuánto
costaría cada uno de estos cañoneros? Bozzano contestó “Estimo
que el tiempo de construcción sería de 2 años y medio, señor
Presidente. En cuanto a lo otro, no tengo los precios actuales en
Europa pero presumo que costarán unas 130 mil libras esterlinas”.
El
presidente le dijo: “Déjeme todo lo que trajo Bozzano.
Todo esto debe ser reservadísimo. Es secreto militar. El ministro de
Guerra lo llamará oportunamente”.
Una
tarde de calor bochornoso de enero de 1927, el Ministro de Guerra y
Marina, dr Riart, llegó a los Arsenales en Puerto Sajonia y le
pidió a Bozzano que dispusiera una lancha para
dar una vuelta por el río sin nadie mas y navegaron aguas arriba,
pasaron Punta Ñaró, Ita Pytá punta y entraron a la bahía, el
ministro le dijo; “La guerra contra Bolivia se viene. Es
irreversible. Para nosotros es fundamental dominar la navegación
fluvial hasta Bahía Negra de una manera segura y firme”.
El
ministro Riart le reveló a Bozzano “que las armas y los equipos
que el Grl Schenoni estaba contratando en esos momentos en Europa
llegarían al Paraguay en dos años más y la Marina, segùn
su informe sòlo tiene dos buques débilmente artillados. Los
buques mercantes serán movilizados, también que el Paraguay no
tiene artillería antiaérea de ninguna clase; que no existe defensa
en el litoral norte para una eventual incursión de naves
bolivianas”. “Sigue siendo posible, de acuerdo con un
informe muy reservado que proporcionara en su momento el Dr Manuel Gondra, que el Brasil ceda a Bolivia su flotilla de guerra de
Corumbá-Cuiaba, son seis buques bien artillados y con poco calado
pero con esa flotilla Bolivia puede
dominar el río Paraguay y en esas condiciones el
ejército quedaría aislado. El servicio logístico normal sería
imposible. Todo el material está en la región
Oriental. Estamos informados que Bolivia está adquiriendo más de 30
aviones caza y de reconocimiento. El Estado Mayor boliviano está
preparando su ejército para actuar contra Chile e inmediatamente
atacar el Chaco”.
De
regreso a los Arsenales el Ministro Riart le dijo. “Su
proyecto para construir los buques cañoneros ha sido aprobado,
Bozzano. Usted va a viajar a Europa. Esta información se la traigo
en nombre del presidente de la República. Dentro de dos años esos
cañoneros deben estar en Asunción”. “Vea quién le puede
sustituir en su cargo. Usted debe viajar dentro de 15 días a lo
sumo. Prepare para mañana a la tarde un memorándum de lo que debe
hacerse en los Arsenales y preséntese a las 17:00 en la Presidencia. Yo
voy a estar ahí esperándolo junto con el Presidente”.
Ministro de Guerra y Marina Dr Luis Riart (Fuente: Wikipedia)
Cuando a la tarde siguiente Bozzano se presentó en el Palacio, en el despacho presidencial lo estaban esperando el presidente Ayala, el ministro Riart, el Grl Manuel Rojas, el senador Eliseo Da Rosa y luego se sumò el Cap Raúl Leforet. Sobre el escritorio del Presidente estaban extendidos tres planos y al lado, el informe que había sido preparado por Bozzano.
Bozzano
comenzó explicando que sus cañoneros podrían hacer dos viajes cada
uno a Bahía Negra sin necesidad de recargar combustible (fuel-oil).
El Cap Leforet expuso “En el Paraguay no tenemos petróleo.
Si se importa el combustible habrá que hacerlo en tambores de 200
litros, y para cargar cada cañonero se precisarían unos mil
tambores”. La respuesta de Bozzano fue tajante: “Ese,
señor, es un problema que la Marina y el Paraguay deberán
resolver”.
El
Grl Rojas preguntò. “Los regimientos que se formarán
tendrán un efectivo de 1.400 hombres. ¿Sus buques podrán
transportarlos?”. Bozzano respondiò: “Sí, señor General.
Las plataformas de sus dos cubiertas pueden aguantar esa cantidad. En
30 horas esos hombres podrán estar en Puerto Casado. Los dos
cañoneros estarán acondicionados para transportar dos regimientos
en un día y medio a Casado y en conjunto pueden hacer cuatro viajes
sin tomar combustible”. “En cuanto a la artillerìa
de los buques, Bozzano explicó que con un campo de tiro de 10
kilómetros, los cañoneros podrían, en menos de 10 minutos,
destruir cualquier escuadrón naval boliviano que apareciera por el
río”. Y asì siguieron las explicaciones; en torno a la gente
capacitada disponible para el manejo de estos buques "tan
complicados", como advirtió el Cap Leforet; el costo y
el tiempo que insumiría la construcción de las naves en Europa. A
algunos, el plazo de dos años les pareció exagerado, pero alguien
en el grupo recordó que las armas que estaba comprando Schenoni no
llegarían antes de ese tiempo. Riart preguntó si no sería posible
comprar barcos ya hechos, a lo que Bozzano respondió que en el Asia
había buques de río, que habían sido construidos en Inglaterra,
pero cuya capacidad de armamento y posibilidades de transporte de
tropa no era lo que el Paraguay necesitaba en ese momento. Bozzano
tenía respuestas para todo pues él había estudiado a fondo,
durante mucho tiempo, todas las probabilidades existentes. De hecho
los dos cañoneros fueron parte fundamental de su tesis para que el
Massachussets Institute of Technology, la sacrosanta universidad de
tecnólogos de los EEUU y faro universal que forjaba los
mejores científicos del mundo, le otorgara el título de Máster en
Arquitectura e Ingeniería Naval. En los EEUU había trabajado en el
diseño durante ocho meses a razón de ocho horas por día.
Con
esos dos cañoneros, el Paraguay pasaría, de un equipo pobre y
anticuado, a poseer lo más moderno y potente en buques de guerra
fluviales en el mundo entero. Ambas máquinas bélicas, por
velocidad, autonomía, potencia artillera naval (con sus 5 vigorosos
cañones de fuego antiaéreo) y su poco calado, pondrían a la Marina
paraguaya en una ventajosa posición de defensa y de ataque y en
óptimas condiciones para satisfacer todas las necesidades del
Ejército del Chaco.
Bozzano
sabía de antemano que el presidente Eligio Ayala ya había tomado la
determinación de mandar construir los buques, tal como le informara
el doctor Riart en aquel paseo por el río Paraguay, la
ascendencia de Ayala era inmensa, era un líder que
sabía que debía tomar resoluciones extremas en un momento extremo.
Y las tomó!!
(Fuente:
Portal Guaranì)
Bueno
es recordar tambièn,
la opiniòn del
entonces
Tcnl
José Félix Estigarribia cuando
se desempeñaba como Comandante de la 1raDI en Puerto Casado, cargo que asumiò el 18 de
junio de 1931,
y preparaba su estrategìa para el futuro inminente conflicto; "El
río Paraguay, columna vertebral de nuestras comunicaciones, sobre él
debe ejercerse dominio práctico, real y efectivo; sin esto es como
entregarse maniatados a cualquier vecino osado".
1931
El 5 de mayo1931 hacían su entrada triunfal en la bahía de Asunción los cañoneros “Paraguay” y “Humaita”(1) (2), buques insignias de la Armada Paraguaya durante la Guerra del Chaco, cruciales para el dominio fluvial del río Paraguay y el transporte de miles de tropas y materiales al frente. Debido al posible estado de guerra con Bolivia en 1926, el EMP aconsejó al gobierno en 1927 la compra de dos barcos de guerra para asegurar el dominio de las vías fluviales, por lo que se resolvió la adquisición de dos cañoneros por Decreto PE No 26.603 del 21 de noviembre de 1927.
Los mismos fueron diseñados por el CN Ing Naval y Aeronáutico José Alfredo Bozzano Baglietto y construidos por SA Cantieri Navali Odero Terni, de Génova, Italia. En enero de 1927, el ministro de Guerra y Marina Dr. Luis A. Riart le dice: “La guerra contra Bolivia se viene. Es irreversible. Para nosotros es fundamental dominar la navegación fluvial hasta Bahía Negra de una manera segura y firme”.
Los cañoneros gemelos fueron botados al agua en Génova, el cañonero “Humaitá” el 16 de abril 1930 y el cañonero “Paraguay” el 23 de junio 1930, previa bendición del sacerdote paraguayo padre Duarte Ortellado, actuando como madrinas las señoras doña Virginia Cardozo de Bozzano para el “Humaitá” y doña Helena Zubizarreta de Gubetich para el “Paraguay”.
De la llegada de los buques a Asunción se ocupó El Diario de fecha 5 de mayo de 1931: "De pronto tronaron los cañones del “Paraguay” saludando a la histórica plaza con 21 cañonazos. Los formidables estampidos fueron contestados por el cañonero ‘Tacuarí’ y un viejo cañón de la batería ‘Londres’. Seguidamente sobre la cubierta formaron los oficiales y la tripulación, la Srta Alba Cáceres hizo entrega al Cte Rufino Martínez de la bandera adquirida por suscripción popular. De igual modo se desarrolló otra ceremonia a bordo del cañonero ‘Humaitá’, circunstancia en que la Srta Feliciana López depositó en manos del Cap José Alfredo Bozzano una segunda bandera preparada para el efecto…".
Según reportes de la Armada Nacional, el cañonero ‘Humaitá’ transportó durante la guerra a 62.546 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado. De bajada conducía prisioneros y heridos. En total hizo 84 viajes. Por su parte, el cañonero ‘Paraguay’ hizo un total de 81 viajes y transportó 51.867 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado”.
El Presidente de la República del Paraguay Dr José Patricio Guggiari recibió las cañoneras y llevó a cabo la cancelación de la deuda por la construcción de las naves, cuyo costo fue de 117.000 libras esterlinas. (Fuente: "Los cañoneros Paraguay y Humaitá, recuerdos y pedazos de la gloria paraguaya” de Julián del Rosario Escobar Aquino / "José Bozzano" de Bernardo Nery Farina / Artículo y recopilación del Grl (SR) Lelín Ferreira Costa / Edición y adaptación de Eduardo Nakayama)
Organización de la Marina paraguaya - “Marina de Guerra Nacional": el 30 de setiembre de 1931 el Decreto N°41488 fija la dotación de Paz para el Ejercicio 1931/1932 con la siguiente organización:
l – Inspección General de los Servicios de la Armada
ll – Departamento de Marina
lll – Flotilla de Guerra
- Cañonero “Humaitá”
- Cañonero “Paraguay”
- Cañonero “Tacuarí”
- Aviso de Guerra “Cap. Cabral”
- Aviso de Guerra “Tte. Herrero”
lV- Arsenales de Guerra y Marina
V- Estación Aeronaval
Vl- Escuela de Especialidades
Vll- Escuela de Choferes
Vlll- Depósito de Dragados
lX- Tren de Dragados
X- Prefectura General de Puertos
Xl- Destacamento de Trabajos Hidrográficos
Xll- Subprefectura de Encarnación
Xlll- Sección Transporte
XlV- Escuela de Radio Operadores.
Como puede verse, por este Decreto se crea la Escuela de Comunicaciones (radiooperadores) anexa a la Escuela de Especialidades con el fin de formar personal apto para el servicio de radiocomunicaciones en general, que desde 1929 ya venía funcionando en forma precaria.
El 26 de Julio de 1932, a fin de asegurar el mejor desempeño y adecuar las necesidades que exigiría muy pronto el acontecer nacional, el Poder Ejecutivo dictó el Decreto N°44416, reorganizando la Marina de Guerra Nacional, creando la Dirección General de la Armada, dependiente del Ministerio de Guerra y Marina, organizando en la siguiente forma:
1- Dirección General: para el cumplimiento de sus fines contará con: a) Dirección de Inteligencia Naval - b) Dirección del Personal - c) Dirección del Material - d) Dirección de Administración - e) Dirección del Territorio Fluvial - f) Servicio de Transporte
2- Consejo naval (órgano asesor del Director General) compuesto de: a) El Director General - b) El Director de Inteligencia Naval - c) El Director del Personal - d) El Director del Material - e) El Director de Administración - f) El Comando en Jefe de la Flotilla (cuando estuviere en la capital).
3- Tribunal de calificación de servicios: a) El Director del Personal - b) El Director del Material - c) El Director de Inteligencia Naval - d) El Comandante en Jefe de la Flotillla
La armada debió cumplir un importante papel logístico, ya que las líneas estaban muy extendidas y el territorio no tenía muchos caminos y la única vía férrea era la de Puerto Casado. No hubo acciones navales mas que un ataque de la aviación boliviana, pero los buques fueron usados como componentes logísticos por Paraguay con gran éxito. Las Cañoneras ARP Paraguay y ARP Humaita adquiridas a Italia poco antes del conflicto demostraron ser oponentes formidables al accionar del aviación boliviana.
Ya en 1926, el EM aconsejo al gobierno en 1927 la compra de dos barcos de guerra para asegurar el dominio de las arterias fluviales, por lo que se resolvió la adquisición de dos cañoneros por Decreto PE No 26.603 del 21/11/1927. Los mismos fueron construidos por SA Cantieri Navali Odero, de Génova, Italia; completados en 1930 y entregados en mayo de 1931 en Buenos Aires. Se bautizaron Paraguay (C1) y Humaitá (C2), con un desplazamiento de 636 t (865 a plena carga).
- Medidas: 70 x 10,7 x 1,7 m
- Armamento original: 4 cañones de 4,7 pulgadas (120 mm), 3 de 3 pulgadas (76 mm) antiaéreos, 2 de 40 mm y 2 de 20 mm Pueden llevar 6 minas
- Armamento actual
- Paraguay: 2x120 mm, 3x76 mm y 2x40mm
- Humaitá: 2x120 mm; 2x76 mm; 1x40 mm y dos Oerlikons
- Bindaje: 1/2" en el casco, 1/3" en la cubierta; 3/4" en la sala de control
- Turbinas Parsons y calderas alimentadas por petróleo, dos ejes
- Potencia: 3.800 hp a 18 nudos
- Combustible: 170 t
- Alcance: 1.700 mi. a 16 nudos
Tripulación: 86 personas, pero en
algunos pasajes del conflicto llegaron a transportar hasta 2.000
hombres por viaje.
Cañonera “Paraguay”
transportando tropas al Chaco (Fuente: Portal Guaraní)
|
Cañorera “Humaitá” cargando
tropas y abastecimientos para el Chaco (Fuente: Portal Guaraní)
|
La
Flotilla Naval en la Guerra del Chaco
Cañonero
Humaitá
Cañonero
Paraguay
Cañonero
Tacuarí (ex-Adolfo Riquelme)
Aviso
de Guerra Capitán Cabral (ex-Triunfo)
Aviso
de Guerra Coronel Martínez (ex-Presidente Baéz)
Balizador
Capitán Figari
Balizador
B (ex-Tesorito)
Transporte
Almirante Brown, remolcador, 27.75 tons, 6 ft calado
Transporte
Castelli, remolcador, 52.56 tons, 5 ft calado
Transporte
Daymán (luego Mariscal Estigarribia), un carguero
Transporte
Desarollo, remolcador, 31.38 tons, 5 ft calado
Transporte
Don Roberto, remolcador, 29.36 tons, 5 ft calado
Transporte
Holanda, carguero, 445.32 tons, 5 ft calado, 1 ametralladora
de 7mm modelo chileno.
Transporte
Jorge 1°, remolcador, 26.27 tons, 4 ft calado
Transporte
Pollux (luego Bahía Negra)
Transporte
Rivadavia (luego Itápirú (II)), remolcador, 71.7
tons, 7 ft calado
Transporte
Rodolfo B., remolcador, 95.01 tons, 5 ft calado
Transporte
Parapití, remolcador, 31.47 tons, 5½ ft calado
Transporte
San Francisco, carga, 399 tons, 7 ft calado.1 ametralladora de
7mm modelo chileno.
Transporte
Teniente Herreros (un explorador/aviso)
Transporte
Tirador, remolcador, 117.36 tons, 4-ft calado
Transporte
Tucumán (luego Itapé), remolcador
Vapor
Posadas (luego Teniente Pratt Gill), un buque de
pasajeros empleado como buque hospital.
Lancha
Clarita
(Ver: Aspectos del apoyo de la marina mercante paraguaya a las operaciones del ejército en campaña)
Además
de los buques de arriba, había
10 lanchas motor de la armada y 18 barcazas de carga pequeñas.
También
se tomaron buques adicionales comerciales como buques de carga,
remolcadores y barcazas, pero no fueron oficialmente
incluídas en la flotilla. Estos
buques quedaron con tripulación
civil. A Diciembre de 1932 estaban activos seis buques navales
verdaderos, 15 buques de carga movilizados, 12 lanchas a motor y 47
barcazas, con un complemento de 1.185 hombres. Mas tarde en la guerra
se adicionaron otros buques y embarcaciones menores.
La
Armada tambien compro una extraña embarcacion hecha durante la
guerra, un prototipo de una lancha-hidroplano nombrado H1, como un
medio de transporte rápido. Otras construcciones de guerra hechas
por el Arsenal incluían 10 lanchas a motor con armamento ligero,
conocidas como "Lanchones Tipo Fortín". Cada una de estas
lanchas iba con una nueva barcaza de 25 toneladas.
El
mapa muestra claramente las dos vias fluviales en la que actuó la
Armada Paraguaya – Rio Paraguay y Rio Pilcomayo – Sobre el
primero los puertos Casado y Bahía Negra (Fuente: Portal Guaraní)
|
Paraguay
tenia la ventaja de estar rio abajo en el sistema del Rio de la Plata
y por lo tanto podía transportar todo el material, personal y
equipos extranjeros hacia el área del conflicto a traves de los
ríos, mientras
que le negaba esa ventaja a Bolivia, que debia hacer todos sus
movimiento por tierra, con la sola excepción del sistema fluvial
madeira/ mamoré, parte del sistema fluvial del Amazonas, que podía
ser usado para transportar materiales al norte del Chaco.
Las armadas fluviales paraguaya y boliviana nunca entraron en contacto durante
la guera, debido a que los rios en los que actuaron no tenian
conexión entre sí.
La Flotilla Naval paraguaya fue usada en cambio para proveer transporte logístico y de tropas al Ejército en campaña y la cadena de transporte funcionaba de este modo: la mayoria de las tropas y del material eran embarcados desde Asunción a Puerto Casado, desde alli, parte era transferido al interior por medio de un ferrocarril de trocha angosta y camiones, mientras que otra parte pasaba rio arriba a Bahia Negra y otros lugares. La importancia del transporte naval puede ser medida sólo por la perfomance de los cañoneros Paraguay y Huamitá, cada uno hizo 84 viejes redondos desde Asunciòn al Norte, transportando la increíble cantidad de unos 267.000 hombres de subida y de bajada.
La Flotilla Naval paraguaya fue usada en cambio para proveer transporte logístico y de tropas al Ejército en campaña y la cadena de transporte funcionaba de este modo: la mayoria de las tropas y del material eran embarcados desde Asunción a Puerto Casado, desde alli, parte era transferido al interior por medio de un ferrocarril de trocha angosta y camiones, mientras que otra parte pasaba rio arriba a Bahia Negra y otros lugares. La importancia del transporte naval puede ser medida sólo por la perfomance de los cañoneros Paraguay y Huamitá, cada uno hizo 84 viejes redondos desde Asunciòn al Norte, transportando la increíble cantidad de unos 267.000 hombres de subida y de bajada.
Los
datos para algunos otros buques seleccionados de la Flotilla Naval
muestran los siguientes logros:
Daymán
- 77
viajes
Don
Roberto con barcazas -
161
Holanda
(entre Ag 1932 y Sept 1935) -
85
Jorge
1° - 21
Rivadavia
- 35
Parapití
con barcazas - 33
San
Francisco (una de las primeras unidades
movilizadas) - 85
Tirador
con barcazas - 100
Tucumán
con barcazas – 37
Bahía
Negra había sido construida como una localidad estratégica sólo en
la Guerra del Chaco, estaba situada a 7 km de la frontera disputada
con Bolivia y servia como cuartel general de una división del
ejército, mientras que también era una importante terminal de
transporte para el mismo. Este sitio estaba completamente indefenso
contra los ataques aéreos, pero tenía una batería de cañones
navales de cinco Vickers de 76 mm.
Las
unidades navales tambien proveían de fuego antiaéreo para los
convoyes fluviales contra la relativamente fuerte aviación
boliviana. Las grandes cañoneras Humaitá y Paraguay eran empleadas
como baterias estacionarias antiaéreas en Asunción
y en Puerto Casado cuando no se usaban como transporte. Mientras que
la FAB en general hostigaba buques mercantes
paraguayos y tambien atacaron Bahia
Negra, sólo ocasionalmente atacaban buques de guerra. El primero de
esos ataques ocurrió
el 22 de diciembre de 1932, cuando tres aviones bolivianos atacaron
el cañonero Tacuarí en Bahia Negra.
En
contraste, el servicio aéreo naval paraguayo fue empleado muy
agresivamente contra blancos terrestres bolivianos, no obstante tener
solamente tres hidroaviones (Ver Anexo 4– Las fuerzas aéreas en la Guerra del Chaco)
Tacuary transportó a 6,602 tropas, 230 pasajeros, 480 prisioneros, 1,258 animales, y 1,653 toneladas de carga. Fue ametrallado y bombardeado (con daños menores) por la FAB en Bahia Negra el 22 de diciembre de 1932
La cañonera Humaitá no tuvo novedades con el ataque, su artillería antiaérea repelió a los 3 aviones atacantes y siguió navegando durante toda la GDC.
El día 22 de diciembre luego del ataque, la Humaitá continuó su viaje a Bahia Negra donde llegó a las 15:00 horas. Zarpó de vuelta a las 16:00 horas llevando el cadáver del Tcnl Julián Rojas y tropas de refuerzo para Puerto Casado.
La cañonera Tacuary tuvo nuevamente otro duelo aeronaval el día 24 de diciembre, con similar resultado: se repelió a las aeronaves con sus dos cañones antiaéreos de 37 mm. Esta vez el duelo fue con navegación evasiva de la cañonera, pero, no obstante el casco del buque fue perforado por los proyectiles (28 impactos) y metralla (47 rastros de esquirlas) del avión atacante, pero sin daño vital alguno.
El 28 de diciembre de 1932 navegó de regreso a Asunción, trayendo desde Bahia Negra a Fuerte Olimpo a mujeres y niños evacuados. Recién en febrero de 1933 ingresa en los Astilleros del Arsenal de la Marina para reparar los impactos del 24 de diciembre. Estuvo 15 días de mantenimiento mas bien cosmético y regreso al servicio, totalizando 47 viajes durante la GDC. (Fuente: "Algo sobre la contribución logística de la Armada Nacional en la Guerra del Chaco" Cap de Navío Agustín Rojas González)
El
personal naval paraguayo también sirvió en tierra, liberando otras
unidades de ejército para el combate. Los infantes de marina
ocuparon algunos fuertes a lo largo del río Pilcomayo, que habian
sido tomados a los bolivianos y la marina tambien manejaba varios
arsenales del ejército, talleres y fábricas de municiones alrededor
de Asunción. Mas aún, personal naval formó el regimiento naval de
infantería "Riachuelo", que mantuvo una sección de frente
de 40 kms, mas tarde en la guerra. La unidad de Infantes de Marina
estaba compuesta de tres batallones de infantería y uno de
zapadores.
La
guerra del Chaco le costó a la armada paraguaya sólo dos oficiales
y 18 suboficiales y marineros, cifras muy bajas por el importante rol
que cumplió la armada.
Armada Boliviana
Las fuerzas fluviales bolivianas
consistían en la embarcación alemana “Tahuamanu” y unas pocas
embarcaciones fluviales construidas durante la guerra. Su apoyo a las
operaciones no fueron significativas debido a que el teatro de
operaciones estaba lejos del Fn Vanguardia, el más cercano al curso
de agua del Rio Paraguay.
.......................................
(1) Las cañoneras: su construcción, el viaje desde Génova a Asunción, la llegada.
Generalidades: en enero de 1929, llegó a Génova el Tte2° de Marina Rufino Martínez con la misión de ponerse a las órdenes del Jefe de la Misión Naval el CN José Bozzano, no era técnico sino más bien un marino de los llamados combatientes. Una tarde, sorpresivamente, llego a Génova el Grl Manlio Schenoni, para despedirse de Bozzano porque regresaba a Asunción, luego de cumplir con la misión de adquirir las armas en Europa, volvía para ser nombrado ministro de Guerra y Marina. Schenoni observó los planos del casco, las máquinas, la artillería, la central de tiro, los circuitos eléctricos y las minas de ambos cañoneros; ¿Todo esto lo diseñó usted, Bozzano? le pregunto el Grl Schenoni ¡Sí, señor! contestó Bozzano (el veterano militar quedó impresionado). Ambos, aprovecharon el momento para hacer un balance de las armas con las que podría contar el Paraguay en 1930. Schenoni, con todo lo que pudo comprar gracias al tremendo esfuerzo financiero del país y sobre todo a la labor del presidente Dr Eligio Ayala, expresaba que el armamento adquirido más lo poco que sobraba en el Paraguay (en cuanto a fusiles, por ejemplo, un total de casi 30.000) era insuficiente para armar los 40.000 hombres que juzgaba necesarios para afrontar la guerra, pensaba también que faltaban jefes de Estado Mayor. ¡Estos dos cañoneros van a ser vitales para la defensa, Bozzano! le dijo Schenoni.
Así creo yo también señor! pero igualmente van a ser importantes los Arsenales para el municionamiento y la logística del Ejército! respondió Bozzano
Las botaduras de las naves: a mitad de junio de 1930, el “Humaitá” fue botado casi completo pero sin artillería aún. El buque estaba reluciente con siete manos de pintura en carena y cinco en todo el resto, de acuerdo con una orden del Ministerio de Defensa, transmitida desde Asunción, la madrina de la nave fue Virginia Cardozo de Bozzano. El gobierno urgía la terminación de las naves, Bozzano expresó: el “Paraguay” será botado en noviembre de 1930 y en abril de 1931 los cañoneros podrán estar en el Paraguay, expresaba también al gobierno la necesidad de preparar oficiales, maestranzas y marineros para tripularlos, por lo menos, 75 hombres por buque, en total 150 tripulantes. Bozzano informó que la ceremonia de botadura del cañonero “Humaitá” fue emocionante, se presentó para la bendición de la nave el sacerdote paraguayo Julio César Duarte Ortellado que se encontraba estudiando en Florencia. En el acto estuvieron presentes; invitados por la ODERO en nombre de la Comisión Naval del Paraguay, el podestá (alcalde) de Génova, el prefecto de Puertos, el cónsul del Paraguay Dr Peralta; el jefe de Carabineros con traje de gala y los civiles de jacquet con galera y guantes; la guardia de honor estuvo a cargo de carabineros. "Yo me emocioné y mucho. Los técnicos y operarios italianos me estrechaban la mano diciéndome tante belle cosa” y recordé al Paraguay” manifestó Bozzano años después. En noviembre se repitió la ceremonia con el cañonero “Paraguay”, así todo estaba casi listo para la partida hacia Asunción
Preliminares del viaje: ante la falta de fondos y de oficiales de graduación para enviarlos a Génova con el fin de que conformaran la tripulación de los cañoneros, no quedó otra opción que elegir una tripulación italiana. La ODERO-TERNI pagó a dos maquinistas, el Paraguay se encargó de contratar a dos técnicos de radio de la Marina italiana y al resto de la tripulación, que constaría de 25 hombres por buque: los técnicos de radio fueron Faraone (quien se quedaría a vivir en Asunción) y Tertore (retornaría luego a Italia); para la artillería se designó a Termini (artillería 120) y Peccioni (artillería de 76), este y un hermano se radicarían luego definitivamente en el Paraguay. La central de tiro durante el viaje quedaría a cargo de los señores Porzio y Petrone, ambos formarían familia en el Paraguay (Petrone pasaría a ser cuñado de Bozzano al casarse con su hermana Santa).
Bozzano le solicitó al Tte2° Rufino Martínez que se encargara de alistar los buques, si bien Martínez era el más antiguo entre los dos, todo quedaría a cargo de Bozzano por sus conocimientos técnicos. La tripulación general quedó conformada con miembros de la Asociación de Navegantes Fascistas, hombres de mucha experiencia seleccionados por Bozzano y a cargo de Martínez quedó la elección del médicos (uno por buque), los cocineros y los contramaestres. Todos estaban a sueldo bajo contrato, que incluía el pasaje de vuelta a Génova en segunda clase, también preveía, el tipo de menú de los tripulantes: al respecto, en días específicos la comida debía ser sobre la base de hongos y albahaca Basílico y cada hombre tenía derecho a medio litro de vino por día. Los menajes fueron proveídos por gentileza de la Marina Italiana y en enero de 1931 fueron embarcadas sábanas de hilo con el escudo nacional para 20 oficiales por barco, mantelería, toallas, servilletas y frazadas.
Desde los primeros días de enero se hicieron todas las pruebas técnicas y de la artillería de ambos buques en pleno mar, con la presencia de los técnicos de la ODERO. Los cañoneros fueron asegurados por la Lloyd´s de Londres, siendo la póliza fijada en 140 mil libras por buque. Poco antes del retorno, el Podestá (Alcalde) de Génova le comunicó a Bozzano que el Rey de Italia había decidido otorgarle la condecoración Comendador de la Insignia de la Corona de Italia. La distinción la recibió el marino en el Palacio real hasta donde llegó acompañado por el cónsul Peralta y el Tte2º Rufino Martínez. Al día siguiente de la ceremonia, los marinos paraguayos fueron a Spezia a embarcar las minas. Luego retiraron las libras esterlinas del Barclays Banks, parte de las cuales la convirtieron en liras italianas. Bozzano entregó el mando de la flotilla al Tte2º Rufino Martínez, quien se haría cargo de la navegación de ultramar hasta llegar a Asunción. Al atardecer del 19 de abril de 1931, los majestuosos cañoneros “Humaitá” y “Paraguay”, construidos a imagen y semejanza del genio de José Bozzano, salieron de Génova con rumbo a Asunción. ¡Mar picado. Neblina cerrada. Viento norte. Frío tremendo!
El viaje al Paraguay: salida de Génova la “escuadra paraguaya” realiza una parada en la base inglesa de Gibraltar, cuyas autoridades la recibe con todos los honores (por una mala interpretación del Tte2º Martinez a la solicitud de ingreso a la base). En medio de esa situación incómoda para los paraguayos ante el despliegue inglés, apareció un oficial británico con un ejemplar del Jane´s Fighting Ships, la célebre publicación anual que contiene información sobre todos los navíos de guerra del mundo ordenados por nación, incluyendo información sobre los nombres, dimensiones y armamento; en el libro figuraba todo sobre los dos cañoneros paraguayos recién fabricados y señalando con el índice de la mano derecha la publicación, el comandante de la flota inglesa de Gibraltar lanzó una expresión admirativa y dijo:“el Paraguay tiene dos cañoneros modernísimos. Por su calado y autonomía son actualmente los mejores y más potentes de todo el mundo fluvial. Tienen una potencia de fuego superior a la de nuestros destroyers leaders". En la famosa revista figuraban también los avisos de guerra paraguayos “Adolfo Riquelme” y “Triunfo”, cuando el comandante inglés, siguiendo el protocolo de reciprocidad, visitó los cañoneros, se sorprendió al no hallar tripulación paraguaya. Bozzano le aclaró diciendo “la tripulación paraguaya se va a embarcar en el Río de la Plata”.
Al día siguiente los cañoneros siguieron viaje rumbo a las Canarias, continuaron a Recife, al cruzar la línea del Ecuador, Faraone informó alborozado a Bozzano "Stacione paraguayana", era una radio del Fn General Bruguéz que recibía un llamado del Departamento de Marina de Asunción pero la onda se perdió y no la volvieron a poder sintonizar hasta acercarse a Asunción. Llegaron a Pernambuco, donde los cañoneros fueron confundidos con buques holandeses, debido a la similitud de las banderas de Paraguay y Holanda, desde ahí Bozzano se comunicó con el embajador paraguayo en Río de Janeiro dr Fulgencio R. Moreno. Los cañoneros tenían combustible pagado hasta la entonces capital del Brasil, pero luego, todo debía quedar a cargo del gobierno paraguayo (se precisaban 100 toneladas de combustible por buque, lo que suponía un costo de 1.000 libras esterlinas o 50.000 dólares, al cambio de la época). En Río, junto al embajador Moreno, la tripulación debió esperar 10 días para recibir y hacer uso de los fondos destinados al combustible vía Banco de Londres que un representante de la Shell entregó, por orden del gobierno, la cantidad de hasta 200 toneladas de combustible y hasta 2.000 litros de aceite. Con ese auxilio, empezó la travesía hasta Montevideo que fue la peor parte del viaje, el viento comenzó a arreciar casi sin tregua y al aproximarse al cabo Santa María, en la costa uruguaya, las ráfagas, medidas por el anemómetro de los buques, alcanzaron picos terribles de hasta 140 kilómetros por hora, eso era alarmante para los cañoneros cuyo poco calado constituía una desventaja temeraria las olas alcanzaban de 8 a 10 metros y de cresta a cresta algunas llegaban a tener un largo de 100 metros, el Humaitá y el Paraguay “cabeceaban” hasta más de 15°. Para hacer más angustiosa la situación, al viento se sumó una lluvia inquietante por lo cerrada, cada vez que los barcos hundían su proa en una ola, su estructura crujía, los cañoneros se veían imposibilitados en avanzar más que a 6 millas por hora. A las 17:00 horas, en medio de una situación desesperante, avistaron Punta del Este, con el esfuerzo supremo de la tripulación, en medio de la tempestad lograron rumbear al Este buscando la isla de Flores. A las 20;00, el océano Atlántico despidió con furia a los cañoneros que, dejando atrás aquellas olas bravas, entraron al Río de la Plata, el temporal había amainado algo y aquello le pareció un milagro a Bozzano, a las 22:00 horas atracaron en el puerto de Montevideo: "Estábamos todos rotos. Hacía 30 horas que no comíamos ni dormíamos. Pero nos encontrábamos en Montevideo", expresó el Cap Bozzano al realizar su informe. El resto del viaje hasta el Paraguay con tripulación de oficiales y marineros paraguayos que habían embarcado en Buenos Aires fue un paseo comparado con todo lo que había sucedido.
La llegada: el 5 de mayo 1931, la ciudad de Asunción se conmovió ante el arribo de los dos buques de guerra, los mejores que tuvo el Paraguay en su historia, los mejores barcos bélicos fluviales del mundo en su momento, diseñados por un genio tecnológico paraguayo: José Bozzano y adquiridos al contado mediante la colosal ingeniería financiera del mayor estadista que tuvo Paraguay el Dr Eligio Ayala. ¡Era un milagro para un país inmensamente pobre! los cañoneros, que costaron en conjunto 300 mil libras esterlinas (293 mil de las cuales le tocó pagar al gobierno de José P Guggiari), serían de enorme importancia para el Paraguay en la guerra que ya se presentía como un hecho.
El Dr Ayala no pudo ver la concreción de aquel proyecto que apoyó desde su Presidencia ya que murió el 25 de octubre de 1930, con apenas 50 años de edad, en el clímax de una tragedia pasional. Bozzano se había ido a Europa, enviado por Ayala, con unos planos en el papel que asombraron a los constructores europeos y con una convicción madurada desde la fuerza del presidente de la República. Volvió con dos majestuosas realidades flotantes cubiertas de acero.
(Fuente:“José Bozzano y la guerra de material” por Bernardo Neri Farina – Portal Guaraní)
(2) El accionar de las Cañoneras en la Guerra del Chaco
El comandante del “Humaitá” durante el conflicto, Cap Rodolfo Dávalos, señala en su libro “Actuación de la Marina en la Guerra del Chaco”, que los dos buques tenían como misión esencial conducir tropas (1500 por viaje) desde Asunción hasta Puerto Casado y algunas veces hasta Bahía Negra. Asimismo, transportaban materiales, combustibles, proyectiles, a una velocidad de gran importancia para la situación bélica; "mediante estos oportunos y rápidos refuerzos, conducidos entre los dos cañoneros en 26 horas, nuestro Comandante en Jefe del Ejército del Chaco ha salido airoso en más de una operación o situación comprometida" menciona Dávalos.
El primer contingente de reservistas movilizados con destino al Chaco fue conducido por el cañonero “Humaitá” (C1) a fines de julio de 1932, al comienzo, los embarques se hacían en Puerto Sajonia, pero luego ya se los efectuaba en el puerto de Asunción.
Los cañoneros prácticamente no fueron atacados en su labor fluvial, el EM boliviano no contempló la estrategia de atacar con la aviación a los cañoneros en forma sistemática, de tal forma que hubiese comprometido el aprovisionamiento del EP en campaña, teoría que argumentaba el Tcnl Bilbao Rioja en forma constante. Este error estratégico de Bolivia traería consecuencias negativas para las operaciones.
Uno de los pocos incidentes con la FAB que tuvo el “Humaitá” ocurrió el 22 de diciembre de 1932, cuando 3 aviones bolivianos atacaron Bahía Negra; uno de ellos fue derribado por el cañonero “Tacuary” y los dos restantes, un bombardero y un caza, huyeron del lugar pero a lo lejos avistaron al “Humaitá”, que navegaba a la altura de Puerto Leda, y se dirigieron hacia el mismo. Las dos aeronaves volaban a ras de los palmares de la costa pero fueron avistadas por el vigía del cañonero a unos 2.000 metros de distancia, el "Humaitá" se defendió con toda la potencia de fuego de su cañón antiaéreo de proa de 76, cuyos disparos evitaron que el bombardero se acercara lo suficiente como para dejar caer uno de sus proyectiles, el único que lanzó la aeronave boliviana cayó a unos 300 metros del buque. El caza, por su parte, disparó sus ametralladoras pero sus tiros no causaron mayor daño a la blindada solidez del cañonero.
El cañonero “Paraguay” (C2) fue asimismo un transporte de tropa que brindaba seguridad a los transportados, los soldados sentían que los cañoneros en que viajaba rumbo al Chaco eran inexpugnables y para matizar el viaje, la nave contaba con una orquesta a cargo del maestro José Asunción Flores que alentaba a las tropas que concurrían al frente. La Armada registra que durante el conflicto, el cañonero “Humaitá” transportó a 62.546 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado, de bajada conducía prisioneros y heridos, en total hizo 84 viajes. Por su parte, el cañonero Paraguay”, en un total de 81 viajes, transportó 51.867 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado.
- Con el tiempo, después de la guerra, el cañonero Paraguay tendría un protagonismo político internacional cuando, en el puerto de Buenos Aires brindaría refugio al presidente argentino Grl Juan Domingo Perón, derrocado tras el golpe de estado que se produjo el 16 de setiembre de 1955.
.....................................
.......................................
(1) Las cañoneras: su construcción, el viaje desde Génova a Asunción, la llegada.
Generalidades: en enero de 1929, llegó a Génova el Tte2° de Marina Rufino Martínez con la misión de ponerse a las órdenes del Jefe de la Misión Naval el CN José Bozzano, no era técnico sino más bien un marino de los llamados combatientes. Una tarde, sorpresivamente, llego a Génova el Grl Manlio Schenoni, para despedirse de Bozzano porque regresaba a Asunción, luego de cumplir con la misión de adquirir las armas en Europa, volvía para ser nombrado ministro de Guerra y Marina. Schenoni observó los planos del casco, las máquinas, la artillería, la central de tiro, los circuitos eléctricos y las minas de ambos cañoneros; ¿Todo esto lo diseñó usted, Bozzano? le pregunto el Grl Schenoni ¡Sí, señor! contestó Bozzano (el veterano militar quedó impresionado). Ambos, aprovecharon el momento para hacer un balance de las armas con las que podría contar el Paraguay en 1930. Schenoni, con todo lo que pudo comprar gracias al tremendo esfuerzo financiero del país y sobre todo a la labor del presidente Dr Eligio Ayala, expresaba que el armamento adquirido más lo poco que sobraba en el Paraguay (en cuanto a fusiles, por ejemplo, un total de casi 30.000) era insuficiente para armar los 40.000 hombres que juzgaba necesarios para afrontar la guerra, pensaba también que faltaban jefes de Estado Mayor. ¡Estos dos cañoneros van a ser vitales para la defensa, Bozzano! le dijo Schenoni.
Así creo yo también señor! pero igualmente van a ser importantes los Arsenales para el municionamiento y la logística del Ejército! respondió Bozzano
Las botaduras de las naves: a mitad de junio de 1930, el “Humaitá” fue botado casi completo pero sin artillería aún. El buque estaba reluciente con siete manos de pintura en carena y cinco en todo el resto, de acuerdo con una orden del Ministerio de Defensa, transmitida desde Asunción, la madrina de la nave fue Virginia Cardozo de Bozzano. El gobierno urgía la terminación de las naves, Bozzano expresó: el “Paraguay” será botado en noviembre de 1930 y en abril de 1931 los cañoneros podrán estar en el Paraguay, expresaba también al gobierno la necesidad de preparar oficiales, maestranzas y marineros para tripularlos, por lo menos, 75 hombres por buque, en total 150 tripulantes. Bozzano informó que la ceremonia de botadura del cañonero “Humaitá” fue emocionante, se presentó para la bendición de la nave el sacerdote paraguayo Julio César Duarte Ortellado que se encontraba estudiando en Florencia. En el acto estuvieron presentes; invitados por la ODERO en nombre de la Comisión Naval del Paraguay, el podestá (alcalde) de Génova, el prefecto de Puertos, el cónsul del Paraguay Dr Peralta; el jefe de Carabineros con traje de gala y los civiles de jacquet con galera y guantes; la guardia de honor estuvo a cargo de carabineros. "Yo me emocioné y mucho. Los técnicos y operarios italianos me estrechaban la mano diciéndome tante belle cosa” y recordé al Paraguay” manifestó Bozzano años después. En noviembre se repitió la ceremonia con el cañonero “Paraguay”, así todo estaba casi listo para la partida hacia Asunción
Datos de la construcción de las cañoneras "Humaitá" y "Paraguay", en italiano original (Fuente. Academia Liberal de la Historia) |
Afiche de la empresa constructora de las cañoneras "Humaitá" y "Paraguay" (Fuente: Academia Liberal de la Historia) |
Preliminares del viaje: ante la falta de fondos y de oficiales de graduación para enviarlos a Génova con el fin de que conformaran la tripulación de los cañoneros, no quedó otra opción que elegir una tripulación italiana. La ODERO-TERNI pagó a dos maquinistas, el Paraguay se encargó de contratar a dos técnicos de radio de la Marina italiana y al resto de la tripulación, que constaría de 25 hombres por buque: los técnicos de radio fueron Faraone (quien se quedaría a vivir en Asunción) y Tertore (retornaría luego a Italia); para la artillería se designó a Termini (artillería 120) y Peccioni (artillería de 76), este y un hermano se radicarían luego definitivamente en el Paraguay. La central de tiro durante el viaje quedaría a cargo de los señores Porzio y Petrone, ambos formarían familia en el Paraguay (Petrone pasaría a ser cuñado de Bozzano al casarse con su hermana Santa).
Bozzano le solicitó al Tte2° Rufino Martínez que se encargara de alistar los buques, si bien Martínez era el más antiguo entre los dos, todo quedaría a cargo de Bozzano por sus conocimientos técnicos. La tripulación general quedó conformada con miembros de la Asociación de Navegantes Fascistas, hombres de mucha experiencia seleccionados por Bozzano y a cargo de Martínez quedó la elección del médicos (uno por buque), los cocineros y los contramaestres. Todos estaban a sueldo bajo contrato, que incluía el pasaje de vuelta a Génova en segunda clase, también preveía, el tipo de menú de los tripulantes: al respecto, en días específicos la comida debía ser sobre la base de hongos y albahaca Basílico y cada hombre tenía derecho a medio litro de vino por día. Los menajes fueron proveídos por gentileza de la Marina Italiana y en enero de 1931 fueron embarcadas sábanas de hilo con el escudo nacional para 20 oficiales por barco, mantelería, toallas, servilletas y frazadas.
Desde los primeros días de enero se hicieron todas las pruebas técnicas y de la artillería de ambos buques en pleno mar, con la presencia de los técnicos de la ODERO. Los cañoneros fueron asegurados por la Lloyd´s de Londres, siendo la póliza fijada en 140 mil libras por buque. Poco antes del retorno, el Podestá (Alcalde) de Génova le comunicó a Bozzano que el Rey de Italia había decidido otorgarle la condecoración Comendador de la Insignia de la Corona de Italia. La distinción la recibió el marino en el Palacio real hasta donde llegó acompañado por el cónsul Peralta y el Tte2º Rufino Martínez. Al día siguiente de la ceremonia, los marinos paraguayos fueron a Spezia a embarcar las minas. Luego retiraron las libras esterlinas del Barclays Banks, parte de las cuales la convirtieron en liras italianas. Bozzano entregó el mando de la flotilla al Tte2º Rufino Martínez, quien se haría cargo de la navegación de ultramar hasta llegar a Asunción. Al atardecer del 19 de abril de 1931, los majestuosos cañoneros “Humaitá” y “Paraguay”, construidos a imagen y semejanza del genio de José Bozzano, salieron de Génova con rumbo a Asunción. ¡Mar picado. Neblina cerrada. Viento norte. Frío tremendo!
El viaje al Paraguay: salida de Génova la “escuadra paraguaya” realiza una parada en la base inglesa de Gibraltar, cuyas autoridades la recibe con todos los honores (por una mala interpretación del Tte2º Martinez a la solicitud de ingreso a la base). En medio de esa situación incómoda para los paraguayos ante el despliegue inglés, apareció un oficial británico con un ejemplar del Jane´s Fighting Ships, la célebre publicación anual que contiene información sobre todos los navíos de guerra del mundo ordenados por nación, incluyendo información sobre los nombres, dimensiones y armamento; en el libro figuraba todo sobre los dos cañoneros paraguayos recién fabricados y señalando con el índice de la mano derecha la publicación, el comandante de la flota inglesa de Gibraltar lanzó una expresión admirativa y dijo:“el Paraguay tiene dos cañoneros modernísimos. Por su calado y autonomía son actualmente los mejores y más potentes de todo el mundo fluvial. Tienen una potencia de fuego superior a la de nuestros destroyers leaders". En la famosa revista figuraban también los avisos de guerra paraguayos “Adolfo Riquelme” y “Triunfo”, cuando el comandante inglés, siguiendo el protocolo de reciprocidad, visitó los cañoneros, se sorprendió al no hallar tripulación paraguaya. Bozzano le aclaró diciendo “la tripulación paraguaya se va a embarcar en el Río de la Plata”.
Al día siguiente los cañoneros siguieron viaje rumbo a las Canarias, continuaron a Recife, al cruzar la línea del Ecuador, Faraone informó alborozado a Bozzano "Stacione paraguayana", era una radio del Fn General Bruguéz que recibía un llamado del Departamento de Marina de Asunción pero la onda se perdió y no la volvieron a poder sintonizar hasta acercarse a Asunción. Llegaron a Pernambuco, donde los cañoneros fueron confundidos con buques holandeses, debido a la similitud de las banderas de Paraguay y Holanda, desde ahí Bozzano se comunicó con el embajador paraguayo en Río de Janeiro dr Fulgencio R. Moreno. Los cañoneros tenían combustible pagado hasta la entonces capital del Brasil, pero luego, todo debía quedar a cargo del gobierno paraguayo (se precisaban 100 toneladas de combustible por buque, lo que suponía un costo de 1.000 libras esterlinas o 50.000 dólares, al cambio de la época). En Río, junto al embajador Moreno, la tripulación debió esperar 10 días para recibir y hacer uso de los fondos destinados al combustible vía Banco de Londres que un representante de la Shell entregó, por orden del gobierno, la cantidad de hasta 200 toneladas de combustible y hasta 2.000 litros de aceite. Con ese auxilio, empezó la travesía hasta Montevideo que fue la peor parte del viaje, el viento comenzó a arreciar casi sin tregua y al aproximarse al cabo Santa María, en la costa uruguaya, las ráfagas, medidas por el anemómetro de los buques, alcanzaron picos terribles de hasta 140 kilómetros por hora, eso era alarmante para los cañoneros cuyo poco calado constituía una desventaja temeraria las olas alcanzaban de 8 a 10 metros y de cresta a cresta algunas llegaban a tener un largo de 100 metros, el Humaitá y el Paraguay “cabeceaban” hasta más de 15°. Para hacer más angustiosa la situación, al viento se sumó una lluvia inquietante por lo cerrada, cada vez que los barcos hundían su proa en una ola, su estructura crujía, los cañoneros se veían imposibilitados en avanzar más que a 6 millas por hora. A las 17:00 horas, en medio de una situación desesperante, avistaron Punta del Este, con el esfuerzo supremo de la tripulación, en medio de la tempestad lograron rumbear al Este buscando la isla de Flores. A las 20;00, el océano Atlántico despidió con furia a los cañoneros que, dejando atrás aquellas olas bravas, entraron al Río de la Plata, el temporal había amainado algo y aquello le pareció un milagro a Bozzano, a las 22:00 horas atracaron en el puerto de Montevideo: "Estábamos todos rotos. Hacía 30 horas que no comíamos ni dormíamos. Pero nos encontrábamos en Montevideo", expresó el Cap Bozzano al realizar su informe. El resto del viaje hasta el Paraguay con tripulación de oficiales y marineros paraguayos que habían embarcado en Buenos Aires fue un paseo comparado con todo lo que había sucedido.
La llegada: el 5 de mayo 1931, la ciudad de Asunción se conmovió ante el arribo de los dos buques de guerra, los mejores que tuvo el Paraguay en su historia, los mejores barcos bélicos fluviales del mundo en su momento, diseñados por un genio tecnológico paraguayo: José Bozzano y adquiridos al contado mediante la colosal ingeniería financiera del mayor estadista que tuvo Paraguay el Dr Eligio Ayala. ¡Era un milagro para un país inmensamente pobre! los cañoneros, que costaron en conjunto 300 mil libras esterlinas (293 mil de las cuales le tocó pagar al gobierno de José P Guggiari), serían de enorme importancia para el Paraguay en la guerra que ya se presentía como un hecho.
El Dr Ayala no pudo ver la concreción de aquel proyecto que apoyó desde su Presidencia ya que murió el 25 de octubre de 1930, con apenas 50 años de edad, en el clímax de una tragedia pasional. Bozzano se había ido a Europa, enviado por Ayala, con unos planos en el papel que asombraron a los constructores europeos y con una convicción madurada desde la fuerza del presidente de la República. Volvió con dos majestuosas realidades flotantes cubiertas de acero.
(Fuente:“José Bozzano y la guerra de material” por Bernardo Neri Farina – Portal Guaraní)
Septiembre de 1932 - El cañonero "Paraguay"en el instante en que la dotación de la nave es revistada por el presidente Eusebio Ayala (Fuente: Portal Guaraní) |
(2) El accionar de las Cañoneras en la Guerra del Chaco
El comandante del “Humaitá” durante el conflicto, Cap Rodolfo Dávalos, señala en su libro “Actuación de la Marina en la Guerra del Chaco”, que los dos buques tenían como misión esencial conducir tropas (1500 por viaje) desde Asunción hasta Puerto Casado y algunas veces hasta Bahía Negra. Asimismo, transportaban materiales, combustibles, proyectiles, a una velocidad de gran importancia para la situación bélica; "mediante estos oportunos y rápidos refuerzos, conducidos entre los dos cañoneros en 26 horas, nuestro Comandante en Jefe del Ejército del Chaco ha salido airoso en más de una operación o situación comprometida" menciona Dávalos.
El primer contingente de reservistas movilizados con destino al Chaco fue conducido por el cañonero “Humaitá” (C1) a fines de julio de 1932, al comienzo, los embarques se hacían en Puerto Sajonia, pero luego ya se los efectuaba en el puerto de Asunción.
Los cañoneros prácticamente no fueron atacados en su labor fluvial, el EM boliviano no contempló la estrategia de atacar con la aviación a los cañoneros en forma sistemática, de tal forma que hubiese comprometido el aprovisionamiento del EP en campaña, teoría que argumentaba el Tcnl Bilbao Rioja en forma constante. Este error estratégico de Bolivia traería consecuencias negativas para las operaciones.
Uno de los pocos incidentes con la FAB que tuvo el “Humaitá” ocurrió el 22 de diciembre de 1932, cuando 3 aviones bolivianos atacaron Bahía Negra; uno de ellos fue derribado por el cañonero “Tacuary” y los dos restantes, un bombardero y un caza, huyeron del lugar pero a lo lejos avistaron al “Humaitá”, que navegaba a la altura de Puerto Leda, y se dirigieron hacia el mismo. Las dos aeronaves volaban a ras de los palmares de la costa pero fueron avistadas por el vigía del cañonero a unos 2.000 metros de distancia, el "Humaitá" se defendió con toda la potencia de fuego de su cañón antiaéreo de proa de 76, cuyos disparos evitaron que el bombardero se acercara lo suficiente como para dejar caer uno de sus proyectiles, el único que lanzó la aeronave boliviana cayó a unos 300 metros del buque. El caza, por su parte, disparó sus ametralladoras pero sus tiros no causaron mayor daño a la blindada solidez del cañonero.
El cañonero “Paraguay” (C2) fue asimismo un transporte de tropa que brindaba seguridad a los transportados, los soldados sentían que los cañoneros en que viajaba rumbo al Chaco eran inexpugnables y para matizar el viaje, la nave contaba con una orquesta a cargo del maestro José Asunción Flores que alentaba a las tropas que concurrían al frente. La Armada registra que durante el conflicto, el cañonero “Humaitá” transportó a 62.546 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado, de bajada conducía prisioneros y heridos, en total hizo 84 viajes. Por su parte, el cañonero Paraguay”, en un total de 81 viajes, transportó 51.867 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado.
- Con el tiempo, después de la guerra, el cañonero Paraguay tendría un protagonismo político internacional cuando, en el puerto de Buenos Aires brindaría refugio al presidente argentino Grl Juan Domingo Perón, derrocado tras el golpe de estado que se produjo el 16 de setiembre de 1955.
.....................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario